Partida Rol por web

No sale de mis labios mientras sigo apretando la daga y niego con resolucion. SE cree que por que sea una stripper me puede tratar asi o por el simple echo de ser un toreador, no me conoces lo suficiente noto como la sangre hierve en mis venas nomuertas y sonrio mientras chasqueo la lengua. Bueno, la ventana es la unica salida por lo que veo y no se yo si llegare, al menos tengo un arma si me ataca. Te doy la daga y la usas para matar a quien no debes, me parece que no. Creo que estara mejor en un lugar tranquilo y lejos de todos los que quereis usarla en vuestro beneficio

-¿Qué os pasa a los neonatos de hoy en día?, ¿tan poco aprecio le tenéis a la no-vida?- pregunta algo molesto antes de propinarte un cabezazo que te hace retroceder un par de pasos algo aturdida, pero al menos provoca que te suelte.
-No sé a qué viene ése afán de hacerse la heroína, pero yo de ti lo pensaría dos segundos antes de continuar...- arquea notablemente una de sus cejas y vuelve a bajarla, atento a cualquier movimiento que pretendas hacer entonces.

Jackius se queda quieto y de pie en medio del pasillo. Algunos de los vástagos que lo cruzan le dirigen reverencias completas o sólo de cabeza aunque no todos y él no les presta atención, pues su mirada está totalmente centrada en la tuya de forma severa. Tu intento de fascinación no ha causado efecto alguno.
-¿Se cree en el derecho de hablarme con confianza?- pregunta en tono frío y distante después de que hayas hablado dirigiéndote a él de "tú" como si tal cosa.

-Tiene razón, podría matarle, aquí mismo y nadie se opondría o le ayudaría. Podría incluso convocar una caza de sangre y los gangrels me lo agradecerían porque podría apostar a que la mitad de brujah son traidores... En lugar de eso le ofrezco una oportunidad de redención, y sólo una- calla unos segundos, mira de reojo a Patrizia pero ella no parece dispuesta a decir nada al respecto así que continúa.
-Encuentre a los dos neonatos que se encontraban en el despacho con nosotros, vivos o muertos me da igual. Si están vivos dígales que quiero hablar con ellos, use sus encantos si es menester- espera un momento por si quieres añadir o preguntar algo, de no ser así se marcha con la primogénita malkavian cogida de la mano.

Noto el cabezazo y como me va a doler la cabeza en breve pero no creo que me importe mucho. Sonrio mientras un pequeño hilo de sangre cae desde mi frente por mi cara hasta mi boca donde la limpio con la punta de la lengua. No es que le tenga poco aprecio, digamos que no me ha gustado lo que pretendiais en esta sala y ya veo como ha quedado Gerard el pobre ha perdido la cabeza en el ultimo minuto, desafortunado accidente. no puedo sujetar la daga y noto que se resbala de mi mano hacia el suelo, solo me queda usar un as en la manga y no se si funcionara con el... Dudo que quieras hacerme algo considerando que se donde narices esta el libro y si me pasara algo creo que se de un par al que no le gustaria. sonrio mirandole a los ojos mientras estos brillan levemente como sin fuerzas mientras mi cuerpo esta diciendo que ya no da mas de si que le deje descansar y me rinda.

Tras levantarme y mirar arriba, me da el tiempo justo para ver como una masa de ropa y pelo morado cae justo donde yo estaba hace apenas unos instantes. Parece que alguien más ha caído por la ventana. Para mi sorpresa no puede ser peor compañía, la primogénita brujah me ha seguido a oscuras hasta aquí. Se levanta y se recompone del daño de la caída y cuando me mira me pongo en guardia. Se limita a asentir con al cabeza y sale corriendo en dirección contraria. No lo he entendido, pero no tengo tiempo que perder persiguiéndola.

Corro hasta la puerta principal y allí está Svetlana. Me acerco a ella rápidamente y entre gestos y palabras le cuento lo sucedido ahí arriba y le pregunto si tiene una pistola para mí. Ahora estamos fuera y no hay reglas en ese aspecto. Tras hablar con Svetlana me dirijo a la puerta principal. No puedo dejar que cometan el asesinato. Y Graziella aún seguirá ahí dentro... aunque sigo sin saber de qué bando está cada uno, estoy seguro de que si salvo al príncipe tendré algún tipo de jugosa compensación.

Subo las escaleras del Elíseo con la intención de contárselo todo a los guardias de la puerta. Si están del lado de Gerard tendré que matarles. Hago una serie de gestos a Sveta para indicarle que esté lista para disparar si las cosas se ponen feas.

Nadie me logra entender, porque todos creen que están vivos, pero no se dieron cuenta que murieron al nacer. Por eso pienso varias veces que sera mas fácil que llegue mi segunda muerte, pero espero que no sea a manos de ese principe o de cualquier otro vampiro.
Veo mi repulsivo rostro en el reflejo de mis sueños... me veo inerte en el mármol del suelo pudriéndome junto a mi esperanza... rodeada de soledad... sedienta de todo....

-Que asco de persona, creo que ya se por que desean matarle..- Pienso inerte mirandome el reflejo de mi rostro sobre el marmol. Parece que lo he asimilado todo y veo como se marcha con la malkavian. Antes de ponerme manos a la obra, me recogo las mangas de la camisa hasta el antebrazo mientras digo..

-¡Eh!..¿y si están muertos?- Solo espero su respuesta y tras ella sonreir y darme la vuelta de nuevo hacia el despacho donde deduzco que no estaran mucho mas lejos..

El sheriff te mira un instante de arriba a abajo pero se limita a negar con la cabeza.
-Las cosas se han torcido más de lo esperado, pero sólo me interesa la daga, ya te lo he dicho...- la susodicha cae de tus manos así que él se lanza rápidamente recogiéndola del suelo y con la misma velocidad de una centella "desaparece" saltando a través de la ventana rota por la que ya saltó hace apenas un instante Irina y quién sabe si alguien más. Aunque otro debe haber abierto las puertas...

De todas formas acabas de quedarte a solas en el despacho, con dos vástagos de cierta reputación muertos cerca tuyo y todo hecho un desastre...

La daga cae y antes de que pueda reaccionar la coje desapareciendo mientras mi cuerpo ya no responde y cae al suelo sin fuerzas callendo inconsciente al tocar la alfombra. Mi vestido rojo se mezcla con la sangre mientras mi mente intenta que responda y que se levante para irse. No puedo, nada me responde, ni las fuerzas para seguir viviendo. ¿Que es tan importante? si sobrevivo....Alex lo siento tuve que ser mas valiente una lagrima sale sin control rodando por mi mejilla y mezclandose con la sangre que hay en el suelo. Huele a vida marchardose, mi pelo limpio se mancha con la sangre apelmazandose, mi blanca piel se impregna con la vida de otro, mi propia sangre se mezcla con la derramada.

Sveta sigue dónde estaba al inicio de la fiesta, desde luego sin vestir acorde al evento pues no es su "estilo" y al fin y al cabo no estaba planeado que tuviera que acabar entrando en ella.
Al preguntarle por el arma te tiende una de sus dos berettas mientras quita el seguro de la suya, pero a pesar de ese riesgo a esconde bajo su chaqueta de cuero, siguiéndote decidida hacia la entrada.

Al acercaros los guardias apostados en las acristalas puertas se juntan para cortaros el paso, mirándoos sin fiarse demasiado ante tu aspecto algo desaliñado por no hablar del de Sveta, que sin pronunciar palabra, como siempre, deja que el primer gorila se le acerque con una sonrisa ladeada y antes de que se dé cuenta un disparo atraviesa su mandíbula y su cráneo dejándolo tieso en el suelo mientras el otro desenfunda su pistola.

-Tendrá que estar lo suficientemente seguro de que lo están para que informe a sus..."conocidos" pertinentes- se limita a decir el Príncipe antes de desaparecer por uno de los muchos y amplios pasillos del Elíseo.
No ha sido una respuesta muy concisa pero menos es nada.
Deshaces tus pasos hasta llegar nuevamente al despacho dónde todo sucedió.
El escritorio sigue destrozado, las puertas abiertas y una de las ventanas del fondo rotas.
Por ahí sigue sin pasar nadie y quizá sea una suerte ya que el cuerpo de Gerard yace en medio de la alfombra con la cabeza a varios pies de distancia; Alexander también se mantiene inerte con la mirada perdida y vacía y una enorme y brutal mordedura en la yugular que ya ha dejado de sangrar después de haber empapado toda la alfombra.
Graziella se encuentra tendida cerca de él, manchándose con la vitae que recorre el suelo y con unas lágrimas rojizas surcando su rostro, pero no parece tener marcas de violencia brutales cómo los otros dos.

Parece que las cosas han dado un giro inesperado. Mientras muevo mis pies con la camisa arremangada hasta los codos para ir de nuevo hacia el despacho, observo la masacre que se va acercando cada vez mas a mis ojos..-Vaya vaya..- Voy aflojando mis pies para apoyarme en el marco de la puerta sin quitar ojo a la cabeza de Gerard tendida en el suelo..-Juraría que aun permanece vivo....- Sigo con la mirada cada rincón del despacho hasta que se detiene en esa mujer que luce un precioso vestido rojo. Frunzo el ceño al verla en aquella posición, tendida ante aquel vampiro de cabellos largos..

-Heyy, puedes estar llorando aquí hasta que la luz del sol te desintegre, o contarme que ocurrió aquí.. A la vez que hablo me voy dirigiendo hacia Graziella..¿quien hizo todo esto?- Miro la escena quedándome sin palabras, esperando que ella me saque de dudas. Alternativamente poso los ojos en sus lagrimas tan rojizas como su vestido..

-¿Estas bien?-

Una voz me saca de mi sopor y levanto la mirada mientras me intento levantar y vuelvo a dirigir la mirada a los cadaveres
No lo se, el unico que quedo en pie conmigo era ese que entro con el principe creo que era el Sherriff y me quito la daga una herida en mi frente esta sangrando dando un aire mas palido a mi cara pero tambien mas hermoso No, no estoy bien, no puedo levantarme y Alexander esta las lagrimas vuelven a brotar de mis ojos callendo a mi pecho mientras te tiendo una mano para que me ayudes, el vestido esta manchado de sangre pegado a mi cuerpo y ha tomado un color rojizo mas oscuro por culpa de la sangre que tambien huele en toda la sala se marcho por la ventana con ella, si el principe esta vivo, esta en peligro

-El único que quedó en pie.. -¿Que me dices del otro?, el vástago que recibió una paliza por parte de Irinia..- Comento mientras le ayuda a levantarla cuando me tiende su fina mano..-Vaya, no tienes buen aspecto..- Digo al verla mas de cerca y a la vez que suelto su mano..

-En efecto, el príncipe esta vivo..Blake se encamina hacia la ventana mientras habla..me ordenó que si quería vivir que os encontrara, será inutil murmuro estas ultimas silabas mientras poso la mirada perdida en algun punto que da al exterior tras la ventana..que os encontrara a ti y a..no recuerda su nombre, Vincent- Concluye no muy seguro de su nombre.

Me giro hacia ella apoyando mis brazos sobre la repisa de la ventana -Teneis que ir hablar con el principe, puedo acompañarte a hablar con el, lo extraño es que no me dijo hacia donde se dirigía.. Rompo un trozo de tela de mi camisa blanca y me acerco de nuevo hacia Graziella. Lo enrollo entre mis manos..-a ver, déjame.. y suavemente limpio la sangre de su frente con la tela de mi camisa..ya está- Dejo que tome la compustura mientras me agacho para observar la alfombra..

-¿Que querrá decir...?- Miro extrañado el simbolo de la alfombra. Tras observarlo escasos segundos levanto la alfombra para ver que oculta debajo..

La ventana estaba rota cuando la oscuridad se fue, puede que saliera por ella, no lo se me levanto e intento apoyarme en algo para no volver a caer al suelo. Me llevo la mano a la frente, la sangre de mi palma y la de mi herida se mezclan, la miro antes de pasar mi lengua por ella para cerrarla. TEnemos que avisarle y tenemos que encontrar a Vincent si le han echo algo no se que....¿Que locura es esta? al acercarte y limpiarme con la tela ves que soy tan hermosa como los mismisimos angeles, salida de una pintura del renacimiento aunque el pelo apelmazado por la sangre no ayuda mucho Si, tengo que hablar con el, siento tanto no haber acutado antes, ni cuando esa loca le golpeo a Vincent, temia tanto...solo soy una toreador, soy artista, no un guerrero niego mientras me limpio los rastros de sangre de mis mejillas Gracias, tenemos que irnos, deja de mirar si vienen ¿que les diras?

Asomándote por la ventana no ves a nadie abajo, aunque los setos cercanos están algo aplastados y desordenados dejando bien claro que alguien saltó a través; por lo que parece en realidad varios de los cuáles ya no hay ni rastro por la oscura calle.
Después te centras en la alfombra y su extraño símbolo, pero debajo de ella no hay nada así que parece que sea lo que sea que incomodaba al príncipe es el propio dibujo o el tejido de la misma.

Su hermosura no me sorprende, estoy acostumbrado a trabajar con mujeres tan bellas como ella. Eso no le quita ningún punto de la hermosura que desprende, simplemente no me sorprende y ya se que es hermosa desde la primera vez que la vi..

Cita:

Blake apartaba el cuerpo de Gerard que estaba tendido justo encima de la alfombra. -Puess..ya somos dos. Mi padre tenia un lema, si caemos siete veces, hemos de levantarnos ocho..no te dejes intimidar por nadie- intento consolarla con mis palabras mientras voy quitando la alfombra hacia un lado para ver si oculta algo debajo...-¿Que qué les dire?..que estoy buscando al principe- Bromea mirando el suelo de madera que habia quedado descubierto tras retirar la alfombra por si hubiera algo. -Nada de nada..-

-Venga, marchémonos..- Tiendo una mano a la mujer, ya que parece que este algo conmocionada y salir de aquí con paso ligero.

Claro, pero cuando vean los cadaveres y mi aspecto que pensaran. LLamo demasiado la atencion digo mientras me miro y luego le miro a el es un honor conocer a alguien de mi clan a parte de Gerard y mi sire...Henry estara en la fiesta y seguro que nada preocupado por mi como siempre. Debemos irnos es lo primero que debemos hacer ahora olvida esa alfombra y lo que pueda ocultar, ya nos lo contara el principe si es necesario. Quiero ir a mi casa adescansar, fue un aviso lo del otro dia, no tenia que haber venido me cojo de tu brazo para marcharnos necesito cambiarme o que no se vea la sangre haran preguntas y no quiero responder nada camino despacio casi arrastrando los pies Alexander lo siento

Sveta como siempre toma las cosas demasiado a la ligera, pero la verdad, no tenemos tiempo que perder. Los sesos del portero se desparraman sobre el suelo mientras su compañero se dispone a sacar el arma.-Suelta el arma o acabarás como tu amigo. Vamos a entrar de todas formas, así que mejor colabora. Están intentando asesinar al Príncipe y no pienso permitirlo.-Ese honor me corresponde solo a mi si yo quisiera.-Tira el arma hacia aquí y échate al suelo.

Saco el arma y apunto al tipo que sigue de pie frente a nosotros.-Así que no me lo pongas difícil y RÍNDETE-digo haciendo especial énfasis en esta última palabra. No debería ser difícil controlar a un mortal, pero a veces falla y quizás tenga que disparar.

El portero te apunta en cuanto empiezas a hablar, y parece a punto de apretar el gatillo hasta que pronuncias la última palabra, entonces deja caer los brazos pesadamente, soltando el arma que cae con un ruido metálico mientras se echa a un lado y os deja pasar sin más altercados.
Aún así algunos de los vástagos cercanos al vestíbulo os miran espantados y se apartan, mientras otros os siguen con la mirada desdeñosa...

Sveta mira aquí y allá de forma fulminante, y sus ojos verdosos emiten destellos desafiantes al hacerlo, pero nadie se atreve a cortaros el paso así que continuáis andando a paso rápido hacia el extraño despacho donde sucedió todo.