Partida Rol por web

El hombre entrecierra los ojos desde donde se encuentra, extrañado. 

-Toma al chucho, tío. No sabía que era tuyo, perdona, no hace falta que te pongas así. -Deja a Spike en el suelo, de forma un tanto brusca, y el animal corre a toda velocidad hacia su dueño, al que parece reconocer sin problemas. -...¿Kate, en serio?, Joder. ¿Sabes su nombre...? Bueno, voy para allá. Se va a enterar esa mocosa y el niñato con el que esté... Por cierto, ¿estás bien, colega?

El padre de Kate se dirige a toda prisa hacia donde cree que está su hija besando a un chico, que supone que es la parte delantera de la casa. Así que comienza a avanzar a toda prisa por el callejón hacia delante, hacia donde se encuentra Joss convertido en el cazador, ya que es el camino más corto. Aunque aún falta un trecho para llegar hasta la posición del muchacho.

-Si..estoy...- No!

Estaba perdiendo el control. Ademas de un insoportable dolor de cabeza. Mi mano fue a la nariz y vio como un poco de sangre manchaba los dedos. Hasta que cai al suelo de rodillas.

Note como una pesada carga se alejaba como si fuera una nube en el horizonte. Me sentí aliviado, de que el dolor cesara y volviera  ser yo mismo. ¿ Como? Creo que me di cuenta demasiado tarde. Mi forma cambio, para quien me viera, y volvi a ser Joss, un niño cualquiera con su abrigo de frio y algo acojonado.

Miré al frente y vi a ese hombre acercase a mi. Me había visto. Seguro!

Me levanté aun dolorido pero paralizado por la cercanía del padre de Kate. Tragué saliva y solo pde  decir una cosa.

-Corre Spike!!- Salí corriendo con el cachorrito tras de mi intentando evitar que me cazara. Si decía algo diría que estaba borracho o algo así. Nadie le creería. Pero sabia de lo que era capaz ese tío. Tenia que ver a mi colega. Y avisara  Kate de que su padre estaba muy...muy enfadado, ¿ o borracho?

El niño corre a toda velocidad por donde vino, soportando el tremendo dolor de cabeza. Spike le acompaña como si pudiera conocer la gravedad de la situación. 

El hombre también acelera el paso para cerciorarse de lo que ocurre. De repente su conocido había cambiado de tamaño entre la penumbra y el grito de "corre Spike" era la voz de un niño. Algo se había perdido y no sabía el qué. Lo primero que piensa es que un niño se ha cruzado de repente y el hombre ha salido corriendo con él, pero... no, demasiado rápido. Mientras avanza intenta seguir con las hipótesis. Piensa que, tal vez, sea un truco de magia. Había visto a los magos hacer cosas increíbles. 

Cuando llega al extremo de la calle y mira hacia el lado al que corrió Joss, lo ve a lo lejos cruzar por una calle. Le parece ver una silueta pequeña seguida de un perro, pero no puede discernir nada más. Se golpea la cabeza un par de veces, maldice. -¿Qué mierda acaba de pasar?. ¡Kate!. -Al recordar a su hija de 11 años, decide que pensará en lo ocurrido más tarde y se dirige a la entrada de la casa, dando grandes zancadas. Cuando llega, descubre que no hay nadie. Ni Kate, ni novio, ni nada. Se sujeta la cabeza con ambas manos, aprieta los ojos y los dientes en una mueca. -Maldita sea... ¿qué puta mierda me ha vendido ese maldito Plummer?. -El hombre entra en casa dando zancadas en busca de su hija y desapareciendo de la calle. 

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Después de correr un rato entre las calles traseras sin asfaltar, sorteando todoterrenos aparcados y caravanas viejas, Joss al fin llega a la general. Su dolor de cabeza ha ido disminuyendo paulatinamente y también paró el sangrado de la nariz. Ahora solo queda costra seca en su bigote. El cachorro lo mira desde el suelo moviendo el rabo, con la lengua fuera, agotado por el esfuerzo, aunque visiblemente agradecido al niño. Pone sus patas delanteras sobre una de las piernas de Joss y busca su mano para lamerla. 

Joss comienza a ver movimiento en las calles residenciales de Whitehorse. La casa de su amigo Will Ferguson se encuentra a tres manzanas calle arriba, en dirección a su colegio. En ese momento cae en la cuenta de que, tal vez, Will esté en el río Yukón pescando con su padre y su hermano mayor. El río no está lejos, tal vez a la misma distancia que la casa de Will. Ojalá tuviera un móvil para poder llamarlo... 

Si Joss decide ir al río, sabrá dónde buscar a su amigo, ya que siempre acostumbran a pescar en el mismo lugar. Alguna vez Joss ha ido con ellos. Les gusta ir la zona del centro cultural Kwanlin Dün. Se encontrará con el padre de Will, su hermano Logan y con Will. 

Corrí como alma que lleva el diablo por las callejuelas hasta creer que estaba a salvo.

También hasta que me cansé. Jadeante me paré para recoger a Spike entre los brazos, arrodillado. Pobrecito. Yo lo había pasado mal, pero un pequeño inocente como él... que rabia!! Pero mi pequeño y peludo amigo parecía no pensar en lo que había ocurrido. Su pequeñas patitas y su hocico me buscaban como si fuera un juego en el que el premio era una simple caricia, un poco de amor por mi parte.

Lo acaricié y le di un pequeño beso entre las orejas.- Tranquilo, Spike, no dejaré que te hagan daño-.

En ese momento algo llamó mi atención. Me había parado delante de la tienda de televisores del señor Oliver. EN el escaparate daban noticias. Austin, Texas. Algo había pasado allí. Un apagón de esos gordos pero... muy muy grande. Con luces extrañas. ¿Un PE? El locutor hablaba de cosas muy extrañas pero recordaba algo de la clase de ciencias. ¿ Qué sería capaz de emitir un Pe de tales dimensiones para dejar sin luz a todo el estado? Otra tele decía cómo lo estaban pasando la gente sin luz. Jeh! tenían que venir a vivir Whitehorse, aquí no hay demasiada luz en invierno. La gente se sorprendería de lo que se puede hacer con un par de velas.

Muchas veces, el Hotel tenía problemas eléctricos. Líneas viejas, el hielo, la humedad... cosas normales de la vida muy al Norte. Había veces que ni teléfono. Teléfono!

Cogí mi teléfono móvil y mandé un mensaje a Kate. Si no la avisaba, su padre la mataría. Y encima por mi culpa.

Kate, no aprezcas por casa. Tu padre te busca por una mentira que dije. te lo explicaré todo. Estoy en el Rio con Will. Joss

Tragué saliva por dos cosas. Primero por que Kate me iba a matar. Y después porque verla hacía que me revolotearan mariposas en el estómago.

- Tenemos que ver a Will, Spike- Dije mirando al cachorro.- Él tiene mejores ideas y sabrá que hacer.

De hecho, así solía ser. Yo era el sensato, él el cabra loca, pero además tenía un don: Pasara lo que pasara, reaccionaba tan rápido como un rayo. Era como si hubiera nacido con el libro de instrucciones para la vida. Siempre tenía una contestación adecuada, un chascarrillo genial o una mentira piadosa ocurrente y acertada. Sus consejos surgían a medida que surgía un problema. Y pese siempre ser acciones caóticas, al final siempre todo se arreglaba.

- Ya lo verás tio. Funcionará- Decía siempre.

Salí corriendo calle abajo para ir al rio a buscarle. Seguro estaba con su padre allí, pescando en el lago antes de que el invierno llegara del todo y congelara el lago del todo.

Cuando Joss llega hasta el río, a la zona donde siempre pescan los Ferguson, ve el Ford Explorer del señor Ferguson. Will se encuentra sólo y delante del maletero abierto buscando algo entre las cosas de su padre que se alojan allí, mientras en la orilla del rió, más lejos, se ven las figuras del padre de Will y de Logan, su hermano mayor, sentados en sendas sillas de pesca con las cañas en posición, totalmente inmersos en su labor.

Se respira una paz soberbia que contrasta con el nerviosismo de Joss. Se oye el murmullo del agua corriente y la brisa que mueve las hojas de los árboles en ésta fresca mañana otoñal. En la distancia puede oírse el balido de algún animal del bosque.

En el momento en el que el muchacho se acerca a su amigo, Spike ladra alertando la presencia de humanos. Will se gira y ve a su amigo acompañado de un formidable cachorro de husky. 

 -¡Eh, Joss!. -Deja lo que está haciendo y corre hacia su amigo, concretamente a saludar al perro. -No sabía que venías, tío. -Se agacha a la altura de Spike y comienza a acariciarlo bruscamente. Algo que al perro parece gustarle, pues se muestra agitado y con ganas de jugar. -Ja, ja, ja, qué guapo el perro. ¿De dónde lo has sacado?, ¿cómo se llama?.

En en ese momento vibra el móvil de Joss.

  -Kate-

-Ya es tarde, Joss. Eres un idiota. No sé qué le has dicho, pero era mentira, no estaba con nadie.

escribiendo...

-Además dice que se lo ha dicho Otis, un amigo suyo, no ha dicho nada de tí. No entiendo nada.

escribiendo...

-Me ha pegado y me he ido de mi casa. ¿Estás en el rio?, voy para allá. 

-¿Qué te pasa, macho, has visto un oso o qué?. -Pregunta Will, agachado y acariciando a Spike aún, al ver la cara que trae Joss. 

-Se llama Spike- Dije alegremente olvidando lo que me había llevado hasta allí -Me lo ha regalado mi madre. Es mi cumpleaños, ¿sabes?

Añadí lo último como si fuera la coletilla esperando que mi amigo no se hubiera olvidado de ello y en cualquier momento me felicitara. Aunque tratándose de él, seguro que me regalaba un pez recién pescado.

- Que hay señor Ferguson. Logan.- Saludé con la mano cuando les vi mirando por encima de Will mientras acariciaba a Spike.

Hice un gesto a Will para que me siguiera, pues tras recibir el mensaje de Kate, necesitaba contárselo a alguien. UN poco mas lejos, fuera de la vista del padre y el hermano de Will se expliqué lo que me había ocurrido.

-Tío, he tenido un problema.- Miré a ambos lados.- Spike se escapó a un callejon, justo detrás de la casa de Kate y...joder, el padre de Kate estaba allí...le hacia daño al perro y...me puse muy nervioso tío. La he cagado Will. Me transformé en un tío, así como mayor y funcionaba pero...- hablaba como un loro, nervioso.

Pero lo por estaba por llegar cuando oi que alguien gritaba mi nombre a mis espaldas. Me puse blanco y casi me da un pasmo. Era Kate.

-Glups- Ni miré para atrás.- Tío, le dije al padre de Kate que Ella estaba con un chico besándose en al calle, para que soltara al perro y...y- Ahora si volví la mirada atrás para encontrarme con la chica, que estaba cercándose peligrosamente enfurruñada.- Kate me va a matar tio...

Escucha atento a su amigo, hasta que menciona que es su cumpleaños. 

-¡Es verdad, que los cumplías en octubre!, se me había olvidado, ¿por qué no te vienes a casa a cenar?, podemos preparar una barbacoa o algo. ¡Qué guay!. -Mientras Joss habla sin parar, asustado, Will se incorpora y deja de acariciar a Spike, el cual se le queda mirando con la lengua fuera y moviendo la cola. 

-¿¡Qué te has vuelto a convertir!?, ¡Ja, ja, qué pasada! -Su cara se ilumina con una amplia sonrisa. -¡Eres como un X-Men, cómo mola!. -En ese momento se da cuenta de que, tal vez, está gritando demasiado y se calla de repente. Mira hacia atrás, hacia su padre y su hermano y parece que no han dado importancia al tema, si es que lo han oído, ya que siguen a lo suyo. 

Luego mira hacia la espalda de Joss, poniendo cara seria al ver que viene Kate un tanto cabreada. Se acerca a su amigo y le susurra. -Buff, cómo viene. ¿Por qué las tías son tan plastas?. Aparta un poco, lo tengo. Ésto funcionará, ya lo verás, tio. Tú sígueme el juego. -Sus cejas se levantan al dibujar una pícara sonrisa en su rostro. Joss sabe que ya ha tramado algo. 

Seguidamente, se gira hacia el maletero del coche, que se encuentra tras él, abre el cesto de pesca y saca el pez más grande que encuentra. Un enorme salmón. Spike lo mira sin dejar de mover la cola, con ganas de jugar. Will coge una navaja se agacha en el suelo, y pone el pez sobre una piedra. Seguidamente le corta la cabeza serrando de la forma más sangrienta que puede, cerciorándose de que Kate lo ve. -¡Y así es como se despieza un pez, Joss, mira!. -Grita el muchacho.

La muchacha anda deprisa, bajando la suave pendiente de hierba helada que lleva hasta la orilla del río Yukón, hasta que está lo suficientemente cerca como para ver la escena de descuartizamiento protagonizada por los niños. 

-¡Joss, explícame por qué... Iiiiuuuh...!, qué asco... Puaj, y qué mal huele... Eres un salvaje, Will Ferguson... ¡Puaj!.

Se detiene en seco a varios metros de donde están Will y Joss y gira su cara de asco hacia otro lado para no mirar. 

 -...Y así es como se abre, ¿ves, Joss? -Continúa Will mientras abre en canal al animal, separando sus órganos sin mucho atino y extrayendo el espinazo. -Toma, cógelo. -Le ofrece a su amigo. 

Spike ha visto a Kate y corre hacia ella para ir a olisquearla y a saludar. La muchacha se enternece y, sin acercarse y sin girarse a penas, se agacha para acariciarlo. 

 -¿Y éste perro?, ¡Hala, tiene un ojo de cada color, qué bonito!. Hoola guapoo...

Spike se vuelve loco de contento y mueve la cola muy deprisa, dando saltitos y con la lengua fuera jugando entre las manos de la niña. En ese momento, Will deja de hacer el teatro, y con las manos manchadas se incorpora y mira a Joss con cara de circunstancia encogiendo los hombros. Ahora, Joss ha ganado algo de tiempo. 

Casi no puedo reprimir una sonrisa al ver a Will destripar al pescado.

Pero ver a Kate así de irascible hace que casi quiera esconderme detrás de Will. Menos mal que Spike hace de barrera emocional frente a ella. Por lo menos de momento.

Unos segundos que parecen eternos me quedo mirando a Kate, sin decir nada. Sus rizos rojos me hacen pensar ¿A que olerá su pelo? Si lo dijera en alto Will respondería "a Champú!". Solo puedo notar como  me pongo nervioso ahora que tengo que hablar. Mi corazón palpita fuerte y estoy a punto de cambiar de aspecto involuntariamente. Cálmate Joss!

-Es mio. S-se llama Spike. - Digo cogiendo valor para no tartamudear.- Mi madre me lo ha regalado, por mi cumpleaños.- Digo avanzando un paso hacia ella y al perrito.- Es mi cumpleaños, ¿ Sabes?- Claro, idiota!- O-osea.. si, claro...y...esas cosas.- Genial, de mayor serás monologuista, Joss.-

- Kate, yo...emm...lo siento.- Dije intentando encauzar una conversación- Es que tu padre cogío por el cuello a Spike...me asusté! Creí que iba matarlo y ..y... dije que te había visto besando a un chico ahí fuera...Em... Funcionó pero... L-Lo siento. Estaba nervioso y... y...- Nervioso estaba yo.

Un calor me empezaba a recorrer de arriba abajo. Las sienes me golpeaban y empecé a marearme levemente. Estaba hablando con una chica que me gustaba, explicándole cosas para que no me matara y con las piernas temblándome. Entonces ocurrió lo mismo que cada vez que me ponía nervioso.

Cambié.

De forma inconsciente lo hice tanto para Will como para Kate. En ese momento no lo sbría, pero estaba a salvo del padre y el hermano de Will. Mis poderes aún no funcionaban en masa a largas distancias. Pero Kate estaba tan cerca...

En un momento, mi pelo era pelirrojo, mis ojos azules y mi piel blanca como la nieve: Me había convertido en Kate. Al menos, solo para ellos dos.

 -¡Wow! -Will, que está al lado de Joss, pega un brinco hacia atrás, sorprendido, pisa algunas piedras sueltas y pierde el equilibrio cayendo de culo. Se queda mirando al clon de Kate en que se ha convertido su amigo, atónito con la boca y los ojos muy abiertos, sentado en el suelo. -La leche... -Susurra.

Kate, estaba a punto de contestar a Joss después de que éste le pidiera disculpas y le hubiera explicado lo ocurrido con el padre de la niña y Spike. Pero se queda congelada al ver la instantánea transformación de Joss. La muchacha abre los ojos de par en par y la boca, a medida que se incorpora despacio, dejando de acariciar a Spike, hasta que queda de pie frente a lo que parece una imagen de sí misma en carne y hueso. 

Durante unos segundos que parecen eternos, los tres niños se quedan quietos observando a la nueva Kate. Joss puede ver cómo el rostro de la verdadera Kate se amarga, convirtiéndose en una máscara de horror, a punto de llorar. Spike, a su lado, detecta el miedo de la niña y sube sus piernas delanteras para llamar su atención y ladrar en un tono agudo. Dando a entender que no pasa nada malo. 

¡WAF, WAF!

Kate da un par de pasos hacia atrás negando con la cabeza, sin creerse lo que ve. 

 -No puede ser... -Se dice a sí misma.

Por un momento parece que la niña está a punto de salir corriendo, cuando os ojos azules se dirigen a Will, fugazmente, y ve que el muchacho también se muestra estupefacto. Seguidamente, alarga su brazo apuntando hacia Joss, sin borrar su rostro lloroso.

-W-Will, ¿t-tú también puedes verlo? ¿Qué está pasando? -Kate comienza a llorar. -M-Me tengo que ir...  -Se gira y sale corriendo en dirección contraria a la que vino. Spike la persigue sin parar de ladrar. Con tantos ladridos, seguro que el señor Ferguson y Logan ya están mirando hacia los niños, pero no parecen sorprendidos por nada. 

En ese mismo instante, se oye la voz de Logan desde la lejana orilla del río:

-¡Eh, es un husky! Will, ¿de quién es? Anda, tráelo para que lo vea. 

Madre mía!

Miré a Will algo asustado. Sabía que él no lo estaría. Ya me había visto hacerlo en un par de ocasiones. Pero nunca me había convertido en Kate, y eso me hacía sentirme extraño. Sabía que ese día la vida estaba dando muchas vueltas. Mis poderes se volvían locos e iban a mas.

Pero justo cuando creía que las cosas no podían ir a peor, desde lo del padre de Kate, ...zas!

Kate salió corriendo y Spike también. Tan solo cuando la voz de la familia de Will dijo algo sobre el perro deje de ser Kate. Por lo menos ellos o me veían como una pelirroja, eso habría sido alarmante.

- A la porra!- Dije cabreado saliendo tras de Kate. De haber sido en otro momento ni me habría movido, pero algo me impulsaba a hacerlo.

Corrí y corrí. Kate era rápida. Más de lo que recordaba. Así que cuando justo llegué hasta ella y la tome por el brazo, estaba que me faltaba el aliento.

- Kate. Espera!- Intenté ganar aliento.- Soy yo, soy Joss.- Spike ladraba a mi lado y se restregaba contra la pierna de Kate en busca de una carentoña. - Por favor, no te asustes.- Mas de lo que estoy yo- T-te lo contaré todo pero por favor... no te vayas y...y... escúchame, ¿vale?

Carraspeé un momento y me puse tieso.

- Soy...un mago- ¿Qué?- Si bueno.. de esos que cambian de forma-¿Como? Esos son travestis, Joss!- Osea... no cambio pero... puedo... cambiar.- Genial. Premio Nobel de Elocuencia ante las chicas.

Me llevé las manos a la cabeza intentando tirarme de los pelos para poder explicarlo mejor.

- Quiero decir que... puedo ser quien tu quieras que sea.- Ala, que bonito. Spike torció la cabeza mirándome como si entendiera lo que decía, pero ahora estuviera extrañado. - Te lo demostraré.- ¿Como lo hago sin asustarla?

Miré a Spike a los ojos. Un zumbido en mis oídos, un latido fuerte y cambié. En un instante, había dos Spikes. El real y yo mismo. Incluso Spike se acercó a olfatearme.

- No corras..por favor...- Salió por, lo que para Kate era ahora mismo, un hocico peludo.- ¿Guau..guau?

Kate mira a Joss levantando una ceja, mientras él intenta explicarse, sobre todo cuando oye la palabra "mago". Cruza los brazos en posición defensiva cuando Joss dice algo de "ser lo quien tú quieras que sea". De repente, el niño se convierte en un clon de Spike, que se acerca a olisquearle y se sienta, girando la cabeza extrañado, cuando le oye hablar. 

La pelirroja, que aún no se había recuperado del primer susto, se tapa los ojos instintivamente. 

 -No puede ser, no puede ser... Estoy en un sueño. -Aparta las manos de sus ojos instantáneamente y allí seguía el perro parlante que decía ser Joss. La muchacha se quedó mirándolo durante unos segundos, entonces se oyó la voz de Will. 

 -Es cierto, Kate. ¡¿A que es una pasada?!

La niña mira a su alrededor, luego aparta un mechón de su cabello rizado y lo coloca detrás de la oreja. Se agacha con precaución y cara de asustada. Acerca la mano a Joss muy poco a poco, hasta que, por fin, lo toca. La niña acaricia el pelo del animal en que se ha convertido Joss, como si fuera real. 

-Guaauu... ¿Cómo lo haces...? -Kate se relaja acariciando el pelo de perro de Joss. Spike mueve la cola, se incorpora y se acerca para ser acariciado también. Un momento después, también se acerca Will y los niños ríen mientras acarician al clon de Spike.

Joss comprende que el efecto que produce en los demás es tan completo, que creen que es otra cosa con los cinco sentidos. 

¿Sabéis esa sensación que tienes como cuando tu abuela te coge de las mejillas diciendo "qué niño mas mono"?

En teoría yo no debería saberlo, ya que soy adoptado. Pero mas o menos explica cómo me sentía ene se momento. Un par de mano acariciando mi cabeza. Bueno...ellos pensaban que acariciaban una cabeza peluda de perro a medio metro del suelo cuando realmente acariciaban mis rizos a metro y medio.

No era un polimorfo, pese que ellos creyeran que lo era. Simplemente, estaba en sus mentes. Así que dejé de influir en ellos en el momento en el que sentía que me estaba ruborizando (y cansando). Cuando dejé de hacerlo sus manos estaban por encima de mi cabeza y las aparté suavemente para que dejaran de tocarme el pelo.

Spike ladra una vez pidiendo mas y me agacho a acariciarlo a el también.

- Pues... no lo se muy bien.- Digo reincorporándome.- Antes lo hacía... si estaba nervioso. Hoy parece que puedo hacer mas cosas, supongo.- Me encogí de hombros y miré a Kate.- No puedes decírselo a nadie Kate. - Me puse serio.- Promételo! No quiero ser una cobaya o algo así. - Me acerque a ella un paso y la cogí de la mano para que viera que ésto, para mi era serio.- No se lo que me harían los del gobierno, como en las películas, si lo llegaran saber.

Kate mira hacia el cielo, porque comienzan a caer pequeños y ligeros copos de nieve. Luego devuelve la mirada a Joss. La niña ha notado cómo él le ha cogido la mano, pero no parece tener intención de soltarse. 

 -Vale, vale, no se lo diré a nadie, tranquilo, te lo prometo. Además, si lo dijera no me creerían. -La pelirroja sonríe a Joss por primera vez hoy. -Qué guay, hace tiempo que no guardo un secreto con nadie. Y éste es de los gordos. -El cuerpo de la niña sufre un escalofrío por el frío repentino. 

 -Eh, tíos, está empezando a nevar. -Habla Will, que estaba acariciando a Spike después de que éste se le acercara a seguir recibiendo atenciones. -Mi padre y mi hermano van a querer volver a casa, pero nosotros podríamos hacer algo, ¿no?

-Yo tengo un poco de frío, pero no quiero volver a casa. -Dice Kate, un poco triste. 

-Yo tampoco, la verdad. -Continúa Will y se queda pensativo. Una de sus ideas está a punto de venir. -¡Hey, hoy es tu cumpleaños, Joss! Si le digo a mi padre que me quedo contigo, me dejará. -Sonríe enseñando los dientes y sale corriendo hacia el señor Ferguson y Logan, que están empezando a recoger las cañas.

Spike, al ver que Will sale corriendo, ve una genial oportunidad para hacer ejercicio y jugar con personas nuevas. 

La nevada se intensifica. La hierba verde, los tejados, los árboles, aún helados, comienzan a cubrirse de blanco de manera silenciosa, como si alguien desde el cielo dejara caer los copos por puro divertimento. Joss ve cómo el cabello naranja de Kate se llena de suaves y ligeras motas blancas. Una foto magnífica. La calma imperante, la brisa lenta y fresca, el sonido de fondo de las hojas en las copas de los árboles, del agua que lleva el río Yukón al saltar sobre las rocas, recuerda al niño el entorno salvaje y, al mismo tiempo, acogedor, en el que vive. 

En un momento dado, un pensamiento cruza por la mente de Joss: Acaba de acordarse que su madre lo llamará pronto. No sólo para que no esté en la calle pasando frío, también porque se acerca la hora de comer. 

-Ahora entiendo lo que hiciste en mi casa, Joss. -Comenta Kate. -Te convertiste en el amigo de mi padre para poder rescatar a Spike. -La niña mira al suelo. -Eso es genial. Y la verdad es que es una pasada... -Ahora mira a Joss con una sonrisa triste. -Me pegó, aunque lo hubiera hecho igualmente por alguna otra cosa... ¡Pero no tenías que haberle dicho nada de mi! -De repente, Kate golpea a Joss en el hombro y ríe un poco. -Espero que me invites a un gran batido de fresa y kiwi. Con mucha nata. -Sonríe.

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Un momento después, el señor Ferguson y Logan se acercan a felicitar a Joss y a saludar a Kate. El hermano de Will no para de jugar con Spike, el animal causa sensación con sus ojos de cada color. Después de que el padre de Will permita al niño que se quede con Joss:

-¿Os llevo a alguna parte, chicos? -Pregunta el hombre antes de marcharse. 

- A casa!- Dije sonriente.

En ningún sitio mejor que en casa. Creo que eso lo dijeron en una película antigua del Mago de Oz. Y era realmente cierto. Deseaba llegar a casa, ver a mi madre y comer tarta hasta hartarme. Jugar con mis amigos hasta tarde y no pensar en lo que podía o no podía haber sido.

Y así fue.

Al llegar al hostal mi amdre había hecho una gran tarta. Después de lo ocupada del dia allí habia tenido tiempo para ello. Incluso dije de quedarse Kate y Will hasta tarde. Spike corría de un lado a otro y, salvo que hizo pis en una alfombra vieja de la entrada trasera, todo era estupendo.

Convencí a mama de que llamara al padre de Kate para que la dejara quedarse a dormir. Al principio arrugó la nariz y gruño por lo bajo algo como "no es buena idea". Le conté sobre Kate y su malvado padre, lo que la hacía cuando bebía y que hoy no era " uno de esos días". Me sorprendió cuando mama llamó al padre de Kate y consiguió convencerlo. Mama sabe hacer esas cosas.

Will se quedó tronchado en la cama de al lado, en mi habitación, con un pijama mio. Spike había encontrado un hueco entre mis mantas y solo se le veía el hocico. Había sido un día intenso y a mi me dolía algo la cabeza. No estaba acostumbrado a usar tanto mi poder. Me sorprendió al oir llamar a Kate a la puerta mientras estaba mirando por la ventana la aurora boreal. Ella se acercó y juntos miramos las estrellas.

-Lo siento.- Dije a Kate sonriendo mientras la veía de reojo en el cristal de la ventana.- No puedo convertirme en una estrella. Pero algún dia.. lo intentaré para ti.

 -¡Ja, ja, ja! -Ríe Kate ante el comentario de Joss. -Vas muy lanzado, ¿no? Si te convirtieras en una estrella nos quemarías a todos, ja, ja, ja. ¡Eh! ¿Por qué no me me haces una foto con la aurora boreal? -Sonríe ampliamente y se apoya contra la ventana de espaldas al espectáculo de luces. Ladea un poco la cabeza, aparta un mechón de pelo rizado de delante de la cara y lo recoge tras la oreja. 

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Después de un rato a solas, aparece Rossette y llama a la puerta. Spike se despierta y va hacia allí moviendo la cola. 

 -Chicos, ha llamado la señora Ferguson, Will debe volver a casa. Y el padre de Kate seguro que también está preocupado, mañana empieza el colegio. -Tras el aviso, se vuelve a marchar para dejar a los niños que se despidan a solas. 

Will se despierta de mala gana y comienza a vestirse. Es bastante tarde, así que el padre de Kate puede que esté despierto y cabreado, o dormido y pasando de todo. Los dos extremos son posibles. La pelirroja ensombrece el rostro.

-Jo, no me quiero ir... Qué suerte tienes Joss, de vivir aquí y con una madre tan guay. -Dice la muchacha justo antes de marcharse. -Bueno... Mañana nos vemos. Gracias por invitarme, aunque aún estoy cabreada contigo por lo de ésta tarde. -Sonríe maliciosa. -A ver cómo lo arreglas... -Acerca su rostro al de Joss y le da un beso fugaz en la mejilla. Después se aparta, mirando al suelo y vuelve a sujetar el mechón rebelde pelirrojo tras una de sus orejas. 

 -¡Espera Kate! Me voy contigo. Jo, vaya chufa... -Will también se marcha con desgana y los ojos somnolientos.

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Una vez que los amigos de Joss se han marchado y la mayoría de los clientes, incluido Otis, el viejo estadounidense, reposan en sus habitaciones, Rossette se queda despierta hasta tarde. Es su momento de relax del día y prefiere aprovecharlo y sacrificar horas de sueño. Joss ha llegado a pensar que su madre es la que más tarde se va a la cama de todo Whitehorse. 

Cuando Joss se vaya a dormir, al principio le costará un poco. En parte por los nervios del primer día de colegio, en parte por las situación vividas durante su onceavo cumpleaños. Spike buscará un lugar cómo y calentito, entre las mantas, a los pies del niño. Antes de despertar por la mañana, vivirá situaciones inauditas durante su sueño nocturno:

Las primeras imágenes muestran una imponente ciudad vista desde el cielo, como si Joss estuviera volando. En un momento dado, el niño desciende a toda velocidad, en caída libre, hacia unas escaleras de metro abandonadas, tras unas vallas en las que pone "prohibido el paso". La caída incrementa su velocidad hasta que está a punto de estrellarse contra los escalones de antiguo cemento, pero en el último momento el vuelo de Joss continúa a través del túnel hacia el que se internan las escaleras. El niño parece aterrizar y, efectivamente, parece una estación de metro abandonada. Aunque alguien vive ahí, pues hay restos de basura moderna y el fulgor de hogueras lejanas reflejado en las paredes. Fundido en negro.

Las siguientes muestran una azotea, en lo alto de un edificio desde el que puede verse una ciudad al atardecer. El muchacho mira a la derecha y ve a un niño, a su lado, mirando hacia la lejanía. Es un niño delgado, con expresión triste, un poco más alto que Joss, con el pelo algo largo y ensortijado, los ojos marrones y los labios gruesos. Joss se siente contento, es como si lo conociera, y se transforma en ese niño. Lo hace como un guiño simpático, con la intención de agradarle. El niño le mira, algo sorprendido y abre la boca lentamente, dispuesto a hablar... 

En es preciso momento, suena el despertardor y Joss despierta de forma brusca. En el instante en que se acerque a apagar el aparato, oirá unas palabras en su cabeza, como si aquel niño le hablara, aunque sin estar soñando:

-¿Existís realmente? Me llamo Angelo Paolicchi, tengo 12 años y vivo en Arezzo.

¿Qué ha sido eso? El sueño más extraño de su vida ¿Tendrá algún significado? ¿Joss aún soñaba despierto? Bonita forma de comenzar el primer día de colegio... 

Me despierto sobresaltado.

Ese sueño ha sido de lo mas intenso. Incluso mientras aún el despertador suena, mi corazón late apresuradamente, presa del susto de esa caída libre que casi me mata. Afortunadamente, no era real. Pero su nombre aun resuena en mi mente: Angelo Paolicchi.

Miro por la ventana y después noto como Spike sale de debajo de unas mantas a mis pies, enseñando el hocico, medio dormido aún, interrogante. ¿Existirá de verdad o me lo he inventado? Solo hay una forma de comprobarlo: Kate.

Mi dominio de las redes sociales es nulo. Tan solo algo de edición de fotografía, pero es que el pc que me regaló mi madre es de segunda mano y tampoco da para mucho mas que para ver fotos y quitar ojos rojos. Ella seguro que me ayudará. Imagino que Will estará igual de interesado pero antes...

Hay que ir al colegio.

Entro en clase  tarde, con cara de sueño y me quito el anorak para colgarlo detrás de mi silla. Spike se ha quedado en casa, ayudando con las cosas del hotel a mama. Si no hace demasiadas travesuras... No puedo traerlo al colegio y eso me entristece, pero dudo que me dejaran traerlo. Y mucho menos a clase del señor Fisherman. Y aunque pudiera, no creo que a Spike le gustara mucho jugar con las probetas ni las cosas de química.

Me siento en mi sitio, al lado de Will, y un poco mas allá está Kate. Tan solo se gira para mirarme al pasar y ya me he puesto rojo como su pelo. La saludo con una gesto de la cabeza mientras noto como la mirada del profesor se clava insistentemente en mi para que me siente de una vez.

- Tio- Digo a Will entre susurros mientras el hace el payaso pasando el dedo por la llama, sin quemarse, pero poniéndolo negro.- He tenido un sueño. Un chico que no conozco me hablaba. De un sitio que...- puse cara interrogante.- ¿ que es Arezzo? ¿Argentina? -

El profesor me regaña por hablar. Mierda! Me incorporo y hago como que junto dos líquidos que ni tengo ni idea de que son. Pasa a ser azul su contenido. Bueno, al menos no ha explotado. Ya se! Escribo una nota de papel, la arrugo y se la tiro a Kate. Ella me mira molesta y después de un par de gestos y otra reprimenda del profesor, se da cuenta de la bola de papel, la recoge y la lee.

Necesito de tu ayuda. Quiero encontrar a alguien.

Will sonríe con esa cara de Pilliiin, luego se pone un lapiz en los orificios nasales y no puedo contener la carcajada.  Kate se da la vuelta, ve a Will y se rie también. Otro grito del profesor. El último. Genial, mientras me levanto de mi sitio en dirección fuera de clase. Por lo menos esta vez no estaré solo. Will y Kate me acompañarán a ver al director...

Cuando los tres niños salen al pasillo y cierran la puerta del aula, se dirigen hacia el despacho del director. Kate va con los brazos cruzados, enfurruñada. Will rebusca en uno de sus bolsillos, con cara de circunstancia, y saca media barrita Mars envuelta en su papel original. Conociéndolo, a saber el tiempo que lleva en su bolsillo.

 -¡Eh, un trozo de Mars! Espero que no haya pasado por la lavadora... ¿Queréis un poco? -Pregunta mientras la desenvuelve. 

 -Joder, ya os vale. No os vuelvo a hacer caso en clase, en serio, sois lo peor. Menos mal que a mi padre le importa poco... -Alecciona Kate.

-Kate, ¿sabes lo raro que es que digas joder y palabrotas todo el rato? -Le dice Will, al mismo tiempo que muerde la barrita de chocolate y caramelo. 

-¡No me jodas, Will! -Dice, sonriendo maliciosa, dando énfasis a la palabrota y acercando su cara a la de Will. Aún con los brazos cruzados. -Ya lo sé, con vosotros hay confianza. -Mira de reojo a Joss. -Y me salen solas, en casa no paro de escuchar esas mierdas. Ah, Joss, te podrías haber esperado para darme este papel ¿A quién quieres encontrar?

Will iba a responderle, pero arruga la cara con un gesto de asco. Se encorva y se dirige a la papelera más cercana para escupir el trozo de barrita que se había metido en la boca. Seguidamente, tira el resto de forma brusca. -¡Qué asscooo, sabía a suavizantee! ¡Puaj!

-Mirad, Mike sale del despacho del director. -Comenta Kate apuntando con el dedo hacia un joven cabizbajo y triste que ha salido del despacho del director Dumont. 

Es Mike Wolsynuk, un niño Kwanlin Dün que estudia en el colegio de Joss desde hace un par de años, gracias a un programa de inserción cultural llevado a cabo en conjunto con The Kwanlin Dün First Nation, una especie de gobierno o asociación de las tribus originarias de Whitehorse, y esta parte del Yukón, que está a las afueras de la ciudad. No es el único en el colegio, pero sí el único con la misma edad edad de Joss. Una de las veces que Joss y Mike hablaron, éste le contó que Kwanlin significa "agua corriente a través del cañón" y Dün, gente o pueblo. También, que ésta es la tierra en la que lleva viviendo su pueblo desde hace muchos años, en la cuenca del Yukón. Mike está algo marginado. Si no lo está del todo es por su gran habilidad jugando al hockey. Es de las pocas cosas que se le dan bien. Estudiar, desde luego, no. 

Mike se cruza en el pasillo con los niños. -Oye, Mike, ¿cómo está el director? ¿Le has cabreado mucho? -Le pregunta Will. Mike se encoge de hombros sin dejar de mirar al suelo y pasa de largo sin decir ni una palabra. -Qué tío más raro... -Susurra Will.

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La charla con el director dura hasta el recreo. El señor Dumont es buena persona y siempre repite el mismo discurso cuando Joss va a verle. "Si todos hiciéramos el gamberro en clase, nadie podría estudiar", etcétera. Un par de visitas más y se lo aprendería todo de memoria. 

 Los niños se encuentran en el patio, envueltos en sus abrigos, almorzando en una mesa grande bajo una pérgola de madera. A la izquierda de Joss está sentada Kate, a su derecha, Will. Si Joss le comenta a Kate algo sobre a quién desea buscar, Kate se pondrá manos a la obra. Es una niña curiosa.

-¿Me dejas tu móvil, Joss? voy a buscar a ese que me has dicho. -El móvil de Kate es un poco antiguo y prefiere hacerlo con el de Joss. El niño nota a su lado ese olor embriagador y característico de la niña. -¿Cómo era? -Kate gira su cara y se queda mirando a Joss de hito en hito. Primero a los ojos, luego baja su mirada sutilmente, luego a los ojos de nuevo. Un detalle nimio que a Joss no le pasa inadvertido. A su lado, Will mira su móvil, distraído.

-Si, eso ¿Qué era ese sueño que me has contado antes? El señor Fisherman no me dejó escucharlo... -Pregunta Will sin dejar de mirar el móvil.