Partida Rol por web

El Ayuntamiento de Marbella, ese lugar tan famoso y glamuroso, donde se reune la flor y nata. Un edificio renovado hace pocos años, se dice que con ayudas privadas de Don Jesus y de otros inversores anónimos. En su interior se pueden apreciar obras de distinguidos pintores, así como un mobiliario de calidad.

Marifé llega al ayuntamiento para obtener los 2 millones necesarios para adaptar el barco de Gonzalo. Al intentar llamar varias veces este no contesta, uno de los empleados de Don Jesús atiende la llamada:

- Daaaa? Siñiorra alcaldesa?? Que querrer ahora???

cuando escucha la voz del asistente ruso de Don Jesús la alcaldesa se cabrea bastante. Nunca le ha gustado que Don Jesús, un hombre tan comprometido con su tierra, tuviera que contratar a un asistente ruso, habiendo tanta gente preparada en el pueblo. Además, siempre tenía la impresión de que no se enteraba de nada, así que la alcaldesa siempre le hablaba muy lento y en voz alta. Dimitriski bonico, cuchame que te diga, ne-ce-si-to ha-blar con Don Je-Sús. Por fa-vor di-le que me lla-me. Muy importante, very important, vida o muerte ¿Tu com-pren-der yo?

Dimitri no es secrretarria....

Don Jesus no estarr! Ir a playa a verr ambientillo!! Usted puede irr allí si le apetece.

Contestó el Ruso de malas formas..

La alcaldesa no estaba acostumbrada a que Don Jesús le diese largas, y menos a través de su repelente socio ruso así que dejó el tono condescendiente y empezó a hablar en su tono habitual. Mira Dimistroski no me marees más que estoy muy sofocá. Ni playa ni playo. Localízame a Don Jesús en menos de una hora o tus papeles de extranjería puede de repente se volatilicen. ¿Sabes lo que es volatilizar? ¿no? ¡pues búscalo en el diccionario! Una hora Dimitrovski, ¡ni un minuto más! Cuelga el teléfono ofuscada y mira el libro de cuentas. O Don Jesús nos echa una mano o no se de donde voy a sacar yo tanto dinero en tan poco tiempo, las cuentas están que tiemblan este mes.

Dimitri, uno de los hombres de confianza de Don Jesús era perfectamente conocedor de quien mandaba realmente en Marbella, así que ignoró absolutamente las amenazas de la señora alcaldesa y continuó preparándose sus dos barras de pan con mantequilla y el colacao de litro que solía tomar para desayunar.

- ¿Papeles?... ¿y eso de papeles que demonios era?.

Tras media hora de espera, la alcaldesa empieza a desesperarse. está claro que el ruso de los cojones no tiene miedo de mi amenaza. Tengo que pasar a un plan B La alcaldesa mira y remira las cuentas del ayuntamiento para intentar sacar dinero. Es imposible sacar dinero de nada, además tengo a la oposición encima como para desviar el dinero De repente la cara de la alcaldesa se ilumina. Abre el cajón de una cómoda y dentro de una cajita saca la tarjeta que el partido había facilitado a la alcaldesa para utilizar solamente en caso de una situación desesperada. ¿Y que había más desesperado que un tiburón comiéndose a mi gente? Las tarjetas no eran muy populares por esa época así que el partido había puesto a disposición de la alcaldesa en confianza esa tarjeta solo para situaciones con mucha emergencia. En teoría la alcaldesa tendría que pedir un permiso especial para poder utilizarla pero no había tiempo de esperar esos trámites y la alcaldesa tenía una confianza absoluta en poder recuperar el dinero en poco tiempo. La alcaldesa sacó la tarjeta y se dirigió al banco a sacar el dinero. Ya pensaré cómo devolver el dinero el mes que viene.