Partida Rol por web

Bien hermanos veo que van definiendo sus votaciones , dice el Abad , pero no veo claro que esten intentando convencer a los indecisos con su inocencia , dice dirigiendose a los acusados . Y el resto creo que pueden intentar convencer a esos que quedan sin decidirse . Añade para finalizar .

Y recuerden nos va la vida en esta decisión así que defiendan su inocencia con la sabiduria que Dios nos otorga , seguro que una ayuda por vuestra parte ayudara a que caminemos los oscuros senderos que Dios ha puesto para ponernos a prueba .

Si el Señor ha decidido que es mi hora lo aceptare con gusto. Ojala la luz ilumine vuestros corazones y podais ver la verdad. Porque no creo que ninguno de los tres sea un hereje. Pero el concilio ha hablado. Y yo ya he decidido, tristemente. No levantare injurias contra mis viejos compañeros. Que decida vuestra sabiduria

Dice, no sin antes dirigir una mirada de impenetrable dureza a Cuthbert, y volviendo a sentarse, con la mano en la frente, rezando por lo bajo

Viendo que los hermanos Bartholomew y Cyrille permanecen mudos y no se dignan a contestar a sus preguntas, el hermano Malachi se dirige a ellos de nuevo y les dice:

-¿No decís nada? ¿Es así de firme vuestra acusación de herejía? Miradme bien, hermanos, miradme bien. Podéis mirarme el rostro, tocarme las manos. Sí, soy como vosotros. Del mismo modo, soy igual que vosotros en mi profesión de fe. No tengo más dios que el Dios al que seguís vosotros. Si de verdad me creéis hereje, tened el valor de decídmelo y no os quedéis callados.

Malachi lanza una iracunda mirada a Gerard y después, con el gesto más relajado, se vuelve a toda la asamblea.

-Hermanos, como acabo de decir, vosotros decidís si en este monasterio triunfa el bien o el mal. Sabemos que los herejes van a ir a por los puros de corazón, ya sea de forma directa o encubierta. Por ello os pido, hermanos míos, que creáis mi palabra cuando os digo que yo no soy un hereje.

Y se vuelve a girar hacia los hermanos Bartholomew y Cyrille, esperando su respuesta.

Galbraith esperaba el final de la segunda votación bostezando pues el día había sido largo y no tenía muchas ganas de seguir escuchando la discusión de los nominados.

Palabras

respondo por fin

Solo escucho las palabras de un hombre que tiene miedo, de un hombre que deja que ese miedo guie sus actos y busca un escape. ¿Por que no hablais para todos, por que tratais de personalizar en aquellos que han encontrado en ti la respuesta por Su inspiracion?. Te respondere, por que intentas quebrar la voluntado de alguno de ellos para intentar salvar tu vida, quebrarlos uno por uno, ese es el modo de actuacion de los Begardos

Me levanto, bastate mas rapidamente de lo que me he movido nunca en este convento

Si hermano Marlachi, te acuso, es tu miedo el que me hace ser mas firme si cabe, no es el miedo a una mortificacion del cuerpo tras lo que vivir la gloria lo que te atenaza, es el miedo a las llamas que te quemaran por toda la eternidad,

Cyrille mira a los hermanos con detenimiento, ya a tomado una decision de quien es el hereje para el... aguarda en un asiento esperando el veredicto. La pena le corroe todo el cuerpo.

La tensión va en aumento , los monjes acusados no paran de retorcer los pliegues de su habito , esperando la fatal decisión , la noche va cayendo y de repente el Abad se levanta y sale del confesionario ...

Hermanos Dios ha hablado por vuestras bocas y ha puesto en vuestras palabras su sabiduría , la decisión esta tomanda , para bien espero . Dice haciendo una pausa .

Bueno se que no ha sido nada facil tomar esta decisión , así que no demoro mas la solución , el que habeis señalado como culpable es Harold . Se que vuestros corazones han sido guiados por la mano de nuestro señor , y es ahora cuando debemos de tomar la responsabilidad de ejecutar su decisión .

Los guardias que esperaban fuera entran a apresar al acusado y una vez atado el Abad continua :

Hermanos os lo dejo mientras preparo la pila donde lo quemaremos , interrogarlo a vuestro placer ya que un hereje solo merece el tormento para purificar su alma . Es vuestro , pero no lo mateis , recordad que solo la autoridad civil puede ejecutar a un hereje , pero es nuestro deber interrogarlo .

Despues sale el Abad de la capilla para preparar la hoguera .

William se retira apenado. No quiere observar como su viejo amigo es interrogado, sea hereje o no. Aunque se presentara mas tarde en la hoguera, como responde al protocolo. Con los ojos apenados y la decepcion marcada en el rostro

A donde hemos llegado Susurra tan bajo que solo los que esten al lado suya le oyen

Pero yo...señor... no he sido.. estan llevando a un inocente a la muerte... el señor en su justicia los castigara mientras cierra sus ojos se dirigue la pira no saben lo que hacen

El hermano Malachi escucha aliviado las palabras del abad, cuando revela a los presentes que la acusación se ha decidido en contra de Harold, un auténtico begardo, quien antes de caer la noche va a ser ajusticiado y enviado a los infiernos. "Sabía que el Señor no permitiría que se quemara a uno de sus humildes siervos. Definitivamente, no hay lugar para los herejes en el mundo y menos en este monasterio", son los pensamientos de Malachi nada más conocer la noticia.

Cuando el abad abandona el lugar para preparar la hoguera, Malachi se sienta en un banco de piedra, baja la cabeza, se santigua y comienza a rezar silenciosamente una oración en agradecimiento por la intervención divina en esta votación en la que se ha decidido quemar a un verdadero hereje.

Que Dios nos asista, estamos acusando por acusar, sin ninguna prueba .

Los golpes de martillo resuenan el patio , pero casi no los escuchais ya que estais aplicando un atizador al rojo sobre la blanca piel de Harold y los gritos de este acallan todo lo demás , algunas de vuestras conciencias os repiquetean continuamente si no estareis obrando mal , pero cuando alguno intenta expresar su pesar , rápidamente le contestais los demás que es deber de todo buen cristiano purificar el alma de un hereje mediante la tortura para que Dios lo acoja en su seno como un buen hijo , si no hay tormento el alma descarriada del hermano Harold podria morar eternamente en el infierno .

La noche por fin llega y con ella todos respirais tranquilos , los gritos del pobre Harold han terminado al perder este el sentido . Las llagas en su piel son signos claros de la tortura aplicada , pero como buenos siervos de cristo que sois , no habeis derramado ni gota de sangre , ahora solo queda esperar a que el Abad venga con los dos soldados a llevarse al pobre Harold y las llams de nuevo purifiquen un alma descarriada .

El Abad no os hace esperar y entra acompañado por los dos soldados de la noche anterior ... se llevan al incosciente Harold y lo amarran al poste en el centro de los manojos de sarmientos , esta vez mejor apilados , se ve que la experiencia les hace aprender .

De nuevo el Abad entrega la antorcha a los soldados y repite las frase que todos conoceis ...

DIGITUS DEI DUCET ME(*) , la frase os resuena a cada uno en vuestra cabeza y en ella encontrais la justificación al hecho de haberlo acusado y torturado .

Luego los soldados hacen rocobrar el conocimiento al desvanecido Harold y el Abad le recuerda las enseñanzas del señor :
DILIGE DOMINUM DEUM TOTO CORDE (**) , aunque esta vez parece que tambien va dirigida a vosotros , ya que el amor de Dios es lo que hace que todo buen cristiano obre según sus dictados .

Las llamas prenden en los secos sarmientos y pronto chamuscan los pies del condenado , los gritos de este os perturban , pero sentis las palabras del Abad en vuestros corazones y todos creeis obrar siguiendo los designios del creador .

Como la noche anterior la cena es liviana , pero la mutua compañia os alimenta el alma , y todos vais a dormir esperando un amanecer libre de herejes , en el que os podreis centrar en vuestra misión .

Malachi mala suerte te han matado esta noche :-( ...

Recuerda si escribes aqui que todavia no estas muerto , vamos que ni lo sabes . Podras seguir en el claustro .

Se me paso ... :-(

El hermano Malachi esperó impacientemente la incineración de Harold, participando activamente en su tortura. Aunque nunca había hecho algo así anteriormente, la tarea le resultó gratificante y satisfactoria, pues tenía conciencia de estar intentando salvar la vida eterna de su compañero de orden, aunque internamente pensaba que su alma estaba ya tan carcomida que por mucho esfuerzo que hicieran no serviría de mucho.

Cuando apareció el abad con los dos fornidos guardias que habían de conducir al hereje a su hoguera, Malachi se sintió aún más impaciente y anduvo a paso ligero hasta llegar al poste donde Harold iba a pagar por sus pecados. Durante la cremación, estuvo en primera fila delante de la hoguera, sufriendo un calor infernal, y esta vez ni siquiera los gritos de angustia y dolor ni el olor a carne rustida le hizo alejarse. Le dolía mucho esta traición, muchísimo, pues nunca es bueno que un miembro de la propia orden de uno resulte ser un hereje.

Al reducirse a cenizas el cuerpo de Harold, Malachi, agotado tras el duro día y su propia acusación de herejía, hambriento después del trabajo hecho con Harold y dolorido por los achaques producto de su avanzada edad, dio cuenta de una buena cena, comiendo como casi nunca hacía y bebiendo como casi siempre hacía, para acabar dando con sus huesos en el rígido catre de su celda, orando por que los begardos Guy y Harold no tengan más compañía aquí dentro y los hermanos puedan por fin llevar a cabo la misión que se les encomendó en este monasterio. Sus últimos pensamientos antes de acostarse fueron para su querida abadía de Mazan.