Partida Rol por web

Presa del pánico huyes del combate cual vil rata; cuando te quieres dar cuenta de lo acontecido estás a varios centenares de pies de allí. Tras echar un vistazo atrás descubres como nadie de sigue, pero sí parecen estar inspeccionando los cuerpos, pese a que los ballesteros te miran fijamente, pensando en acabar la faena.

Mierda mierda mierda mierda - se repite todo el rato el joven mago... estando solo es lo peor que le habia pasado. Completamente fatigado, Malevir decide quedarse ahi, esperando y mirando si los posibles cadaveres que tiene por compañeros son llevados a algun lugar, o en contra partida los dejan ahi tirados

Los asaltantes se acercan a los cuerpos de tus compañeros, palpándolos y revisando sus cuerpos, incluso les despojan de sus armaduras y otros objetos de valor. No parecen preocuparse por ellos, al parecer están muertos.

Negandose a creer que sus compañeros estan muertos, un nervioso Malevir sigue escondido en su esquina esperando que los guardias se vayan... Sin el grupo se siente fuera de lugar, como desnudo en mitad de una tormenta.

Semioculto en un callejón no muy lejano, observas como los asaltantes acaban de despojar de toda cosa de valor a tus compañeros. Tras varios minutos y tras recoger todo, se marchan dejando los cuerpos de tus compañeros en mitad de la calle, a la vista de todo ek que pase por allí.

En cuanto los asaltantes se largan con el equipo de sus compañeros, Malevir sale como alma que lleva al diablo a los cuerpos de sus compañeros con ojos llorosos cargado de tristeza - chicos... - dice sollozando - se acerca al cuerpo del enano y lo zarandea - vamos... despierta... - las lagrimas le caen. Se acerca a Alaina - vamos... Alaina... por favor - y por ultimo a Royo - vamos... cuentame alguna batallita.... por favor - y cae de rodillas con las manos sobre el cuerpecito del gnomo...

Nada... No hay respuesta. La heridas han sido demasiado para ellos; ni siquiera el clérigo pudo resistir ante los ataques. La sangre cubre los cuerpos de Rollo, Alaina y Thorgrim, aunque también la de los dos asaltantes que cayeron frente a ellos, ¡aquellos malditos de escudo amarillo!

Malevir junta todos los cuerpos en una pared y sale corriendo hacia el templo. En cuanto llega golpea la puerta con frenesi

El templo está repleto de gente, y al instante un ayudante se dirige a tí:
¿Qué es lo que desea, caballero?

Necesito ayuda... nos han asaltado - señala la direccion - y mis compañeros estan muy graves... ¿Donde esta egil? - su palabras salen con rapidez y agobio

El ayudante desaparece todo lo rápido que su túnica le permite, y después de un minuto, Egil sale a recibirte:
- ¿Qué pasa?- pregunta nervioso- Me han dicho que necesitabáis mi ayuda.