Partida Rol por web

Lex mordió al agresor en la pierna y éste gritó y con un rápido movimiento apuñaló a la perra y la apartó de un puntapié hacia unas bolsas de basura en la base de una de las paredes del callejón. El hombre avanzó hacia Hannah y cuando estaba delante de ella hizo ademán de querer apuñalarla, pero Hannah paró su brazo y en ese momento pasaron varias cosas a la vez. Por un momento Hannah sintió todo de sentimientos muy diversos; ira, deseo, frustración, venganza... Por otra parte, pudo observar como el hombre estaba totalmente parado con los ojos totalmente en blanco mientras ella le agarraba el brazo tocándole la piel...

***

El director Summers miró a Daria y dijo:

- No iréis solas, os acompañará Seven. - En ese momento entró una chica de un metro setenta de altura aproximadamente y bastante delgada, iba vestida con sus ropajes de heroina, una capa y capucha negras y unas botas altas también negras, además de un antifaz que evidentemente era de color negro, como su pelo. No obstante las tres la conocían bien, se trataba de Serena, una alumna de la Academia Claremount que iba a un curso superior al de ellas.

- ¡Hola chicas!- saludó ella amablemente.

De repente Wendy se giró hacia el director.

- ¡Yo no pienso ir en el mismo grupo que ella!

Su grito, su gemido o su rugido por el cuchillazo que recibió Lex permaneció resonando entre las paredes de ladrillo mientras veía como el mismo cuchillo bañado en sangre descendía hacia ella con toda la intención de hendirse en su carne. No pensó cuando dirigió la mano hacia la muñeca del hombre, deteniendo el golpe.

Y entonces lo mismo que había sucedido antes cuando había chocado con él la golpeó con toda la dureza de las vehementes emociones de aquel tipo uniéndose a las suyas propias que latían con igual fuerza pero distinta dirección. La misma ira abrasadora les corroía. Alzó sus ojos con odio hacia el rostro del tipo para hallarlo parado con los ojos en blanco.

Estaba tan enfadada que en aquel momento poco le importaba lo que pudiera sucederle o dejar de sucederle a aquel hombre, simplemente le arrebató el cuchillo y lo hundió debajo de su axila con los ojos abiertos en una expresión sombría y casi desquiciada.

El hombre gritó y acto seguido cayó al suelo, aunque era difícil saber si estaba muerto o no.

- Interesante...Ahora entiendo porque ÉL está interesado en ti.- La voz era la de la chica que minutos antes estaba aterrada al otro extremo del callejón, pero algo había cambiado, esta vez la voz no tenía ni un matiz de miedo, sonaba totalmente a seguridad, algo no cuadraba...- ¿Lo has visto hermano?

- Sí, muy interesante me atrevería a decir.- la voz sonó esta vez detrás de ella, al girarse vio a un chico con indumentaria deportiva similar a la de la chica, recordaba a la moda skater,  con el pelo azul y de complexión y altura similar a la de la chica. - Vamos Rave, hazlo ya.

Antes de que Hannah pudiera siquiera moverse vio como si una nube de humo se volcara en todo el callejón, dejándola totalmente aislada visualmente. No podía ver por ningún lado a los dos hermanos (o eso habían dicho) y en un instante cayó al suelo, perdiendo el sentido.

La idea de tener que ir acompañadas de alguien más intrigó a Monique. ¿Quién sería? ¿Un chico? ¿Una chica? ¿De qué edad? ¿Qué poderes? ¿Alguien simpático o de los típicos que no abren la boca y se tiran todo el día con cara de pocos amigos? ¿guapo? ¿feo?

El nombre de "Seven"  terminando la frase del director culminó con la efímera espera. Estaba conforme. Era una chica amable y sin duda, al ser mayor que ellas, mucho más experimentada. Sonrió a Serena tras su saludo inicial y levantó una mano para saludarla. Justo a medio camino escuchó la disconformidad de Wendy. Monique la miró extrañada, con el ceño fruncido y sin comprender. ¿A qué venía esa actitud?

- Hey, hey, hey... ¿Cuál es el problema?- Algo le decía que un chico andaba de por medio. Aunque quién sabe. Monique no solía entender los cambios de humor de su hermana normalmente.- Somos un equipo, nos envían a una misión. Vamos a salir de aquí y a demostrar que hemos mejorado. Todo es bueno, Wendy.

Al parecer Serena se mostró igual de confusa que Monique acerca de la actitud de su hermana hacia ella. El director carraspeó.

- Bien, esto no es una democracia, el equipo es el que es Wendy. Muchas veces no tendréis opción de escoger los compañeros de equipo, así que me temo que es mejor que te acostumbres a ello. Otro detalle importante, como podéis observar Serena tiene nombre en clave, "Seven", y un atuendo a la medida. Esto es importante por dos cosas, el primero de todo es proteger vuestra identidad, ya sé que me diréis que hay héroes que han revelado su identidad (o se han visto forzados a ello), como el Capitán Thunder y Johnny Rocket de la Liga de la Libertad, pero no es lo común y vuestros seres queridos lo agradecerán...- el director Summers hizo una pequeña pausa- La otra es quizás un tema de puesta en escena, Seven tiene un atuendo apropiado que hace que la rodee una aura de misterio, que como podréis apreciar le va como anillo al dedo. Seven os acompañará al Garaje y allí tendréis acceso a una pequeña muestra de vestuario, me temo que para hoy deberéis escoger lo que se os pueda ofrecer, para otro día ya os esperarán prendas confeccionadas a vuestra medida y requisitos.

Cuando dijo que no iríamos solas ya estaba imaginando que nos iban a poner a alguno de los profesores serios y estrictos al mando... Lo que hacía que perdiese algo de emoción, sinceramente. Sin embargo en cuánto Serena apareció por la puerta, sonreí. Serena iba a un curso superior, pero eso no la hacía arrogante ni con aires de superior. Era guay.

Me sorprendí cuándo Wendy saltó en contra de ir con Serena, mirándole con las cejas enarcadas. ¿Qué tenía en contra de ella? Si era de las pocas personas con las que es difícil enemistarse hasta queriendo... El director Summers habló antes de que ninguna pudiese decir nada y puso las cosas claras: esto era una misión y el equipo era el equipo. Las redencillas se quedaban fuera y ahora lo que importaba era salvar a nuestro objetivo.

También explicó que deberíamos tener un nombre en clave y atuendo de héroes. Siempre me había hecho gracia usar atuendos así, pero a la práctica eran mucho mejor que ropa normal: estaban diseñados para luchar. Sin embargo, la explicación que dia al porqué debíamos usar nombres clave casi me hizo reírme. Yo no tenía "seres queridos" y de hecho, aunque nadie lo supiese en la escuela, mi nombre ya era un nombre en clave. Pero eso debía seguir en secreto, así que asentí. 

El hecho de que al final añadiese que "se nos harían trajes a medida" hizo que me emocionase. ¡Eso significaba que nos iban a dar más misiones! No íbamos a pasar todo nuestro tiempo en la escuela y demostraríamos que éramos útiles. 

- De acuerdo, director Summers. - dije levantándome - No perdamos más tiempo. ¿Algo más que tenga que decirnos sobre la misión?

El director miró a Daria y después señaló a Serena.

- Seven os informará de los detalles que tenéis que conocer. Seven, lo dejo todo en tus manos, buena suerte a las cuatro.

- Seguidme por favor, iremos al garaje a equiparnos y os informaré de a dónde iremos y contra quién, posiblemente, nos enfrentaremos. - dijo Serena saliendo del despacho de Duncan Summers.

***

- ¡Mira hermano!- dijo una voz femenina.- Está abriendo los ojos. 

Hannah tardó unos segundos en aclimatarse a la fuente de luz que provenía de detrás del par de siluetas que tenía ella delante. Estaba algo mareada y le dolía la cabeza como si tuviera migraña. Al fin ordenó los sucesos que le habían llevado a ese sitio, la trampa, o eso suponía ella, que le habían tendido con el tema del agresor y la nube oscura que había nublado todos sus sentidos y la había desorientado hasta incluso hacerle perder el conocimiento.

Ahora se encontraba en una sala, atada en una silla y con unos focos que la señalaban a ella. La pared de delante era un espejo, aunque Hannah había visto suficientes pelis de policías como para saber que probablemente se trataba de un cristal por el que la observaban. También había unos monitores, aunque en ese momento estaban apagados.

Alguien le cogió la barbilla y la hizo girarse para que sus ojos se encontraran con los del chico de ojos azules y pelo azul que había visto en el callejón.

- ¿Cómo te encuentras preciosa? - dijo él.

Una crispante voz se coló entre las brumas de sus sueños, expulsando la neblina de su conciencia. Neblina como la que había caído sobre ella al ver a la chica que pensaba que salvaba hablar con total tranquilidad con un joven de pelo azul. Parpadeó, sintiendo la luz incidir dolorosamente en su retina. Lo último que recordaba era su mano buscando a tientas a Lex, palpando su suave pelaje acartonándose a causa de la sangre.

Tragó saliva con dificultad e hizo ademán de levantarse, dándose cuenta de que estaba atada a una silla. Y como si sus sentidos se hubieran abierto de repente a la realidad empezó a percibir todo lo que hasta el momento le había pasado por alto. Las luces enfocándola directamente, el espejo como si se tratara de una sala de interrogatorios y el chico del pelo azul acercándose hacia ella.

Era dolorosamente obvio que no se trataba de policías, a pesar del lugar en el que se encontraba. Había empezado a forcejear con los brazos con brusquedad en un intento de aflojar los nudos cuando el joven la había tomado por la barbilla soltándole aquella babosada fuera de lugar. Se encogió, pero más que para intentar evitar su contacto fue por el resplandor directo de los focos. Entonces apartó bruscamente la barbilla, intentando soltarse de su presa.

No pienso mostrar debilidad así que no esperes encontrarla, capullo.

- ¿Qué hago aquí? - le espetó con rabia mientras seguía forcejeando. Tenía los dedos entumecidos pero notaba en ellos la aspereza de la sangre seca -. Mi perra está muerta, ¿no? - no esperó respuesta antes de seguir hablando con la voz arrasada por el odio -. Sois unos malditos hijos de puta...

Estaba absurdamente envalentonada teniendo en cuenta la situación, convencida de que no había miedo en su interior, aunque la realidad era que éste estaba siempre bajo una capa de odio eterno hacia el mundo.

El chico iba a abrir la boca para contestar a Hannah, pero en ese momento sonó una voz distorsionada por unos pequeños altavoces que había en la sala y que Hannah no había reparado en ellos hasta el momento. A la vez parecía que fuera de hombre y de mujer, era una sensación rara e incomoda.

- Bienvenida Hannah Mason a nuestra organización, el motivo de nuestro encuentro es que deseo que trabajes para nosotros.

Salí del despacho tras Serena, confiando en que Monique e incluso Wendy, a pesar de quejarse, nos seguían.

- Cuenta, cuánto antes mejor. - dije cuándo comentó que nos informaría - Y no sólo quién y dónde, si lo sabes, dime también porqué nosotras. - no era que no quisiese ir, ¡al contrario! Simplemente quería saber qué razones había para que nos mandasen a nosotras y no a otros estudiantes o profesionales. - Y oye, ¿me dejas conducir? - pregunté sonriente.

Escuchar su nombre proveniente de aquella voz metalizada no hubiera supuesto una sorpresa si no fuera porque no llevaba ningún tipo de identificación que hubiera ayudado a que la reconocieran. Aquello confirmaba que lo del callejón había sido algún tipo de trampa y que estaba totalmente a su merced, a disposición de aquellos chiflados que secuestraban a adolescentes en plena calle sin ningún tipo de motivo concreto. Porque estaba claro que no iban a violarla ni a venderla como trata de blancas, no estaría en lo que parecía una sala de interrogatorio con dos adolescentes más del bando equivocado y desde luego no le darían la bienvenida a la organización.

- Vete a la mierda - refunfuñó en voz más baja, sabiendo que seguir gritando no le ayudaría para nada más que para desgañitarse sin resultado alguno. Aunque no tardó en añadir el repetitivo insulto como coletilla para dejar clara su posición -, hijos de puta.

Las cuatro chicas fueron avanzando por el pasillo hacia el ascensor. Una vez dentro Serena pulsó una serie de números y el ascensor se puso en marcha descendiendo más allá de lo que era el garaje (o al menos el garaje conocido por todos). Mientras el ascensor descendía Serena les puso al corriente.

- Hace un tiempo que seguimos a dos hermanos, un chico y una chica, sus nombres Ray y Rachel Trask, pero se hacen conocer como Rant y Rave, imagino de su afición por ir a las fiestas rave en la ciudad. No hay mucho que decir de ellos, el típico perfil de jóvenes tomando drogas hasta que un día tomaron algo que mató a más de treinta personas en una de esas fiestas, excepto ellos claro... A partir de ese momento, los dos hermanos han protagonizado atracos a diversos bancos de la ciudad ayudándose de poderes sónicos que pueden llegar a derribar un edificio. Hay que decir que se les puso a la prisión pero de alguna forma han llegado a escapar. Esta vez parece que trabajan por algún tipo de organización y por lo que tenemos entendido han ido a por Hannah Mason, la chica de la carpeta que os ha enseñado el director.- Serena hizo una pausa- No tengo ni idea de porqué el director Summers ha decidido contar con vosotras, supongo que quiere ver si estáis preparadas...

El ascensor se paró y se abrieron las puertas.

- ¿Sabes llevar uno de estos? - dijo Serena.

El espacio era una especie de hangar y en frente de ellas tenían un jet de color negro.

***

La voz por el interfono hizo una breve pausa antes de proseguir.

- Me imaginaba esa respuesta. Dejad que la vea.

El espejo que había delante de ella y hasta el momento reflectaba su propia imagen dejó ver otra sala con una mesa y una silla. En la silla había sentada una chica y cuando esta torció el gesto Hannah no pudo dar crédito de lo que veían sus ojos...estaba mirando a su hermana Rachel.

***Fin del capítulo 1***