Partida Rol por web

Los estudiantes fueron guiados por los corredores hasta hasta entrar por una gran doble puerta de mármol al auditorio de Wittenham. El lugar era gigantesco, podían caber cientos de personas sin ningún inconveniente. Tenía una forma circular estratégica, las butacas rojas estaban elevadas de una manera en que todos podían ver el escenario sin que nadie les tape. Algunos estudiantes aceleraron su paso para conseguir los mejores lugares, los del fondo o los de adelante (Detrás de algunos profesores, empleados y autoridades), según la preferencia de cada estudiante. Los del medio se fueron llenando por el resto. En cuestión de minutos el auditorio se había llenado. 

Cuando todos estuvieron más o menos ubicados, las luces del techo se fueron apagando una a una hasta dejar sólo iluminado el escenario, en donde había un atril de madera y varias sillas detrás. En el escenario fueron entrando algunos profesores de lo más peculiares y tomaron asiento, hasta que por último entró una mujer elegante, alta y vistiendo un conjunto que consistía en un traje, una camisa blanca y una falda a la altura de las rodillas. Tenía un aspecto sostificado y altanero. Los estudiantes aplaudieron cuando Cordelia Blackstone se colocó por delante del atril, saludándolos.

-Sean bienvenidos, estudiantes míos, a un nuevo año de clases en el Internado Wittenham. Mi nombre es Cordelia Blackstone y soy su directora desde hace más de veinte años. 

-Aquí, en Wittenham, nos esforzamos por ofrecer el mejor ambiente educativo y un buen aprendizaje para nuestros estudiantes. Contamos con el mejor personal y aceptamos un grupo muy distinguido de estudiantes que cumplen con nuestros criterios y requisitos, y ustedes son los afortunados de estar aquí, una vez más, para perfeccionarse y alcanzar la excelencia. Wittenham consta con las mejores becas y los jóvenes profesionales obtienen mejores salidas laborales y oportunidades si han estudiado aquí. Todos ustedes están destinados al éxito y los amigos se hacen aquí son los que se mantienen de por vida. - Hablaba con orgullo y arrogancia, pero sus palabras llegaban y resonaban a la cabeza de los estudiantes. Se podía ver que era una directora que había dedicado su vida al Internado Wittenham, y que estaba orgullosa con su resultado. Continuó con su discurso, hablando un poco de la historia del Internado, de su sistema de becados y demás. Les dedicó una sonrisa a sus estudiantes -Además, este año contamos con la presencia de un nuevo profesor de historia, puesto a que nuestra querida profesora Mildred O'Conner se ha jubilado. Él es Alex Di Laurentis, antiguo estudiante de Wittenham ¡Un fuerte aplauso! 

El llamado y nuevo profesor parecía sorprendido ante la mención de la directora, se levantó de su asiento y saludó a sus nuevos estudiantes, quienes le aplaudían con ánimos, casi automáticamente. Volvió a sentarse con las mejillas claramente ruborizadas, no se esperaba tal recibimiento.

- Y ahora contamos con una adorable presentación del grupo de danza artística formado por la profesora Miller y sus estudiantes femeninas ¡Otro fuerte aplauso!

Delia se retiró del atril y se sentó en el asiento del medio, mientras dos estudiantes se llevaban el atril para dar paso a un grupo de bailarinas maquilladas, vestidas y peinadas de manera elegante, se movían con gracia y estilo, con un tema clásico de ballet cuyo autor Dominique no pudo adivinar.

La danza terminó y fueron fuertemente aplaudidas por el espectáculo. Los profesores aplaudieron con una sonrisa educada y Delia volvió a levantarse, con una sonrisa.

-Eso ha sido realmente encantador, profesora Miller. Sus estudiantes se perfeccionan cada vez más - La directora le sonríe a una profesora joven que estaba sentada detrás de ella. - Muy bien mis queridos estudiantes, hoy tendrán un día libre y adaptativo para que puedan reencontrarse con sus compañeros. Son libres de moverse donde quieran, no se acerquen a los bosques, por supuesto, como ya saben, hacerlo conlleva a una expulsión. En sus habitaciones están los equipajes y recordad los horarios, a las 12:00 en punto es el almuerzo, a las 21:00 la cena y a las 22:30 se apagan las luces. ¡Sean bienvenidos!

Un fuerte aplauso más y el telón se cerró, a la vez que las luces volvían a encenderse, dejando a los estudiantes la posibilidad de disfrutar su día libre.

Dominique había seguido a Sasha hasta los asientos del medio, porque los asientos de atrás ya habían sido totalmente ocupados. El profesor de  historia le parecía verdaderamente apuesto a Dom, como veía que a todo el cuerpo femenino del auditorio e inclusive Sasha -Lo que no me sorprende- Pensó con una sonrisa.

-Debe hacer el mismo discurso todos los años- Bromeó levantándose de su asiento para seguir caminando junto a él, la única persona con la que pudo socializar (al menos cordialmente). La verdad era muy agradable y parecía tener mucho sentido del humor, Dom no se podía quejar. -Y ahora, ¿recomiendas algún lugar para ir?- Dijo con muchos ánimos de conocer el internado mientras se arreglaba el cabello en una coleta.

La presentación de ballet le gustó, pero su parte favorita del discurso de Cordelia Blackstone fue el nuevo profesor de Historia. Sin duda, Sasha se esforzaría en esa materia tan aburrida este año.

Sasha sonrió ante el comentario de Dominique - Sí, siempre es el mismo. Lo hace para que los novatos sepan que este instituto es exigente y esas cosas - Comentó con desdén. 

Pareció que recibió un mensaje al celular y Sasha se fijó en él con sorpresa.

-¡Vaya! Voy a tener que marcharme, tengo que reencontrarme con mis amigas y parece ser que tienen chismes nuevos e interesantes. Lo siento, no puedes venir, son... bastante cerradas - Sasha se puso de pie y se llevó una mano al cuello - Nos veremos en otro momento, Dom. Pero antes dame tu número.

Intercambió su número con el de Dominique y salió disparado por la puerta del auditorio.

-¿Novatos como yo?- Dijo burlona. Pero Sasha no prestó atención a lo que decía, porque ahora estaba revisando su teléfono.

A Dominique le cambió el rostro, pues se sintió dejada de lado. Es decir, recién le conocía a Sasha y pensaba que al menos podría ayudarla a conocer el internado, o al menos ayudarla a integrarse. Parece que lo tendría que hacer por sí misma. Intercambió su número con él sin decir nada y se fue luego de él. 

Decidió buscar su cuarto, ya que no tenía nada más para hacer. ¿Qué haría sola en los exteriores, en el café o en la biblioteca? Además suponía que buscar su habitación llevaría su tiempo. 

Sacó su mapa, y sus notas. "La habitación 75", con tantos estudiantes y habitaciones iba a ser imposible encontrarla sola, pero por lo menos lo intentaría. Salió al auditorio y miró su mapa fijamente suponiendo que tendría que empezar por encontrar los dormitorios, algo que en el mapa estaba muy poco claro. Se dirigió a un chico que parecía estar sin compañía en ese momento -¿Podrías decirme donde se encuentran los dormitorios?- preguntó con seguridad mientras llevaba un mechón de su cabello pelinaranja detrás de su oreja.

[ACÁ VA EL HEADER DE DÍA DOS]