Partida Rol por web

[ACÁ VA EL HEADER DE DÍA DOS]

Dominique abrió los ojos cuando su despertador sonó por segunda vez. Su mano rápidamente apagó el móvil y decidió levantarse para no quedarse dormida. Se desperezó en la cama para observar que su compañera de cuarto ya se había marchado, dejando su cama perfectamente tendida. Frunció su ceño levemente, Savannah era una chica un tanto extraña. De muy pocas palabras, extremadamente retraída y pulcra. Parecía que convivía con un fantasma.

Se levantó de la cama mientras se dirigía al baño para darse una ducha rápida. Una vez lista, Dom bajó por las escaleras rumbo al comedor del Internado Wittenham. Había logrado encontrarlo ya que, el día anterior, se lo había pasado recorriendo el lugar con Sasha. 

Llegó al comedor, un inmenso salón con largas mesas de madera dispuestas a lo largo del lugar. Las paredes estaban llenas de retratos de importantes personalidades. La mayoría eran sus anteriores directores o destacables personas que lograron la excelencia y fueron estudiantes de Wittenham. En un extremo del comedor estaban sirviendo el desayuno. Dominique se dirigió rápidamente allí y se sirvió lo que quería.

Luego, con la bandeja en su mano, observó a su alrededor buscando a alguien conocido, pero aún era temprano y el comedor apenas se estaba llenando. Suspiró y se sentó sola a desayunar.

-¿Te molesta si nos sentamos? - Dijo una voz femenina dulce pero firme.

Dominique levantó la vista para ver a una chica afroamericana acompañada por una rubia. La morena tenía un maquillaje oscuro en su rostro y su uniforme constaba de una simple camisa con una corbata floja y una falda tiro alto bastante corta. A Dominique le llamó la atención la delgadez de la chica rubia, quien estaba vestida algo desaliñada y tenía cara de no haber dormido bien.

Sin esperar a la respuesta de Dominique, Kyra se sentó delante de ella, haciendo lo mismo su amiga. 

-Mi nombre es Kyra, y ella es Heather - Se presentó. Dominique recordó los nombres del grupo de WhatsApp de la clase. Parecía ser que eran compañeras - ¿Qué tal estás? ¿Cómo te va tratando el Internado Wittenham por ahora? - Le preguntó con una sonrisa inquietante.

Dominique se levantó apesadumbrada por el ruido de la alarma. Al ver la cama de su compañera ya tendida, pensó que era extraño convivir en una misma habitación con alguien que ni siquiera conocía y era tan reservada.

Al ir al comedor, se sirvió en su bandeja un licuado con dos tostadas untadas con manteca, y una manzana. Se sentó sola a desayunar al ver que no había nadie conocido en ese momento.

Levantó la cabeza para ver a dos chicas que solicitaban sentarse con ella. Negó la cabeza en señal de que podían hacerlo. - Me llamo Dominique - Dijo. - Bien ¿ustedes? - respondió con una sonrisa. - No tan mal, para serte sincera - Admitió

Heather miró a Dominique con el ceño fruncido y mala cara, mientras bajaba su mirada para comprobar el desayuno de la pelirroja. Tensó sus manos. Dominique pudo observar que el desayuno de Heather consistía únicamente en un vaso de agua.

-Puede ser peor... - Murmuró, aunque Dominique pudo escucharla perfectamente. 

Hizo caso omiso a la conversación y miró hacia un lado, como si la presencia de Dominique le repugnase.

Kyra ignoró la hostilidad de su amiga. Sabía que a Heather no le gustaban las personas, era una misántropa por naturaleza. Le dedicó a Dominique una sonrisa fría, mientras bebía un trago de su café y le daba un mordisco a sus tostadas. 

-Espero que te puedas adaptar al Internado Wittenham con facilidad - Dijo, mientras no quitaba su mirada de Dominique - Puede ser un tanto difícil, pero estoy segura que lo lograrás... ¿Qué te ha hecho venir por aquí? 

Ruedo mis ojos. Esperaba que Kyra sea tan ruda como lo parecía, pero era una aburrida. Heather me caía mejor. 

-¿Conoces a un tal Cedric? Tiene una banda. Necesito encontrarlo inmediatamente.- Dije muy nerviosa.

Entonces es cuando lo veo entrar al comedor, tan papu como acostumbra ser con sus jeans rotos y sus pañuelos. Me levanto rápidamente y lo tomo del brazo para llevarlo al lago para echarnos un buen polvo.