Partida Rol por web

Dominique salió del auditorio junto a la multitud de los estudiantes. Todavía no se acostumbraba a la grandeza del lugar y a la cantidad de estudiantes que albergaba. Se encontró perdida y sola en las escaleras, subió los escalones y encontró a un chico asiático que parecía estar solo.

-¡Hola guapa! - Le saludó Griffin con una sonrisa de oreja a oreja. Miró a la chica de arriba a abajo, por su aspecto y su pregunta, podía deducir fácilmente que se trataba de una novata y estaba completamente perdida.

-¿Las habitaciones, dices? - Griffin le guiñó el ojo, sin perder su sonrisa - Están por aquel pasillo - Griffin señaló con el dedo uno de los dos largos pasillos que se abrían ante ellos - Las puertas están numeradas así que supongo que no tendrás problemas en encontrar la tuya - Agregó.

Dom le agradeció al chico por su amabilidad, pero él se fue tan rápido que no tuvo tiempo para preguntarle su nombre. Se encogió de hombros y se dirigió a la dirección que le habían indicado. Fue pasando su mirada por las puertas de madera, que tenían una numeración en letras doradas.

Fue pasando por ellas hasta llegar casi al final, cuando finalmente encontró a la 75. Sonrió con optimismo y empujó la puerta suavemente, para encontrarse a un chico dentro.

-¡Eh! ¿Qué haces? - Exclamó Timothy Harland con sorpresa al ver a la pelirroja que había entrado a su cuarto. Su rostro no le parecía familiar para nada.

Los ojos de Dominique se pusieron como platos al ver a un chico dentro de la habitación sin camiseta, exhibiendo un físico de atleta. Parecía que se estaba quitando el uniforme de Wittenham para ponerse algo más cómodo.

-¿Es que no sabes tocar? ¿Quién eres y qué quieres? - Preguntó con el ceño fruncido y acercándose a la puerta.

Dominique se dirigió al pasillo indicado por el joven sin dudar, mientras pensaba en las cosas que haría cuando por fin llegara. Caminó tranquilamente por el largo pasillo mientras se fijaba en los números hasta encontrar el suyo. -73.. 74... 75.- Susurraba a medida que llegaba al que debería ser su cuarto.

Cuando entró lo primero que pensó es que había cometido un error, era eso o es que debería compartir su habitación con un chico, -bastante atractivo debería admitir.-

-¿Tú quién eres, y tú qué haces en la que si no me equivoco, es mi habitación?!- Dijo con el ceño fruncido. 

Timothy no pudo evitar sonreír ante la contestación de la pelirroja. Se notaba a simple vista que estaba completamente perdida. Se quedó parado al frente de ella y apoyó su brazo en el marco de la puerta, mostrando sus trabajados bíceps y tríceps al flexionar su brazo.

-Mi nombre es Timothy Harland y lamento decirte que ésta no es tu habitación, este es el pasillo de los chicos, el de las chicas está del otro lado ¿Acaso no les daban un mapa a los novatos para ubicarse? - Timothy se mordió el labio inferior, intentando reprimir una sonrisita burlona - ¿Puedo saber tu nombre?

Dominique mantuvo su mirada en alto, inclusive cuando el chico llegó a estar frente a ella. Lo miró fijamente a los ojos en señal de reto. Sin dudas el chico con el que había intercambiado palabras anteriormente le había hecho una broma, haciendo que Dom se sienta algo ingenua y avergonzada. 

-No fue mi culpa.. no entendía el papel que me dieron, entonces le pregunté a alguien y al parecer le pareció divertido hacerme una broma.- Dijo mirando un momento su musculoso brazo, mordiendo levemente su labio inferior. -No sabes cuánto lo siento, mi nombre es Dominique Lynch.- Respondió volviendo a mirarlo, mientras llevaba uno de sus mechones de cabello detrás de la oreja. -Supongo que ya es hora de irme.- Dijo saliendo lentamente de la habitación.

Timothy lanzó una risita cuando Dominique le dijo que le habían dado mal las indicaciones, y conocía a la persona que seguramente había estado detrás de ello. - Ese Griffin es un imbécil... - Pensó con sorna sobre su amigo.

-Ha sido un gusto conocerte, Dominique. - Respondió Timothy mientras le guiñaba un ojo - Espero que tengas suerte encontrando tu habitación. A lo mejor luego nos volvemos a encontrar... 

Timothy siguió mirándola por unos segundos para ver cómo se marchaba por el pasillo, para luego cerrar la puerta de su dormitorio.

[ACÁ VA EL HEADER DE DÍA DOS]