Partida Rol por web

-Bueno, pues muchas gracias, señorita Di Maggio. Eso será todo.

El reportero se marcha y a los diez minutos regresa Salvatore.

-¿Cómo ha ido todo?

Con la duda de qué opción tomar, aún en la mente, si hablar claro, lo que me dejaría muy expuesta, o seguir el juego de niña tonta que me ha llevado hasta aquí, suspiro.

- Pues lo cierto es que me ha hecho un par de preguntas sobre ti un poco extrañas, a las que no he sabido responder muy bien – lo miro, seria, en realidad estoy siendo sincera, - el resto, todo bien, supongo que quería saber si voy a pasearme en pelotas por el escenario en todas las actuaciones, menudo escándalo ¿no? – río divertida, bromeando, mientras busco en el bolso un pitillo.

-¿Preguntas sobre mí? -Salvatore frunce el ceño- ¿Qué tipo de preguntas? Si te ha estado molestando, sólo dímelo y procuraré que esto no vuelva a ocurrir.

- Oh… no… a mí no me ha molestado, no pasa nada, sólo que… bueno… me ha preguntado sobre tu negocio de prostitución – lo miro, preocupada, - tráfico de algo, contratos con no sé qué convenios… - no termino la frase, la dejo morir en el aire hasta que decido amenizar un poco la cosa – pero le he dicho que mi contrato está perfecto, que eres buena persona y me has tratado de una forma inmejorable – le sonrío, como una idiota, luego me quedo pensativa un instante, y decido añadir un comentario estúpido, para ver su reacción – espero que no me estuviera preguntando si soy prostituta – mi mirada se pierde pensativa ante la idea, y en mi gesto se evidencia la idea de que me repugnaría que pensara eso.

-No les hagas caso. Ya sabes cómo son esos periodistas sensacionalistas. Siempre están intentando destapar algún asunto turbio, sea cierto o no -te sonríe para tranquilizarte. Pero te das cuenta de que su mirada se ha vuelto fría y distante-. Bueno, dejemos ese tema y vayamos a esa fiesta. Necesitas relajarte un poco después de este mal trago ¿Estás lista ya?

Capto el matiz que él intenta disimular en algo sin importancia.

- Eso me he figurado yo… quería algún titular a mi costa – frunzo el ceño pero lo relajo enseguida, sonriendo aliviada cuando menciona lo de ir a la fiesta – sí… necesito un pitillo una copita de whisky en compañía de un hombre atractivo... – murmuro, luego me ruborizo cuando me doy cuenta de lo supuestamente impulsivo que ha sido el comentario - ¿Y de qué es la fiesta? Si puedo preguntar…