La joven permanece sentada tras su escritorio manipulando el ordenador con manos expertas mientra sus ojos se mantienen clavados en los dos clientes que acaban de entrar en su sucursal, era el tipo de persona que sonreía a la gente aún sin haber hablado con ellos de manera que les sonríe y coloca las manos suavemente sobre la fría mesa de cristal mientras juguetea con un bolígrafo en sus delicados dedos.
-Buenos días- Recibe a la pareja clavándole sus ojos marrones
En sus rasgos se denota la clara ascendencia latina proferida por sus padres, aquél aspecto que a lo largo del tiempo le había abierto muchas de las puertas que ahora la mantenían en el puesto que ocupaba, eso unido a su inteligencia la hacían ser uno de los valores de la compañía y la dirección de aquella sucursal de mediano tamaño y algo más importante de lo que aparentaba lo demostraba.
-¿Qué puedo ofrecerles?-Menciona con voz dulce al tiempo que extrae un grueso catálogo de uno de los cajones para tenderlo a la pareja con un gesto.
Mantenía el bolígrafo en sus manos al tiempo que iba indicando a los jóvenes unas y otras ofertas en diferentes lugares del mundo, la joven les enseña múltiples hoteles, cruceros, vieajes en turismo interior alternándolo con cantidad de cálidas sonrisas y comentarios propios para el momento. La joven pareja se muestra interesada en casi todos ellos denotando especial interés en aquellos destinos exóticos que tanto llamaban la atención de los recién casados que alegan buscar un destino donde la tranquilidad les permita disfrutar de la unión que acababan de contraer, había que reconocer que no es lo que habían dicho pero Jess era demasiado avispada en ese aspecto como para no notarlo.
Por un momento detiene las páginas del catálogo en una pequeña sección destinada a mostrar diversos cruceros y ofertas que se estaban realizando en aquellos momentos, ella sabía que aún podía jugar con el precio y conseguir aumentar el presupuesto que los dos pensaban gastarse en aquél viaje de placer, lo que a ella le conllevaría ciertos resultados monetarios y algo más de estima para ascender un par más de peldaños. Se mantiene a la espera unos instantes desviando la atención hacia el ordenador mientras los clientes observaban aquellas páginas publicitarias.
Verdaderamente algo acababa de atraer la atención de la joven vendedora hacia la pantalla, un pequeño símbolo que avisaba de la recepción de nuevos mensajes, lo que quería decir que tenían una nueva oferta, utiliza el ratón para ampliar el contenido del mensaje exhibiendo su mejor sonrisa a los dos chicos que ocupaban el asiento al tiempo que vuelve suavemente la pantalla plana del ordenador hacia ellos para que puedan ver lo que en ella se exhibe.
-Paradise Island-Dice ella amablemente acariciando las palabras con el tono de su voz- ¿No es perfecto?
No podía creerlo había vendido en tan sólo una mañana la mayor parte de las plazas libres para aquella extraña nueva oferta, le venía bien para su trabajo, de eso no había duda, y estaba contenta la verdad es que las críticas sobre el lugar y lo que comentaban los compañeros de otras empresas eran fantásticas. Desde luego "Paradise Island" parecía impresionante y los inversores habían tenido en cuenta la mayor parte de los detalles, incluso había un plano rodando por los foros, un mapa de la isla que se entregaba a los visitantes a su entrada, debía comprobar aquello, pero bueno ya lo haría más tarde, ahora tenía un nuevo cliente.
La joven sonríe de nuevo cálidamente al recién llegado un chaval joven, bastante guapo, todo había que decirlo, hace presencia en el local, de cabello rubio y barba de tres días sonríe con el mismo desparpajo a la chica antes de sentarse suavemente frente a ella. La muchacha le sonríe echando atrás con un gesto ensayado su propio cabello al tiempo que apoya su cuerpo sobre la mesa de manera que su escote quedara a la vista del hombre al tiempo que le sonríe con actitud provocadora.
-¿Qué puedo ofrecerle?-Le dice con voz suave
-Unas buenas vacaciones preciosa-Contesta él con calma
La chica se sentía ligeramente desconcertada ante aquél joven pero no podía explicarlo de manera lógica, a pesar de eso sabía lo bien lo que tenía que hacer así que se limita a inclinarse un poco más al tiempo que tiende uno de los catálogos al chico para que este le observe rozando las manos de él en algún momento con soltura, le sonríe al tiempo que nombra diversas ofertas que éste escucha con la vista más puesta en ella que en los viajes que ésta estaba ofreciendo. Sintiéndose observada se vuelve ligeramente nerviosa hacia la pantalla del ordenador dejando caer el bolígrafo sonoramente sobre la mesa mientras teclea en busca del anuncio indicado para casos como éste, el lugar perfecto.
-Mire... -dice ella con el tono ligeramente alterado- Tengo el lugar perfecto.
-¿Vas incluída en el paquete?-Le pregunta él en tono cálido.
-Ehh...-Contesta la joven- Por ahora no, pero te gustará-Menciona para guiñarle un ojo con la misma actitud que él matenía.
Tras esto vuelve la pantalla hacia el joven para mostrarle el cartel que había recibido junto con el otro con una ligera sonrisa, se limita a continuar explicándole al joven lo que se había aprendido a lo largo de la mañana, detalles sobre la isla y actividades que se podían realizar en ella para entretenerse durante las vacaciones. Había encontrado la horma de su zapato para qué negarlo, pero finalmente había logrado vender otro viaje a la ahora famosa isla, para eso estaba ella y sabía muy bien lo que hacía, eso había quedado claro.