Partida Rol por web

María Prudencia de los Amparados se recostó en la silla y crusó sus brazos. Su sonrisa era de mala pendeja, disfrutando de la reacción que todos ustedes habían tenido.

La pobresita ya lo sabía todo, exsepto quién era o eran los asesinos. ¡Ya sabéis cuál es el presio de sus pesos! Si no descubren al culpable... ¡No verán ni uno!

Y todo será para mí se oyó una voz sólo para los espectadores, era la abogada malvada que ya tenía su propio plan.

Un recuerdo pasó fugas por la mente de mamasita. Mientras limpiaba y robaba en una de las habitaciones, pudo escuchar a la mamá decir a su marido

¡Oh, querido, esos huevones quieren matarnos! ¡Qué haremos, qué haremos!

Mamasita, que hacía como que limpiaba la zona mientras pegaba la oreja a lo que decía la licenciada puso una cara que podría ser similar a la de un estreñido, pero que en realidad auguraba un flashback que la sirvienta había tenido en ese preciso momento cuando ella dijo que uno de ellos era culpable del asesinato.

-No ha sío solo uno- dijo Mamasita esperando que todas las miradas se posaran en ella- la mamá de ustedes y su marío sabían que le querían matar unos "huevones", que lo oí una de las veses que estaba... limpiando. Lo más probable es que sea una parejita, que se envalentonan más cuando actúan en nombre del amol aunque en realida' lo hagan por herensia.

Yo no me fio un pelo de esta rubia mechona. Pero si hay que encontrar al culpable, os aseguro que lo haré. Vamos abuelita a preguntarle a mi familia materna si saben algo del crimen. dijo saliendo de la sala, ya que allí no había nada que hacer.

Francisco miró uno por uno a todos los presentes. Las cámaras hacían un primer plano de sus aceitunados ojos al tiempo que iba escrutando uno a uno.

Cada uno de ellos tendría más o menos rasón para matar a los tíitos, pero lo que no sabía era quién podía haber sido de todos. El problema mayor era que todos paresían sí saber cosas, aunque nadie sabía lo sufisiente como para mojarse.

Al menos sabía quién no podía haber sido, su primita Esmeralda, que era tan dulse y tan linda que de seguro segurísimo no podría ni aser un poquito de daño a nadie. De eso estaba sien por sien seguro.
 

Estaba en shock.

Todo daba vueltas sobre sí misma (y así giraba la cámara a su alrededor para dar la sensasión de mareo).

-Santo Dios bendito...-asertó a desir, sintiendo como si las rodillas le fallasen y fuera a desvaneserse de un momento a otro. ¿Cuándo desidió el destino torserse de aquella forma?

Sintió como los ojos le escosían y se apresuró a limpiarse unas lagrimitas antes de que salieran. Su amada hermana salió muy dignamente y reshulona de la sala como si sus palabras hubieran sido una nueva ley en vez de una opinión pero ella seguía ahí clavada, incapaz de moverse y de asimilar todo.

-Sielos...- se llevó una mano a la sien, frotándola con la yema de los dedos y serrando los ojos.

Creo que nesesito un poco de aire nuevo... ¿y si renovamos los ventiladores?

El jardinero estaba perplejo y con una cara de estupefacción que no dejaba dudas de su sorpresa. La verdad es que no sabía por qué no le sorprendía, pero aun así era muy duro.

Cuando la morenaza hija de la señora pareció que se iba a caer, el jardinero servil se acercó y la sujetó por la cintura con la esperanza de que no se cayera, solo faltaba un desmayo, mientras que la otra hija salía en busca de alguien o a hacer algo.

-¿Necesita algo, señorita? -dijo a Esmeralda mientras ésta se llevaba unos dedos a la cabeza- si lo nesesita solo tiene que pedirlo, ya lo sabe vos.

Francisco miró con cara de muy pocos amigos al jardinero, no comprendía como alguien del servisio podía hablar de aquella manera. Así que, las cámaras apuntaron directamente con el zoom más potente a la sien de nuestro querido protagonista, y éste con el gesto bien, pero bien bien, rebien se podría decir, rebién señudo, se acercó con unos andares del tío más macho y más masculino de todos los sigarrales hacia el joven sirviente.

La cámara se retiró para mostrar a PacoJoJa apuntanto con el dedo y tocando el hombro del jardinero, y disiéndole, ¡Oiga usted! ¡No sé que le ha querido desir a mi primita con "lo que nesesite"! Pero aquí, la única que está para complaserla es la mamasita y su familia, usted lo que debe aser es ocuparse de sus plantitas y de que todo esté rebién. Además, no entiendo que ase usté aquí, esto es una reunión familiar.

La pobre mente de Jhonny no le dio para pensar sobre el futuro de los pesos si ellos no veían ninguno. Así que quedó en segundo plano mientras intentaba convencer a su pequeño cerebro de que le explicara las cosas... aunque no hubo demasiada suerte.

Aun seguía meditando sobre esto, cuando escuchó a mamasita decir que fueron una pareja. ¡Una pareja, pues claro tron! Gracias cerebelo por echarme un cable tron. Ya me dirás como agradecértelo... pero sin pasarte ¿eh tron? ¿eh? La cámara se acercó hasta Jhonny parando en un primer plano de su cara, y este miró a la cámara, fijamente, como si acabara de descubrir algo magistral y superimportante.

- Ya lo tengo, tron - Pero por desgracia, Jhonny y la inteligencia hacia años que estaban peleados. Ya no se hablaban, ni se llamaban, ni se felicitaban por navidad. Así que aquella brillante, brillante idea, fue apagándose mientras su cara mutaba a una mueca de duda e intento por recordar... hasta solo recordar que uno de los presentes juró matar a los titos por amor.

- Ya no lo tengo, tron - volvió a murmurar para él mismo. Pero de aquella brillante idea, aun quedó algo. Y miro a PacoJoJa, mientras se acercaba reshulón al jardinero para encararse con él y medirse las pollas. Pero medírselas por Esmeralda, y él estaba más interesado en otros menesteres, como la que acababa de marcharse. A él su otra prima se la repampiflaba.

- Yo me voy fuera con la prima y la vieja, y de paso me fumo un petardito... cuando os canséis de mediros las pollas os salís, trons. - Dijo, y salió a buscar a su prima J.B.

Prudencia Satanasa tenía muchas cosas en la cabesa sobre quiénes podían haber sido los hijos de la chingada que habían matado a su pobre querubín. - Vale, mija, salgamos fuera. -esta nietesita mía no tiene ni idea de como se hasen las cosas acá. Tendré que hablar con ella con más calma alla afuera y enseñarle cómo se descubre informasión en esta familia....

Y, tras este pensamiento, se disponia a salir tras su nieta cuando, de repente, observó el gesto del jardinerito, lo que hizo que se parara en seco, alzando una ceja, y un amenazador dedo en direccion a Rigoberto, al que acompañó un primer plano con música de tensión:

-Aaaahhhh, tú, maldito huevón, pendejo... Ya te estás marchando de aquí no más antes de que le estampe un jarrón en la cabesa... susia garrapata... ¡Pinche desalmado! Aléjese de mi nietesita antes de que yo misma le arrrrrrrrranque el corasón con mis propias manos.

Y lo peor de todo era que, viniendo de Satanasa, todo era posible.

La cámara pasó de Satanasa a Bertín. Él también tenía que decir algo importante.

-Ya lo creo que es usted capás de eso- dijo cuando la vieja amenazó al mindundi del jardinero- y más. No sería la primera ves que amenasa a alguien.

Hubo una pausa... antes del clásico y sonoro Chan Chan Chan que denotaba sorpresa.

-Yo mismo la oí desil en más de una ocasión que odiaba a mi hermanita del alma que en gloria esté llamándola pendeja y disiendo que debía moril. Y que casualmente ha muerto en extrañas sircuntansias.

En esos momentos, la puerta suena. Otra persona del servicio va corriendo cual negro perseguido por un león en la sabana hasta la puerta.

Bendita sea, hija mía se oye de fondo. Esa voz ya la conocéis, es el Padre Ricardín que se acerca hasta la puerta del despacho.>

¡Ah, aquí están! ¡Que Dios les apasigüe el alma, pendejos! ¡La mamasita de ustedes dos dijo señalando a las hermanas me prometió pesos para la iglesia!

No tenía suficiente con que tuviera que presensiar una pelea de verdaderos machos como estaba hasiendo con el jardinero y su adorado primo (que paresían pelear por quién tenía mejor culo) sino que entre mis propias preocupasiones también se sumó la del dinero que le debía mi mamá a la iglesia del padre Ricardín.

-Muchachos, por favor, no peleen aquí- suplicó haciendo un puchero a sus hombres(sí, secretamente podía desir que eran suyos aunque el resto de pendejas no se hubiese dado cuenta)-tengo que ver qué ocurre con el buen padre- suspiró y se asercó al padre Ricardín con verdadera pesadumbre en su corasonsito bajo sus voluminosos pechotes 100% naturales.

-Disculpe, padre Ricardín, ¿podemos platicar eso en otro lugar? Creo que eso debería hablarlo con la abogada, padresito.

En esa fulana cualquiera.

-Claro, yo estoy aquí porque la señora abogada dijo que entraramos todos, pero tranquilo, ya te dejo aquí a ti solito y que sabes hacer muchas cosas... a no, que solo sabes arreglarte el tupé -dijo con una sonrisa maliciosa mientras se dirigía hacia la puerta para salir de la habitación- tenga cuidado, señora Garrapata, con sus histerísmos le va a dar un infarto y después todos estos buitres se pelearán por su dinero, por que es lo único que quieren.

En ese momento entró el padre Ricardín y no pudo evitar solar una carcajada- ¡JA! Y para muestra un botón. Son todos unos pendejos que no han estado aquí ayudando nunca ni interesados y ahora todos se preocupan por el dinero, pero que pena, la Señora lo sabía y ahora estáis sin un solo peso*. Si necesitan algo de mí saben donde estoy

Y con una melodía de tensión de fondo y una mirada fulminante hacia PacoJoJa, el jardinero cerró la puerta y salió a los jardines.

El Padre Ricardín abrió la puerta cuando Rigoberto la cerró de un portazo.

¡Rigoberto, no hagas que el Demonio me lleve! ¡Todos aquí sabemos tu secreto, no me haga hablar, pinche!

La cámara enfocó la cara del Padre, una cara que intentaba mostrar lo mala persona que podía ser. Y, como respuesta, la cámara se dirigió al trasero de Rigoberto, y todas las espectadores suspiraron de placer.

Cuando el cura dice que le habían prometido dinero, Mamasita se une por si colaba.

-Es sierto, los padres de ustedes eran muy generosos. A mí me prometieron un aumento de la paga de mi jornal, y supongo que no hay problema a que me lo suban ahora para honrar su memoria.

Aunque estaba el tema del dinero. Según la abogada, no verían un duro hasta que resolvieran el asesinato.

-Padresito, diganoslo ya, no sea pendejo, ¿qué oculta el jardinero?

No solo quería que se resolvieran los asesinatos, su naturaleza cotilla quería oír todos los chismes que se le habían escapado a ella.

Mamasita, Mamasita. Era usted muy dulces con los señores. Espero que siga así con su descendencia dijo, cogiendo la mano de la criada y dandola pequeños golpesitos.

Tras buscar a su prima JB, pero no encontrarla, Jhonny volvió a entrar en la habitación, mirando a los presentes con cara de no saber ni donde esta. Por lo que tardó en volver, esa sonrisilla de imbécil que se trae y ese olorcillo a "hierba" estaba claro que había aprovechado la busqueda para fumarse unos petardos de los que no explotan. 

- ¿Qué oculta el Jardinero? - Es de lo único que se enteró cuando entró, y ahora miro a Rigoberto.