Así que quereis que os cuente alguna de mis historias. Sí, ya sé, de cuándo luchamos en la bahía de Santo Domingo. Siempre pedís la misma, pero la contaré de nuevo si así os place. Bien muchacho bien, con esta jarra fresca mi garganta podrá relataros mejor lo que en aquellos días aconteció. No, no voy a contar sólo la batalla, empezaré por el principio, no seais impacientes marineros de agua dulce.
La Isla
La Española, así la bautizó Cristobal Colóncuando la descubrió en su primer viaje en 1492. En 1493, se establecería la primera colonia en América, con el Fuerte de Navidad, que fue destruido por los indígenas. La isla, fue uno de los principales establecimientos coloniales españoles durante el siglo XVI, debido a que se descubrieron minas de oro de una importancia que más adelante, cuando se agotaron, se demostró menor de lo que se había creído. Sin embargo, la mera palabra de oro, ya había atraido a numerosos bucaneros franceses, y unos pocos ingleses, que comenzaron a instalarse en las cercanías de la isla. Así, la afluencia de piratas, corsarios y bucaneros alrededor de la isla fue aumentando rapidamente.
- La Casa de Contratación de Sevilla: A partir de 1503 comenzó a funcionar esta instancia, establecida por la Corona española a fin de controlar las actividades mercantiles entre España y las Indias, y poner bajo su monopolio toda la producción de sus colonias. En cada puerto de las tierras conquistadas se encontraban funcionarios encargados de supervisar la producción, cobrar los impuestos, llevar los libros de la Hacienda Real y dar permisos para navegar y comerciar. Las mercancías debían ser exportadas e importadas exclusivamente a y desde Sevilla (de modo excepcional a Sanlúcar y Cádiz); la política de monopolio proscribía el comercio con extranjeros. Dado que muchos productos no eran de fabricación española, por lo que debían ser importados a España antes de su envío a las Indias, el valor con que se vendían en La Española podía ser incluso seis veces superior a su precio original. Inversionistas europeos que no querían quedarse fuera del negocio buscaron insertarse en la vida económica de Sevilla y, de esta suerte, mediante agentes, inversión en compañías y préstamos a comerciantes, lograron influenciar decisivamente la asociación de mercaderes del lugar para 1543. La inmensa mayoría del oro, la plata y los demás productos americanos que a mediados del siglo XVI llegaban a Sevilla iba a parar a manos de capitalistas y firmas extranjeras.
* Enfrentamiento de las potencias europeas: La Reforma protestante, las intenciones imperiales de Carlos V, la dependencia económica de España respecto a Inglaterra, Francia y Holanda y la lucha por el dominio del Atlántico, hicieron que estos países se alinearan en su contra desde 1550. Aprovecharon el escaso desarrollo económico e industrial de España y la atacaron por su flanco más débil al fomentar el comercio ilegal, el contrabando y el corso, tanto en la península como en sus posesiones de ultramar.
* El corso: se remonta a fechas tan tempranas como los años veinte del siglo XVI. Se tiene conocimiento de que en 1522 un barco procedente de Santo Domingo con destino a Sevilla fue atacado por un corsario francés llamado Jean Florin, el cual se apropió de todo su cargamento de azúcar. En 1537, otro corsario francés atacó los poblados de Azua y Ocoa, quemando ingenios y casas y saqueando todo lo que pudo; mientras que en 1540 un barco que recién había zarpado del puerto de Santo Domingo fue asaltado por corsarios ingleses.
* El sistema de flotas:A partir de la década de 1540, el pillaje de los corsarios se intensifica. En respuesta, las autoridades españolas deciden amurallar las ciudades de sus colonias y disponen que los navíos que operaban entre Sevilla y las Indias naveguen en flotas o grupos de barcos debidamente protegidos para así resguardarse de los posibles ataques. Este sistema de flotas establecía dos fechas anuales de salida desde España, y fijaba unos puntos precisos de partida y llegada: los puertos de Sevilla, Veracruz (México), La Habana (Cuba) y Nombre de Dios (Istmo de Panamá), por lo que el barco que viniera a La Española debía separarse de la flota al llegar al Caribe o a La Habana y recorrer solo el peligroso camino hacia el puerto de Santo Domingo.
- Sir Francis Drake: El recrudecimiento de las tensiones entre España e Inglaterra, debido sobre todo a las medidas españolas para intentar impedir el comercio ilegal entre sus colonias y buques ingleses y holandeses, así como a la lucha por ciertos territorios americanos (la teoría del mare clausum contra la de ocupación efectiva ), movió a la Corona inglesa a dar apoyo financiero y político para saquear las indias españolas al navegante Francis Drake (1585). Este atacó primero el puerto de Vigo, en España, y luego se dirigió a La Española, a cuyas costas arribó el 11 de enero 1586. Al día siguiente tomó la ciudad de Santo Domingo y allí se quedó, alojado en la Catedral, por todo un mes. Drake y sus hombres se dedicaron a destruir y a tomar todo lo de valor que encontraron a su paso: azúcar, cañafístola, jengibre, cueros, oro y plata, la artillería de la fortaleza, las campanas de las iglesias. Únicamente dejó la ciudad cuando recibió como compensación la suma de 25,000 ducados.
- Contrabando: A pesar de los denodados esfuerzos de España, desde muy temprano fue evidente que le era imposible monopolizar el comercio de todas sus tierras americanas. En el caso de la isla de Santo Domingo, los altos costos y escasa variedad de productos provenientes de España, su ya precaria vida económica y su creciente marginalización respecto de otras colonias más favorecidas, en virtud de sus riquezas, por el gobierno español, ocasionaron que sus habitantes procuraran activamente el intercambio mercantil con europeos extranjeros. De ahí que el contrabando constituyera una de las bases de su economía. Portugueses, franceses, ingleses y holandeses mantuvieron contacto comercial con La Española a todo lo largo del siglo XVI, no obstante las medidas coercitivas que aplicó la Corona. Esclavos, jabones, vinos, harinas, telas, perfumes, clavos, zapatos, medicinas, papel, frutas secas, hierro, acero, cuchillos, etcétera, eran comprados por los vecinos de La Española a cambio de azúcar, cueros, cañafístola, jengibre y tabaco. A finales del siglo XVI, los holandeses dedicaban anualmente veinte barcos de 200 toneladas al comercio exclusivo con Cuba y La Española
Devastaciones de Osorio
Tan importante llegó a ser el contrabando en La Española, que a comienzos de siglo XVII, la mayor aprte de la producción era adquirida por franceses, ingleses y en menor medida holandeses. Esta economía de contrabando, con la complicidad de las autoridades locales, llegó hasta tal punto de que a pesar de ser las zonas preferidas aquellas de la zona noroeste de la isla, por estar más lejos de la capital burocrática de la corona española, los ganaderos de toda la isla llevaban allí su mercancía para venderla. La influencia de la “Banda del Norte”, cómo se llamaba a la zona del contrabando, llegó a ser tan importante, que incluso comenzaron a registrarse bautizos protestantes en la zona.
La corono tomó una decisión drástica, que consistió en la despoblación de toda la zona del noroeste de la isla. Se destruyeron industrias, se trasladó a sus habitantes a Cuba y a otras islas, se destruyeron pueblos y obras de arquitectura, se dispersaron enormes rebaños de ganado. Todo esto provocó la despoblación y abandono de toda la zona, pero el efecto no fue el buscado por la corona.
Bucaneros, rebeldes y contrabandistas
La despoblación de toda una zona de la isla, convirtió este terreno en la zona ideal para que contrabandistas, esclavos rebeldes y piratas, lo utilizaran de base de operaciones. Llamaban a la zona Tierra Grande. La presencia francesa, que apoyaba y financiaba a muchos de los corsarios de la zona, así cómo intentaba minar el control español de la isla, vió en estos territorios el lugar ideal para expandirse.
Tortuga
La presencia corsaria y militar inglesa y francesa había sido desalojada de la isla de San Cristobal. Pero encontraron un lugar ideal para sus intereses, la Isla de La Tortuga, adyacente a La Española, y lugar ideal para intentar la expansión en su zona despoblada. Así, Tortuga, bajo la protección de lo enemigos de España, creció y prosperó como centro de operaciones marítimas, militares y comerciales, que minaban los intereses españoles. Así, también era usada cómo enlace por los grupos que ya actuaban en la isla:
* Filibusteros: También llamados “bandoleros del mar”, eran aventureros de distintas nacionalidades que se dedicaban ala piratería en las aguas del Caribe, asediando las embarcaciones españolas o portuguesas y sus puertos y ciudades del Caribe. Para reponer energías iban a la Tortuga.
* Bucaneros: Se dedicaban a cazar las reses y cerdos cimarrones que por miles poblaban el noroeste de La Española. Allí se radicaron,trasladándose a La Tortuga cada cierto tiempo para vender el cuero que obtenían y abastecerse de pólvora, municiones y prendas de vestir. El nombre les viene del tipo de asador(boucan) en que ahumaban la carne con la que se alimentaban.
* Habitantes: Grupo de aventureros que habían optado por dedicarse al cultivo de tabaco en la costa noroeste de la isla. Vendían este producto en La Tortuga.
La isla fue destruida en dos ocasiones por las fuerzas españolas, en 1630 y en 1635, pero finalmente la isla se asentó bajo protección francesa.
Ataques a La Española
En 1643, una flota de 34 navíos al mando del almirante William Penn y el general Veneables, que contaba con una fuerza de 7.000 marineros y 6.000 soldados, atacó las costas de la isla, intentando hacerse con la capital Santo Domingo. Estas fuerzas, fueron rechazadas con grandes bajas gracias a la inteligente estrategia española, aunque las defensas de la isla quedaron bastante mermadas. Esta misma flota inglesa en su retirada, arrebató en nombre de Inglaterra la isla de Jamaica a la corona española.
En 1644, los franceses, aprovechando el desgaste causado por el ataque inglés, penetraron con un ejército de 3.000 hombres en la “Tierra Grande”, la zona despoblada de la isla, internándose varios kilómetros tierra adentro y fundándo dos ciudades fortificadas.
Las defensas españolas no pudieron organizar un contraataque efectivo, puesto que sus efectivos estaban comprometidos en la lucha contra el corsario, principalmente los ingleses. Así, por la Paz de Nimega, los españoles reconocían la soberanía francesa sobre la zona ocupada, anuque esto no acabaría con los enfrentamientos militares entre ambas potencias por la soberanía de la isla.
En el año 1650, las aguas del mar Caribe bullen surcadas de barcos sin bandera que acuden a la llamada. Una palabra ha sido pronunciada y se repite en los oídos de todo marinero. Oro. En La Española, dónde se creían las minas agotadas, se ha encontrado un yacimiento sin parangón en todas las américas. En tierras españolas, cerca de la frontera con las colonias francesas, se dice que se ha empezado a sacar el preciado metal en grandes cantidades. Los vientos traen el rumor de los tambores, marineros recién llegados dicen haber entrevisto en la niebla flotas de incontables barcos, y cada vez que lo cuentan la bandera que llevan cambia.
En La Española la revolución ha estallado. Los criollos, los hijos de españoles, ya nacidos en la isla y muchos de los españoles allí afincados se han alzado en armas.
El oro extraido del nuevo yacimiento ha dado el impulso y los medios a los colonos de la isla para expulsar a los representantes del Rey de España. Batallones del ejército español en rebelión y milicias irregulares organizadas por los poderosos de la isla han expulsado a la guarnición fiel de la isla. Muchos de los soldados españoles, hartos de que sus pagas llegaran mal y tarde han desertado a la causa rebelde, que paga en oro contante y sonante.
La afrenta ha hecho jurar a Felipe IV que recobrará la isla, cueste lo que cueste. La única esperanza de la isla es el tiempo que tienen para prepararse. Pero la reciente paz en Flandes pone las cosas difíciles a la recién alzada población, pues los enormes recursos de la nación más poderosa del mundo se volcarán contra ellos. Se dice que en España, cómo en los tiempos de Felipe II y su Armada Invencible, se están talando por toda Castilla árboles para poner en el mar una flota cómo no se ha visto en mucho tiempo. Y los temibles Tercios, desmovilizados muchos por la paz en Flandes, están siendo llamados a filas.
En Francia, con su colonia tan cerca del oro, los hombres ya embarcan con dirección a La Española, y los pendones del Rey Sol, Luis XIV, ondean en los barcos que zarpan hacia el Caribe. Los Borbones franceses, ven la oportunidad de arrebatar a los austrias españoles las tan valiosas colonias del caribe, y tras la beneficiosa Paz de Westfalia, dar el golpe de gracia al “Imperio donde no se pone el sol”.
Inglaterra, la nación reina del mar. El país de los marineros mejor entrenados y la marina profesional más eficaz del mundo. Los aventureros ingleses parten ahcia el caribe con las licencias de corso de su recién creada república. Cromwell acaba de ascender al poder, tras la decapitación de Carlos I de Inglaterra, y su mandato es férreo y despiadado. Sus campañas en Irlanda dan fe de un hombre que no va a dejar escapar la oportunidad de alzar a Inglaterra a lo más alto, y para ello hay que hacer caer a España, y conseguir el oro de La Española.
Todos dan sus razones, todos dicen que es suyo. Pero la mayoría no recibirán más que sangre.
El capitán ha marcado rumbo a Tortuga, los barcos se reúnen. Han sido convocados y ninguno puede faltar. Se debe hablar, pero hay algo que es cierto:
Nunca habrá oro para todos.
FACCIONES Y GENTE QUE HABITAN EL CARIBE
SANTO DOMINGO
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No hace falta recordar que La Española fue bautizada por Cristobal Colon tras desembarcar en ella. Poco después, se esta estableció allí la primera colonia europea en América. Durante la primera etapa colonial la isla estuvo centrada en la explotación de los yacimientos de oro. Debido a las grandes extracciones que se hacían de este preciado metal, pronto, esos yacimientos se agotaron.
Fue entonces cuando, por cosas del destino , los españoles descubrieron nuevas minas de oro, la mas grandes del Nuevo Mundo. Ese fue el momento ideal para la revolución que muchos esperaban durante tanto tiempo. La Revolución fue liderada por el Capitán Antonio Marichal de la guardia de Santo Domingo y apoyada de plano por poderosos mercaderes españoles y holandeses. El levantamiento tubo éxito, todos los españoles leales a la corona fueron expulsado y se creo una nueva nación que fue nombrada: Santo Domingo.
Aprovechando el oro recientemente encontrado, la nueva nación empezó a reclutar muchos piratas que se unieron su bando, como también muchos mercenarios llegados desde el Viejo Continente. Santo Domingo necesita desesperadamente buenos soldados y marineros para defender su bandera, y posee el oro y los recursos para sostener su oferta. ¿Seras tu uno de ellos?
ESPAÑOLES
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Los Españoles son los descubridores del oro el la isla Nueva Española, pero aquellos leales a la Corona europea han sido expulsados de la isla. Los españoles han recibido un duro golpe con la perdida de La Española y necesitan todos sus recursos para mantener Cuba, Puerto Rico y sus puertos en el Continente bajo control. Pero los Españoles se están recuperando y sus vastas colonias les mantienen bien abastecidos.
Los personajes que decidan ser españoles, podrán interpretar a dos tipos de héroes:
A tripulantes, de embarcaciones encargadas de proteger y escoltar a las grandes Pinazas que transportan los cargamentos de oro. Además también deberán defender la isla de los ataques de otros barcos tanto piratas como corsarios, o adentrarse en el interior de isla para realizar diferentes misiones.
A los marineros Españoles que intentan recuperar la isla del control de los rebeldes que no son leales a la Corona.
INGLESES
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En las tabernas, plazas, tiendas y puertos de las colonias inglesas solo se habla del gran descubrimiento que han hecho los españoles en la isla La Española. Viendo la tremenda carrera que están haciendo otras naciones para apoderarse de este oro, como Francia, o de recuperarlo, como España, Inglaterra decide ser un participante mas.
Pero Inglaterra tiene una desventaja, sus colonias están mas lejos que las colonias de los contrincantes de La Española. Los corsarios vuelven a ser la solución para una nación que no esta segura de las posibilidades de su armada frente las armadas enemigas.
Los personajes que decidan ser ingleses, interpretarán a esos corsarios al servicio de la nación Inglesa. Su función esta clara: atacar, saquear y si es necesario, matar a cualquier barco que se dirija o provenga de La Española.
FRANCESES
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La idea de que se ha descubierto, en la isla de La Española, el tesoro mas grande que jamás se ha visto, es mas que un simple rumor. Los Franceses quieren aprovechar el desconcierto provocado por la revolución en la isla para, obviamente, apoderarse del tesoro. Es el momento justo.
Viendo la poderosa armada corsaria que los Revolucionarios, que poco a poco, están levantando, Francia decide recorrer a la misma estrategia, y espera, que junto a su armada, consigan derrotarla. Es por todo esto, que Francia hace un llamamiento a todos los piratas de la zona, para que se unan a su bando, como corsarios.
Los personajes que decidan ser franceses, interpretarán a esos corsarios al servicio de la nación Francesa. Su función esta clara: atacar, saquear y si es necesario, matar a cualquier barco que se dirija o provenga de la isla La Española. Además contarán con el inestimable apoyo de el asentamiento que sus compatriotas mantienen en la parte Norte de La Nueva Española ...
PIRATAS
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Los piratas, bandidos, forajidos y demás gente de la peor calaña, regidos tan solo por sus leyes y por su ansia de oro e incluso a veces de poder. No responden a ninguna bandera salvo a la de Jolly Roger, la bandera del pirata.
Los personajes que interpreten personajes piratas, se moverán por sus deseos de riquezas, de poder, y quizás puedan evolucionar a corsario representantes de alguna facción como los franceses o ingleses, o quizás sus objetivos estén en otra dirección ....
NATIVOS
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Son los habitantes de la isla, antes de la ocupación Española, ellos intentan recuperar sus terrenos, su oro y su dignidad, pero sus fuerzas de ataque son escasas, comparadas con el orden instaurado en la actualidad.
De momento no habrá disponibles personajes para representar a los nativos, y serán todos PNJ.
Otras Facciones
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Muchos otros pueblos y reinos habitan el mar caribe, pero su impacto e incidencia es bastante menor. Mercantes Holandeses y Portugueses surcan los mars haciendo comercio, por ejemplo.
LA LEY DEL PIRATA
Ni los mas sanginarios y odiosos piratas que surcan los mares, osan desafiar las leyes piratas, que un día se instauraron, y que hasta hoy son respetadas por todos y cada uno de ellos.
Cita:
2. Una falta leve (una pelea, o el incumplimiento de una orden) suele castigarse con un número determinado de azotes. Una falta más grave, como el robo, el asesinato o la delación se castiga con la ejecución, la amputación de nariz y orejas o el "maroon'd".
3. Si cualquier hombre entorpece el funcionamiento de la compañía o guarda cualquier secreto , él será marroon'd y castigado de forma severa por el capitán y la compañía.
4. Si cualquier hombre roba y miente a la compañía, él será marroon'd y sera castigado severamente por el capitán y el resto de la compañía.
5. Si se descubre que un hombre firma y se compromete para su beneficio, sin consentimiento de la compañía, sufrirá el castigo que le aplique el Capitán y la compañía
6. Si ese hombre impulsará otro a tropelía y deslealtad, mientras que estos artículos están en vigor, recibirá la ley de Moses (que es 40 rayas) sobre la parte posterior con el gato de siete colas.
7. Ese hombre se encerrará solo en prisión aislamiento, sin licores fuertes, ni pipa para fumar, sin linterna, solamente se le dará una vela y sufrirá el mismo castigo que en el artículo anterior.
8. Si un hombre hace traición o villanía y no mantiene su contrato. El castigo será tan espantoso que tanto el capitán y la compañía pensarán la forma de ajuste tras votación.
9. Si cualquier hombre pierde parte de un miembro en la época del contrato, él tendrá 400 pedazos de a ocho y si es el miembro entero, 800.
10. Si un hombre fuerza o violenta en cualquier momento a una mujer prudente sin su consentimiento, sufrirá la muerte.
El pirata y naturalista William Dampier calcula las porciones legales de reparto del pillaje de acuerdo con la carta de marca que se ha jurado respetar mano sobre la Biblia y labios sobre la botella de ron.
Reglamentariamente se separan la media parte del grumete, la parte entera del marino, la parte y cuarta para los oficiales y los músicos, la parte y media para el cirujano y el segundo contramaestre y el artillero y las dos partes para el capitán y contramaestre.
EL INFRACTOR, PAGARÁ CON CRECES SU OSADÍA. CASTIGOS
Uno de los peores era pasar a alguien por la quilla. Sobre la cubierta de la nave se ataba un cabo al prisionero por una de sus puntas. La otra punta del cabo era introducida en el agua y llevada al lado contrario por debajo del barco. Una vez esta punta estaba en cubierta, el prisionero era atado de nuevo con ella. Para evitar que el condenado tragara agua se introducía una porción de grasa por su boca. Cuando se ordenaba la ejecución, el reo era elevado por los pies y dejado caer al mar por un lado mientras un grupo de hombres tiraba del cabo por el lado contrario, arrastrando así al prisionero por debajo del casco del buque hasta que volvía a ser izado por la banda contraria. La operación se repetía tres veces. Además de la enorme angustia que suponía la asfixiante carrera, el castigo se agravaba con el hecho de ser arrastrado sobre el casco del barco completamente cubierto de moluscos y cabezas de clavo que cortaban el cuerpo del desgraciado.
Otra variante de este castigo era la de elevar el prisionero por los pies desde el buque y soltarlo hasta caer al mar. Este castigo se realizaba por horas, izando y soltando sucesivamente al reo y generalmente, cuando se decidía tirar al mar al prisionero para ejecutarlo, éste ya estaba muerto.
Otro duro castigo era el "maroon'd". Consistía en abandonar a alguien en un islote o isla desierta apartada de las rutas de navegación. Se le desembarcaba junto con un poco de agua, una arma de fuego, unas pocas balas y un poco de pólvora. El abandonado generalmente moría así o de hambre o de herida de bala o ahogado al subir la marea si se encontraba en un pequeño islote.