Partida Rol por web

- Oh, no! Pinzas, regresa ahora mismo. - Ramiro retira a su Clauncher del combate puesto que ya no puede seguir combatiendo, pero el nadador todavía no ha dicho su última palabra. - Está siendo un combate muy intenso. Llevémoslo hasta el final! Tails, Ataque Rápido contra Bulbasaur. Debilita al menos a ese pokémon - comenta entre dientes.

 -¡Muy bien Bruteroot! ¡Eres el mejor!

¡Había salido bien! No, más que bien. El clauncher estaba ya fuera de combate y las drenadoras fortalecían a Bruteroot lo suficiente como para aguantar los ataques del buizel.

 -¡Bruteroot, sigue con ataque placaje! ¡Ya le tenemos, acaba con él!

SI el nadador quería salvar a su pokémon aún podía rendirse… ¡Primera victoria en el bolsillo! ¡Aquel día estaba siendo fantástico!

-¡Uis, ese Pokémon es muy duro...! ¡Pero Bruteroot aguanta genial, vamos Krabby! ¡Ve a por él, ya esto ya casi está!

Y ahora el Krabby se dirige a su próximo objetivo... Alza sus pinzas y se dispone a atacarle con ferocidad!

El Buizel de Ramiro gasta sus últimas fuerzas en realizar un ataque rápido contra Bulbasaur, pero el pokémon planta de Ester resiste nuevamente la embestida y Krabby pone punto y final al combate tras debilitar a Buizel con un ataque Agarre.

- Fiiuuu, ha sido un combate trepidante - Comenta el nadador después de retirar a su Buizel inconsciente. - Sois unas excelentes entrenadoras. Aceptad esto como prueba de vuestra victoria - Ramiro os entrega 50$ a cada una - Y esto para curar a vuestros compañeros - también os da una poción a cada una. Finalmente el chico se despide de vosotras y se va corriendo hacia la otra punta de la playa, donde están sus pertenencias. 

Sin perder un segundo, Ester fue a aplicarle la poción a Bruteroot.

 -Buen trabajo amigo. Ahora descansa, te lo has ganado.

Porque había peleado como un campeón. Cuando el frasco de poción estuvo vacío, la entrenadora hizo regresar al bulbasaur a la pokéball antes de ir donde Ayaka.

 -¡Ha sido un combate genial! Ayaka, tienes mucho talento.

Luego miró al nadador y le tendió la mano para estrecharla.

 -Buena pelea. Tienes unos pokémon muy fuertes. ¡Me has tenido preocupada durante casi todo el combate!

En cuanto el combate terminó, Ayaka fue a darle un tremendo achuchón a su Krabby... El cual, a pesar de estar cansado por el combate, respondió con una encantadora "sonrisa" a su recién entrenadora. Se le veía en los ojos que estaba contento por ese gesto de Ayaka...

-¡Krabby! ¡Hemos vencido, has estado genial! ¡Eres muy fuerte, estoy tan contenta...! -gritaba Ayaka mientras saltaba de alegría con su Pokémon en brazos.

Corrió hacia Ester con el Pokémon en brazos y le sonrió con alegría.

-¡Gracias! ¡GRACIAS! ¡Tú también lo has hecho genial! ¡Hemos ganado! ¿¡Ahora qué vamos a hacer!? ¿Vamos a retar a otros entrenadores? ¡Vamos, vamos! ¡Estoy segura de que también vamos a ganar, vamos! -le dijo a Ester mientras tiraba con energías del bajo de su camisa, apremiándola a seguir el camino-.

 -Buf, antes de combatir más quiero pasar por un centro pokémon. Bruteroot ha acabado agotado y necesita un buen descanso. Además, ¿no te apetece comer algo? Porque yo tengo un hambre ahora mismo…

Si es que el estrés de la batalla había sido más del que la entrenadora estaba dispuesta a reconocer. Y todo el mundo sabe que estresarte da hambre. Sin importar que hace nada hubieran merendado con Erika.

 -Venga, vamos a buscar un centro pokémon para descansar en condiciones. Y luego ya buscaremos más pokémon o más batallas o lo que sea.

-¿Otra vez a comer...? ¡Pero si hace nada que hemos comido con Erika! -baja un poco los hombros... ¡Ella quería seguir de aventura! Pero la verdad es que es cierto que Krabby y Shinx tenían que recuperarse. La chiquilla cambió repentinamente la cara y sonrió mientras asentía-. ¡Bueno, vale! ¡Vamos a un centro Pokémon entonces!