Partida Rol por web

-Buen chico.- Le dijo, sonriendole suavemente mientras recogía la piedrecita.  -Quieres seguir jugando?- Le preguntó, volviendo a mover la piedra.

El pokémon parecía muy contento por el hecho de ver que querías jugar con él, movía la cabeza de un lado a otro, siguiendo de nuevo la trayectoria de tu mano, desde luego se lo estaba pasando bomba

Volvió a tirar la pelota en la dirección contraria para que  el pokemon la cazara, divertido con el juego. Le estaba ayudando a olvidarse un poco del mal trago que había pasado con el rapapolvo de la entrenadora.

El pokémon fue detrás de la piedra, sin embargo esta vez tardó más en reaccionar ¿se estaba cansando?¿o acaso sospechaba que estabas tramando algo con respecto al su "tesoro" enterrado?.

-No quiero tu tesoro, tranquilo.- Dijo, jugaría un poco más con él y seguiría buscando otros pokemon

Cuando el pokémon regresó y te devolvió la roca parecía muy complacido, sin embargo en el momento que optaste por seguir con tus asuntos y dejar a éste detrás comenzó a ladrar con fuerza, parecía que el sentimiento de sentirse ahora abandonado le molestaba mucho y más después de haber estado jugando un rato con él.

Suspiró un poco al oírlo ladrar, girándose. -¿Quieres acompañarme? Voy a estar un rato más por aqui.-

El pokémon comenzó a dar vueltas alrededor tuya, parecía que le había gustado tu idea

-Buen perrito- Dijo, acariciandole la cabeza cuando empezó a dar vueltas, caminando un poco más para ver si encontraba otro pokemon igual  de amable.

Mientras caminabas buscando más pokémon te topaste con un hombre que estaba por los alrededores, no sabías si al igual que tu también había estado inspeccionando la cueva buscando Pokémon

- Eh amigo - comentó tras verte. Acto seguido se agachó y examinó a Herdier

- Tu pequeño compañero está armando demasiado jaleo, deberías llevarlo en tu pokéball ¿de acuerdo? no te lo tomes a mal jeje, pero es que con tanto ruido va a espantar a otros pokémon que haya en libertad y creo que eso no beneficiará a nadie - El hombre iba vestido de manera muy extraña, como si fuera una especie de uniforme pero demasiado moderno para tu gusto ¿quién sería?

-Bueno, el también es salvaje, asi que es normal que ladre un poco.- Dijo, no lo había capturado aún, así que no podía decirse que fuera suyo. -Y no hace tanto ruido, solo ha ladrado un poco antes.- Y dudaba mucho que el pequeño animal asustara a los pokemon de las profundidades con sus sonidos

El hombre sonrió

- Oh vaya, así que tan solo es un pokémon salvaje que se ha encariñado de ti, eso es que tienes buen aura amigo - comentó mientras te daba una palmada en el hombro

- ¿Estás entrenando a tus pokémon en la cueva o andas buscando alguno nuevo para tu esquipo? -

-Gracias.- Dijo, sonriendo un poco mientras acariciaba suavemente al Hernier para que no se aburriera. -Principalmente ando buscando miembros nuevos, pero tambien aprovecho para entrenar.-

El hombre mostró una media sonrisa

- Estupendo, entonces con tu permiso voy a aprovechar para poner a prueba un pokémon que conseguí no hace demasiado tiempo, a ver que tal se desenvuelve ¿de acuerdo? - comentó sacando la pokéball

- Espero que, como buen entrenador, no vayas a echarte atrás -

-Supongo que no puedo negarme...- Dijo, poniendo la mano sobre la spokeball de su cinto preparado para el combate

VS

-Adelante, Snorunt! Doble Equipo!- Dijo, decidido a comprobar la fuerza de su rival.

- ¡Adelante Togepi! - el hombre sonrió tras ver a Snorunt

- Vaya, curioso pokémon, me encantará verlo en acción - dijo mientras observaba como Snorunt se movía a gran velocidad.

-Anda..- Dijo, sorprendido al ver al togepi. -Yo tengo un togetic en mi equipo.- Dijo, sonriendo un poco antes de atacar. -Snorunt, Canto Helado!-

El canto de hielo impactó en Togepi de manera muy eficiente, aquel pokémon parecía algo absorto en sus juguetones movimientos, era como si no estuviese tan espabilado como el tuyo, lo cual provocó que cayera presa del ataque y ahora estuviera muy malherido.

- ¡Vaya! - comentó tras ver el ataque. En un rápido movimiento cogió la pokéball y atrajo de nuevo a Togepi

- Ese ha ataque ha sido muy preciso, me gusta - comentó mientras retiraba al Togepi que aún tenía capacidades para luchar pero que había quedado muy debilitado.

- Con esto tengo lo suficiente para saber el futuro que le espera a mi pokémon, muchas gracias por tu colaboración muchacho - dijo colocando una Irisina en tu mano. Tu primer pensamiento fue un ¿ya?