Partida Rol por web

-Wah!- Dijo, apartándose justo cuando las mandíbulas del pokemon dieron un chasquido en el aire antes de volver a hundirse. -Vaya...menudo bicho...- Dijo, notando que se había dejado la cantimplora en la orilla, por lo que se acercó con cuidado a recogerla, no se le fuera a antojar al pez como almuerzo...

El basculin no dudaba en saltar del agua cada pocos segundos para así no perderte de vista, era como si quisiera que te acercaras de nuevo para tener tu mano a la distancia suficiente para atacarte de nuevo.

Togetic parecía divertido ante la situación, no le tenía ningún miedo a ese pokémon voraz.

-uy...- Se acercó al agua con cuidado cuando el Basculin volvió al agua unos segundos antes de volver a saltar, cogiendo la correa de su cantimplora para recuperarla antes de que lo viera a la distancia suficiente para morderlo.

Con suerte tu movimiento fue lo suficientemente rápido para recuperar la cantimplora antes que Basculin pudiera hacerte daño.

-Menos mal...- Dijo, rodeando el lago a una distancia prudente, no quería llevarse un mordisco por despistarse, aunque a Togetic eso no parecía importarle, ya que paseaba por la orilla, sobrevolandola sin alejarse demasiado de su dueño mientras este buscaba nuevos pokemon.

Cuando te alejaste del lago escuchaste como si hubiera alguien enterrando algo en la tierra. En poco tiempo viste a un pokémon que estaba junto a un hoyo, moviéndose con bastante velocidad, hasta que no estuviste a escasos metros no diferenciaste al ejecutor de tan rápida excavación, era un Herdier ¿salvaje? 

-Anda..- Se acerco al terrier con una sonrisa. -Hola perrito. Que escondes?- Le preguntó, mirandolo amistosamente

El animal se mostraba desconfiado, notaste como tapaba con su cuerpo la zona donde había enterrado algo.

-Vale, vale- Dijo, al ver que no pensaba dejar libre su tesoro para que curioseara. En su lugar, cogió una piedrecita del suelo, enseñandosela al pokemon. -¿Quieres jugar?-

Con aquella piedra habías captado absolutamente toda la atención del animal. Ahora sus ojos estaban siempre fijados a la trayectoria de tu mano.

-Busca!- Le dijo, tirándo la piedrecita por encima de la cabeza del pokemon para que fuera a por ella y poder echarle un vistazo a lo que había escondido.

El pokémon rápidamente fue tras la piedra dejándote a solas con aquel pequeño montón de tierra y rocas que había usado para tapar algo que tu curiosidad no podía permitir pasar por alto.

Tras perder de vista al guardián, comprobaste que dentro del agujero había una calavera, era del tamaño de la cabeza de un bebé pero tenía una forma y unos colmillos que bien podrían ser los de un felino, sin embargo este tipo de cosas son difíciles de averiguar para un niño de tu edad.

Una gota de sudor frio le recorrió la espalda al ver el cráneo semienterrado, perteneciente seguramente a la última comida del Hernier o quiza a los despojos dejados por un animal mas grande...

Volvió a enterrar la calavera con cuidado antes de que su dueño llegara, siguiendo su camino en la misma dirección que el pokemon

Pasaron un par de minutos y el pokémon aún no había regresado ¿tan lejos habías lanzado la piedra?

-Vaya, si que tarda..- Se dijo, siguiendo el camino del pokemon a ver que había ocurrido

Finalmente el pokémon volvió con la roca en la boca, cuando estuvo junto a ti la depositó bajo tus pies y acto seguido se colocó encima del montón de tierra y rocas donde estaba sepultado el cráneo.