Partida Rol por web

Tras bajar encontraste a la enfermera tan sonriente como siempre ¿cuantas horas dedicaban al trabajo? aquello podría ser sobre explotación...

- Buenos días - comentó cordial. Antes de que pudieras salir intentó detenerte

- ¿Tu eras... Izasu, no es así? -

-La verdad es que no le tengo demasiado miedo. Es la mejor manera de combatirlo-dijo Zlatan, que a pesar de la sorpresa, intentaba sacar información de otra manera-¿Por qué crees que está aquí?, no tiene mucho sentido.

La mujer parecía aún más sorprendida

- ¿A caso nunca viste las noticias? el padre de ese muchacho ha sido acusado de asesinar tanto a su mujer como a un vecino, lo tienen encerrado en prisión preventiva y en cuanto a él... - suspiró

- Se dice que es una persona muy violenta, incluso a agredido a otros chicos de tu edad, ahora estará buscando refugio allá donde puede... aún así prefiero no seguir hablando de esto, si nos escucha nos meteríamos en un serio problema - comentó mientras te daba una palmada en la espalda

- ¿Por qué no te vienes conmigo? -

-Buenos días enfermera.- Dijo, sonriendo algo adormecido, aunque la enfermera parecía fresca como si llevara rato despierta. -Mmm? si, yo soy Izasu, por?- Preguntó, acercándose al mostrador con curiosidad

La enfermera sonrió pero con una expresión algo triste

- Me han dejado un encargo para ti, Izasu. Viene de parte de tu compañero, su nombre es Zlatan aunque sé que no hacía falta que dijese nada - no entendías que quería decirte

- Se marchó hace un par de horas y encomendó la tarea de informarte, parece ser que... bueno... no se siente muy cómodo con tu compañía, lamento tener que ser yo quién te lo diga pero me lo pidió por favor... de todas formas si quieres que diga algo al respecto... no es la primera vez que me informan de algo así varios entrenadores -

Parpadeó un poco al oír la noticia de que Zlatan no se sentía cómodo con él, lo cierto es que no había parecido incómodo ni se le ocurría que podía haber hecho de malo para molestarle, pero siendo su decisión, no podía hacer nada. -Bueno...no se que decir...supongo que estas cosas pasan, gracias por decirmelo...- Dijo, por el lado bueno tendría más libertad para ir donde quisiera... -Una pregunta,¿ sabe donde podría desayunar algo..?-

La enfermera puso cara de maldad

- ¡Claro! ¡Aquí mismo! - y de debajo del mostrador sacó un pastel de nata con una pinta exquisita pero que en cuestión de segundos estampó contra tu cara.

Entonces notaste un gran vuelco en el corazón, antes de que te dieras cuenta estabas con los ojos abiertos de par en par, tenías la almohada encima de tu cara de una manera bastante desagradable, te notabas extraño, pero todo tenía su explicación, estabas soñando...

En la misma habitación seguía Zlatan, aún dormía como un tronco.

Arrojó la almohada a un lado, gruñendo por lo bajo por el mal sueño que había tenido, estirándose mientras se quitaba el pijama, poniendose los calcetines para levantarse y mirar el cuarto iluminado por la luz que se colaba entre las persianas. Se giró a ver si sus dos compañeros de cama aún estaban en sus lugares, suspirando al ver a Zlatan en su sitio.

Bajo las escaleras con un bostezo tras mirar la litera de la chica un momento, estirándose suavemente para buscar un lugar donde desayunar de verdad, esperando encontrarse a una enfermera algo menos dispuesta a pringarle la cara de nata.

La enfermera te dio los buenos días rápidamente, en ningún momento parecía portar ni maldad ni una tarta de nata, aunque pensándolo bien en condiciones normales no estaría nada mal probar un poco de ella.

- Buenos días entrenador, espero que tu primera noche en un centro pokémon haya sido reparadora ¿hay algo en lo que pueda ayudarte ahora? -

-Ah, si...mmm...donde puedo desayunar?.- Preguntó, algo desconfiado por si resultaba que el sueño no estaba tan alejado de la realidad.

La enfermera te señaló una habitación que estaba en esa misma planta

- Quizás no es gran cosa, pero allí hay una máquina que por unas cuantas monedas te prepara chocolate caliente, de lo contrario tendrás que ir a alguna cafetería del pueblo - dijo creyendo que no sería de demasiada ayuda.

-Muchas gracias...- Bostezo un poco, dirigiendose a la máquina a consultar el precio de un buen desayuno que le cargara de energía para el día.

Ahí comprobaste que el sistema monetario para aquella máquina no tenía nada que ver con las Irisinas que usaban los entrenadores, era como si hubiera dos tipos de monedas en circulación, las comunes para todos los establecimientos y aquellas que estaban relacionadas con todo el mundo del entrenador pokémon, las Irisinas

Al menos no tendría que gastar más irisinas, se dijo, buscando algo de cambio en sus bolsillos, sacando unas pocas monedas para meterlas en la máquina y sacar un chocolate caliente para beberlo, pensando en que haría ese día. -Mmm...- Lo que más le atraía era ir a entrenar para poder seguir avanzando en su aventura, pero no quería irse sin avisar a Zlatan antes

Se levantó de la mesa tras picar algo de comida de su mochila y terminar el chocolate, acercándose al mostrador dle centro pokemon. -Enfermera..puedo dejarle un mensaje para el chico que vino conmigo anoche? digale que estare entrenando en la ruta del faro, por favor.-