Sonrió aún sentada en la cama, viendo como su marido, con la moral alta de nuevo, como siempre ha sido, se va de buen humor de caza, le vendrá bien entretenerse con ese pasa tiempos. Suspira viendo su porte con al espada y no es de extrañar que me enamorase de él, piensa -Traeme algo bonito- bromea.