Partida Rol por web

Al escuchar el pueblo fantasma de Alicurá, recuerdas que hace un tiempo habías escuchado algo de eso, si bien eran rumores y una charla muy al pasar todo iba a caer escrito en tus cuadernos.

Empiezas a sacar cuaderno por cuaderno y a hojearlos hasta que lo encontrás. Es un párrafo chiquito, pero al menos te da una idea de lo que podes encontrar allí.

"Alicurá: Pueblo que desapareció a mediados de 1980 o principios del año 1990. No se sabe bien porqué, pero fue muy repentino y en menos de un par de días ya no había nadie en el lugar. Todo sucedió después de la construcción del Embalse homónimo. Según escuché algo cayó en el lugar y prefirieron taparlo con agua antes de desenterrar el objeto caído del cielo" 

Entre paréntesis al lado se lee (Solo rumor, busqué más información y no encontré nada).

Ya había pasado la hora de comer, por lo que El Turista estaba parcialmente vacío. Había preparado una mesa para cuatro personas, aunque no sabía si la muchacha de las gafas iba a aparecer. Guardé el mapa de la zona y algunos periódicos donde se hablaba de las cosas extrañas que sucedían allí, se lo mostraría cuando nos hubiésemos reunido todos. 

Mientras esperaba, me dediqué a atender a los pocos clientes que iban pasando por allí, por suerte no tenía mucho trabajo en aquel momento y parecía que podría prestar más atención a mis posibles acompañantes. Me gustaría saber qué sabían del lugar cada uno de ellos, qué información tenían y qué era lo que más les interesaba de ello. Adelanté algo de trabajo preparando algunos bombones y pastelitos de chocolate. Quedaban simplemente un par de horas para terminar mi turno, como me tocaba a mí cerrar el bar, podríamos quedarnos reunidos algún tiempo más. 

Empecé a hacer más chocolate caliente, en ese trabajo ganaba más de lo que gastaba, por lo que tenía pensado invitarles, para hacerles sentir más cómodos y relajar el ambiente.El tiempo pasaba y nadie aparecía, lo único que podía hacer era esperar...

Te pones a buscar información en tu iphone sobre el pueblo, no encontras cosas más relevantes que algunas fotos de los que vivían ahí en los 70 y 80. Por lo cual decidís ir un poco más profundo.

Gracias a tus contactos podes tener un leve acceso a la base de datos de la policía federal, un favor que te debían de hacía un tiempo y que, mientras no te pongas a ver demasiadas cosas no ibas a tener problemas para seguir accediendo.

Y aquí es donde encontras algo interesante. En uno de los reportes se puede leer. Lo que te llama la atención es que son escaneos de reportes muy viejos, amarillentos y manuscritos, con lo que te cuesta leer algunas partes:

"5 de Julio de 1914: Ayer al mediodía se escucho un ruido muy fuerte y seco. Cuando vimos al cielo pudimos apreciar ....................., mezcla de verdes con naranja y azules, dejando ............... sí. Unos segundos más tarde se escucho otro ruido, esta vez era claramente el de un impacto."

"15 de Julio de 1914: Después de 10 días de búsqueda se encontró el "meteorito", o así lo denominaron los expertos. Fue cerca de Bariloche, a unos 130 km aproximadamente. Afortunadamente cayó en un descampado y no hubo victimas de ningún tipo más que ................. Al ser algo que excedía nuestra jurisdicción no se nos permitió acercarnos, solo se nos ordenó .............................. por las dudas aparezcan algunos curiosos, el cerco se dispuso a un radio de 200 metros del lugar de impacto"

"16 de Julio 1914: Hoy volvemos a Bariloche, misteriosamente aparecieron unos ............................. con equipos que jamás había visto en mi vida. Nos pidieron que................................................ y los dejemos trabajar, debido al exceso de .......................... que había en el lugar"

Después de eso cuando querés acceder al siguiente te figura el cartelito de restringido. 

Luego de haber terminado la cena que pedí en el hotel, bastante mediocre por cierto, guardé mis notas en la mochila que siempre llevaba. Me puse bufanda, gorro, campera y guantes para salir a la noche helada. A medida que el sol bajaba lo hacía fugazmente también la temperatura y las calles cubiertas de nieve se vaciaban. 

El Turista estaba a punto de cerrar y ya casi no había gente aunque el calor humano permanecía. Me acerqué a la barra donde Alice trapeaba distraidamente.

-¡Buenas! ¿Cómo a estado la tarde? -  Pregunté con interes.

Mientras terminaba de preparar el chocolate fundido, con su exquisito aroma, escuché una voz. Sonreí al ver que se trataba de Samantha, la saludé y me acerqué con una taza de chocolate, sirviéndosela en la mesa que había preparado para la reunión, era lo que había pedido y así lo haría.

- Buenas tardes, la verdad, no ha venido mucha gente, pero ha estado bien. Disfruta del chocolate, aún quedan algunas personas por venir a la reunión - añadí y volví a sonreír - ¿y vos? ¿visitasteis el lugar? hay lugares muy bonitos por ver. 

Miré alrededor, esperando que llegase aquel hombre que había pedido unirse a la reunión. Seguía pensando en si la muchacha de las gafas vendría... cuantos más fuésemos, mejor. Dudaba en sí debía sacar ya los periódicos y la información sobre el lugar, pero creí oportuno esperar a que estuviesen todos juntos. 

Entró por la puerta mirando a todos lados, como un animalillo asustado. Cuando vio a Alice entró, sonriendo un poco. 

-Hola, soy Esther... la chica con la que hablaste antes sobre ese pueblo.

Miró a ambas mujeres un poco sonrojada, se colocó bien en el hombro una bolsa de patines, esperando la respuesta de las dos muchachas. 

Antes de que pudiésemos decir nada, apareció la otra muchacha, Esther, la única de la que dudaba si iba a venir. Sonreí y le hice un gesto para que se acercase mientras iba a por su taza de chocolate caliente. Invité a ambas a sentarse mientras acababa de servirle el chocolate a la recién llegada.

- Buenas tardes, Esther, me alegra que hayas venido - las miré con una sonrisa - Sentaos, solo falta una persona por venir, entonces empezaremos ¿cómo llevan la estancia en Bariloche?

Intenté dar algo de conversación, pues no sabía cuanto iba a tardar el muchacho en llegar y no quería que se aburriesen. Por una vez que encontraba a alguien que quisiera acompañarme en mis aventuras a lugares extraños, no iba a dejar pasar la oportunidad bajo ninguna circunstancia.

Me presento con la muchacha de lentes y mirando a Alice le respondo.

-No hace mucho que llegue a Bariloche pero vengo dando vueltas por aquí y allá hace tiempo. La vida de reportera no es fácil, tengo un blog que mantener y no me gusta investigar desde un sofá en casa, comiendo helado metida hasta las narices en la internet. - suspiro dramáticamente - Todos tenemos derecho a que nuestra historia sea contada. ¿No les parece? - Me quedo mirándolas expectante mientras sorbo un poco de mi chocolate caliente.

Dentro de todo lo que buscaste no encontras más que un par de periódicos con recortes al azar de gente contando historias de cuando vivían ahí, pero nada muy relevante, más que recuerdos de compañeros de escuela o alguna anécdota de pesca en el río. Pero nada más relevante que eso, no hay historias sobre fantasmas ni nada por el estilo. 

Como parecía que no acudía nadie más a la reunión, una vez dieron las 19h y ya teníamos el bar para nosotras solas, saqué los periódicos y la información que tenía. Unos pocos artículos sobre el pueblo y lo que teóricamente sucedió. Puse los artículos en la mesa y les mostré el mapa junto con algunas imágenes del lugar.

Añadí con un bolígrafo que se ubicaba a 127 kilómetros al norte, dirigiéndonos por la ruta 40. Antes de nada les leí uno de los artículos que me había interesado:

Hay cientos de fotografías, y anécdotas que no alcanzaría el diario para escribir. Puedo decir sí con certeza la fecha que empezó a desmantelarse, que fue en el año 1986. Ese año yo estaba cursando quinto año del secundario, y ya se había empezado a trasladar personal de la obra para Piedra del Águila, por lo que no nos dejaron el Secundario. Así que viajábamos todos los días desde Alicurá a Piedra, en 3 colectivos, en uno iban primer y segundo año, en otro terceros y cuarto y en un colectivo más chico íbamos los de quinto. Salíamos a las 6.30 de la mañana desde enfrente a lo que fue el secundario en Alicurá y llegábamos a las 8.15 aproximadamente a Piedra, donde nos esperaban para desayunar en el club de empleados. Y a las 8.45 empezaban las clases, a mediodía nos llevaban a almorzar y como a las 15.30 emprendíamos el regreso, llegando más o menos 17. 30 a Alicurá. 
A medida que avanzaba el año, cada vez éramos menos viajando, porque a los padres les iban entregando las casas y nos íbamos mudando, recuerdo que yo me mudé en julio del 1986. Esa fue una buena experiencia, hubo días que no pudimos salir por nieve, por hielos en la ruta, etc. Viajábamos todos los días, de lunes a viernes, fue un sacrificio, pero que a esa edad no se toma como tal. Ésta puede ser una buena anécdota, al igual que la increíble nevada de 1984 donde quedamos totalmente aislados.
 Fue una etapa maravillosa de nuestras vidas, los años vividos en las obras, si se informan verán los testimonios de los chicos, es impresionante la forma en que nos marcó para el resto de nuestras vidas.
Volví para Uruguay en marzo del ''90 y nunca más volví por esos lados maravillosos, es algo pendiente, que si Dios quiere lo haré a la brevedad.

Una vez terminé de leer comenté - Veamos, resumidamente, cuando el pueblo quedó como pueblo fantasma fue alrededor de los 80, por lo que lleva bastante sin ser habitado. Podríamos prepararnos, llevar lo necesario para recaudar más información y descubrir qué ocurrió realmente, pues no creo que todo un pueblo entero quede desierto en tal leve periodo de tiempo porque sí - las volví a mirar y di un sorbo de mi taza de chocolate - ¿vosotras tenéis más información? ¿qué opináis?

Escuché atentamente la información de Alice. -Pues la verdad no he encontrado más que esto- Les mostré el cuaderno donde tenía anotada la pequeña reseña. -Y no he podido encontrar nada más, al parecer la gente o no sabe nada o no quieren hablar al respecto. - Suspiré pesadamente - No es mucho. Esperemos que sea suficiente lo que tenemos, para estar preparados.

- Hola, disculpen la demora. Esto de caminar sobre hielo no se me da muy bien - digo con un tono evidentemente Español. - pues yo no conozco nada de ese lugar más allá de lo que escuché recién antes de la demostración. - Al ver la taza de chocolate me relamo y la saboreo lentamente y con placer. - Bien, ¿cuando partimos hacia esta aventura? Espero que no lleve mucho tiempo porque sino mis amigas se van a enojar bastante por dejarlas colgadas, jijiji.

Observé a ambas y sonreí, cogiendo el mapa y quedándome pensativa unos minutos. Debería prepararme bien y quizás podríamos quedar mañana por la mañana para dirigirnos ya hacia allí. Quizás podríamos descubrir más de lo que pensábamos, o quizás no, lo que sí sabía era que si no lo intentábamos, no lograríamos nada.

- De acuerdo... - dije levantando la mirada del mapa - podríamos quedar mañana por la mañana y dejar esta noche para descansar y prepararnos las cosas. Llevaré este mapa, por si acaso, llevaos alguno por si se nos pierde tener uno de repuesto. -  miré a Esther para responder a su pregunta - Tranquila, yo creo que estando un par de días tendremos suficiente. En todo caso podemos volver y archivar la información que vayamos descubriendo ¿no creéis? - sonreí con entusiasmo, tenía muchas ganas de empezar la investigación - aunque bueno ¿tenemos algún coche disponible? No creo que queráis andar 127km... tardaríamos muchísimo en llegar.

Di otro sorbo a la taza de chocolate mientras esperaba la respuesta de las chicas. Me alegraba más de lo que parecía tener esa compañía durante mi viaje de puro interés personal. Quizás podría llegar a encontrar lo que llevaba tiempo buscando, pero como había pensado anteriormente, si no se intentaba no se conseguiría nada.

-¿Podríamos alquilar uno? Entre las tres. Si es que nadie más se atreve a esta aventura- Dije sonriendo con picardía.  

-Sugiero que nos encontremos lo más temprano posible para aprovechar las horas de sol al máximo. ¿Qué les parece?- Pregunté expectante. La idea me atraía cada vez más. En lo posible deberíamos irnos de madrugada para llegar al amanecer al pueblo, así aprovecharíamos la horas de sol. Deberíamos ir bien provisionadas si nos animamos a dormir allí. Dentro de todo no es tan lejos serían una hora y pocos minutos en un auto por la carretera en caso contrario. Vaya uno a saber qué cosas nos esperarán en el lugar.

- No hace falta ir en auto, hay un colectivo que sale temprano para Neuquén. Podemos ir en ese y nos ahorramos un poco de dinero. - mientras un gran bigote de chocolate aparece en mi boca después de un gran sorbo de chocolate.

- Creo que sale cerca de las 7 de la mañana. Podríamos encontrarnos en la terminal de colectivos y tomarlo desde allí, si les parece claro está. 

No me hizo falta meditar mucho sobre la situación y asentí ante la idea del colectivo, probablemente sería la más viable aunque deberíamos mirar cómo volver.

- Me parece bien, podríamos coger ese colectivo. Entonces ¿nos reunimos sobre las siete de la mañana en la estación con todo preparado? Yo me llevaría mochila para acampar también, no vaya a ser que tengamos que quedarnos allí a dormir o lo que sea. - sonreí - Me parece que ya está todo en orden, así pues, si estáis de acuerdo, marcharé a arreglar las cosas para mañana.

Esperé por si tenían algo más que añadir, si no era el caso, cerraría el bar y marcharía a arreglar la maleta y todo lo que necesitase esencialmente para poder estar en aquel lugar sin ningún tipo de problemas o imprevistos, así que ni el botiquín ni alimentos podían faltar.