No esperasteis a la tarde para ir hacia Punta Escarlata, ahora este era vuestro caso prioritario y no teníais ningún caso importante en Valencia. Vuestro ultimo caso había sido el de la madre de Lucia, el informe del forense había determinado que la mujer se había suicidado y así también lo apuntaban varios de los testigos.
Fuiste a tu casa e hiciste la maleta, habías quedado con Nando que te recogería a las tres de la tarde, tardaríais sobre dos horas en llegar a Punta Escarlata.
Punta Escarlata era de los últimos pueblos de la Castellón y también de la Comunidad Valenciana, hacia frontera con Tarragona. Es un pueblo costero con 4000 habitantes empadronados, aun que en los meses de julio y agosto su población aumentaba considerablemente pero no llegaba a ser el típico pueblo de costa valenciana, no había edificios altos eran todo casas.
Para alojarse en el pueblo había dos alternativas una era alojarse en el único hotel del pueblo que se encontraba a 3 kilometros o en las cabañas que estaban cerca de la playa.
Eran las 5 de la tarde y por fin habíais llegado al pueblo, estabais en la plaza donde estaba la guardia civil y también el ayuntamiento
Pusimos rumbo a Punta Escarlata, no tenía atadura con nadie así que salir era tan fácil como meter cuatro cosas en la maleta y partir.
En un par de horas estaríamos allí, era apasionante comenzar un nuevo caso y a la vez uno se pregunta si sería capaz de desvelar la mayoría de interrogantes.
Ya en aquella plaza miré a Nando - ¿Pasamos a decir que estamos aquí y vemos si tienen ya los papeles o les decimos que los preparen para mañana? – Le pregunte, en cuanto al lugar de alojarse no tenía ninguna preferencia, esperaría a ver si él decía algo.
Nando bajo del coche y se desperezo. Tenia el cuerpo un poco entumecido de las casi dos horas de viaje sin parar. Miro hacia los lados -Cuanto movimiento hay en este pueblo, comento con tono irónico. Era un pueblo pequeño y en ese momento veíais a nadie en la plaza.
-Vamos a hacer las cosas bien, lo primero iremos a la guardia civil que hoy tienen que ser nuestro amigos, emprendio camino hacia el cuartel de la guardia civil, después que nos lleven a ver a la chica o donde han encontrado los cuerpos¿Te parece?, volvio la cabeza hacia atras mirándote
Entrasteis al cuartel, era mucho mas pequeño que vuestra comisaria. En este momento alli se encontraban cuatro guardias civiles haciendo su trabajo. Vosotros teniais que hablar con el sargento reyes.
Sonreí por lo que dijo del movimiento – No se si aquí vas a mojar… - bromeé con mi compañero.
- Claro, algo así estaba pensando – le dije y lo seguí hasta el cuartel, parecía que iba a ser un día largo, pero había que aprovechar el tiempo.
– Buenas tardes dije al entrar y mostré mi identificación, somos los inspectores Navarro y Fernandez, nos espera el sargento Reyes – Claro, conciso y eficaz
Cuando acabaste de decir la ultima palabra, salieron de uno de los despachos dos guardias civiles, un hombre y una mujer.
La mujer era joven alrededor de 32 años, alta, delgada y guapa, el hombre era mas mayor sobre unos 43 años, se veía que estaba en forma, llevaba barba de varios dias y en la cabeza tenia entradas.
La mujer se dirigó hacia una de las mesas que había en la mesa, el hombre en cambio se dirigio hacia vosotros.
-¡Buenos días, soy el Sargento reyes!, os tendió la mano
La mujer estaba muy bien, me resultó atractiva, pero ahora nos atañía el caso y mi comportamiento cuando estaba de servicio solía ser impecable.
Estreché la mano del Sargento - ¿Qué tal? Creo que nuestro superior les habrá informado del motivo por el que estamos aquí, nos gustaría que nos enseñaran el lugar donde encontraron el cuerpo así como todas las pruebas e informes de que dispongan… - suponía el terreno allanado y que no habría ningún problema, miré a mi compañero por si él tenía algo más que añadir.
-Pasemos pronto el tema que vosotros sois maderos, os señalo con las manos, yo guardia civil, entonces yo os digo que esto lo deberíamos llevar nosotros, vosotros me decís que son ordenes de arriba, comenzó a andar hacia la puerta de la calle, asi que ajo y agua. Así que vamos al grano, Punta Escarlata tiene 4000 habitantes, pero ya sabeis que en verano en la costa la población aumenta mucho, cuando ocurrio lo de las chicas fue horroroso muy mala prensa y ahora que parecía que levantábamos cabeza aparecen los cadáveres.
Abrio la puerta y salio, saco un paquete de tabaco de su bolsillo y os ofrecio
Sonreí de medio lado por lo que dijo, no dejaba de ser una verdad como un templo, lo del rollo entre nacionales y guardia civil o picoletos que viene a ser el correspondiente a maderos para nosotros.
Tomé uno de aquellos cigarros mientras comenzaba a escuchar, de vez en cuando mis ojos se iban a la mujer, cuando más la miraba más me gustaba, con ella si me iba a tomar algo por ahí, pero no nos descentremos, había que prestar atención.
Nando declino la oferta del cigarro negando con la cabeza.
Reyes saco de su bolsillo un mechero, encendio primero tu cigarro y después el suyo. Di una larga calada y siguió hablando
-Vosotros mandais en este caso, nosotros estamos aquí para ayudaros en lo que sea posible. En su día tuvimos varios sospechosos pero ninguno pudimos demostrar que fuera el culpable, espero que vosotros tengais mejor suerte, dio otra calada, Aun que no tengo muchas esperanzas en que resolvais este caso¿Alguna pregunta?
- Gracias – le dije cuando encendió mi cigarro
- No, no tengo dudas, sólo disponer de los informes que habían de aquella época para tener un buen punto de partida y si nos podéis enseñar el lugar donde estaban los cuerpos… - levanté los hombros – eso es todo
- ¿Alguna pregunta Nando? – Miré a mi compañero y le dí una calada al cigarro
Nando asentía con la cabeza cuando hablaste.
-¿La chica que encontro los cuerpos donde esta?, miro a Reyes ,¿Como se llamaba?se callo unos segundos mirando hacia los lados, esperando acordarse. -Lucia ¿deberiamos hablar con ella? te miro a ti.
Nando hizo algunas buenas preguntas – Si, así se llamaba la chica del Hospital… ¿Está aquí? Claro que debemos hablar con ella, pero también me gustaría ver el lugar donde se encontraron antes de que anochezca
Realmente para comenzar me daba un poco igual el orden, lo que quería era comenzar ya
Reyes miró su reloj durante unos segundos y se puso a andar hacia un todoterreno de la guardia civil. -Vamos primero a ver a la chica y después al lugar donde han encontrado los cuerpos y asi todos contentos.
Subisteis al coche, Nando se puso de copiloto y tu fuiste detrás. -Vamos a casa del médico que es allí donde esta la chica.
En poco menos de diez minutos llegasteis, el pueblo era pequeño. La casa estaba apartada del centro del pueblo, en una zona de chalets. la casa estaba rodeada por un jardín donde estaba una niña de unos 9 años juntando con su perro.
¿Estas tus padres en casa?, pregunto reyes a la niña. Ella le respondió afirmativamente moviendo la cabeza y siguio a lo suyo
Reyes toco al timbre de la casa
No tardo mucho en abrirse la puerta de la casa. Abrió una mujer de mediana edad, alta y delgada.
-Hola Reyes, saludo la mujer
-Hola Teresa, saludo Reyes. Estos son los policias que van a investigar el caso de las muertes de las chicas, os señalo a vosotros dos. ¿Tu marido esta con la chavala?
-Esta arriba con Marcos, contesto, Marcos es mi hijo, dijo mirando hacia vosotros. Por favor pasad, no os quedéis en la puerta, voy a avisar a mi marido. Se alejo de donde os encontrabais
Por fin nos pusimos en marcha, la lista de cosas pendientes no era pequeña, comenzaríamos por ver a la chica, según creía iba a ser la misma que llevamos al hospital, aún no sabía si lo que le había pasado tendría alguna relación con este caso, quizás pronto lo supiéramos.
- Buenas tardes, soy el inspector Navarro de la policía nacional – me presenté y tras pasar dentro esperé a que nos condujeran a la chica o esta viniera
No tuvisteis que esperar mucho, enseguida salio el doctor. Un hombre con bata blanca y el fonendoscopio en los hombros, de unos 50 años y no muy alto.
-¡Buenas tardes!, soy Miguel Rozas el médico de Punta Escarlata, se presento. Primero te dio a ti la mano y luego a Nando.-Mi diagnostico de Lucía es que esta amnesica y desorientada, apenas ha hablado. Al único que le habla es a mi hijo
- Oh disculpe ¿Le pillamos trabajando? – Quizás tenía una consulta en casa y por eso vestía así
Presté atención a su diagnóstico y me llevé la mano a la barbilla – Vaya que mala suerte… ¿Sería tan amable de… contarnos cualquier cosa que dijese con respecto al caso? – le di una de mis tarjetas
- Y… ¿Cree que podríamos hablar con la chica? Y con su hijo si puede ser… - por intentarlo no se perdía nada
Cogió tu tarjeta y se la metió en el bolsillo de la bata,-Tranquilo inspector, en este momento no estaba atendiendo a ningún paciente, a no ser que se me presente alguien de imprevisto hasta dentro de dos horas no tengo ninguna cita programada. Contesto a tu pregunta
-No creo que podais hablar con ella, con esos claros síntomas de shok-postraumatico que no se a que es debido.A mi hijo no le habrá dicho mucho, de todas formas subamos a la habitación donde están. Camino hacia las escaleras que subían al piso de arriba.
Podíais escuchar el sonido de una guitarra procediente del piso de arriba. La primera puerta estaba entornada y de ella procedía el sonido de esa guitarra. El doctor Rozas abrií la puerta, de espaldas sentado en la cama estaba Marcos, un joven alto, rubio de pelo rizado y enfrente de el estaba Lucía.
-Marcos puedes salir un momento, dijo el doctor a su hijo. Marcos dejo la guitarra a un lado y se levanto de la cama. Lucía le cogio del brazo cuando este se disponía a salir de la habitación.-¿Que hago?,pregunto Marcos
Lucía se escondía detrás de Marcos, tenía cara de asustada.
Bien, me alegraba de no haber irrumpido en medio de una atención médica.
- Aja… - Atendí a las palabras del doctor y subimos, la cosa era intentarlo, si no, ya llegaría el momento de hablar.
La escena era enternecedora, y no había que forzar las cosas, no quería que Lucía diera un paso atrás en su mejora, lo importante era que se recuperara y pudiese hablar cuanto antes.
Saqué otra de mis tarjetas y se la di al muchacho – En cuanto puedas hablar llámame, aunque sea de madrugada, mi teléfono está siempre disponible – Pensé que sería lo mejor, y no privar a Lucía de la seguridad que le daba el chico – En cuanto a usted doctor, lo mismo con respecto a Lucia, en cuanto crea que pueda hablar me da un toque
Creo que aquí ya habíamos terminado, quizás era el momento de ir a ver el lugar donde se encontraron los cuerpos, miré a mi compañero, con una mirada sería suficiente como para saber si pensaba igual que yo.