Agosto de 2015. Sede de RadioCable en Madrid.
Buenos días -dijo Iñaki nada más veros al entrar-. ¿Qué tal hoy? Está Madrid que no da tregua -se le veía el sudor en la frente mientras se retiraba los auriculares-. Estábais en la sala de locución principal, desde donde se realizaba el programa de radio Quinto Centenario. Era la primera vez que lo pisábais.
Bueno, ante todo gracias por venir tan rápido, amigos -añadió-. Vamos a ver si nos ponemos cuanto antes a trabajar, ¿Habéis leído los informes preliminares?
En realidad sí lo habíais hecho. Aquel email de Iñaki hablaba de los sucesos recogido por otro reportero meses atrás sobre el pueblo de Ribalengo de Laguna y la famosa leyenda de la Cueva del Diablo. Se explicaba que el diablo se apareció en los años cuarenta a tres niños que jugaban en la entrada de aquella cueva del cañón. Entonces, Carmena, la otra directora, salía de la "pecera" donde se hacía la magia del sonido en la radio: el estudio de grabación.
Hola, qué tal, -os saludó-. Bueno ya estamos todos. Mirad, ésto es lo que tenemos pensado -y os pasó un folio, cogiéndolo de una carpeta, que contenía una escaleta o guión de programa-. A ver qué os parece, sería el guión para la conexión del programa nocturno del sábado.
Ah sí, no os lo he dicho -interrumpió Iñaki-. Es algo que lo hemos pensado esta misma mañana... Los redactores y nosotros creemos que lo mejor es que vayáis e indaguéis sobre el terreno, y luego hagamos un programa en directo, una conexión de una hora y media o, si se tercia, dedicándole todo el programa. Léedlo por favor:
Programa 21, temporada 8 (sábado 20):
-Investigación previa sobre la leyenda (fuera de programa).
-Una vez en el lugar (la cueva), colocación de sensores en (fuera de programa).
-Narración de la leyenda en el interior de la cueva para los radioyentes.
-Grabación de psicofonía en el interior de la cueva y emisión en directo para los oyentes y el estudio de radio.
-Explorar la cueva (si hay buen tiempo y acceso). Narración en directo de la exploracion de la cueva, concretamente desde la entrada hasta la última sala, un espacio abovedado dentro de la tierra.
¿Qué os parece? -os preguntó Iñaki-.
Se supone que ya os conocéis entre todos (podéis ver las historias de vuestros compañer@s en sus fichas). De Iñaki y Carmela sabéis que son líderes de audiencia en radio y televisión durante unos años y tienen bastante bagaje.
Aquel día se estaba poniendo tremendo con el calor y en verdad le recordó cuánto odiaba con el alma ese tipo de temperatura, escogiendo siempre climas invernales para mantener su cordura en equilibrio y no perderla en el proceso. No obstante, ataviado con su jeans medianamente ajustado, una camiseta, la camisa y sus clásicas zapatillas converse, hizo acto de presencia en aquel lugar ya que la propuesta siempre le interesó, para qué negarlo.
Una vez que tomó asiento, escuchó todo lo que tenían para decir mientras saludaba a los presentes que habían llegado justo después que él. Los conocía bastante, no para hacer amigos, pero sí para compartir algún que otro trabajo o simplemente un café. Ahora les tocaría estar juntos en una experiencia que dará mucho de qué hablar, considerando lo que se cuece allí. Al margen de ello, las explicaciones llegaron a sus oídos, cuestión que lo impulsó a asentir con vehemencia.
- Buenos días. - saludó ya tomando la palabra. - Por mi está bien, a nivel técnico espero contar con bastante respuesto de todo el equipamiento a utilizar, el estar expuestos puede llevar a que algo falle. - apunta a modo de inciso y prosigue. - Con respecto al trabajo en sí, me parece bien. ¿Contaremos con algún equipo médico por si sucede algo? Llámame hombre precavido, pero es vital saber a que estaremos expuestos y con qué contar por si todo se tuerce. - terminó por decir, ya apoyando su espalda en la silla para adoptar una postura distendida.
Vaya hombre, lo que faltaba, ahora les da por que emitamos desde una cueva. ¿Qué será lo próximo? Espero que al menos haga menos calor que aquí, pensó Gilberto con un ligero hastío mientras escuchaba y miraba el folio con la habitual cara de póquer que mantenía en el trabajo para no meterse en problemas. Después de que Thomas hablara, decidió centrarse en lo que a él le tocaba.
- A mí me parece muy bien que seas precavido, Thomas. No conozco el sitio, pero siendo un pueblo de monte,conseguir recambios si se nos estropea algo o ayuda si tenemos un accidente sería complicado - le resultaba agradable que alguien más en el programa también pensara en las cuestiones prácticas. Puede que creyeran en disparates pero como profesionales no se podía dudar de que eran bastante competentes- Además, va a haber que llevar de todos modos cables a punta pala si el programa se hace desde dentro de la cueva, me preocupa que la roca interfiera con las emisiones así que habría que conectarlo todo a una antena fuera de la cueva.
-Aparte de eso, yo tengo varias dudas respecto al equipo que vamos a llevar y el lugar.
Primero, ¿está muy lejos la cueva del pueblo?
Segundo, ¿a qué se refieren con "sensores" esta vez? - los cacharros estrambóticos con los que supuestamente medían espíritus y cosas siempre daban trabajo extra para Gilberto-
Tercero, ¿alguien sabe si tenemos linternas en el almacén para lo de la cueva? ¿Existen mapas del interior?
Y cuarto, ¿cómo y con qué se hace eso de la "psicofonía"? - Gilberto tenía una idea muy vaga lo que era una psicofonía, pero en esas cuestiones el resto de los miembros eran quienes sabían del tema, no recordaba si alguna vez los trabajadores del programa habían llegado a practicar una, normalmente sólo reproducían lo que les había llegado de otra gente que las practicaba.
Al llegar a la emisora respiré aliviada, se me habían pegado las sábanas aquella mañana y el calor agobiante de Madrid no ayudaba. Crucé los dedos para que fuese una jornada de trabajo tranquila.
En el estudio ya estaban mis dos compañeros: Gilberto, que era el técnico de sonido del programa, o al menos yo no conocía a ninguno más. Me parecía un buen tipo. Y Thomas un periodista con el que había coincidido poco pero había escuchado que era muy bueno en lo suyo. Les saludé a ambos y me puse a escuchar lo que nos tenían que contar los jefes.
Me tenía que haber quedado en la cama..pensé al escuchar que nos querían mandar a una cueva. Y yo que quería una jornada tranquila...
Veamos, como bien dicen mis compañeros efectivamente vamos a necesitar todo el material necesario. Imagino que la cueva estará apartada y aún estando cerca de un pueblo de poco nos vale, pues a esas horas noctámbulas estará todo cerrado. Con lo que debemos ir bien preparados y equipados por si surge alguna complicación con la cobertura, sonido...Dije al escuchar atentamente a Thomas e Gilberto.
En cuanto a los sensores yo tengo experiencia en colocarlos, ya lo hice anteriormente. Es solo por si captamos algún movimiento, ya sea humano, animal, etc.
Por mi parte nada más, ustedes dirán cuando partimos. Y así acabé mi discurso.
Pues si, a la cueva que nos íbamos y lo raro era que el plan no me disgustaba del todo. Mi trabajo allí era explicar el comportamiento de personas a las que les había sucedido algo paranormal, visualizar videos, hacer psicoanálisis....y la idea de salir al exterior me empezaba a gustar cada vez más.
Llevaréis la furgoneta del programa, como siempre -añadió Carmela-. En cuanto al equipo médico, amigos, esta vez contaremos con un equipo de helicóptero de Emergencias preparado para la incursión, pues el cañón del Tera no es moco de pavo y Protección Civil siempre alerta a senderistas y viajeros en lugares así.
Además, avisaremos a la Guardia Civil, como hacemos siempre -añadió Iñaki-. Por eso no habrá problema. Gilberto, parece que no hayas trabajado con nosotros nunca... los sensonres... los sensores de movimiento, amigo*. Pues tú eres el "jefe del cableado", asique habrás de meter todo el cable disponible, y las antenas portátiles. No obstante, habría que emitir desde donde se pudiera. Incluso la videollamada desde móvil hasta este estudio sería un recurso a tener en cuenta: tú eres el experto, macho... -queriendo en realidad decir algo así como "...y por eso te pagamos"-.
*Iñaki se refiere a sensonres de movimiento que, en experimentos de misterios se colocan en lugares clave para ver si saltan con movimiento detectado (lo cual daría evidencia de presencia en el lugar del sensor).
Lo de las psicofonías te lo explicarán Thomas y Amaya -respondió Carmela-, y en cuanto al material, no hay problema, hay varios power bank en el almacén. También linternas de todo tipo, por eso no te preocupes Gilberto. De acuerdo Amaya -ahora mirando a la joven-, encárgate tú de los sensores. Pues la cueva está a unos dos kilómetros: lo suyo es ir al pueblo ese día o el día antes, extraer toda la información posible de los habitantes, y marchar al cañón.
Habíais oído ya la mecánica del programa: ante tantos reporteros, periodistas y otras eminencias del misterio y de las ciencias, el modus operandi general era un análisis completo antes de las posibles conexiónes con el programa, los informes o los reportajes en imágenes o fotos (o cualquier otro tipo de trabajo parecido para la cadena radiofónica).
¡Iñaki, Carmelaaaa -gritó un redactor desde algún lado del pasillo por el que habíais entrado-, tenemos que grabar las recreaciones antes de la unaaa...!
Bueno, señores, os dejamos -decían ambos locutores mientras cogían sus pertenencias-, ¿alguna cosa más? Tenemos que irnos, ¡estamos en contacto en todo momento!
Era miércoles, en en tres días habría que hacer la conexión con la previa investigación, claro.
¿Algo más que añadir antes de acabar este miniprólogo?
Tras escuchar todo lo necesario, explicaciones incluídas, Thomas se cruza de brazos y asiente conforme mientras los demás toman la palabra. Será un poco complejo mantener la conexión en vivo si pierden señal, pero al menos ya cuentan con lo necesario para meterse en el meollo y dar lo mejor de sí. Como periodista es muy consciente de que esta clase de eventos, tienen su cuota de adrenalina, cuestión que le agrada en demasía y salir en cámara para contar lo que va sucediendo, debe ser un punto perfecto para la audiencia. Todos ganan al fin de cuentas.
- Por mi está bien, ya estamos organizados entonces. - responde sincero, sin nada más que agregar.
Ya cada uno tiene su lugar, se hace cargo de lo que corresponde y queda simplemente situarse allí mismo para ver como resolver esto para que salga bien. El asunto está en el peligro, son personas que no están preparadas para la aventura y al menos por parte de Thomas es cero supervivencia, así que habrá apañárselas por sí una situación se complica, más que nada porque no se puede estar buscando señal con el móvil para llamar al helicóptero. Es un tema.
- Por cierto... ¿No tendremos a alguien experto en el lugar? Así nos orienta, nos advierte de los animales y por donde si podemos circular para no interferir con el ambiente. - pregunta Thomas, siempre tan previsor y atento a todo.
Vaya, parece que la casa no repara en gastos, cavilaba Gilberto. Ahora que lo pienso, con tres días debería darnos tiempo a hacer unas pruebas en condiciones antes de emitir desde la cueva.
- Thomas tiene razón, ¿sabéis de alguien que pueda hacernos de guía? Especialmente por el interior de esa cueva.
Sé que en el pueblo hay un pequeño museo etnológico -dijo Iñaki justo antes de salir por la puerta-. Preguntad allí, pues seguramente alguien podrá ayudaros... -en realidad el director de radio os dejaba un poco colgados por los ajustados horarios de la radio-. Finalmente ambos desaparecieron del lugar, corriendo por el pasillo del estudio.
Repuestos: La furgoneta lleva repuestos propios y de algunos cables, micros, linternas, etc.
Equipo médico: helicóptero de emergencias, Guardia Civil sobre aviso.
Cables: me encargo yo, llevar todos los disponibles en almacén, hay antenas portátiles, incluso móvil si es preciso.
Distancia: 2 Km desde Ribalengo de Laguna a la cueva del diablo. De madrid al pueblo... no es necesario saberlo, saltaremos la escena directamente.
Sensores: son de movimiento y se encarga Amaya
Linternas: tenemos en almacén
Mapa cueva: De momento no hay nada.
Psicofonía: Me lo explican Thomas y Amaya
Guía: Os dicen que preguntéis en el pueblo.
Escena cerrada. Continuamos en la siguiente.