Partida Rol por web

Tras responder a la enigmática oferta de empleo de Herbert & Jones, una de las tres mayores corporaciones del mundo, tu vida se ha convertido en una sucesión de llamadas misteriosas y encuentros inesperados.
Al día siguiente de aceptar el trabajo se puso en contacto contigo alguien que decía trabajar para Orwell Industries. Como quien ofrece caramelos puso a tu alcance una cantidad desorbitada de créditos, suficientes como para vivir los próximos cien años sin complicaciones.
A cambio, lógicamente, quería que usases tu recién adquirido trabajo para robar todo descubrimiento o invento que lograra el CEO de Herbert & Jones en ese proyecto secreto que se traía entre manos. Las instrucciones eran realmente claras, robar o destruir cualquier logro que diese una ventaja comercial a su competidor.
Sin deshacerse de su tono cordial y condescendiente el interlocutor te recordó que si el pago no te parecía lo suficientemente elevado había otras cosas que podían motivarte a cumplir sus deseos.
Lamentablemente cualquiera de las grandes corporaciones tiene más poder que los mismos gobiernos, de modo que no hay nada que hacer contra ellas.

Ahora estás en la sala de espera, a punto de entrar a hablar con el CEO de Herbert & George. Frente a ti hay otro tipo que, a juzgar por su aspecto, va a ser tu compañero en tan misteriosa tarea.
Te preguntas si a él también le han ofrecido más dinero por desbaratar el trabajo que por cumplirlo. Sea como sea una vez regreses serás un hombre rico o muy rico, y en ambos casos desaparecerás del radar de las corporaciones.

Tras responder a la enigmática oferta de empleo de Herbert & Jones, una de las tres mayores corporaciones del mundo, tu vida se ha convertido en una sucesión de llamadas misteriosas y encuentros inesperados.
Al día siguiente de aceptar el trabajo se puso en contacto contigo alguien que decía trabajar para Bradbury Enterprises. Como quien ofrece caramelos puso a tu alcance una cantidad desorbitada de créditos, suficientes como para vivir los próximos cien años sin complicaciones.
A cambio, lógicamente, quería que usases tu recién adquirido trabajo para robar todo descubrimiento o invento que lograra el CEO de Herbert & Jones en ese proyecto secreto que se traía entre manos. Las instrucciones eran realmente claras, robar o destruir cualquier logro que diese una ventaja comercial a su competidor.
Sin deshacerse de su tono cordial y condescendiente el interlocutor te recordó que si el pago no te parecía lo suficientemente elevado había otras cosas que podían motivarte a cumplir sus deseos.
Lamentablemente cualquiera de las grandes corporaciones tiene más poder que los mismos gobiernos, de modo que no hay nada que hacer contra ellas.

Ahora estás en la sala de espera, a punto de entrar a hablar con el CEO de Herbert & George. Frente a ti hay otro tipo que, a juzgar por su aspecto, va a ser tu compañero en tan misteriosa tarea.
Te preguntas si a él también le han ofrecido más dinero por desbaratar el trabajo que por cumplirlo. Sea como sea una vez regreses serás un hombre rico o muy rico, y en ambos casos desaparecerás del radar de las corporaciones.

El edificio más alto de la gran metrópolis de Nueva York alberga las oficinas centrales de Herbert & George, una empresa que empezó en un garaje y que ahora, doscientos años después, tiene más capital que la mitad de los países del mundo juntos.
Dos hombres esperan sentados en unos sillones más caros que todo lo que llevan encima, las oficinas están prácticamente vacías a excepción del personal de seguridad. Una docena de hombres por planta armados como si fuesen a una guerra.
Una proyección holográfica sirve para que la IA del edificio se comunique de una forma cercana con los visitantes, reproduciendo una secretaria genérica invita a ambos hombres a pasar al despacho de Alexander Trajano Johnson, CEO de la empresa y por tanto una de las personas con mayor poder del mundo.

En cuanto las puertas se abren se puede ver un despacho enorme donde predomina el color blanco y con varios espacios para reunirse, charlar de forma distendida o negociar contratos multimillonarios.
Una esquina está totalmente cubierta de ventanas, aunque en este momento simulan un tranquilo atardecer en algún lugar lejano en vez de mostrar la frita y oscura noche repleta de edificios cada vez más altos.

A petición del CEO tomáis asiento. Os disponéis a escuchar en qué consiste realmente el trabajo que habéis aceptado y cuales son las condiciones y el objetivo del mismo. La paga es tan elevada que posiblemente iguale o incluso supere todo el dinero que habéis ganado en los últimos cincuenta años.
A apenas seis horas del inicio de la misión el CEO os comienza a explicar donde, como y por qué vais a viajar al pasado.

Por tercera o cuarta vez, Walter sujeto su corbata aflojándola, para volver a ajustársela un instante después. Era evidente que se encontraba incomodo, aunque si se trataba del sillón, el piso, la atmosfera o el otro tipo de la habitación, era algo difícil de determinar.

En realidad el sillón era lo único que se podía descartar. Era la prueba palpable de que un sillón caro y de diseño no tiene por qué ser incómodo. El viejo Walter pensó en que podría pillar anfetas para un mes vendiendo el puto sillón, pero el nuevo Walter enseguida atajo aquellos pensamientos.

Observo al otro hombre mientras golpeaba rítmicamente el reposabrazos con los dedos de la mano. El acolchado ahogaba cualquier sonido, pero uno no es dueño de sus manías. Perdió temporalmente el interés por el otro tipo cuando el holograma apareció para invitarles a pasar. Claro, ¿porque pagar a una secretaria de verdad?

Se ajustó la chaqueta y las mangas de la camisa lo mejor que pudo antes de avanzar para descubrir que le esperaba otro asiento distinto. Dio un rapido repaso a la mesa que tenia ante el mientras esperaba a que su “nuevo jefe” le indicase que se sentase, y una vez sentado centro toda su atención en él.

Tras ver como entraban los dos hombres que habían pasado todos los filtros realizados por mis empleados, reflexioné unos instantes si estos eran los indicados para el trabajo que teníamos que realizar. -Aunque eso ya no importa- Pensé mientras les hacía un gesto a los dos para que tomasen asiento -Mis enemigos están cada vez más cerca de descubrir el objetivo de este viaje, tengo que actuar ya-

-Bienvenidos señores- Dije mientras me levantaba de mi asiento y me dirigía hacia la ventana con el paisaje proyectado -Este es el último paso, hacía la resolución final de las interminables entrevistas y pruebas que han tenido que pasar para llegar aqui. Tras esto solo hay dos opciones...Aceptar el trabajo, o acabar en una sala, en el sotano de este edificio, donde se os aplicará un procedimiento que borrará los acontecimientos que os han traido hasta este punto- Me di la vuelta para observar cuales eran las reacciones hacia una información que hasta ahora desconocian -Este proyecto es tan secreto que ni tan siquiera mis accionistas y consejo directivo conocen su existencia- Con un gesto de la mano, el paisaje de la ventana desaparecio, y aparecieron imagenes de los anuncios que la empresa realizaba sobre la "inmortalidad" tras el viaje en el tiempo -Estoy seguro de que los dos han oido hablar de nuestro increible descubrimiento ¡Inmortalidad parcial! Todos los ricos de este mundo quieren conseguirla, y por el precio adecuado se la damos. Yo mismo he viajado para obtener esa "inmortalidad", pero lo que ninguno hemos hecho hasta ahora, es profundizar en el viaje en el tiempo por miedo al efecto mariposa- Con otro gesto de la mano las ventanas emitieron fragmentos de peliculas sobre los viajes en el tiempo y sus consecuencias -Pero...¿Que me dirian si obviamos por completo las consecuencias?, ¿si viajamos al pasado, para cambiar el futuro? Dependiendo de la respuesta continuaré hablando o ambos serán llevados al sotano- Apoyando las manos sobre una silla les miré fijamente esperando su respuesta

Había aguantado el silencio durante todo el tiempo que había permanecido en aquel lugar, y aunque el otro hombre miraba de vez en cuando hacia mi posición, posiblemente curioso. Las revelaciones del CEO de la empresa no me sorprenden demasiado, o al menos hasta que da a entender que pretende cambiar la línea base de los acontecimientos de la historia y que desembocaban en lo que llamábamos el presente. 

Genial... si no tienen ya suficiente poder...

Miro al CEO, sin dejar entrever mis pensamientos, un par de cienes de años te enseñan a hacer un par de cosas, entre ellas a no dejar que tus emociones muevan demasiado los músculos de tu cara. Sonrío.

-Vaya. No es que nos deje muchas opciones ¿no le parece?-Comento-No sé usted, pero le tengo apego a mis recuerdos.-Me encojo de hombros-Pero no es que haya profundizado mucho en el tema. ¿Qué es lo que pretende hacer?-Además de cambiar el presente, que ha quedado claro-Por si no ha quedado claro, pretendo formar parte de esto, pero me gustaría saber primero en qué me estoy metiendo exactamente-Enarco una ceja-Una gesta como esta lleva a grandes riesgos, creo que es justo que sepamos a qué nos enfrentamos...

Hubiera deseado tener un té helado entre las manos. O en su defecto un buen lingotazo de Vodka, o Bourbon. Por aquellos tiempos ya cualquier cosa valía para saciar la sed...  

Si aquel ricacho esperaba una reacción de Walter no la encontraría, y no por que no creyese la amenaza, sino porque desde el momento en que acepto esta propuesta decidió que lo hacía hasta sus últimas consecuencias. En cualquier caso, perder sus recuerdos no era algo aterrador para alguien que lleva varios años tratando de enterrarlos.

Escucho las afirmaciones del hombre y la reacción prudente del tipo más joven. Cuando le llegó el turno de responder, lo hizo con bastantes menos escrúpulos.

- Señor – comenzó a decir – disculpe mis modales, pero creo que es mejor que nos conozcamos cuanto antes. Personalmente me importa un carajo eso del efecto mariposa. Si quiere cambiar el pasado me parece perfecto. Podemos matar a Hitler o a quien le venga en gana. Ya nos preocuparemos de las consecuencias cuando la mierda nos llegue al cuello. Así que dígame que necesita que haga y lo haré.

Pese a su florido lenguaje, Walter no elevo el tono ni una sola vez. Era consciente de donde se encontraba y aun permitiéndose el lujo de decir las cosas como le parecían, no hubiese faltado al respeto del hombre que le había contratado.

Con una sonrisa que dura solo unos segundos vuelvo a ponerme serio y continuo hablando -Me gusta su actitud señor Walter, aunque sus suposiciones sobre Hitler andan un poco desencaminadas- Digo mientras poso una mirada más seria sobre el otro hombre -Su actitud en cambio, señor Soto, es demasiado prudente para mi gusto, aunque quizás nos convenga su prudencia...

Con un gesto de la mano las ventanas vuelven a reflejar un paisaje bucolico y vuelvo otra vez a mi asiento inicial. Despliego una pantalla holografica delante de ellos, con recreaciones de situaciones del pasado como el imperio romano, la Grecia clasica, los faraones de egipto, etc -Desconozco si alguno de ustedes tienen conocimientos de historia o de la situación geopolitica y economica actual, pero dejenme plantearles una pregunta, que quiza sientan que es, tanto ironica, como hipocrita viniendo de mi parte...¿No creen que el mundo actual es un asco?- Hago un gesto dando a entender que no es la pregunta correcta -Quiero decir..¿Que tiene de bueno que las multinacionales controlemos el mundo, si lo unico que nos interesa son los beneficios, sin importar el futuro lejano y a veces ni siquiera el cercano? ¿Para que tener poder sobre naciones enteras, si luego mantenemos el status quo para no perder beneficios? No les encantaria cambiar eso-

Les miro expectante esperando sus respuestas, aunque no les doy tiempo siquiera para decir nada, antes de continuar -Yo me crie en un ambiente asqueroso, y trabajé con locura febril toda mi vida para llegar a un puesto de poder, desde el que poder cambiar las cosas, y cuando llegué aqui, ¿que me encontré? Que no se podia cambiar nada, que mi poder solo sirve para desestabilizar y destruir, no para crear. Y así llege a un punto sin retorno en mi vida, pensando incluso en el suicidio...Hasta la aparición de la maquina. Y así llegamos hasta las preguntas fundamentales ¿Hasta que epoca he de viajar para que el cambio sea tan profundo que no pueda ser deshecho? ¿Y cual seria el objetivo?- Señalando a la pantalla holografica continuo con mi discurso -El objetivo es este. Dirigir a la población mundial hacia la unidad, a traves de un imperio que les enseñe normas de conducta, les de objetivos claros...- Con ojos soñadores contemplo la pantalla antes de continuar -Y a traves de la luz y la razón, la espada y el fuego, creemos un mundo mejor- Volviendo a la realidad realizo otro gesto y en la pantalla aparece un mapa de Sicilia y una fecha -El punto de inicio es este, Sicilia en el Siglo IX a.C.

Walter devolvió la sonrisa al hombre. Es evidente que alguien no llega hasta aquí sin aprender a conocer y utilizar las herramientas de las que dispone, personas incluidas. En este sentido al antiguo agente de la ley le gusto la actitud de su nuevo jefe, no solo por lo tocante a si mismo, sino por su buena disposición a sacar partido de la prudencia del tercero.

Quien vaya a dirigir a otros debe aprender a sacar partido de las virtudes y defectos de todos ellos. Walter recordó haber oído algo asi, probablemente en algún documental del canal Historia. Con todo, algún recuerdo deslavazado era lo poco que podía ofrecer sobre la historia del mundo, egipcios, romanos, cristianos y toda sea mandanga. Las líneas generales vamos.

La siguiente pregunta del CEO coge a Walter por sorpresa. El mundo es una mierda, ¿pero acaso puede importarle a alguien que lo gobierna? La desconfianza atraviesa la mirada de Walter ante las siguientes declaraciones del hombre, para dejar lugar después a la sorpresa.

Demasiado bonito para ser verdad, se dice a sí mismo. Pero la cuestión está ahí, la fecha, el lugar, no cabe duda de que este hombre habla realmente en serio. Una pequeña bombilla en la desconfiada mente del detective que fue, se pregunta quién es este tío para decidir cómo debería ser el mundo. Pero la cuestión se responde sola. Puede que solo sea un pirado, pero sin duda es el pirado con los medios para hacerlo.

- Eso de arreglar el mundo está muy bien,  – comienza a decir Walter – pero solo somos tres. ¿Cómo espera conseguirlo?

-Jajajaja-Río sin reparos. Ese hombre al menos sabía contar un buen chiste-No es que me parezca que el mundo está bien como está, señor-Respondo, mirando a las vistas-Aunque me pregunto si de verdad tenemos derecho a romper la realidad para crear una nueva-Aunque no niego que me gustaría. La ética y la moral podían distorsionarse mucho durante tantos años de vida. Pero era un poco excesivo pensar en simplemente reiniciar el mundo como si fuera un ordenador. Había oído hablar del efecto mariposa. No sólo podía ser peligroso para el mundo si diéramos un paso en falso, sino que podía ser peligroso para nosotros mismos. Podíamos llegar a desestabilizar la malla espaciotemporal. ¿No le importaba eso? ¿o es que tenía un plan para evitar todos esos peligros? Ahora me sentía intrigado. Y eso que me había planteado aceptar aquel trabajo para echar su proyecto por la borda... ¿Quién quiere el dinero cuando puede ser partícipe de la primera cosa realmente interesante que iba a pasarle en más de 40 años?-No se ofenda. Pero creo que si vamos a hacer esto, no podemos hacerlo simplemente utilizando los ideales de tres personas. Sí. Estoy seguro de que podría construir un mundo mejor para mí. ¿Pero sería mejor para usted? ¿Sería el suyo mejor para mí?-Me encojo de hombros. Quería que viera cómo de relativo se podía volver todo si decidía arriesgarse e ir sin cuidado-Por mi parte... acepto el trabajo. Pero no voy a ocultar que tengo mis reparos.-Suspiro. Para una cosa semejante, ni siquiera un enorme pago me parecía aliciente para ocultar mis preocupaciones, y mira que no estaba acostumbrado a compartirlas.

Lo bueno es que... has sido seleccionado. Lo que te da un puesto en ese nuevo mundo, Soto.-Pienso-Mirándole... es bastante evidente que lo hubiera hecho igual conmigo que sin mí... solo que en el segundo caso yo habría desaparecido... o al menos muy probablemente. No puedo esperar que cambie el mundo hasta que se convierta en una imagen inversa de lo que es hoy día y seguir creyendo que mis padres se iban a conocer en las mismas circunstancias.

La risa del joven me pone nervioso -Una mente mediocre y limitada ¿Es realmente el indicado para esta misión?- Pienso mientras espero a que acaben de hablar los dos

-Su risa, señor Soto, me muestra una falta de amplitud de miras, que no esperaba encontrar en ninguno de los candidatos llegados a este punto- Hago desaparecer la pantalla holografica y me dirijo a los dos hombres sin más presentaciones, videos y distracciones para dejar las cosas claras -Sus preguntas de indole moral, pensando solo desde su punto de vista, no tienen ninguna importancia. No hablamos de crear una dictadura en la que hacer lo que nos de la gana, hablamos de un mundo mejor, ¿que importancia tiene que lo hagamos desde nuestros puntos de vista? ¿Espera acaso que reuna a un consejo de sabios, y debatamos durante decadas que sería un mundo mejor para todos?- Golpeo la mesa con fuerza para dejar claro lo que pienso -Yo tengo los medios y la voluntad, pero no puedo hacerlo solo. Por eso estan ustedes aqui, para suplir las carencias que tengo. Yo desarrollaré la ingenieria y la ciencia, hasta un nivel en el que nuevos genios nos podrán ayudar a continuar nuestra labor. Y ustedes se encargarán del ambito militar. Juntos formaremos un triunvirato

Me recuesto hacia atras en mi silla, para relajarme un poco antes de continuar, y disipar las dudas que han surgido -Sus dudas de porque solo tres personas son razonables, pero solo porque piensan en este proyecto como propio y personal mio. No creo en la posibilidad de ser un gobernante eterno. Nuestra inmortalidad solo será parcial, asi que es probable que en algún punto muramos por alguna razon. Por tanto el proyecto consiste en crear unas estructuras de poder solidas que nos sobrevivan- Hago un gesto con la mano mientras pongo cara de incredulidad -Por supuesto, lo ideal sería que nosotros estuviesemos en el poder siempre, pero es improbable. Por eso solo seremos tres. No tengo ningún deseo de que un gran grupo de inmortales este matandose entre ellos, y dirigiendo a la población mundial como si fueran sus peones, en rencillas absurdas. El objetivo es un mundo mejor, no una mierda aún más grande y desastrosa

Mientras noto como el cansancio, por la explicación que viene a continuación, comienza a invadirme respondo a la última de las preguntas -En cuanto a sus dudas sobre la integridad de la realidad señor Soto...¿Piensa usted en serio, que seremos los primeros en forzar el efecto mariposa?¿Cuanta gente cree que ha viajado ya al pasado?¿Cree que todos se quedaron sentados esperando a volver a su tiempo, puesto que solo querían "inmortalidad"? Nosotros, vamos a ser los que creemos los cambios más trascendentales que hasta ahora hayan sucedido, debido al efecto mariposa, pero no afectarán a esta realidad- Me froto los ojos, puesto que las paradojas temporales siempre hacen que la cabeza me de vueltas -Los ricos y famosos que hemos enviado para conseguir su inmortalidad, son gente egoista, caprichosa y un sin fin de adjetivos negativos que los describen; han matado, fornicado y mil cosas más, en el breve periodo de tiempo que permanecen en el pasado. Pero nada de lo que han hecho ha afectado a esta realidad cuando les hemos traido de vuelta- Quitandome los dedos de los ojos continuo -La teoría más aceptada, es que cada vez que alguien realiza un cambio, se crea una realidad paralela en la que se ven reflejados esos cambios, pero que nosotros con nuestra tecnología actual no somos capaces de alcanzar, por lo que hagamos lo que hagamos en el pasado, si somos traidos de vuelta hacia el presente no se producirá ningún cambio. Existirá otra realidad que reflejará lo que hemos hecho, pero no afectará a esta

¿Falta de amplitud de miras? Quizá. O es que quizá las suyas son DEMASIADO amplias.-Pienso aún con una sonrisa divertida. Había leído sobre la teoría de realidades paralelas, pero nunca la había creído, quizá porque algunos querían mantener cierta integridad cuando viajaban a una época que no era la suya.

Ese hombre era todo voluntad, todo convicción, todo pasión, pero nada de lógica. Sus pensamientos, incluso aunque buscaban un supuesto bien para los demás, partían de un concepto egoísta sobre lo que era mejor para él y para todos. Pero claro. ¿Qué iba a decir? Él era mi jefe, y si realmente quería crearse una realidad para él solito en la que se sintiera mejor, para él serían las consecuencias.

-Perdone mi estrechez de miras y mi ignorancia-Le respondo con un tono neutro-Pero dudo que si su objetivo es crear un mundo mejor, las preguntas de índole moral sean... ¿cómo dijo? ¡Ah, sí! Carentes de importancia-Me encojo de hombros-No por nada, vamos a crear un mundo en el que los valores serán diferentes. Estamos hablando de ética y de moral.-Señalo mi punto-Así que ya ve. 

No es que pensara que teníamos que tener una moral intachable. Nadie tiene eso. Pero sí que pensaba que no podíamos ir atrás y simplemente ir probando diferentes opciones hasta que diéramos con la mejor. Teníamos que tener un plan de acción. Uno que recogiera todos los campos. Y la moral era uno.

-Aunque si lo que quiere de mí es que sea su oficial militar, puedo ajustarme. Obedecer órdenes no se me da mal.

-Ignorancia no creo, señor Soto- Digo mientras le miro -Si no, no estaría aqui- Me tomo un momento y respiro hondo antes de continuar -En cuanto a la vertiente moral de esta misión...Creo que no ha entendido lo que he querido decir. Nosotros tres somos los que decidiremos lo que es mejor para la humanidad. Lo que es bueno para mi, es bueno para usted y para el señor Walter. Al igual que lo que es bueno para usted, lo será para mi. No han pasado un sin fin de test psicologicos para que nos pasemos cientos de años discutiendo lo que es mejor para la humanidad- Dejo el tema y paso al siguiente que creo que es fundamental para nuestra futura colaboración -En cuanto a que yo le de ordenes...Creo que eso solo funcionaría al principio. Hablaba en serio cuando he mencionado un triunvirato. Cada uno tenemos nuestra area de conocimientos; no espero que usted me diga, como es mejor construir un puente, pero si espero que tenga dudas de porque ese lugar y no otro, al igual que yo tendré dudas, de porque esa campaña militar y no otra cuando las dirija

Me levanto y me dirijo hacia la puerta, indicando que me sigan, para ir hacia la zona del comedor -Sus dudas han sido resueltas hasta cierto punto. Espero seguir profundizando en los dilemas que nos surjan y la manera de resolverlos durante la cena, si no les importa. Ya que me gustaría comer en condiciones antes de efectuar un viaje, en el que la cocina dejará bastante que desear durante unos cuantos siglos

Walter escucho las dudas planteadas por Soto y la consiguiente discusión en la que derivo aquel asunto de la moralidad. Cuando la discusión derivo hacia realidades alternativas, puso los ojos en blanco durante unos instantes. No podía mantener su atención en todo aquel galimatías de posibilidades temporales estando sobrio, y se descubrió buscando con la mirada el botellero que sin duda debía tener Alexander en aquel bien abastecido despacho.

Por suerte, Alexander puso fin a la conversación ofreciéndoles que cenasen con el, y eso puso fin a los anhelos alcohólicos del ex detective.

Pero había una cuestión que si había activado las ruedas de su cerebro, y era porque le habían elegido. De lo que había escuchando no cabía duda de que Alexander era una persona dotada para las cuestiones tecnológicas, y por su parte Soto parecía alguien ilustrado en cuestiones científicas, aunque sus comentarios sobre “Seguir órdenes” le hacían suponer que tenía algún tipo de entrenamiento militar. La cuestión en realidad era como encajaba Walter en aquel esquema y poco a poco comenzaba a vislumbrarlo.

La corrupción y la delincuencia habían sido un mal endémico para todas las sociedades y regímenes políticos que conocía. En ese sentido elegir a un ex detective que estaba familiarizado con los más modernos procedimientos podía aportar una gran ventaja a la hora de reducir el impacto de esas lacras en los planes del CEO. Puede que su historial no fuese impecable, pero no debía haber muchos detectives diestros con una espada en busca de oportunidades laborales.

- Si esta va a ser nuestra “ultima cena” – dijo Walter con tono divertido – espero que haya incluido en el menú una buena hamburguesa, porque voy a echar de menos el queso y el colesterol.

-Sí. Por favor. Parece que hace eones que no como algo caliente.-Sonrío y le guiño un ojo al CEO, después dejo escapar un par de risitas y añado-Discúlpeme el chiste. Necesitaba relajar un poco el ambiente.-Me levanto.

-Si estamos invitados a su casa a pasar las últimas horas que nos quedan en nuestro tiempo, tengo que compartir las dudas de nuestro compañero Walter-Le miro-¿Qué hay para cenar?

Pasaba los ojos como si estuviera en un partido de tenis, alternando entre Alexander y Walter. Ellos habían tenido la decencia de presentarse con sus nombres reales, pero yo no podía permitirme el lujo. Más que nada porque hacía tanto tiempo que me llamaba Soto que apenas podía recordar el resto de nombres que había tenido en la vida. 

Ellos se acababan de convertir en mi equipo. Y si bien seguía teniendo reservas sobre ambos, tenía que empezar a entrenar para conseguir confiar en ellos lo suficiente. A fin de cuentas... la intención era buena. Y siendo buena, lo peor que podía pasar era que metiéramos la pata. Sólo esperaba que los científicos que hablaban de realidades alternativas no estuvieran equivocados. Mi mundo no era perfecto, y estaba lejos de ser siquiera bueno. Pero no me sentía con derecho a decidir sobre todos los que lo habitaban.

-Vamos, tendremos que charlar un poco para conocernos mejor como equipo. ¿Sí?

Una enorme sala completamente llena de platos, llenos con la más diversa gastronomia, aparecio ante sus ojos cuando abrí la puerta del comedor -Bueno, señores- Dije mientras cogía un plato y me comenzaba a servir -Elijan su comida y continuemos con nuestra amena charla. Puede que sea la última vez que comamos decentemente en unas decadas-

Cuando ya llevaba un par de vueltas a las mesas repletas de comida fria y templada, recordé que no había mencionado que no solo estaba disponible lo que había en la habitación -Se me olvidaba comentarles que hay un interfono en la pared a traves del cual pueden pedir cualquier plato que deseen, nuestros cocineros son los mejores del mundo- Conclui mientras me sentaba en la unica mesa vacia que había y empezaba a degustar la comida que me había servido

Walter dio una vuelta alrededor de la mesa, repasando la comida con ojo critico. Su rostro poco convencido evidenciaba que no se sentía seducido por ninguno de los muchos platos ofrecidos. El CEO debió de advertir su rostro porque les indico que podían pedir algo distinto. Sus palabras iluminaron los ojos de Walter que se dirigió al interfono sin más dilación.

- Hamburguesa doble con bacon, queso y mucha mostaza, – dijo mientras apretaba el botón del interfono. – y una cerveza bien fría.

Con la sonrisa del gato que se ha comido al canario, Walter se dirigió hacia Alexander y se sentó frente a él.

- Soy todo oídos, jefe.

No es que estuviera especialmente hambriento, aunque sí que sentía el gusanillo por comer algo bien cocinado. No iba a engañar a nadie, si dependiera de mí, probablemente el grupo moriría de hambre, o intoxicado si me acercaba a los fogones. Era una habilidad que como persona rica nunca había necesitado desarrollar y ahora me veía en la tesitura de que iba a viajar a un lugar en el que era poco probable que me fueran a dar la comida de gratis, o que fuera a estar la mitad de buena de lo que estaba la de nuestros tiempos.

Me acerco a la mesa para coger un poco de consomé de marisco, tenía un olor delicioso y era un alimento que ni en mis mejores sueños iba a volver a probar una vez viajáramos atrás en el tiempo. También cogí sushi con unos palillos y varias otras cosas que tenían buen aspecto. También cogí un par que no sabía qué eran, por probar...

-Sí, por supuesto. Es el momento de hablar de lo que nos espera al otro lado.-

Mientras continuo picando un poco de los diversos platos orientales y mediterraneos que he seleccionado me dirijo a mis compañeros -Creo que lo principal ahora mismo seria conocer sus ideas respecto a este proyecto ¿no?- Digo mientras acabo con un gyoza y miro con suculencia una brocheta de pulpo a la brasa -Yo les he expuesto mis planes y ustedes han accedido a ellos, así que una vez aceptado el trato, es hora de que me digan si han adivinado sus cometidos y que piensan al respecto- Les doy un momento para procesar sus pensamientos y darme una respuesta mientras compruebo con satisfacción que un panel de la pared se abre y aparece la hamburguesa del señor Miller

-Hasta donde he entendido. Nuestro objetivo es volver atrás en el tiempo y crear un mundo mejor que este-Digo antes de meterme un trozo de sushi en la boca y me quedo un rato masticando antes de seguir hablando-De una forma u otra, vamos a acabar siendo una especie de guía para la humanidad ¿no? Así que supongo que para ello tendríamos que ser figuras de poder en el lugar donde acabemos.-Me encojo de hombros.-Las personas, en general no siguen a los primeros soplagaitas que llegan diciendo grandilocuencias.-Hago una pequeña pausa-En cuanto a mi cometido principal... no estoy demasiado seguro. No domino el arte de la guerra, así que eso estará descartado. ¿Quizá pretende convertirme en una especie de guía moral? ¿O es que quizá le resultan útiles mis conocimientos de historia?-¿Quién sabe? Podía señalar varias cosas que, seguramente, no quería de mí, pero no podía determinar la cosa exacta que quería. Hasta ahora había demostrado ser el más prudente y cauteloso en cuanto al plan de acción, esa era otra de las posibilidades.-Pero probablemente esté aquí por mis habilidades de mercenario... ¿o me equivoco?-Me encojo de hombros-Supongo que es bueno llevar a alguien contigo que pueda abrir una puerta cerrada con llave. O que pueda encargarse discretamente de alguna situación incómoda...-¿O quizá sí que podía determinarlo? No por nada el señor había solicitado a Soto Myaster. No era un mercenario cualquiera. Era a quien llamabas cuando querías hacer un trabajo rápido, limpio y discreto. Posiblemente eso era lo que quería.