Partida Rol por web

La grasa de la hamburguesa se derramo por la comisura de los labios de Walter hasta gotear sobre su camisa. Sin embargo el ex detective ni siquiera se dio cuenta de la creciente mancha oscura que estropeaba su hasta ahora bastante limpia indumentaria. Su atención estaba en las palabras de Soto, de las que en realidad se deducía poco.

Era evidente que Alexander debía haberlo elegido por buenas razones, y estas parecían ser una difuminada combinación de habilidades de mercenario, delincuente y académico. Viéndolo comer parecía una persona de recursos, o al menos con una educación bastante más cuidada que la del propio Walter, pero por lo demás era un auténtico enigma.

Dio un nuevo mordisco a su hamburguesa, y la mastico con fruición mientras pensaba en la respuesta a la pregunta formulada. Trago el trozo de carne con ayuda de un trago de cerveza antes de hablar.

- Supongo que si yo quisiera diseñar un mundo ideal trataría de cortar de raíz los problemas que lo han asolado. Los cortaría incluso antes de que surgieran. La corrupción, la delincuencia, la violencia. Puede que no haya una cura definitiva para ellos, pero entiendo que yo soy la vacuna. – Su sonrisa se ensancho seguro de que había dado con la metáfora perfecta. – Un mundo perfecto necesitara de orden civil, tenemos que garantizar el orden dentro de la sociedad y acabar con quienes vivan al margen. Supongo que por eso estoy aquí ¿no?

Y sin esperar respuesta ataco con renovado ímpetu el último trozo de hamburguesa.

Cuando acabo mi brocheta de pulpo a la brasa me dirijo a los dos hombres empezando por el señor Soto -Parece que su amigo aqui presente, el señor Walter, tiene más claro que usted cual será su función- Digo mientras dejo los restos de la brocheta en el plato -Sus conocimientos de historia y su prudencia son cualidades utiles, pero en realidad estaba pensando más bien en sus cualidades de mercenario para organizar una red de espias, una vez establezcamos las bases de un imperio- Me tomo un momento para seleccionar algo más de mi plato y me decanto finalmente por un poco de milhojas -Aunque su presuposición de que debemos convertirnos en figuras de poder es correcta- Saboreo con fruición el milhojas antes de dirigirme a mi otro compañero -En cuanto a usted, señor Walter, veo que tiene las cosas bastante claras, aunque hay que matizar que más que una vacuna es usted un paliativo. No creo que los males del mundo puedan ser eliminados por completo; estan dentro de la propia naturaleza humana, al fin y al cabo; pero si creo firmemente que pueden ser reducidos hasta su minima expresión...Y ahí es donde entra usted a jugar

-Una red de espías ¿eh?-No podía negar que lo tenía todo bien planeado, aunque hasta el momento pareciera que simplemente quería convertirse en un gobernante al uso.-Sí, sí. Por supuesto-Sonrío-Sólo podríamos chocarnos con una pequeña barrera sin importancia. Se supone que debemos liderar al pueblo, pero... ¿Qué pasa con el idioma?-Me encojo de hombros-No sé ustedes pero yo llevo un conocimiento escaso de idiomas clásicos.

Termino de comer el plato que me había servido y me quedo sentado esperando la respuesta de los demás. Vaya espía podría ser si no entendiera a mis subordinados o fuera incapaz de enterarme de los rumores por algo tan trivial como el idioma...

- Buena pregunta – respondió Walter que ya no tenía comida a la que dirigir su atención. – Que idioma hablan en Sicilia en esa época… ¿latín?

Los conocimientos de Walter de historia no podían ser catalogados de modestos, sino mas bien de completamente nulos. Pero ahora la viviré en primera persona, seguro que algo se me queda.

-Dejando de lado que esto seria como un curso intensivo de inmersión en el idioma, no teneis que preocuparos por eso- Digo retirando el plato completamente limpio mientras me levanto para ir a por más -Antes de irnos, pasareis por la sala de operaciones para que os instalen un pequeño implante en el cerebro- Antes de que pongan ninguna cara les tranquilizo con un gesto de las manos -No os preocupeis. Es un pequeño agujero en el craneo, por el que se filtra un liquido experimental de nanotecnologia, que mejora ligeramente nuestro cerebro. La capacidad memoristica se mejora hasta limites que aun no hemos podido probar y la interpretación del lenguaje se reduce a horas en lugar de meses o años- Me toco el craneo señalando un pequeño punto que parece un lunar -Yo ya me he sometido a la operación y aunque es ciertamente dolorosa, en cuestión de minutos remite la migraña. Podremos conocer cualquier idioma simplimente pasando un día rodeados de gente que lo hable- Cojo otro plato con unos cuantos postres y me dirijo de nuevo a la mesa -Cada jeringuilla con el liquido en cuestión cuesta unos 2000 millones- Hago una pausa para digieran la cifra -Y el unico efecto secundario conocido es que un IEM podría eliminar todo lo que hemos acumulado en los implantes; aunque seguiriamos vivos y con nuestras capacidades anteriores a la colocación del implante

Walter hubiese agradecido llevar puestas sus gafas de sol. De esa forma los dos platos que habían sustituido a sus ojos habrían sido solo ligeramente visibles.

- ¿Dos mil millones por un chute? Ya puede ser bueno.

La migraña no le preocupo demasiado. Supuso que no sería rival para algunas de las resacas que recordaba. Comenzó a golpear mecánicamente el apoyabrazos con sus dedos, haciendo que el anillo chocase con la madera emitiendo un golpeteo constante. La hora de partir se acercaba y su cerebro algo abotargado por el exceso de información trataba de repasar todo lo que necesitarían en el viaje.

- Eso de ser inmortal… - comenzó a decir de pronto – ¿sirve también con las enfermedades? Y ya que hablamos de esto…  - continuo mientras una súbita oleada de seriedad cubría su rostro - no tendrá otra inyección de esas que pueda servir de anticonceptivo ¿verdad?

El ex detective se obligó a detener ahí el curso de sus pensamientos, mientras sus ojos, dotados de vida propia comenzaron a recorrer la estancia en busca de algo más fuerte que una cerveza.

-Ehm...-No puedo evitar sentirme sorprendido ante la actuación de nuestro "jefe de seguridad/matón/líder de un supuesto ejército" y respondo según mis conocimientos-No exactamente. Tu cuerpo se mantendrá eternamente en este estado... pero no somos inmunes a todas las enfermedades, precisamente. Puedes coger un resfriado o algo peor si no te cuidas, sólo que en los hospitales de nuestro tiempo, es difícil que cualquier enfermedad acabe realmente matándote.-Miro al CEO, a saber cuántos años tendría. Me quedo pensando si sería más jóven que yo, o más viejo. Fuera como fuera, él había parado su crecimiento mucho más tarde que yo y aparentaba ser mayor, pero no tenía por qué ser el caso-Una puñalada o cualquier herida en general pueden matarnos, y somos igual de vulnerables a las infecciones que cualquiera.

Suspiro.

-Y más que preocuparme por dejar por ahí tu simiente, yo me preocuparía en las cientos de enfermedades de transmisión sexual incurables que había en esas épocas-Añado ante el último comentario.

Me quedo parado con la comida sin llegar a la boca durante unas decimas de segundo antes de que continue su camino -Desconocia que tuvieras...Ese tipo de preocupaciones- Digo intentando elegir cuidadosamente las palabras -Pero no es necesario un chute multimillonario para eso. Actualmente hay pastilla que te dejan exteril, sin afectar a tu libido y potencia sexual. Antes de marcharnos se te pueden proporcionar- Hago una pausa pensando en las consecuencias de que tuviesemos descendencia y verla desaparecer mientras nosotros persistiamos -Quiza no es mala idea eliminar esa cuestión antes de irnos- Pienso mientras saboreo los ultimos restos de mi plato -En fin...¿Alguna cuestión más?

Walter parecio convencido ante la respuesta de Alexander. Eso era justamente lo que buscaba, por lo que cuando el millonario pregunto si tenián mas dudas, se limito a indicar que no con un movimiento de cabeza.

-No, ninguna.-Respondo terminando de comer.

La cena termina con mayor celeridad una vez han acabado las conversaciones, está claro que tendréis mucho tiempo para hablar aunque todo lo referente al a misión ya se ha dicho.
El edificio que alberga la sede de Herbert & George también contiene un hotel, de hecho es uno de los más lujosos y selectos del continente. Tanto es así que no todo el mundo, pese a tener el dinero para pagar las habitaciones, puede alojarse en él.

Durante la noche disfrutáis de una suite enorme con todo tipo de comodidades y lujos, antes incluso de que lo preguntéis el jefe de seguridad os avisa de que no habrá conexión de ningún tipo con el exterior.
A primera de la mañana os despiertan para la operación en la que os inocularán el NAL (nanosistema de asimilación lingüística). Tal y como dijo el CEO la operación resulta sencilla e incluso la anestesia es breve, no obstante tenéis la constante sensación de que alguien os está rascando alrededor de la coronilla.

Una vez realizada la operación os invitan a un copioso desayuno, mientras tanto una secretaria se acerca a vosotros para entregaros el contrato firmado por el CEO. Se trata de un archivo de texto, con tablet virtual incluida, de doce paginas. Todas las opciones y situaciones parecen cubiertas, incluso una muy curiosa sobre relaciones sentimentales y/o sexuales entre miembros del equipo. Parece el contrato tipo de cualquier empresa llevado al extremo.
La parte que más puede interesar es esa en la que se habla de vuestros honorarios y los diversos seguros de vida. Cada uno debe indicar quién recibirá los pagos en caso de inhabilitación total o parcial, además en este caso se puede repartir el sueldo mientras se está en el pasado de modo que sean varios los beneficiarios.

La secretaria, que por su aspecto no parece elegida solo por sus dotes empresariales, os deja a solas. Una vez terminado el reparto solo tendréis que firmar digitalmente el contrato. Aunque después de la operación sentís que esto no es más que una mera formalidad.

Al cabo de unos minutos se une a vosotros, aunque aparentemente solo para desayunar, el CEO. Según os han informado hasta dentro de una hora no requieren de vuestra presencia, de modo que hay tiempo de sobra para la comida más importante del día.

Walter leyó el contrato con escaso interés. Su rostro solo se inmuto al llegar a la parte sobre relaciones sentimentales. Levanto la vista buscando a Soto y le dedico una expresión de fingida tristeza.

- Lo siento, pero lo nuestro es imposible... – Dijo, y su mueca se transformó en una sonrisa sincera.

Un instante después volvió la mirada hacia el documento y siguió leyendo mientras tarareaba la melodía de una antigua aunque también conocida canción de Stealers Wheel, Stuck in the middle with you.

Cuando termino la lectura firmo el documento y medito un instante antes de rellenar la última sección. Decidió dejar un 10% de a su esposa, suponiendo que puedan encontrarla pensó mientras continuaba. El resto lo repartió entre tres ONG dedicadas a ayudar a los más pequeños. Qué coño, si no puedo gastármelo que sirva para algo ¿no? Además, si la idea es no volver, ¿Qué más da lo que haga con él?

Se dejó caer hacia atrás en la silla pensando. Recordó haber visto un documental sobre un gato alemán en una caja. Estaba demasiado colgado para estar seguro de que era real y que se había imaginado, pero creía recordar algo sobre crear universos con cada decisión. Y se le ocurrió que a lo mejor era eso lo que iba a ocurrir. Quizá cuando cambiasen la historia no cambiasen el mundo del que venían, sino que creasen otro mundo totalmente distinto, pero dejando que el viejo siguiese existiendo. Quizá en este mundo creyesen que habían muerto, y las compañías pagaran su indemnización. Entonces si serviría de algo que ese dinero acabase en buenas manos.

Pensó en añadir una pequeña carta para Rita pero lo descarto enseguida. El dinero sería suficiente mensaje.

Dejo caer sus manos sobre la mesa con fuerza y se levantó para dirigirse hacia Alexander. Aguardo hasta que considero que estaban los tres a solas antes de lanzar una pregunta.

- ¿Para que un contrato? – Soltó sin más – Es decir… no vamos a regresar así que, ¿para qué?

-No es una mala pregunta...-Añado mientras firmo casi sin pensar. No tenía a nadie a quien dejarle el dinero. Era secundario en mi vida, siempre lo fue. Ya tenía suficiente como para comprar medio mundo. Era la aventura lo que me llamaba, y esa prometía serlo. La última, además. Quizá en la muerte podría encontrarse con quien quedó atrás hacía tanto tiempo. Quizá, como moriría en el pasado, esa opción no estaría disponible. Quizá, como iban a crear otra realidad diferente, esa opción ni siquiera sería viable en el futuro, aunque no muriera en la aventura.-¿Es que no sabes eso de que en tiempos de guerra todo agujero es trinchera?-Sonrío respondiendo a la primera afirmación de mi compañero. 

Les miro con curiosidad esperando que lleguen a la conclusión logica, pero como tardan demasiado contesto -Como dije en nuestra conversación de ayer, la teoría que más apoyos tiene actualmente es la de las realidades alternativas, lo que quiere decir que este mundo seguirá existiendo. Los contratos fueron redactados en caso de dejar seres queridos atras o intereses particulares- Me señalo a mi mismo -Yo he tenido que dejar documentos sellados que seran abiertos tras mi desaparición, para dejar mis cosas en orden -Les señalo -No tenia posibilidad alguna de saber si cualquiera de ustedes dos querrian dejar dinero a alguna persona u organización...Así que es por eso

Walker escucho la explicacion con una expresion insondable. Que el mundo siguiese existiendo era solo una posibilidad. Eso le causaba un ligero desasosiego. En realidad solo quedaba una persona que le importase algo, y ni siquiera sabia si Rita estaba viva o...

Cerro los ojos un instante y lanzo una sonrisa desenfadada.

Perfecto entonces. Dijo con un tono falsamente jovial. Si todo esta listo, podemos partir cuando usted decida.

-Coincido-Añado cuando mi compañero dice que todo está correcto. A fin de cuentas no quería dejar el dinero a nadie. Quiero decir... ¿Para qué? ¿Qué conseguiría? No tenía familiares cercanos y donarlo a la caridad sólo serviría para que las corporaciones se hicieran con él de una forma u otra (Posiblemente de una forma violenta). No quería condenar al pequeño puñado de humanos que realmente quería ayudar a los demás. Mucho menos si la idea de que este mundo podría seguir existiendo cuando termináramos de hacer el nuestro-Por mi parte no hay nada más que añadir. Podemos empezar en cuanto precise, señor.