Partida Rol por web

La nieblaparece introducirse en el interior de Constanza. Ésta comienza a revolverse en espasmos hasta que cae al suelo. Tras levantarse de nuevo, sus ojos están vueltos hacia atrás, quedando sus cuencas oculares completamente blancas. Con una voz completamente diferente ala suya comienza a hablar, es como si hablasen muchas personas a la vez a través de su boca:

Las cenizas...se levantarán contra su propio origen... El clan de la Muerte sucumbirá ante su propio sufrimiento... sufrimiento por ambición... El padre... El padre morirá a manos de su propia progenie... ése es el destino... El clan sucumbirá a sus propias hermanos... El tiempo se agota... Los capadocios desaparecerán para que otros consigan su Sueño... Un Sueño que se forja en la ciudad inundada...

Tras estas palabras se genera un eterno silencio, cuando parecía que el ritual había acabado, unas últimas palabras salen de la boca de Constanza

...Un superviviente... mora en nuestros campos...los Campos de los Muertos... intenta evitar el cruel destino... supera las barreras del espacio y del tiempo... ha encontrado la menra de volver... ya no está en elMundo de los Muertos... Viaja veloz a la ciudad inundada...

Constanza cae al suelo inconsciente y agotada, al parecer el ritual a terminado... En poco tiempo todo vuelve a la normalidad.

Escucho atentamente las palabras de Constanza, mientras las grabo a fuego en mi mente.
¿La desparición del clan capadocio? ¿La ciudad inundada? ¿Un superviviente?
- Bien... -, susurro absorta en mis pensamientos -. Muchas gracias por su tiempo y por sus revelaciones -, digo recuperando la atención-, han sido muy... fructuosas.
Inclino la cabezaen señal derespeto mientras le agradezco su ayuda.
- Creo que debo proceder a mi retirada, el camino de vuelta el largo... y debo ponerme de inmediato adescifrar el mensaje que me ha sido revelado. Si me da su permiso...

Puedes marchar...Sólo te advierto de una cosa... a los muertos no les gusta compartir sus revelaciones... Te advierto, que es peligroso ir contando... cosas por ahí...

La suma sacerdotisa vuelve a colocar sus vendas tapando su boca y se dirije al centro de la sala, en el borde del pozo, una vez allí su mirada se pierde en el fondo y se queda completamente inmóvil.

Una lacónica sonrisa se dibuja en mi rostro al escuchar la advertencia del oráculo.
A veces, el fin justifica los medios... -, digo mientras me encojo de hombros -. Inclino la cabeza como señal de respeto y salgo del cráter donde se ubica el oráculo.
Las palabras de la profecía golpean mi mente con contundecia.
Debo encontrar al superviviente... Debo ir a la ciudad inundada... Esté donde quiera que esté.

Abandonas el templo y tras la despedida encuentras la carabana de vuelta ala que te unes para regresar al puerto de Constantinopla. El viaje es lento y pesado y el eco de laspalabras de los muertos martillean tu cabeza sin cesar.

Al fin llegas al destino. El puerto está casi desierto a estas horas de la noche. Sólo un barco permanece amarrado en el muelle. Se trata de una gran embarcación de transporte de origen egipcio. Unosmarineros se afanan por acabar de cargar unos cajones grandes de madera mientras un extraño y exóctico hombre parece darles órdenes. Supones que debe ser el capitán o algún capataz.

Me fijo en el hombre que está dando las órdenes y algo extraño en su ser me llama la atención Huele a Setita un ápice de sonrisa se dibuja en mi rostro.
Sigo observándolo mientras agudizo el oído para captar su conversación. Intentando pasar lo más desapercibida posible me echo la capucha de mi capa sobre la cabeza mientras paseo por los alrededores del puerto. Parapetándome en las sombras avanzo hacia el barco, manteniendo una distancia prudencial, intentando leer el nombre del mismo. Si este barco no es el Alama herrante, y no sé si me gustaría que lo fuera, tendré que buscarme un refugio hasta mañana.

Mientras te acercas el olor a salitre se filtra por tu nariz. Entre una pequeña capa de moho que cubre el casco del barco te parece leer "..ma errant..."

A medida que te acercas sigilosamente te parece ver que alguien más se acerca desde la cubierta del barco, de momento parece que no se han percatado de tu presencia...

kkkkkkkkkkkk ¬¬

Te acercas sigilosamente, a pesar de ello notas como por un momento, el hombre que daba órdenes deja de hacerlo y levanta atento la cabeza, como si husmeara el aire.

Parece que se ha percatado de tu presencia y lanza furtivas miradas a su alrededor con el fin de encontrar al intruso.

Debe ser la embarcación que estoy buscando.
Veo como el patrón para de dar órdenes por un momento mientras parece escudriñar en la oscuridad.
No me gustaría viajar en un barco con una serpiente... Aunque no debería tener a estas alturas ningún tipo de perjuicio... ¿Perjuicio o sentido de la supervivencia?
Tras unos segundos medio ensimismada en mis pensamientos decido acercarme a la embarcación, sin esconderme ya de la presencia de los hombres;p ero manteniendo mi rostro oculto con la cacucha de mi túnica.

Cuando te acercas observas que rápidamente se vuelven todos hacia tí, los marineros no tardan en coger la primera herramienta que encuentran para usarla como arma.

Pero el que parece darles órdenes, levanta una mano para que se detengan a la vez que con una amplia sonrisa susurra Llega antes de lo que esperaba srta. di Pavia

Se trata de un varón atlético, de piel oscura y dorada, con los rasgos y facciones visiblemente marcados, muy angulosos. Sus ojos te llaman la atención, con sólo mirarlos parece que te atraigan, que te llamen por tu nombre dentro de tu cabeza.