Tendido cuerpo a tierra repaso los segundos mentalmente hasta el momento que comience la balacera. Extraño fumar mi vieja pipa pero ahora sería una idea incorrecta en medio de la oscuridad. Al menos seria una forma de mitigar el frio del crudo invierno rumano. ¿Es extraño, han pasado más de diez segundos y nada ha ocurrido? ¿Los ruskis serán sordos? Sonrío tras aquel pensamiento a fin de alimentar la paciencia…
Hans aguantó tomando cobertura como buenamente podía por si quedaba algún ruso vivo y armado. De repente Ziska paso a su lado con total impunidad y intentando saquear al primer muerto que vio. Haciendo uso de todo su autocontrol el soldado aguantó sus ganas de fusilar a su "compañero" aunque con suerte quizás un ruso le ahorraba el trabajo.
Umbría ha vuelto a las andadas de no notificarme los mensajes...
Luidl indicó al mayor y a Ziska que se agacharan, y tocando a Hans el hombro para que supiera dónde estaba, gritó en ruso:
—Yest' kto zhivoy ?*
Esperaba que saliesen los rojos de detrás de las mesas para acribillarlos a balazos sabiendo del factor sorpresa...
*¿Hay alguien vivo?
Ziska se agacha por si acaso. Pero sigue buscando algo que usar como arma.
Claro que tengo mi granada. Pero me la guardo para ese comandante... Y pensar que iba a conformarme con ese capitanucho... Ha oído como hablaba de liquidarle, seguro. Lo mataré en defensa propia... Cuando no mire Milchmann