Partida Rol por web

El dolor te deja en estado de shock sujetándote la pierna, tu muerte es inminente y el guarda te apunta con su subfusil sin piedad.

Sin embargo la suerte te sonríe y su arma se encasquilla, con tan mala suerte que cuando intenta desencasquillarla esta se dispara de nuevo. NO tienes muy claro que ha pasado, pero el guarda yace inmóvil en el suelo sobre un charco de su propia sangre.

Eliot, agarrandose la pierna mientras aprieta los dientes, se arrastra hasta el cuerpo y se asegura que está muerto metiéndole un tiro en la cabeza, bajo las gafas protectoras, mientras revisa visualmente la situación.

Quiere saber dónde está el otro guardia o si alrededor ve algún tipo de venda o fármaco para el dolor.

Escuchas la voz del otro guarda desde la puerta.

-¿Matt? Mierda!- Poco después unas cuantas balas pasan silbando por encima de tu cabeza, incrustándose en el mobiliario cercano.

Elliot tomo el rifle que le habían quitado y comenzó a colocarse el chaleco correctamente.

Miraba a los soldados muertos y a su alrededor, tratando de encontrar algo contundente con lo que abrirse paso.

Mientras examinas a tu alrededor notas mas balas a tu alrededor, a ese paso va a tener que recargar el arma.

Eliot levantó el cuerpo del guardia caído y lo colocó sobre la camilla, las piernas colgando con intención de que protegieran las suyas.

A su mente había venido la imagen de una holopelícula ochentera que había visto, donde un tipo con poco pelo y camisa blanca de tirantes corría cubriéndose tras una camilla y disparando sin parar.

Cogió el rifle que el muerto había conseguido dispararse a sí mismo y lo colocó sobre el cuerpo, para tenerlo a mano; la dos pistolas enganchadas al cinturón y la metralleta en una mano, mientras la otra la apoyaba en la camilla.

Lanzó un único tiro hacia el pasillo, con intención de forzar al guardia a devolver los disparos y esperó a que tuviese que recargar para echar a correr empujando la camilla y buscando línea de disparo.

Te pones a arrastrar el cuerpo del guarda hacia la camilla aprovechando que el otro guarda está recargando, pero pronto te das cuenta que no tendrás tiempo de llegar a tu destino antes que su arma esté lista ...

Eliot vio que no le daba tiempo a ejecutar su plan pero estaba acostumbrado a lidiar con estas cosas.

Sentó el cadaver en el suelo y se arrodilló detrás, cubriéndose con él y apoyando su brazo extendido en el hombro del guarda, listo para disparar la metralleta en cuanto el otro asomara la cabeza.

Eliot aguardó, conteniendo la respiración, hasta que vio asomar al otro guarda, momento en que exhaló y apretó el gatillo.

De tu ráfaga solo una bala le impacta en el brazo, sin embargo parece que le da en el hueso ... convirtiendo esa parte del brazo en una mezcla de trozos de carne y astillas oseas. El guarda suelta un grito de dolor y su subfusil cae al suelo.

Sin embargo parece que su cuerpo se sobrepone al dolor y es capaz de reaccionar desenfundando su pistola y disparando.

No parece ser su día mas afortunado, dispara fatal, la bala da en los aparejos metálicos a tu espalda y la bala rebota caoticamente hasta volver y darle en su propia pierna.

Aprovechando la mala suerte que parece tener el guardia, Eliot decide volver a lanzarle una pequeña ráfaga de muerte en plomo mientras se sigue parapetando tras el muerto.

Disparas de nuevo una ráfaga que alcanza de nuevo al guarda y lo tumba al suelo de forma contundente. El silencio vuelve a la sala.

Eliot realizó varias inspiraciones lentas para calmarse, cosa a la que estaba acostumbrado en los momentos de tensión y se puso de pie.

Avanzó agachado por el pasillo, con la metralleta en una mano y con la otra terminando de ajustarse el casco y el chaleco.

Sabía que tenía que darse prisa.

Te mueves hacia la puerta, no parece que haya mucho movimiento, pero no crees que tarden mucho en llegar mas guardias.

Una pistola en una mano y las otras dos a la cintura, el chaleco ajustado y el casco con las gafas, además de los fusiles colgando del hombro, Elliot decidió que no había más tiempo que perder y empezó a correr por el pasillo, tratando de recordar por dónde había venido.