Partida Rol por web

Savage Sneakys

00 - Lore - Era de los Presagios Perdidos

Cargando editor
01/08/2022, 11:31
Narrador

La muerte de Aroden


Justo hace un siglo, un suceso cataclísmico sacudió el mundo de Golarion: la muerte del dios de la humanidad.

Su nombre era Aroden y no solo condujo a la humanidad a salvo durante las cenizas y el terror de la Era de la Oscuridad (el periodo que siguió a la Gran Caída, una colosal lluvia meteórica), sino que también fundó la mayor ciudad de este mundo: Absalom. Acabó abandonando el mundo para unirse a la hueste divina, después de abonar el terreno para un gran destino futuro para la humanidad. De acuerdo a las profecías establecidas, cuando la humanidad estuviera preparada para volver a la cima de la civilización, donde ya estuvo en tiempos antiguos, Aroden regresaría al mundo para conducirla allí, dando así el comienzo a la Era de la Gloria. 

Aroden, el dios de la humanidad, sin embargo, en vez de regresar en la fecha prometida, murió. Su muerte marcó el comienzo de una nueva era. Los nombres de las eras anteriores tenían la función de inspirar y empujar a la humanidad hacia el futuro: la Era del Destino, la Era de la Entronización, etc. Sin embargo, esta nueva era no es de gloria y plenitud. La llaman la Era de los Presagios Perdidos pues, si ni un dios es capaz de consumar su propia profecía, ¿qué posibilidades existen de que las demás se cumplan? 

La muerte de Aroden causó brutales tormentas y mucha anarquía. En el norte, el mundo se abrió en canal, vomitando los ulcerosos ejércitos del Abismo a través de un desgarramiento en la realidad que hoy en día se conoce como la Herida del Mundo. Al sur, el idílico golfo de Abendego quedó consumido por un perpetuo huracán, cuyos vientos y olas anegaron naciones enteras. Y, en el corazón de de la región del mar Interior, el lugar donde, de acuerdo a las profecías, Aroden debía regresar, se produjo una violenta guerra civil, con miles de muertos, antes de que la diabólica casa Thrune lograse hacerse con el poder. 

La Era de los Presagios Perdidos entra en su segunda centuria y en las once décadas que han transcurrido desde la muerte de Aroden, el mundo se ha convertido en un lugar más oscuro. Un lugar donde un grupo de antediluvianos y pecaminosos magos, los señores de las runas, amenazan con despertar de un sueño de más de diez mil años. Un lugar donde naciones enteras están gobernadas por criminales y diabolistas, o cosas aún peores. Un lugar donde, antaño, gloriosos imperios ahora se ahogan en una decadente paranoia o sangrientas y constantes revoluciones. Un lugar donde nada está escrito en piedra y cualquier cosa puede suceder. Un lugar más necesitado que nunca de héroes: el mar Interior de Golarion.