Partida Rol por web

Mientras el hermano Brotheric pasa a su lado apoyando una mano en su hombro, Sigmund le responde algo preocupado - Descuida...

Finalmente delante de él se encuentra el pasillo donde los dos sargentos que habían servido con el marine en su anterior misión luchan mano a mano con los xenos para cubrir la retirada de sus hombres. "Loable" piensa Sigmund mientras eleva el lanzallamas y comprueba su carga.

Señores - El intervox de ambos sargentos empieza a sonar - Prepárense, el infierno viene a su encuentro. Que el emperador os proteja. - Y confiando en el dios máquina Sigmund aprieta el gatillo mientras escucha a su sargento darle paso y deja salir a las llamas pasillo a través.

El sonido del promethium al arder inunda el pecio como si un dragón rugiera, tras unos segundo y un chillido de xeno de respuesta, Sigmund se queda mirando el pasillo humeante expectante a la salida de sus Sargentos. - ¿Hay alguien ahí?

 El fuego purificador llena la estancia, Baltasar sujeta por una de sus deformes garras a la aberración alienígena y la ve derretirse ante sus ojos con una sonrisa, aunque suda dentro de su armadura de exterminador esta intacto

-muy bien marines, todos fuera YA-

A traves del infierno ardiente en el que se ha convertido el pasillo se divisa la pesada figura del sargento Ranek. Andando con paso calmado mientras pequeños trozos de prometium todavía arden en su armadura, el sargento pone un puño de energia ennegrecido en el hombro de Sigmund.

-La proxima vez apunta mejor, hermano.

Dicho esto avanza un poco mas hasta la salida sin mirar atras, conociendo que su escuadra le sigue.

Al ver pasar al sargento Baltasar a su lado, Sigmund nota como toda la adrenalina que había contenido por la expectación, se desata al escuchar la voz de ambos sargentos.

HELL YEAH!!! - Dice mientras se golpea el casco para inciar los cantos arcaicos y se dirige con paso ligero a la salida.

Salgamos ya

Se dirige a la cápsula de escape y abandona la nave.

y nos vamos a casa

Contento por salir con vida del lugar, abandono la nave.

Guilliman viendo que todos salen de la sala decide abandonar tambien por la capsula de escape.

 Baltasar echa una mirada de odio a la horda de criaturas que corre hacia el por el pasillo

-inmundas abominaciones- murmura levantando el cañon de su bolter pesado hacia ellos, pero luego lo baja, sus hermanos ya salen del pecio, servira mejor al Emperador matando otro dia

Con paso rápido llega hasta la sala de extracción y usa una capsula de escape, dejando atras los cuerpos de los hermanos caidos

Poco a poco, los marines sobrervivientes van abandonando el infestado pecio.

- Mi turno -

Avanzo un par de pasos hacia la esclusa mas algo me retiene por un momento, una leve voz en mi interior que me llama desde el espacio disforme...

- No lo haces del todo mal... - resuena en mi cabeza - Estare observandote...-

La voz vuelve a perderse en el vacio, y el sonido de las llamas rodeandome me devuelven a la realidad. Aso el borde de la esclusa y abandono este lugar, con la mente plagada de pensamientos confusos

EL hermano lorger corre hasta la lanzadra que los llevaria a la nave, emplea unos momento para observar a sus hermano vivos y reza una oracion por los caidos.

Fin del Turno 19 Marine

Arcadiano cerró la escotilla tras soltar los últimos disparos de Bolter a la cara de un gante demasiado rápido para acercarse, pero demasiado estúpido para retroceder.

Dentro, cada Astarte ya tenía el arnés asegurado. Baltasar asintió ante el gesto de Ranek, y su mano activó la runa parpadeante.

Con un rugido, tras cientos de años de dormir, la nave de escape volvió a la vida. Y con una sacudida como un terremoto, los lanzó hacia el vacío, lejos de los restos de la flota enjambre, y camino a la superficie de Inanna IV.

Por la ventanilla, mientras el planeta crecía, y crecía, se podía ver a la flota Imperial batallando duramente contra monstruos gigantescos. Debajo, las explosiones de una invasión en toda regla se desarrollaron...

- Impacto en 5, 4, 3...