- Bonito bastón... - murmuro mientras lo inspecciono - y desde luego muy bien equipado - añado levantado hacia el techo de la habitación la hoja escondida.
La exploración minuciosa de la habitación nos permite encontrar la carta dirigida al difunto General, en aquel momento capitán, Armstead
Tras observar el arma y leer la carta, comenté:
- Parece que el difunto no era tan honorable como parecía. Como militar, condeno su comportamiento vil y cobarde.