Cosas que debes tener en cuenta:
- Eres el Supremo Señor Del Mal. No toleres que los jugadores te traten de tu, ni que decidan que es justo o no es justo. Eso es cosa tuya.
- Interrumpe cuando veas que la historia divaga. Suele pasar que poco a poco, la cosa va desvariando y nadie se justifica ante la pregunta original. Corta por lo sano sin miedo.
- Introduce comentarios y elementos nuevos a la narración. Improvisa sobre la marcha lugares relacionados con los que digan los jugadores, o relaciones con los personajes que usen. Tal vez ese monstruo sea tu cuñado, o la isla salvaje ahora es tu lugar de vacaciones.
- Recuerda anteriores excusas, y úsalas contra los jugadores. ¿un jugador se ha excusado diciendo que estaba en el bar? A partir de ahora, llámale borracho cada vez que le toque. Haz chistes hirientes sobre las excusas que te han contado. Eso le da color a la partida.
- Cambia de tema siempre que lo veas necesario. Improvisa nuevos problemas que deban justificar, o aprovecha los que surjan con las excusas. Más de una vez los propios jugadores te darán motivos para pedirles una justificación.
- Intenta que la primera pregunta sea bastante genérica, o que englove varias "misiones". Así, puedes ir preguntando nuevos detalles sobre una misión, en lugar de agotarla en seguida.
"¿Cómo habeis convertido mi Imperio del Mal en una República Bananera?" resultó ser una pregunta que dio mucho jugo, ya que luego se preguntaron detalles particulares como:
-¿Que le pasó a la villa de la infelicidad, que ahora es el pueblo feliz?
-¿Y las minas, porque ahora son un parque de atracciones?
-¿Dónde está mi harén de elfas?
-etc.