Poneros de acuerdo.

Muy buenas mis pequeños psicópatas, os abro esta escena para que podáis atar los cabos que queráis sobre vuestra relación, así como hacer la historia común y todo eso ;)

Hermana te pongo mi historia para que la hagamos en conjunto y tengas una base.

Nombre: Sergei Gubanov
Edad: 40
Nacionalidad: Europa del Este, Rusa
Orientación Sexual: Heterosexual
Descripción psicológica: 

Sergei es una persona fría, sarcástica y metódica debido a su paso por varios procesos disciplinarios como el equipo olímpico o el ejército, en la cárcel potenció su agresividad y supervivencia para mantener su virginidad anal intacta, hizo buenos contactos y amigos ganándose los tatuajes que adornan su cuerpo y perdiendo la moral poco a poco y quedándose sin escrúpulos apenas, cosa que en el ejército termino de perder al convertirle en una auténtica máquina de matar, llegando al punto de ser expulsado del ejército y de su unidad especial, una de las más duras del mundo.

Historia: 

De pequeño Sergei quedó huérfano y se crió en un orfanato, de ahí pasó a formar parte de el equipo olímpico ruso en modalidad de gimnasia artística llegando a ganar un par de medallas de oro. Tenía una carrera prometedora pero se truncó por el éxito, llevándole a consumir grandes cantidades de alcohol y drogas, eso le pasó factura y acabó en la cárcel tras un escándalo bastante sonado. En la cárcel se forjó una reputación de tío duro al que no se le podía tocar si querías salir vivo de aquel encuentro. Tras la condena y su futuro en decadencia se alistó al ejército y descubrió el placer de matar en la guerra de Bosnia/Yugoslavia donde le licenciaron con deshonor tras haber pasado por los Spetsnaz (las fuerzas especiales del ejército ruso) A raíz de ahí se dedicó a buscar trabajo de lo único que se le daba mejor que hacer gimnasia artística y es matar....
Otros: Tattos

Imagen:

Nombre: Leena Gubanov
Edad: 28
Nacionalidad: Europa del Este, Rusa
Orientación Sexual: Heterosexual
Descripción psicológica: 

Leena es una persona considerablemente manipuladora y con una gran dosis de carisma, capaz de vivir y sobrevivir en paz sin recurrir a la agresión. No respeta a ninguna autoridad establecida ni el sistema político, por lo que prefiere una vida de bajo perfil. Aunque no tiene muchos amigos, sino más bien conocidos, generalmente es una persona amable y alegre. Idolatra a su hermano de una manera poco sana, y busca su aprobación más que cualquier otro destino.

Historia: 

Leena siempre fue una niña alegre y segura, de aquellas que corren el día entero detrás de su perro o, en el caso de esta chica, de su suficientemente paciente hermano. No era raro, después de todo era su hermano mayor y lo admiraba muchísimo. La diferencia de edad era suficiente para verlo como el adulto inteligente y maduro, en vez de como el pre adolescente que era, y fue por eso mismo que depositó toda su confianza en él al sufrir la pérdida de sus padres a unos cortos 3 años, 15 de él. Estaba desconsolada, como cualquiera habría estado, pero sin buscar siquiera encontró el apoyo incondicional de su único familiar vivo. Tomada de su mano y abrazando a su conejo de peluche morado, llegó al orfanato junto a él. Leena fue una niña feliz, acostumbrándose rápidamente a su entorno, saboteando las parejas que quisieran adoptarla y separarla de su hermano. Como todos saben, las niñas de corta edad son lo más buscado entre adopciones. De vez en cuando la dejaban salir del orfanato para acompañar a su hermano a las competencias, pero luego de que en sus últimas competencias él se olvidara de que en aquella ocasión ella lo había acompañado, no la dejaron ir más. Había estado perdida durante una noche entera, misma noche que su hermano faltó al orfanato por culpa de una de sus fiestas. Cuando ella tenía 6 años y un poco antes que él cumpliera los 18, vio como lo metían a la cárcel por un escándalo del que no entendió mucho. Eso significó que no podría visitarlo. Su héroe estaba lejos de ella, injustamente encerrado por un pequeño error. ¡Si tan solo supieran lo buen hermano que era con ella! Pero al juez aquello no le importaba. Aunque en paz, creció sola, desconfiando de autoridades y de cualquiera que hablara mal de su hermano. Hubo quienes cometieron el error de llamarlo drogata en frente suyo, y aunque no quedaron con secuelas físicas, las miradas de terror que de entonces en adelante le dedicaban a la chica sirvió de ejemplo para el resto. Por supuesto, eso fue cuando ya tenía 12 o 13. Y su orgullo solo aumentó al escuchar, de boca de Sergei en una de las pocas visitas que pudieron tener en el orfanato, que se uniría al ejército. Él estaba forjando un futuro para ella, un mundo seguro al cual salir. Y ella se esforzaría por merecer su espacio en aquel mundo ideal. Pero cuando volvió, ya no era el mismo. Y ella tampoco. Ella había aprendido a defenderse y a pelear por sí misma, desprovista de su protección a corta distancia. Había experimentado con algunas cosas, rechazado muchas otras. Era una mujer. Y él, su hermano, seguía siendo su eterno héroe.

Hola, a ver que te parece esto... tenemos una carnicería en el Bronx y un taxi.

El plan sería que por la noche, en la carnicería tenemos un sótano secreto con cámaras frigoríficas donde tener los cadáveres e incluso procesarla para venderla y deshacernos de los cuerpos mezclando la carne con carne de vaca y cerdo para carne picada :P

El taxi vendría genial para traer victimas a la tienda ^^

Que te parece?

Me parece que:

1. Tienes un problema con el canibalismo (pero me encanta xD)

2. El taxi tiene todo el puto estilo del mundo

3. Suena awesome. Especialmente porque nadie sospecharía de una indefensa mujer o.o

Gracias ^^

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