Los rehenes empiezan a quitarse la ropa entre murmullos de confusión y preocupación a partes iguales, los dos que ayudaron a la periodista corren semi-agachados hacia la única puerta que no está atrancada y miran de reojo al resto de secuestradores con ojos de cordero degollado.
Angus y su compañero siguen esposados y cada cierto tiempo, forcejean sin éxito contra sus propias esposas, aunque desde que han recuperado la consciencia están mucho más callados que antes, sobretodo el poli rubio que era bastante gallito y Lee Jay sigue como en un puto trance en medio de la sala y no parece reaccionar ante las palabras, a lo mejor el mono ha podido a la razón ya de una vez por todas....
Miro aliviado y de reojo como David se distrae con la llamada y con los rehenes, dejándome en paz a mí por fin. Me gustaría saber que mierdas se propone, pero paso de más jodiendas. Ese cabronazo nos va a joder a todos antes de que esto termine, eso seguro.
Las palabras del abogado no son demasiado buenas —como tampoco lo es el hecho de que tenga que salir él obligado a recoger el paquete—, pero aún me queda esperanza. Solo necesita un poco más de tiempo y que la chota no le haga la encerrona ahora.
—Tenga cuidado y apresúrese —le digo con sinceridad al abogado.
Me doy cuenta entonces de que el otro negro está medio acabado por el suelo entre temblores y algo en mi interior me dice que se joda, que se lo merece. Todo esto que me está pasando solo es culpa de esas pinches bandas y sus guerras por las esquinas y por la droga.
—Ese yonkie está en las últimas —digo después de todo sin sentimiento y haciendo un gesto de cabeza—. Quizás deberían llevárselo al hospital.
Parece que me toca salir de nuevo. En fin; dejo los papeles y el boli con el que estaba haciendo anotaciones y me pongo en pie. Tampoco me vendrá mal andar un poco... Debería haber pedido un café. Siempre me ayuda a concentrarme.
Sin más comienzo a caminar y despacio... muy despacio abro la puerta y salgo para recoger el pedido. Procuro salir con las manos en alto. No solo les dejará claro que no voy armado sino que además puede que piensen que estoy como rehén. No me gustaría terminar siendo juzgado la verdad, y ya no se que pensar de todo esto.
Ante la puerta ves cubos de pollo para alimentar a un pelotón de marines y un ordenador portatil con una bateria enorme, supones que para que dure más de lo normal, frente a ti siguen los mismos SWAT de antes que siguen apuntándote por si acaso...
Los rehenes que ayudaron a Rachel señalan los cubos de pollo y empiezan a cogerlos y llevarlos dentro sin que nadie les diga nada, supones que estan tan ansiosos por marcharse de alli que han decidido colaborar todo lo posible. En apenas un minuto ya todos los cubos de pollo y el ordenador se encuentran en el interior.
Los rehenes que ayudaron a Rachel empiezan a coger y llevar dentro los cubos de pollo sin que nadie les diga nada, suponeis que estan tan ansiosos por marcharse de alli que han decidido colaborar todo lo posible. En apenas un minuto ya todos los cubos de pollo y el ordenador se encuentran en el interior.
- Bien, ya tenéis comida y un ordenador... - dice el negociador por el teléfono.
Revuelvo el montón de ropa que han dejado buscando algún saco para ponerme.
—Sabe, Big Boss, deberíamos tratar de cambiar nuestras fintas, hay que dejar toda forma posible de identificación, puede darnos ventaja si se llegan a presentar algunas situaciones —dije mientras seguía buscando ropa adecuada— y deberíamos aprovechar a los rehenes, me la he pensado cuando envié a aquellos dos, se les puede amarrar a la puerta o al menos mantenerles ahí, para que los putos polis no intenten alguna gilipollez como dar de tiros o usar explosivos en la puerta.
— ¡donde están los putos extintores mujer! ¡Que me voy a cabrear! —exclame mientras continuaba en lo mío.
Al percatarme que había llegado la comida me puse de pie y fui donde ella.
— ¡Vaya, que si me moría de hambre! Creo que no matare a nadie por ahora, ¡hahaha! —dije alegremente, pero pronto mi semblante se volvió serio una vez más— lástima que no me fio tan fácilmente… revisen todo eso, que seguramente habrán intentado meter algún puto micro o una estúpida cámara.
Y ahora que hablamos de putos y estúpidos, ¿donde están esos idiotas uniformados? Habría que revisar que estén bien, que se han estado muy callados, una vez que encuentre una ropa decente iré a entretenerme con ellos…
Todo estaba demasiado bien, sabía que algo no cuadraba, andaban muy serviciales con las exigencias de unos simples pandilleros, a pesar de eso, todo era entretenido… un juego bastante entretenido…
Cuando el rehén que cargaba con el ordenador lo deja sobre la mesa del fiscal - en torno a la que se encuentran Big Fat, David y Lee Jay - el dispositivo rectangular que parecía una enorme batería adaptada explota despidiendo una brillante luz blanca que aturde a todos. Apenas un segundo después a Lee Jay le explota la cabeza y cae al suelo sin vida ante la atónita mirada de la periodista que empieza a gritar aterrada.
La bala del calibre 7.62 disparada por uno de los francotiradores del SWAT de Los Ángeles perfora el lado superior derecho del hueso parietal del pandillero haciendo que el hueso temporal derecho ceda ante la masa generada por el impacto y el cerebro del ahora ex-adicto al crack bañe el suelo de la sala del juzgado - y a la periodista.
Apenas segundos después todas las puertas se abren - las dos bloqueadas con grandes explosiones que destrozan puerta y los bancos que las bloqueaban - y empiezan a entrar equipos SWAT como si aquello fuese Afghanistan.
De frente por la puerta que habian intercambiado la comida y la rehén herida entran los primeros miembros del SWAT que no tenían nada bloqueando su acceso.
Todos ellos apuntan con las armas hacia David y Big Fat que están aun de pie y algo aturdidos - ¡Policía de Los Ángeles al suelo! - gritan todos al unisono - ¡Al suelo! - no lo repiten una tercera vez y abren fuego contra los pandilleros sin un ápice de duda.
David Gray fallece con un impacto en el pecho que entra y sale y un segundo disparo en la cabeza, sin orificio de salida. Big Fat tiene más suerte y recibe ambos disparos en el brazo izquierdo, que le queda totalmente inutil.
Motivo: Disparo 1 (David)
Tirada: +3, -1
Resultado: [3 - 1] + 2 = 4
Éxito Espectacular
Motivo: Disparo 2 (David)
Tirada: +2, -1
Resultado: [2 - 1] + 2 = 3
Gran Éxito
Motivo: Disparo 1 (Big Fat)
Tirada: +3, -3
Resultado: [3 - 3] + 2 = 2
Éxito Completo
Motivo: Disparo 2 (Big Fat)
Tirada: +6, -4
Resultado: [6 - 4] + 2 = 4
Éxito Espectacular
Lo hago así pq quiero daros la oportunidad a Big Fat de matar a Sullivan y a Pablo de tirarse al suelo y salir con vida de allí ya que no es un criminal. Aunque os debería matar a todos... xD
Aquello estaba visto para sentencia. Ni siquiera le habían dejado decir unas últimas palabras, explicar su verdad al mundo. La verdad no importaba. No cuando tenías este color de piel, y vivías en los suburbios del sur de Los Ángeles. Lee Jay había pasado a la historia, y no le dió ninguna pena. Aquel hijo de puta colgado era la misma escoria que él. Tampoco le dió pena ver a Gray con un tiro en la cabeza. Aquel psicópata sadíco era muy útil para torturar, pero todos sabían que tarde o temprano iba a acabar así.
En cuanto a él, prefería morir así, como un guerrero, y no atado a una silla. Esperaba que sus colegas de la cárcel cumplieran su última voluntad. En un momento de flaqueza, abrumado ante la espectativa de morir en la camilla de la inyección letal, redactó una carta para su madre, contándole toda la verdad. Lo bueno y lo malo. Esperaba que se la entregaran.
Encajó varios disparos, pero era un cabrón duro. Mucho más duro de lo que aquellos flipados con armadura de kevlar creían. Por eso, miró a Sullivan, y alzó el revólver como si le costara un mundo, como si fuera Cristo, y le estuvieran clavando en la cruz. Él iba a morir, pero antes, se lo llevaría al infierno con él.
-¡Mirad como muere un verdadero gangsta! -dijo, apretando el gatillo una y otra vez.
Hasta que se acabara el mundo, o sus ojos se cerraran. Vida y muerte de Big Fat, lider de los creeket crips. ¿Cantaría Snoop Dogg algo en su honor? A estas alturas, hasta la muerte le importaba un huevo.
Motivo: Coord+Armas de fuego
Tirada: +4, +6, +4, +5, -2
Resultado: [6 - 2] + -1 = 3
Gran Éxito
El disparo perfora la cabeza del agente de policía que muere al instante ante la mirada atónita de horror de todos los presentes, incluidos los dos equipos SWAT que entraban en la sala en ese preciso momento.
- ¡Matad a ese asesino de polis! - grita uno de ellos - ¡Fuego a discrección! - sentencia apuntando hacia Big Fat y vaciando el cargador de su MP5 y siendo imitado por sus once compañeros.
El cuerpo de Benjamin Smith, alias Big Fat cae al suelo destrozado por el fuego de subfusil, escopetas y pistolas de los tres equipos SWAT que habían visto como aquel negro hijo de puta ejecutaba a uno de los suyos ante ellos. Pero nadie parece sentir lástima por él, aun no había caido el cuerpo al suelo cuando los agentes del grupo especial empezaban a sacar a los rehenes y buscaban entre ellos al otro secuestrador, al espalda mojada.
Motivo: Rehenes muertos
Tirada: 1d8
Resultado: 7(+2)=9
Motivo: Rehenes heridos
Tirada: 1d12
Resultado: 11(+4)=15
No hago tiradas ni nada, pq 12 tíos disparando sin piedad contra uno solo... Es incompatible con la vida. xD
Entre los rehenes muertos, cuentan los secuestradores así que son 6 rehenes y vosotros 3. xDDD
No sé como coño ha pasado, pero ahora todo explota a mi alrededor. Puedo oír los gritos y ver con dificultad como las puertas vuelan. Me quedo de piedra hasta que oigo la orden de al suelo. No reacciono al instante, mi cuerpo no puede moverse, pero en cuanto oigo como abren fuego esos malnacidos las piernas me fallan y caigo al suelo hecho un ovillo. Ni siquiera me atrevo a mirar donde están impactando las balas. Únicamente rezo por salir vivo mientras aprieto mis manos encadenadas a mi cabeza, bien pegado al suelo.
Por suerte para mi los disparos cesan, dejando todo el protagonismo a los gritos de los rehenes. Entre temblores me sigo notando entero, creo que no me han alcanzado. No quiero ni alzar la vista ni levantarme. Tampoco creo que pudiera mantenerme en pie.
—¡S-s-soy in-inocente! —digo entre tartamudeos hacia el polvoriento suelo— ¡No fu-fui más que otro re-rehén para esos pandilleros!
NdM: Dejo un rato a Eco para ver si quiere actuar de algun modo, esta tarde/noche finalizo las acciones de los pnjs. ;)
Todo ocurre a toda velocidad... una explosión de luz, un montón de disparos precedidos de más explosiones, y cuando puedo ver de nuevo ya han volado la cabeza a Gray. Acojonado, asustado y puede que incluso cagado en los pantalones, doy un salto por encima de la mesa, arrojando todos los papeles por el suelo, dejando las historias y las vidas de aquellos a los que estaba defendiendo esparcidos por el suelo... igual que sus cerebros y pronto sus vidas parece.
No digo nada, simplemente procuro estar lo más alejado de todos... los quería salvar, pero mis medios ya no sirven... ya no.
Va por ti Big Fat !!
¡¡¡ Gracias por esperar !!!
La programación normal se interrumpe y vuelve a aparecer el periodista del matutino de la cadena - El secuestro del juzgado de Simi Valley ha terminado. - anuncia con una sonrisa de satisfacción - La policía de Los Ángeles en una operación conjunta con el departamento del Sheriff ha liberado a la mayoría de los rehenes tras dar muerte o detener a los secuestradores que los ha mantenido retenidos en la sala del juzgado número cuarenta durante más de cuatro horas. - continua dictando lo que le van narrando - Lamentablemente ha habido seis fallecidos, entre ellos una periodista que se había logrado colar entre los asistentes al juicio y uno de los agentes de policía que escoltaban a los reos hasta el juzgado y fue retenido al iniciarse el secuestro junto a su compañero. - toma aire unos instantes - También hay múltiples heridos, pero ninguno de gravedad, por lo que podemos considerar que todo ha salido mejor de lo esperado por las autoridades. Gracias por su paciencia y les dejamos con la programación habitual del día de hoy.
Un año después en Compton alguien llama a la puerta de la casa de la madre de Big Fat, cuando abre la puerta frente a ella se encuentra a un negro con los colores de los Creeket, alto y de hombros anchos le recuerda mucho a su difunto hijo. El pandillero extiende la mano en la que sujeta una carta, cuando la mujer la recoge este se da la vuelta y camina hacia un low rider al que sube y se aleja de allí.
Pablo camina junto a su abogado de oficio, Albert, atraviesan el pasillo vallado que separa la carcel de Bakersfield de la libertad. Tras demostrar en dos vistas preliminares que el joven no pertenecía a ninguna banda y que su único delito era haber entrado de manera ilegal en Estados Unidos, se le encuentra no culpable y va a ser puesto en libertad. Además como compensación el gobernador Beck le otorga la ciudadanía y una nada despreciable suma económica a cambio de que no denuncie al estado de California por los daños y perjuicios sufridos en lo que claramente fue una investigación policial chapucera.
Al final, como Pablo sabía que iba a ocurrir, se ha hecho justicia.
FIN