Partida Rol por web

 Guié al grupo hacía mi coche y, una vez dentro de él, dejé que Nightshade nos guiase en dirección a donde habían escapado los fugitivos, antes de que pudieran escapar.

El rastreador parece funcionar de momento, el problema es que no se dirigen hacia el puerto. Si no hacia el Bronx. ¿Se habrán separado? ¿Tenían más rutas de escape? Es algo que debéis decidir en el coche, o seguir el rastro o revisar la zona portuaria.

Decidís seguir al rastreador, es la opción más segura. Lográis darles alcance y tras un corto pero intenso tiroteo lográis abatir a los mercenarios. Pero ni rastro del Doctor Plaga, ni de la élite. Uno de ellos os explica que los jefes huyeron a través del puerto. 

Cuando llegáis al puerto veis a sumergirse a un submarino de gran tamaño. Uno de origen soviético sin duda, comprado a alguna de las ex repúblicas soviéticas. Encontráis muchos vehículos abandonados, la mayoría provienen del EROC (East Rutherford Operations Center). Una oficina donde se destruyen billetes de dólar, pero también es una reserva de moneda en curso.

Point Breaker contacta con un hacker conocido suyo, que logra entrar en los sistemas del EROC. Esa noche un total de 30 guardias fallecieron en esas instalaciones y fueron sustraídos sobre cinco billones de dólares entre moneda en curso y billetes para ser destruidos. 

Spartan logra saber cuánto fue robado en el Banco de la Reserva Federal, gracias a vuestra intervención no fue posible transportar el oro y  la mayoría de obras de valor incalculable. Pero se detectó que fueron copiados teras de información digital sobre cuentas, transacciones, etc... 

Nightshade logra contactar con el ERU, le indican que en el distrito de los diamantes varias casas de tallado e importantes joyerías fueron atracadas con una estimación de que decenas de millones de dólares en piedras preciosas y joyas fueron robadas.

La gran tormenta de nieve fue la cortina de humo de uno de los atracos más exitosos y sangrientos de la historia. Gracias a vosotros pudo ser mucho peor, ya que si el oro llega a ser sacado de la Reserva Federal conllevaría a Estados Unidos a pagar billones de dólares en compensación a decenas de países por ser el custodio de dichos metales. 

A la mañana siguiente, cuando las temperaturas subieron, se encontraron los cadáveres de cientos de pandilleros en diversos puntos de la ciudad. Parece que los mercenarios mataron a los pandilleros tras haberlos usado. El NYPD estima que las bandas perdieron más del 60% de miembros esa noche. La actividad de las mismas se redujo al mínimo durante los próximos meses, lo que hizo que en algunos puntos de la urbe aparecieran pintadas de "El Doctor Plaga salvó a Gotham".

No se supo más sobre el Doctor Plaga y sus secuaces desde ese momento... Quién sabe, puede que regresen con la próxima Gran Tormenta...

 En los días posteriores, la vida seguía en la ciudad, aunque tenía la sensación de que la crisis reciente había demostrado que no estábamos preparados para lo que podía ocurrir. Desde la ventana de mi despacho, observaba con rostro impasible la ciudad, todavía cubierta de nieve, decidido que esto no iba a terminar así.

 Ya había movido mis contactos para tratar de localizar a Plaga y a sus secuaces, definitivamente no se iba a salir con la suya. Pero además la experiencia me había servido que la ciudad no podía permitirse vigilantes desorganizados y solitarios, no... Debíamos de organizanos, formas grupos organizados y entrenados... Supergrupos, como decían en los cómics.

Nunca había pensado que las victorias podrían ser tan agridulces, se nos había escapado quien llevaba la mascara y tenia la sospecha que los que estaban detrás no se iban a quedar quietos mucho tiempo.

Estaba muy cabrada, demasiado y mi parte abogado esta deseando cogerlos para que se pudran literalmente entre las cuatro paredes de una celda y que sea sin ventanas. Es demasiado dinero, demasiadas cosas y había tenido que ser planificado meticulosamente, algo me decía que iba a volver a ocurrir mas pronto que tarde otra exhibición de tamaño ego.
Mi mente trabaja en muchas cosas, que voy aparcándolo en pequeños compartimientos para poder reunificarlo, para crear una teoría. Aunque no necesito una teoría para saber que lo que quieren es maldito dinero. Me despido de mis compañeros, aunque no se si llamarlos compañeros, a uno puede que si y a otro aun no lo se. 
Me despido de ellos en un punto donde les pido que me dejen y que contactaremos, Point tiene mi teléfono para poder localizarme. Simplemente desaparezco por los tejados camino a mi casa, donde desaparece la mascara en cuanto atravieso la puerta de la azotea. 

Josh únicamente pudo sentir una inagotable ira y decepción al ver que llegaban y la presa se les había escapado por los pelos. Nuevamente habían demostrado una gran planificación al despistarlos con un señuelo. Sin embargo, sopesando la situación, se consoló sabiendo que habían logrado frustrar gran parte de los planes del Doctor Plaga y su organización.

Eso era sin duda más de lo que aquella escoria criminal había esperado.

De todas formas, si el buen Doctor había logrado sobrevivir al disparo de escopeta, no tardarían en saber de él. No parecía ser de los que perdonaban las afrentas.

Así que cuando llegase el momento, Point Breaker estaría preparado para darle un poco de sana medicina en forma de plomo. Y en esa ocasión se aseguraría de que no volviese a levantarse.

Hasta entonces los vigilantes habían estado separados. Operando cada uno por su cuenta. Pero aquello tendría que cambiar. Una nueva era de colaboración sería preciso si querían prosperar en los siguientes años.

Por lo que él respectaba, las puertas a colaborar con Nightshade y Spartan estaban completamente abiertas.

Como parte positiva, los pandilleros de la ciudad habían quedado diezmados. Eso les daría un balón de oxígeno para recuperarse, armarse hasta los dientes y prepararse para la siguiente amenaza que se cerniese sobre la ciudad.

Para ello, también contó con la ayuda de Grigori, a quien emplazó la creación de un sistema de vigilancia a través del hackeo de las cámaras de seguridad repartidas por toda la ciudad, el uso de drones y la monitorización de la Dark Web en busca de cualquier rumor. Si finalmente el buen Doctor volvía a por ellos, quería estar seguro de poder verlo venir de lejos y seguirle la pista si fuese necesario.

Por lo demás, siguió realizando sus operaciones de limpieza de criminales de la ciudad. Con más discreción que antaño, pero con el mismo ahínco de siempre. Era importante aprovechar que las pandillas estaban debilitadas para impedir que se recuperasen.

¿Y en los momentos de relax? Pues seguir disfrutando de las fiestas navideñas con su mujer y su sobrino. Porque la vida era corta y preciosa y la muerte podía acechar en cualquier callejón sombrío, y si en algún momento esta le salía al paso, estaría atento para romperle las narices de un buen puñetazo.

Guarde el traje en su lugar y luego me di un baño, necesitaba desentumecerme, además de curar algunos rasguños.

Acabo en el sofá con una cerveza, algo de comida calentada y mandándole un mensaje a mi chico para saber como esta. Soy una moñas y necesito saber que esta bien, creo que la única que ha tenido pelea he sido yo con mis dos acompañantes. Mando también un mensaje a mis padres para preguntarles si ellos están bien, como mis hermanos y mi cuñada.
Tuve noticias de la oficina mas pronto de lo que esperaba, íbamos a tener mucho trabajo cuando pasaran las fiestas y deberíamos rezar que no nos quitaran los días de vacaciones por todo el quilombo que se había montado.

Cuando Cadell llega tras un largo turno, el café esta recién echo, hay tortitas, huevos revueltos con bacón. Estoy sentada en una de las sillas en la mesa, con el portátil abierto y dos de mis libretas completamente garabateadas con mis anotaciones. 

— Buenos días — murmure sonriendo y levantándome para abrazarlo, había tenido tanto miedo esa noche de no volver a verlo. El beso es lo que me devuelve al momento — Te he echado mucho de menos y he tenido miedo de no volver a verte.

Luego solo nos sentamos y desayunamos haciendo planes para estos días, a lo mejor si que teníamos que ir a ver a mi familia. Aunque la tormenta no se como habría dejado los túneles y todos estábamos en la ciudad. Seguía teniendo miedo de juntar a todos bajo el mismo techo, pero algo me decía que no tenia que atrasarlo mas.  Así que nosotros somos los que preparamos la cena de Navidad y sabe bien, no puedo quejarme. Hasta que llegan los postres y es cuando rezo por un tierra trágame. 
Me pongo roja, al ver como se pone de rodilla y saca una cajita de terciopelo para pedirme que me case con él. Me lo había pedido antes, pero no había dicho nada y creo que ha esperado a esto para la encerrona. Digo que si, cuando se lo cuente a todos querrán saber cuando será el gran día. Eso para después de Año Nuevo, creo que Sra. Byrne suena bastante bien

El submarino puso rumbo a un lugar desconocido. Los planes cuidadosamente preparados por el Doctor Plaga y su equipo habían fracasado en gran parte.

El cuerpo herido del Doctor estaba tendido en una mesa de quirófano del submarino, rodeado de médicos y enfermeros que hacían todo lo posible para que curar sus heridas. Su traje había sido seriamente dañado, y las balas han penetrado el blindaje y dañado cara y tórax. Algunas heridas son graves y seguramente le provocarán fuertes dolores durante el resto de su vida. 

En mitad del Atlántico Norte el submarino se encuentra con un carguero con bandera de conveniencia que actúa como buque nodriza y traslada la gran parte de la carga al mismo. El resto del cargamento servirá de pago para los mercenarios y para gestionar un nuevo reclutamiento de soldados de fortuna. Sus planes solo se han pospuesto.

Tras unos días recuperándose de sus heridas, el Doctor decide salir y hablar con los hombres presentes en el barco. Entre ellos está David, su mano derecha. 

- David, quiero que averigües todo lo que puedas de los justicieros que se enfrentaron a nosotros. También necesito que mejores mi armadura... 

David asiente en silencio. 

- Al resto solo os digo que volveremos a Nueva York y lograremos nuestro objetivo. Acabaremos con la economía norteamericana de un solo golpe, y vengaremos la muerte de nuestros camaradas. 

Luego en voz baja añade:

- Reduciré a cenizas a esos tres... Junto a toda su familia y amigos. 

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Unos meses más tarde, con el comienzo de la temporada de tormentas de nieve (blizzards) en USA, vemos al Doctor Plaga revisando el parte metereológico. En unas semanas se darán las condiciones perfectas para una gran tormenta. Una tormenta inmensa y que durará sin lugar a dudas varios días. 

Sonríe maliciosamente debajo de su máscara al ver unas cifras que palidecen a la anterior tormenta. Esta tormenta no será Snowmaggedon, será "La Tormenta del Milenio".

- Esta tormenta es la oportunidad perfecta...y estamos preparados para aprovecharla... 

Levanta su cabeza y mira al infinito a través de sus lentes. Se toca a través de la máscara una de las cicatrices que las heridas de su anterior combate le han dejado. 

- Es hora de hacer sufrir a esos tres... David, avisa a los hombres. Hay que preparar el ataque, Beirut en el 84 parecerá un paseo comparado con lo que tengo preparado a los neoyorkinos... 

Sonríe maliciosamente mientras piensa en todo el caos y fuego que desatará con la ciudad al mismo tiempo que la nieve tape la sangre que se verterá en las calles de la Gran Manzana.