Partida Rol por web

Me giro y les veo llegar, rápidamente me coloco en su altura. Veo la sangre. Los huesos. Aprieto los ojos con fuerza mientras el velo intenta sobreponerse, mientras aguanto con dificultad una arcada. Inspiro profundamente.

¿Ne... Cesitáis ayuda...?

¿Cómo puedo preguntar algo tan evidente? ¡Es claro que sí!

Sin dudarlo me coloco al lado de Grace, parece la más malherida.

En cuanto salgamos, podrás ir a un hospital... Vamos, sé fuerte.

Aunque las palabras del calvo hacen que mire a mi torturador, aunque no añado nada.

-¿Me estás diciendo que el chino tiene una llave que nos saca esto? -señalo el peto- ¿pero es segura?

Les digo mientras espero una respuesta.

Observo con asco a los recién llegados, -Desde luego el enfermo se debe estar divirtiendo de lo lindo a nuestra costa-.

Observo al calvo entrar y sus palabras -Espera... ¿llaves, qué llaves?-.

Sin más me acerco al asiático, -Oye tú, suelta las llaves para que todos podamos quitarnos esta mierda-.

Me giro a los quemados y les enseño mi mano vendada con los calzones del viejo que cayó en los pinchos, -Si se quitan los calzones, podrán vendar un poco las heridas y cortarán cualquier hemorragia...-

-No existe peligro, al menos a nosotros no nos sucedió nada mas que esto…- señala nuevamente las quemaduras.

-Es una buena idea pero tocar cualquier cosa ya me produce dolor y no dispongo de conocimientos básicos en medicina…- comenta ante la idea de Samantha.- Pero si me ayudais no ofrecere resistencia... miro su propia ropa interior-

Cuando entran por fin los de la puerta trece vienen precedidos de gritos de dolor, tan solo quedan tres vivos ya y están bastante malheridos . Los miro las quemaduras nunca fueron mi especialidad y menos aquí...lo mas seguro es que mueran de una infección si no salimos pronto de aquí.

Dos ya no tienen los aparatos torturadores y tambien me acerco al chico oriental

- por favor quitanoslo a todos..

Se lo pido amablemente, seria la primera vez que de verdad creo que podamos salir con vida de aquí. Estaremos en igualdad de condiciones al menos.

A mí no. Aún tenemos tiempo y quizá sea necesario que alguien actúe moviendo una palanca o algo, y será más fácil si no estamos quemados.

Digo esto mientras me dispongo a ayudar a Grace.

-Creo que me explique mal, lo de nuestras manos no fue obra de abrir las carcasas…- Pensar en ello hizo aparecer un gesto de dolor al solo rememorarlo.- tuvimos que meter las manos en acido para conseguir las llaves-

Una leve pausa y continua explicando.

-Hay unos recipientes en la sala anterior, la única forma era introducir la mano y sacar la llave, están numeradas pero no sabemos todavía que numero pertenece a que persona…-

Se detuvo, ya era suficiente y aun esperaba algún voluntario.

Grace tenia la mano derecha totalmente comida por el acido, el sufrimiento se veía reflejado en su rostro. Por si fuera poco, mientras Armando y Hoturabi se habían librado de aquel arnés, el de ella seguía en su lugar.

Thomas se acerco a ella y le ofreció ayuda, pero Grace a penas tenia fuerzas para responder, y no opuso resistencia cuando este la cogio.

El dolor era intenso y constante, y solo tener la mente ocupada la ayudaría a sobrellevarlo, apoyándose en Thomas hablo, pero su tono otrora autoritario había dejado paso a un hilo de voz débil e intermitente.

No… vendar no… la carne… cicatrizara con la tela… dejad nuestras manos al aire… Una alarma se activo de nuevo y busco con la mirada hasta fijarse en Barhigun, alzo un dedo hacia él mientras hablaba a Thomas el torniquete… hay…  que cambiar… el torniquete… perderá el brazo.

¿Entre varios no podríamos volcar los recipientes?

Pregunto serio mientras rápidamente me encamino hacia el caníbal* para mirarlo y extender mi mano.

Dame tu brazo, hay que cambiar el torniquete.

Digo, más como una orden que como una petición. Ella parece estar mal pero, sin duda, es la que más sabe del tema.

-Y... ¿cuántas llaves tenéis? ¿Todas? ¿Sabéis si pasa algo si usas la llave con el aparato incorrecto? - pregunto a los recién llegados. No me apetece encontrarme con sorpresas. - Os resumo la situación. Venimos de la escalera de caracol. Tenemos el teléfono móvil que tenía la chica que cayó al vacío. Tenemos dos puertas abiertas con una lista de nombres encima de cada una, nuestros nombres. Y cada vez menos tiempo.

-Intentar abrirnos las corazas, y luego decidimos.

Le comento a los mutilados.

los tres nuevos que han entrado ahora se percatan que en el lado de la puerta que acaban de cruzar que da a esta sala hay escrito en rojo un numero 13

-Tú el chino, quitanos esto, todos queremos salir de estos mugrosos cacharros-

-Intentad abrirnos el chaleco mientras los otros comienzan a investigar por donde salir, y que hay en las otras puertas.

Posiblemente alguna de esas llaves abran otras puertas, yo me las llevaría por si acaso.

-No hay ningún problema si es la llave incorrecta- Contesta a Daniel. - respecto a lo de tirarlos al piso dudo que se pueda esta bien atornillado o soldado al suelo y los recipientes lo mismo sobre la mesa, además intentamos romperlos con las carcasas pero ni un solo rasguño, lo mas rápido es intentar coger las llaves aguantando el dolor.-

Luego se mueve y empieza a leer los nombres en las puertas buscando el suyo propio y de paso el del resto.

En las puerta pone

Puerta de la izquierda

Iñigo

Sarah Johns

Armando Bardo

Sonia Jonhson

Laura

Michael Hogan

Grace Simmons

Derek Dawson

Seal Hawks

Hotarubi Sokudo

Silvia

Barhigum

puerta de la derecha

Sarabi

Daniel Owen

Katrina

Anne Cassidy

Jordi

Rotd Rodriguez

Sr. Black

Thomas Red

Tara Márquez

Jessica Lange

Samantha Broodward

probais las 6 llaves con todos, y tras dos minutos conseguis quitar el corsé de Barhigum, Jordi y Tara.

0:23....

Mierda, el mio no se ha abierto.

-Gupito*, ven conmigo, que tengo una idea, vosotros id investigando las posibles salas.

Con el rigor mortis, el brazo del perro se hace mas rígida, y le hago forma de cazoleta a la mano.

-Intenta pescar las llaves, con mucha destreza. -le doy el brazo-

Cuando el peto cae siento como si todo el peso de mundo desapareciera de mi , después de lo que parece un milenio siento el aire llegar hasta la piel de mi pecho, ya solo cubierto por mi sujetador blanco de encaje que llevaba el ultimo dia que fui libre. Aun sin creermelo me abrazo contenta y suspiro rápido calmandome, sonriendo miro a Jordi que tambien ha sido afortunado después miro a Sonia, ella no.

Ahora, en esta nueva situación tengo que pensar... Hago lo que dice el maldito loco y voy por la puerta con mi nombre o me arriesgo y me voy por la otra con Sonia?

Voy hacia donde están mis compañeros y acaricio el brazo de sonia en señal de comprensión , miro fijamente a la enfermera, me gustaría hacer algo por ella pero no se me ocurre nada que no implique ir a un hospital.

- si os sopláis las quemaduras os sentiréis mejor

Lo digo sabiendo que suena bastante estúpido, pero sorprende el resultado.

Habiamos llegado a dos puertas que no separaban. Jordi y Tara no estaban conmigo, en su lugar, me tocaba con el *canibal y la **borde

mierda! maldije por la bajo. Había encontrado en Tara a una amiga y me hubiera gustado estar con ella hasta el final, la miré con lástima....

Escuchabamos voces en el interior de la puerta 13 y jordi les dijo que la respuesta correcta era 13. entonces la puerta se abrió y salieron 3 personas de ellas con las manos quemadas. En este momento era cuando me alegraba de no haber cruzado la viga, y si había una salida similar en todas las salas? bueno...a la **borde a veces le venian recuerdos y eso le ayudó a encontrar la salida....y la tenía en mi grupo. algo positivo después de todo...

que narices...? el ***rapado nos contó que había pasado y que el chino tenía llaves para quitarnos la mierda esta del pecho. me puse en cola con la esperanza de que el mio se quitara, pero no fue así, el de Tara si lo hizo.

Que bien! le dije a Tara cuando vi que su aparato se quito. siento no estar en el mismo grupo.... mi voz sonaba algo triste. si no te vuelvo a ver...bueno...me alegro de haberte conocido... espero que salgas viva de esta, echaré mucho de menos cogerte la mano. en este último comentario le cogi las manos, ya me había acostumbrado a tranquilizarme de esa manera y la iba a echar de menos, es extraño donde encontramos buenos amigos...