Partida Rol por web

-Pijita, si quieres puedes coger esta otra mano -le tiendo la del perro- ¿eres diestra pescando llaves?

El dolor habia disminuido ligeramente, mitigado por mi cerebro que trataba de mantenerse ocupado para evitar gritar a cada instante. Con el torniquete cambiado no habia mucho mas que hacer.

Acabemos de una vez

Dije al fin, y me dirigí a la puerta en la que estaba mi nombre. Perder a la unica persona que hubiese podido entenderme era ya suficiente tristeza como para preocuparme de lo poco que me podia arrebatar nuestro depravado cantor.

veamos cual es tu próximo juego.

Cogí las manos de Sonia mientras me mordía el labio. Aun no había elegido que haría

- yo tambien me alegro de haberte conocido, pero ahora se que saldremos de aquí con vida. Te veré fuera si no seguimos juntas y todo esto se quedara en el olvido... Ten mucho cuidado...

Me abrace a ella apretando sus manos con fuerza e intentado no rozar el maldito aparato que yo ya no llevaba y las lagrimas se me escaparon de los ojos. No nos habíamos ido a tomar cafe, ni nos conocíamos de nada pero el vinculo que habíamos hecho tan solo agarrandonos de la mano había sido uno de los mas veraces de toda mi vida. Me quede pensando que hacer, ni Jordi, ni jessica ni yo dependíamos ya del aparato... Eso nos daba libertad...Y ademas estaba hasta las narices desde hace tiempo de hacer lo que el puto loco quería

Mire a la rubia borde , había que averiguar porque tenia esas visiones y que tenia que ver con el

Por que estas aquí?

Le dije aun abrazada a Sonia , quería saber cual había sido su pecado.

Me quedo mirando la escena que están protagonizando las "leñadoras", y le contesto a una, que al parecer tiene el pecado de la curiosidad:

-Mi novio y yo nos aburríamos, y decidimos salir de caza en busca de presas, de repente, apareció una putita, y me la cargué a patadas y puñetazos. No me arrepiento de nada, incluso volvería a hacerlo si me viese obligada. El problema lo tuvo mi novio, que la policía nos enganchó, y le cargó con las culpas, supongo que tendría algún colega en el talego que hacía tiempo que no veía. Mi novio ha salido del meco, y ahora me estará esperando y buscando.

Sin mas explicaciones, me dirijo a ver si yo misma consigo sacar alguna de las llaves de los tarros de ácido.

Me acerco al primer bote que veo que tiene una llave, e introduzco la mano extra para intentar sacarla de una forma lo mas rápida posible...

Una vez nos explican la situación en la sala anterior y me liberan del arnes me concentro en entender la solución, mientras pienso escucho la confesión de la rubia* de porque está aquí, una clara conducta psicopática con desafección total por su víctima, debería estar internada en tratamiento y no en esta macabra casa de castigo, pero eso ahora no es importante

-esperad, es facil saber de quien es cada llave y no perder el tiempo recuperando las innecesarias, la clave esta ahí- señalo a las dos placas con nombres encima de las puertas

-nuestros números van por orden empezando por el difunto Iñigo, no espero que nadie vuelva a comprobar si la llave número 1 abre su arnes pero es lo que creo, y la 17 es la que ha abierto el mio** , la de Barhigun era la 12, el es el último de la primera lista, pero Tara... Tara no cuadra, creo que la suya era la 24, pero aquí nunca fuimos 24, eramos 23 al principio y ella debía ser la 21. Es raro, pero creo que merece la pena que lo hagáis así antes que intentar sacar todas las llaves, esa mano no aguantará eternamente-

Me quedo un momento pensando pero luego me sube una nausea, el tiempo se acaba también para mi

-lo siento pero la agilidad manual no es lo mio, sigo adelante, buena suerte con las llaves- tras lo cual me voy por el pasillo donde está mi nombre

Escucho lo que dijo la rubia psicópata y la mire suficiente.

- pues entonces ya queda claro lo que pasa aquí no? El puto loco es tu novio y simplemente o bien te ha encerrado como venganza por cargar con la culpa el o por que. Estáis compinchados... No creo que el quiera matarte así que ya sabemos a quien recurrir cuando nos vuelva a ir mal...

Junto a la puerta que tenia mi nombre escuche la conversación la respuesta de la rubia, y las acusaciones que comenzaban a lanzarse unos a otros. Mire el reloj, decidida a no perder mas tiempo antes de avanzar a la sigue te habitacion.

No hay una razon para que estemos aqui. Yo nunca he hecho daño a nadie. Solo atiendo a personas enfermas, las curo o alivio su dolor. Pense de nuevo en Katrina, a ella la habia salvado de quien nos habia convertido en sus juguetes, pero ahora debiamos continuar. No perdamos mas tiempo.

Atravesé la puerta con mi nombre, la izquierda.

Lo siento...le dije a la *rubia borde soy un poco patosa... creo que sería mejor que lo intentara otra persona

Tara me abrazo con mucho cuidado de no rozar mucho mi aparato. Yo no estaba tan segura de poder verla fuera, probablemente al menos yo acabaría muerta, tenía la destreza y agilidad de una tortuga y hasta entonces había tenido mucha suerte, más de la que debería. No era de tener muchas amigas, de hecho, no tenía ninguna buena amiga fuera, la situación en mi casa había provocado que no fuera muy sociable. unas lágrimas salieron de mis ojos. ¿que pasa si no vamos por las puertas con nuestro nombre? no...probablemente el aparato este que tengo en el pecho me empezaría a sonar o algo por el estilo...era demasiado riesgo. si... dije con tristeza ya nos tomaremos un café juntas. no me separaba de ella, en realidad no quería, así que seguí abrazada a ella.

Tara le pregunto a la *rubia borde por su historia, era la típica quinqui que va por ahí en plan "como toques a mi novio te mato" y lo hizo literalmente. Odiaba ese tipo de gentuza. probablemente al salir seguiría con las mismas...

Miro a Laura y simplemente digo:

Te ayudo, creo q tengo una agilidad respetable. Tal vez podamos sacar las demas llaves y terminar con los cacharros q tenemos encima.

entráis en la 4ª sala, en el centro de la sala una gran mesa alargada de metal. Sobre la mesa hay 24 botes de vidrio grueso marrón, los botes son anchos en la base y estrechos en la boca, pero suficientemente grande la boca como para meter una mano. Cada bote tiene un numero, van del 1 al 24.

Dentro de cada bote hay liquido y en el fondo de cada bote hay una llave menos en el 1, 2, 12, 13, 17 y 24.

En la 2 y la 13 se observan incluso sangre diluida.

junto a una de la paredes veis el cadaver de Katrina

Entras por tu pasillo, esta todo oscuro, pero llegas a una pared metalica que no te deja seguir.

Palpo la pared tratando de encontrar algun tipo de pomo o asa para abrir la puerta, pero con extremo cuidado, no me fio de nada ya.

En mi primer intento fallo por los pelos.

-Mierda, tío, te lo vas a tener que currar que te cagas con esto, un intento y nos vamos. Con los pulmones de la muerta, podríamos hacer una bomba que sacase el ácido, o con su esófago, pero tardaríamos demasiado, el tiempo no está a nuestro favor.

Grito para que me oigan:

Se oye un grito desde dentro de la sala:

-¿De que ha palmado la paleta que hay aquí dentro?

Escucho las palabras y confesiones, mientras me separo de Grace y veo cómo una chica se ha dirigido al fondo*. Inspiro profundamente para pegar un grito desde mi posición.

¡Yo avanzo! ¡El tiempo está en nuestra contra y posiblemente sólo sea un juego para que perdamos el tiempo y de paso nos hiramos. En cualquier caso, coge la llave número trece, quizá sea la maestra!

Dicho esto, y sin aguardar a nadie más, avanzo con firmeza y decisión por la puerta que lleva mi nombre

Maldito bastardo. ¿Quieres matarme? ¡Adelante! Si no, juguemos...

Aprieto los dientes, esta situación está comenzando a hacerme perder los nervios, otra vez. Será mejor que me adelante antes de terminar liándome contra ellos a palos.

Desde el pasillo donde ya avanzo decidido me giro para contestar a Thomas

-La 13 ya la tenemos y apuesto a que es una de las que no ha abierto nada, debe ser la de- hago una pausa para recordar las listas sobre las puertas -Sarabi-

"¿esa era la chica negra? creo que si"

Mire un ultima vez a Sonia antes de separarme. Estábamos demasiado cerca para jugarnosla , entraría por la puerta con mi nombre

Cuidate sonia, nos veremos en 20 minutos

Ese era el tiempo que marcaba, entre en la puerta donde ya habían entrado Jordi y el chico guapo