Se notaba el malestar en el ronin, no le agradaba retirar sus palabras, hizo una reverencia pomposa y cargada de cierta ironia al magistrado. Y manteniendose en esa posición habló tras un instante.
Habeís de saber que mis palabras eran sólo mias, y no de mi señor, espero que no hagaís de mis ofensas una ofensa de mi señor, y sabed que es del todo personal entre vos y yo, dragon-chan. Ruego que atendaís vuestros asuntos con mi señor, y cuando lo considereís adecuado resolveremos este asunto de modo más privado. era lo más parecido a una disculpa que ese mentecato iba a conseguir.
borde :P
Bien, de momento eso nos tendrá que servir, Soka-sam. Ahora atendamos a personajes mas importantes y honorables medió ante su compañero No sería adecuado ni ante el magistrado ni ante nuestro anfitrión. Ya habrá tiempo para todo lo demás.
Soka asintió en silencio. Hizo una reverencia al magistrado.
Disculpadme por alterar la calma de este lugar. Debería haber valorado mejor donde estaba.
Bien, no os preocupeis, Taro produce ese efecto a menudo. Su presa suelen ser las matsu, pero ante la ausencia de esas por aqui, vos habeís sido lo más voluble que ha encontrado. dijo el magistrado quitando algo de hierro al asunto, y tras dirigir una mirada acerada al ronin de pelo alborotado, se volvió a los Dragón Pasad, tenemos asuntos que discutir.
El magistrado y los dos dragón desaparecieron tras la puerta de Shoji, dejandoos a los demás al otro lado de la puerta. En medio del pasillo, el silencio reinaba sobre vosotros, en contraposicción al vocerío de hace unos instantes.
Aveces me sorprendo a mi mismo. Sun sonrió aun más divertido cuando las piezas empezaron a encajar. Ni siquiera la torba mirada del Shiba consiguió disminuir la excitación que sentía. No se había equivocado. Aquel muchacho era algo asi como el protejido del Magistrado Esmeralda. Aunque por las por las palabras de este casi podría decirse que este niño fuese su yojimbo.
Volvió a observar al ronin objeto de sus pensamientos. Apenas un adolescente mal vestido... quien lo hubiera dicho. El interés por saber más de él crecía a cada momento. Valoró el riesgo de acercarse a alguien a quien aquel fenix inquisidor trataba con tanta permisividad.
Pero por fin venció su curiosidad. Osea que Matsu... pronuncio dirigiéndose hacia Taro.
Volvió a observar al ronin. Apenas un adolescente mal vestido... quien lo hubiera dicho. El interés por saber más de él crecía a cada momento. Valoró el riesgo de acercarse a alguien a quien aquel fenix inquisidor trataba con tanta permisividad.
Pero por fin venció su curiosidad. Osea que Matsu... pronuncio dirigiéndose hacia Taro.
No tienen por que ser Matsus, pero esos son los únicos que nunca defraudan mis espectativas. respondió Taro con una sonrisa a modo de disculpa, aún con la vista fija en Itoko.
Deseaís tomar el lugar del Mirumoto, realmente necesito desentumecer los musculos. propuso sin mayor reparo al gigante bobalicón que estaba presente tratandod e pasar desapercivido. Su tono estaba a medio camino entre jocoso y prepotente.
¿Me preguntaís si deseo ser insultado o si deseo aplastaros la cabeza? pregunto Ten suspicaz, mientras estrechaba los ojos, fijandose en el canijo que le provocaba.
Taro se quedó un instante observando al Grandullón, que al igual que un oso, le parecía una bestia noble, rió con fuerza, de modo abierto y sincero.
Lo que quería decir es si me haría el honor de enfrentarse conmigo en un duelo, de práctica. dijo ajustando su tono, de modo que se suavizo bastante hasta el punto de parecer tan amable como cualquier Grulla pudiera ser, dadas las circunstancias, y su aspecto.
De nuevo una carcajada llena la sala cuando Sun escucha las palabras de aquel niño insolente. Taro-san, Estáis retando en un duelo de iayitsu a una montaña. ¿Lo próximo será una carrera con una tortuga? Observa a la divertido a la fenix y otra vez al muchacho. No dudo que mi compañero bien podría aplastaros la cabeza, como ha dicho. Pero no somos bushi de duelos y sutilezas. No es momento ni lugar, y si Itoko-sama no me corrige. El ronin se vuelve de nuevo hacia la mujer que les observa con rostro severo. El trato con nuestro ilustre visitante el Magistrado Esmeralda no ha terminado del todabía. Sin duda cuando no tengamos otras obligaciones podremos buscar un dojo en el palacio y con gusto mediremos vuestro kenjutsu con el nuestro, boken en mano.
Remarco estas últimas palabras, dejando clara mi intención de no derramar sangre innecesariamente.
Al parecer la sangre derramada en la noche pasada no había sido suficiente para saciar el ansia de algunos. Saizo no comprendía como precisamente en la antesala esperando hablar con un magistrado esmeralda se estuvieran produciendo semejantes acontecimientos, más teniendo en cuenta que estaba claro la manos de los shinobis en la noche anterior.
De todas formas el era un médico, no un guerrero. No podía entender completamente esas tendencias y no pensaba criticarlas, ya se había dicho lo que había que decir y no con demasiado éxito.
- No es momento ni lugar para medir técnica, dominio ni escuelas. Hace una noche escasa ha habido demasiada violencia, la suficiente para saciar el gusto de muchos. Por no decir la gran personalidad que está al otro lado de la puerta y sin duda no desea más sobresaltos ni confrontaciones. -
Taro observó a los fenix durante un instante... ¿ Seguro que eran del mismo clan que el magistrado? se pregunto para si mismo.
No pensaba limitar la capacidad de vuestro amigo obligándole a practicar ninguna disciplina en concreto se dirigía a Sun, en su voz había una mezcla de explicación y defensa como si el hecho de sugerir que fuera de otro modo no estuviera bien, después de desechó cualquier tipo de razonamiento contra los dos samurai de naranja.
Pensaba derrotarte limpiamente, usando yo mi arma y tu la que tu escogieras, pero parece que hoy no se puede uno divertir, mi cabeza estará esperándote dijo después a Ten con un gesto de su mano al tiempo q os daba la espalda y se marchaba por un corredor.
¡Cha-nna! dijo a modo de despedida moviendo la mano.
Sun se volvió sobre sus desgastadas sandalias para observar como se alejaba aquel muchacho. Se quedó unos momentos mirando su espalda mientras se alejaba por el corredor. El ronin valoró la katana que colgaba de su obi pensando en lo que podría hacer este con el acero en su mano. Que personaje más raro. ¿Cual será su verdadera relación con el magistrado?. Ten, cuidado con ese. No debemos partirle la cabeza, parece estar bajo la protección del magistrado. Su presa preferida son los matsu... Estas últimas palabras fueron pronunciadas más para si mismo que paralos demás.
En cuanto a nosotros. Se dirigió a los fenix. ¿Cual es la situación en la ue nos encontramos respecto a Tesai Tobei-sama?
Te percatas de que la funda de la katana es de acero, ella misma, cosa que no es habitual. Y su empuñadura de nacar. Te llama la atención la contraposición entre tan caro complemento y los andrajosas ropas y maneras de las que hace gala el muchacho.
"¿Derrotarme?..." pensó Ten; la prepotencia del muchacho y sus provocaciones le habían enfadad sin darse cuento había apretado el puño y notaba la tensión en el cuello, sólo la presencia de los dos fenix había permitido a ese crio conservar sus dientes, aparto la vista hacia otro lado con la esperanza de que nadie más que él notara que su cara estuviera ardiendo de rabia.
Saizo se apoyó cansado en el báculo mientras suspiraba para sus adentros. La situación había tomado un curso imprevisto y bastante hostil sin que realmente hubiera ocurrido nada para provocarlo. Incluso con el baño de sangre en la última noche los ánimos estaban muy lejos de calmarse.
- La misma que cualquier superviviente a esa triste noche, lo poco que se ha podido aportar a Tesai Tobei-sama solo genera más preguntas y arroja muy pocas respuestas.
Hasta que no terminen las pesquisas del magistrado nadie debería abandonar este lugar, a menos que deseé una soga al cuello y traición tatuada en la frente.
Son valientes, y tras este "particular" encuentro con Taro-san veo que tampoco desoyen a la prudencia. Lo más sensato... difícil de asegurar, personalmente creo que mantener la discreción y esperar que nuestro buen Tesai Tobei-sama desempeñe su trabajo. -
¿Y mientras tanto qué? pregunto Ten, con impaciencia ¿Nos quedamos en Ryoko O'wary muriendonos de hambre entre las ratas? Sin Haki-sama no creo que seamos bien venidos mucho mas tiempo.
Hay que encontrar lo que protegían esas runas, quizá aporte algo a éste asunto. Nuestra situación es delicada, y necesitamos empezar a dar respuestas al magistrado. dijo Itoko con firmeza, su confianza os aportaba confianza a vosotros, si la cosa parecía sencilla, encontrar lo que habían robado llevaría al asesino, y este a una explicación.