Partida Rol por web

Abro los ojos de par en par cuando siento aquella dependencia del fluido, como si estuviera vivo, y cuando los tentáculos se lanzan sobre nosotros, con la mano libre cojo mi petaca y tomo un trago para luego rociar alrededor, invocando el espíritu de Baco, no sólo capaz de elevar el alma, sino de protegerla.

¡Puta mierda gelatinosa! ¿Qué cojones se supone que es esto? ¡Aléjate!

Todo ocurre muy rapido.

Los Chispazos de Geist abren agujeros en el liquido negro mientras Samuel intenta doblegar a la "cosa" para que no les ataque.

Una enorme mano emerge enfrente vuestra para aplastaros en el instante en el que Narel consigue laanzaaaar la lancha hacia delante... atravesando el viscoso brazo.

El liquido os quema por un instante, como si tratase de penetraros en la piel pero os lo quitais rapido.

La lancha se estampa contra la playa arenosa de una de las islas.

Habeis llegado a vuestro destino.

La isla en si es pequeña.

Apenas tiene espacio para una pequeña cala de 20 metros de largo...

En el centro hay una choza hecha de madera con la puerta entre abierta.

A vuestro alrededor continua el liquido viscoso en movimiento.

Os recuerda a aquello que extraia Quintaesencia... :X

Narel corre lo más rápido posible para alejarse de la orilla, lejos del líquido negruzco.

- Vayamos a la casa. Parece el único lugar aquí, y en mi sueño bien pude confundirla con una cueva…

Maldita sea, qué asco... Además siento cómo me va debilitando, ¿qué demonios es? -refunfuño, nervioso, mientras hago lo mismo que Narel, correr, casi saltar para alejarme de ese líquido-. Sólo falta que en esa casa haya... vete tú a saber... En fin, vamos.

La verdad es que todo esto me está frustrando bastante: el no saber a qué nos estamos enfrentando, ni cuándo puede venirse todo abajo, ni si estamos metiéndonos justo en la boca del lobo me está haciendo sentir cada vez más miedo e inseguridad acerca de lo que estamos haciendo o si acabaremos saliendo de esta.

Geist parece el más entero de los tres, sin embargo es una sensación falsa, en verdad en todo el viaje ha forzado mucho la maquina y tentado a la Paradoja. Es posible que acabe sucumbiendo a ella.

Geist ve que no tienen tiempo que perder, y a pesar de que antes querría analizar si no es una trampa se va tras ellos.

Los Despertados siguen siendo igual de irracionales que los meros mortales cuando se encuentran asustados.

Rapidamente os desplazais al interior de la choza.

Parece realmente antigua por el tipo de construccion de madera pero ha aguantado sorprendentemente bien el paso de los elementos.

Dentro veis un orificio en el suelo que se adentra en las entrañas de la tierra...

No sentis ningun tipo de magia en su interior... al menos en la entrada.

- Mierda – al mirar dentro del orificio Narel se ha dado cuenta - ¿alguno echó una linterna? A mi se me olvidó, maldita sea.

Mira alrededor suya, buscando esperanzada algún madero, trapo o algo que pueda hacerles las veces de antorcha en caso de que ninguno se haya acordado, como ella, de traer una linterna para la expedición.

-Shirak!- Dice Geist extendiendo el dedo.

De repente unas pequeñas lucecitas, como si fueran luciérnagas iluminan el camino. Parecen ir donde señale el Eterita.

-Podemos seguir, tenemos que darnos prisa. Necesitamos una cuerda o algo.-

Por eso siempre viene bien un Hermético en el grupo. Él da una orden, y puf, se hizo la luz -digo, aunque no con toda la jovialidad del mundo, para intentar mantener el espíritu alto-. Yo no tengo cuerda, pero propongo ir con cuidado...

Acto seguido, me paro ante el agujero y me concentro en sentir lo que he sentido cada vez que me he unido a alguien en cuerpo y alma, y lo armonizo con la sensación del espíritu del vino aún dando su sabor en mi boca, al tiempo que me dejo llevar por una música inaudible, moviéndome poco a poco, sumiéndome en un estado cercano al trance pero no total, lo suficiente como para ser mucho más consciente de lo que hay a mi alrededor.