Partida Rol por web

Me siento aliviado ante el hecho de que el Dr. Donovan se encuentra bien, aunque no lo doy a mostrar; mas aun al escuchar la rapida y concisa informacion del Coronel Reynolds, solo dejo entrever una media sonrisa. "Las cosas han salido bien considerando los eventos inesperados que hemos afrontado, pero no puedo dar esta mision como un exito total... aun falta mucho que aclarar"

- Gracias Reynolds, pero aun queda trabajo, aislados dentro de la Ha'tak quedan miembros de la Alianza Lucian que aun pueden darnos problemas...Laome esta con nosotros si, y tambien su gente. Lo primero que debemos hacer es informar al Comando Stargate de lo que ha ocurrido aqui y asegurar este planeta y sus habitantes, ya que Alastra podria volver con mas naves. Por otro lado ¿han revisado la cueva por completo? - "Si... aun queda mucho por hacer y por averiguar" me digo a mi mismo mientras mi pensamiento hace un resumen de lo que ha pasado aqui (la tecnologia de los antiguos, la aparicion de los wraiths, la "busqueda" de Alastra...), demasiadas coincidencias juntas. "...Y en este trabajo, las ocincidencias no existen..."

Sale de su escondite una vez que ya han salido los militares y sonríe mientras abrazqa con efusividad a la teniente Pratt, la mayor Boyd y... Bueno, al coronel le aprieta la mano. - ¡Estoy encantado de ver que siguen de una pieza! - exclama aun con su amplia sonrisa - Quizá deberiamos pensar para que diantres querrían esos Lucian una silla Lanteana, no creo que sean capaces de utilizarla.

Bien, nosotros nos encargaremos de avisar al comando Stargate de lo sucedido Coronel. Creo que ustedes querrán ayudar a los nativos a recuperar su vida y asumo que querrán volver triunfantes con su nueva adquisición -dice señalando a la ha'tak-.

Informaré al General Landry de la situación. Espero que tengamos suficientes recursos para proteger a esta gente. Aunque puede que los de la Alianza Lucien ya tengan lo que han venido a buscar... No se demoren mucho a volver, el General estará esperando sus noticias -dice con una sonrisa y dándole la mano al Coronel Vargas-.

- Bien coronel Reynolds, le dire a la Mayor Boyd que los traslade hasta el portal, solo tomara un par de minutos con la Ha'tak y el resto del SG1 regresaremos al publo a atender a Laome y los heridos que haya, salgamos de esta cueva - Me dirijo a la salida de la cueva y me comunico con la Mayor Boyd.

- Mayor, la comunicacion ha estado abierta ¿Ha recibido las intrucciones? Teletransportenos a todos a la nave, a Pratt, Donovan y a mi nos dejara en el pueblo junto al resto de los habitantes del planeta y a Reynolds y su equipo llevelos al portal - Confirmo con la Mayor mientras voy caminando a la salida de la cueva con la Tte Pratt delante y el Doctor Donovan siguiendonos de cerca.

Recibido Coronel, lista para ejercer de taxista. Informe cuando estén en posición para el transporte por anillos -dice la Mayor Boyd-.

La Mayor Boyd se encargó de transportar al equipo del Coronel Reynolds hasta la puerta y luego se reunió con el resto del equipo en el poblado de Laomé.

Luego hablaron acerca de lo sucedido, de como podían ayudar a su pueblo y de como hacer frente a las nuevas amenazas si se daba el caso. Después de una larga conversación y de un banquete en su honor, el Coronel Vargas sabía que había llegado el momento de irse. El viaje en Ha'tak sería más lento que un viaje normal a través de la puerta estelar. Además, el General Landry estaría esperando su informe y, tal y como estaban las cosas en el SG, su retorno era más necesario que nunca.

Antes de despedirse, Laomé convocó a su pueblo y les dirigió unas palabras, que también estaban dirigidos a ellos, a modo de despedida.

Hermanos y hemanas, son momentos de cambios, las Tinieblas han vuelto a levantarse. Ser fuertes es nuestro deber, ahora más que nunca nuestra fe debe ser más sincera y más fuerte que nunca. Pero en estos momentos, Él, que todo lo ve, nos ha enviado a sus Ángeles para darnos su bendición. Nos ha enseñado que aunque las viejas costumbres se pierdan, los viejos símbolos desaparezacan, aquello que es auténtico, nuestra fe, prevalecerá siempre. Que el Señor guíe nuestros pasos de nuevo y nos bendiga.

Luego se dirigió al SG1

Adiós, amigos míos, que el Señor guíe vuestros pasos. Rezaré para que ellos os conduzcan otra vez entre nosotros.

Sonríe con amabilidad a la nueva líder espiritual y a su pueblo, estrecha su mano con afecto y le dedica una leve inclinación - Espero que la fortuna os sonría de ahora en adelante, sois un pueblo estupendo y mereceis la paz y prosperidad que tanto buscáis. - sentencia besando la mano de la joven y poniéndose en la posición donde los anillos le llevarían hasta la nave Goa'uld.

En los ultimos momentos todo se veia tranquilo, al parecer, habiamos logrado sortear otra dificil aventura, sin embargo, me mantenia vigilante ya que las cosas estaban lejos de haberse resuelto. Por otro lado, procuraba evitar que las preocupaciones emergieran a mi rostro, ya bastante tenia el pueblo de este planeta con el incierto futuro que estaba por venir para que me viesen serio y con expresion dura.

Sonriendo, me uno a las palabras del Doctor Donovan y de la misma Laome:- Tengan la seguridad que nos encontraremos pronto, nuestra amistad no ha hecho mas que comenzar - Termino mis breves palabras de despedida con un saludo de manos a Laome y un gesto en donde llevo dos dedos a mi frente para ser visto por el resto del pueblo. Luego camino con calma hacia los anillos de transporte y al estar junto al resto del SG1, doy la orden:- Bien Mayor, transportenos a la nave -

Id en paz, con mis más sinceros deseos amigos míos. Que el Señor nos proteja a todos.

Estas fueron las últimas palabras que Laomé os dedicó antes de ser transportados a la ha'tak. Desde la nave se podía ver a todo el pueblo reunido en el plaza central para despediros. La Mayor tardó unos segundos antes de entrar la trayectoria en la computadora central de la nave. Un sentimiento especial os embriagó durante este tiempo. La sensación de haber salvado a todo el pueblo de la opresión os reconfortó por dentro. La sensación de haber aportado algo especial. La sensación de que seríais recordados eternamente en la memoria de esa gente.

Rumbo a casa, Coronel -dijo la Mayor y la imagen del pueblo se alejó hasta que no se podía reconocer a nadie. La superfície se iba haciendo pequeña hasta que el planeta entero se hizo visible y en un segundo, al mismo tiempo que la nave saltó al hiperespacio, desapareció.