Partida Rol por web

Bueno, al final había surtido efecto. Aquella mezcla entre John Wayne  y Sammy... era explosiva. DEan anotó mentalmente volver a utilizarla

-Lo dejamos con sus cosas, como cuando no la vimos más porque… bueno, usted ya sabe pero la policía no ha hallado un cuerpo. Por eso es que quizás vuelva.

-Ojalá sea así, Roger. Ojalá -le dijo Dean muy serio, evidentemente sin decirle que lo más seguro era que no la volviesen a ver.

La verdad es que Dean no esperaba encontrar gran cosa dentro, más allá de los típicos posters de chicos buenorros y corazones dibujados por todas partes.

Y libros, claro. En el fondo, allí estaban para estudiar.

Pero también había bastantes cosas pequeñas y desordenadas. Mientras Roger hablaba, Dean empezó a apartar una tras otra y a mirar lo que eran.

-Era una chica encantadora, siempre era amable con todos. Incluso conmigo... sus padres pensaron lo peor. Dicen que ella no haría eso de irse sin avisar a nadie.

-¿Le gustaba algún chico? ¿Sabes de alguien que quisiera hacerle daño o algo así, por celos, envidia... ? -le preguntó, sin dejar de mirar. 

No había ya ninguna otra posible explicación. Joey era la Bestia. Sus palabras prácticamente lo estaban confirmando y, en el remoto caso de que no lo fuera, resultaba evidente que como mínimo era una criatura peligrosa. Las palabras de la demonio del cruce de caminos cobraron de pronto sentido para mí. La Bestia no era un niño, pero tampoco era un adulto, teniendo en cuenta que Joey rondaría la veintena.

-Eres la Bestia, ¿verdad, Joey? -le pregunté, suponiendo cuál iba a ser su respuesta-. Has estado detrás de las desapariciones y asesinatos desde que comenzaron, ¿no? ¿Pero qué ganabas con ello? ¿Por qué lo hiciste?