Benito subió al Cougar un tanto entristecido por el hecho de que el joven Lucas había decidido permanecer en la base. Parecía que el joven había decidido sentar cabeza y quedarse junto a Paloma, lo cual a ojos del catedrático no era quizá la mejor idea, pero si el chico era feliz, desde luego Benito no se lo impediría. Le daba cierta lástima, puesto que Lucas y Marc llevaban ya un tiempo acompañándoles, por lo que de un modo u otro sería una pérdida que afectaría al grupo.
-El chico estará bien -le aseguró el profesor al viejo detective, intentando infundirle un poco de ánimo. Si bien era cierto que en la base Cid había cierto descontrol y que, en apenas un día, habían tenido que toparse con zombies en dos ocasiones y que el Yisus se había tenido que enfrentar mano a mano con el "rey de los trapicheos", la base era mucho más segura que el hostil exterior-. Míralo por el lado bueno, Marc. Así no nos verá vestidos con un kilt -bromeó, pensando en las típicas faldas escocesas que solía llevar William Wallace y los Highlanders de pecho depilado que copaban las portadas de las novelas románticas que tanto éxito tenían recientemente.