Los datos los pasó el droide en unas cápsulas de almacenamiento, y luego os las dió. Gibbon y Kyle fueron hasta la Aduana Imperial, mientras Magwa y Jnuth se quedaron allí (estaba a no muchos metros). Ni tan siquiera tuvieron que entrar en la instalación: había demasiados cargueros, y muchos soldados de asalto hacían las veces de funcionarios con la recogida de datos. Fue entonces cuando os alejásteis de allí, no sin antes uno de los droides de protocolo, tan simpáticos como siempre, recordaros las tasas de amarre diario, que habríais de pagar en la propia aduana antes de despegar de nuevo. Luego buscásteis un deslizador que os transportara por algunos créditos hasta la taberna del Rodiano Fugaz. Os sorprendísteis al saber que se encontraba en el mismo sector donde se encontraba el espaciopuerto de Itantir*.
Escena cerrada