Partida Rol por web

Quir'em miró la cara de preocupación de la mujer y no pudo evitar estremecerse unos segundos, dudó, sabiendo que si se detenían a ayudarles el tiempo que perderían, o incluso las consecuencias, podrían provocar que no rescatara a su hermana. Pero en ese caso, que clase de persona sería, podria mirar a su hermana a los ojos? Era eso en lo que se quería convertir?

-"Que sucede? Quizá nosotros podamos ayudar."- Dijo acercándose a Janyce, con cierta cara de preocupación.

La cara de los habitantes de la colonia era un poema... Todo hacia pensar que una gran desgracia estaba por venir.

-¿Que pasa?¿Algún crio se a adentrado en el desierto?

Janyce no dejó pasar que vosotros estabais allí, hizo un gesto que jamás esperabais que saliera de una persona con ese tipo de carácter pero en cuestión de segundos aquella mujer estaba arrodillada en el suelo suplicando vuestra ayuda.

Entre sollozos comenzó a daros algo más de información sobre lo que estaba pasando ya que aquella situación era bastante desconcertante

- Los muchachos... entraron... entraron en el territorio Hutt... no sé porqué lo han hecho... ellos son simples mineros... es la forma que tenemos de subsistir pero todo está controlado por el señor del crímen y hay sectores en este planeta que evitamos pisar porque tenemos la entrada prohibida a no ser que paguemos una suma desorbitada... no sé porqué... maldita sea - dio un golpe en el suelo - no sé porqué han decidido adentrarse... deberían haber ido al sector que les correspondía y han desobedecido arriesgando sus vidas por ir a hablar con el Hutt...  y no hay rastro de ellos... por favor... sé que os dije que no necesitaba vuestra ayuda... pero quiero que encontréis a nuestros hermanos... los que habitamos en esta colonia somos una gran familia... sé que esto para vosotros será una locura... pero si todo sale bien me comprometo a hacer todo lo posible para que vuestra carrera tenga éxito... por favor tened piedad... -

Tol pone cara de llevar en la mano un Sabbac del idiota.  Mira a Quir. Mira a la humana y dice:

- Bueno, bueno, haremos lo que este en nuestra mano. Pero necesitamos tener un buen plan para entrar en la guarida de un Hutt. ¿Que información teneis?

El zabrak asintió a las palabras de su compañero Bothan.

La mujer se levantó

- Gracias... por un momento pensé que ibais a rechazar mi petición... siento si me mostré reacia a entender vuestras intenciones pero... en este rincón de la galaxia no hizo nunca nadie nada por nosotros y tenemos nuestro orgullo... pero esto... esto no me lo esperaba... - se llevó las manos a la cara

- Entre esas personas está mi marido... por favor... haced todo lo posible para rescatarlos, él es el único motivo en mi vida por el cual me tragaría mi dignidad para hacer que se salvara... - se acercó más a vosotros y os comenzó a explicar

- Mirad... en ... en ese sector que está al norte, allí hay un valle con una inmensa fortaleza, ese es el palacio de Jabba el Hutt, - se secó las lágrimas mientras os enseñaba un plano - ese territorio realmente está prohibido para nosotros, porque aquellos que han intentado previamente hablar con el señor del crimen nunca... nunca han vuelto, partid hacia allá, rescatar a los míos y nuestra colonia estará en deuda con vosotros de por vida -

- Dudo mucho que mi marido haya ido allí sin un plan... él era el cerebro de esta colonia... pero si no están aquí... si no han regresado es porque están en problemas -

-Emmm... Esa es poca información. Seria fundamental saber cuantos guardias hay normalmente en esa fortaleza, que armas llevan. Salidas, entradas. Alguién que nos pueda introducir. Entradas ocultas, si las hay. Vosotros vivis aqui a alguien conocereis relacionado.

Uno de los hombres que había por allí no dudó en levantarse. Parecía un hombre serio, decidido, aunque hasta que no lo visteis acercarse a Janyce y agarrarle del hombro no entendisteis que era alguien cercano al círculo principal de aquella colonia.

- Janyce, creo que puedo serles de ayuda, encárgate de cuidar a las niñas y de hacer que el resto de la colonia no entre en pánico - acto seguido se acercó a vosotros e intentó ser lo más discreto posible.

- Ante todo permitid que me presente, mi nombre es Clev, y temo deciros que la situación es más complicada de lo que pensáis... sobre todo porque aquí no contamos con personas con formación militar o con más estrategia que la de obtener las materias primas que nos dan esta árida tierra - os invitó a que prestarais atención.

- Os puedo resolver varias de esas dudas, sin embargo no van a ser buenas noticias... el palacio de Jabba no es un palacio corriente, sus principales defensas no están fuera, si no dentro, eso implica que no vais a encontrar ningún tipo de resistencia para llegar allí, sin embargo para que os abran la puerta y no os maten de un disparo tenéis que poder ofrecerles algo que les sea de interés, de lo contrario os tratarán como un Jawa - os hizo unas indicaciones en un mapa.

- Conociendo la ruta no se tarda mucho en llegar al baluarte, pero me temo que no conozco ninguna ruta secundaria o acceso secreto, si es que existe realmente claro. El único factor con ventaja con el que se juega es con vuestra identidad, aquí nadie os conoce, en cambio a nosotros nos tienen ya fichados, ¿qué más creéis que podéis necesitar? -

El zabrak intercambió con el bothan una mirada que se podía interpretar rápidamente como un ¿qué hacemos?. Sobre todo teniendo en cuenta que aquel suceso era completamente parejo al objetivo por el cual estabais allí, recuperar a su hermana.

- Bien podemos hacer una cosa. Usar nuestra mercancia para poder entrar en el palacio de Jabba. A partir de ahi tenemos que idear una salida.
 

El hombre se quedó pensativo.

- No es mala idea, a Jabba le apasiona el comercio siempre que se tenga algo interesante... pero existen dos problemas - os mira a ambos.

- Uno de ellos es que tan solo admitiría a un comerciante, dos quedaría demasiado sospechoso para un primer encuentro, hay que hacer creer al Hutt que tiene el control -

El zabrak miró a su compañero.

- Creo que mejor que entres tú amigo mío, no te lo tomes a mal pero tienes más aspecto de inofensivo que yo - aquellas palabras sabías que no iban en serio, Quir'em lo que no quería era entrar en el palacio y que lo relacionasen directamente con su hermana, algo que pondría en grave peligro la misión.

- Yo me quedaré fuera con el transporte preparado por si tenemos que hacer una huida rápida -

El colono mostró un atisbo de confianza en su rostro.

- Quizás podáis hacer algo mejor - miró al zabrak

- Mientras uno de vosotros intenta comerciar con Jabba el otro deberá intentar colarse y rescatar a los prisioneros - después miró a Tol

- ¿Qué tenéis para comerciar que pueda resultar atractivo para el señor del crimen? me temo que te ha tocado a ti ser el haga de señuelo -

- Una idea, llamemosla tonta, seria introduciros dentro los contenedores de especia....

Dice Tol esperando una buena idea de alguien.

Se hizo un silencio breve.

- Podría funcionar si hay suerte... la idea desde luego es original pero hay dos problemas que se me ocurren a simple vista - alzó el dedo índice.

- ¿Quién llevaría el contenedor y quién se introduciría?, solo estáis vosotros dos, ninguno de la colonia puede aparecer allí para comerciar sin que resulte sospechoso, no ha terminado aún nuestra campaña de cosecha - después alzó el dedo corazón.

- ¿Y qué ocurrirá si les da por revisar la mercancía? algo que tarde o temprano harán ¿o no? -

El zabrak se cruzó de brazos.

- Pues puede que sea echarlo demasiado a suerte pero... a mi me gusta la idea de mi compañero y no se me ocurre una alternativa mejor - después miró al bothan

- ¿Qué dices Tol? -

- Que tiene muchos huecos este plan... Nos falta información y material.