Partida Rol por web

La noche es fría y las aventuras recientes os han dejado sin acompañantes. Aquí, en la posada de la garganta reseca, buscais mas aventuras y gloria. Esta noche, sin embargo, no parece haber nada de eso.Sólo un bardo en una cantina vacía que compone una melodía triste de su arpa.

Saca una pipa y la enciende, envíando cintas de humo a las vigas de la posada. Imágenes aparecen dentro de las hebras de humo, tejiendo una intrincada historia de una lámpara de llama eterna. Como logicamente os sentis cautivados, el Bardo toma nota de vuestro interés.

"Saludos mercenarios, soy Torren Abolean, mensajero del Señor y Señora Myridian, y si ustedes están buscando un trabajo tengo una excelente oferta para vos. Si no os importa, no voy a explicarlo con más detalle, porque tengo la sensación de que esta noche simplemente me pide que os acompañe a la presencia de mi Señor!" Tras lo que pone una amplia sonrisa

La rubia mujer examinó al bardo. Era bueno. Su melancólico tocar hacían recordarla a amigos perdidos hace no tanto tiempo. De pronto no le resultó tan agradable como al principio, a pesar de sus trucos y juegos humeantes.

Ya se disponía a levantarse y dirigirse a su cama, despidiéndose de su amigo Valanthir, el elfo arcano, cuando el intérprete tomó la palabra.

Se presentó y haciendo llamamiento a su condición de aventureros les invitó a departir con sus señores, los Myridian. Zhay advirtió entonces que no solo se dirigía a ella y Val, si no también a un elfo con ropajes y un encapuchado en una mesa contigua.

- Perdone señor.. ¿Arbolean? Abolean, Abolean, disculpe. Mi amigo y yo no somos de por aquí y estábamos de paso. Explíqueme de nuevo.. ¿Por qué deberíamos hablar con vuestro señores? - preguntó susceptible, sin un ápice de humor. Evocar la partida de Aldern y la pérdida de Karashu le habían puesto de mal humor.

Oroku Saki contempla al bardo con silencio.

Bajo su máscara, no hay ninguna expresividad. Si la mostrase sólo habria una: ASCO. Hay gente que le tiene asco a las cucarachas. Oroku Saki se lo tiene a los bardos. Unas criaturas ridículas, incapaces de apreciar el silencio, la eficiencia, o el actuar de manera sutil.

Nah. Ellos simplemente se ponen en el sitio más luminoso, con sus ropajes con lentejuelas, y haciendo ruidos a los que llaman canciones. Por no hablar de esos hechizos suyos... Oroku conoce la magia arcana, y ESO que hacen es un insulto para el estudio de los magos y el poder del hechicero.

"¿Y quien es tu Señor, que necesita de magos y de guerreros?" dice quedamente, conteniendo las ganas de darle un puñetazo tal que le arranque de la sonrisa esos dientes, amarillos de tanto fumar.

Pocas veces la voluntad de mago puede quebrarse como las espigas bajo el calor del verano, pero dos pérdidas en el último año, y la impotencia de ver alejarse a otro compañero fueron demasiado para mi. La última Campaña, pese a haber conseguido salir de aquella horrible prisión de lava, y con dos de los tres poderosos artefactos, también supuso la muerte de Karasu y el adiós de Aldern. El pistolero, muy ligado a Barakas, no había soportado perder también a su maestro, y había partido, alejándose de todo aquello...

En eso andaba pensando, igual que taciturno que Zhay, que, pese a su buen talante habitual, se había contagiado de mi hosquedad, allí sentados, en aquella taberna, donde buscábamos algo con lo que enterrar el recuerdo, cuando aquel bardo comenzó a cantar:

- Mal día para cautivarme, cantarín..., pensé, haciendo permeables mis oídos a sus palabras, mientras daba otro tiento a mi vino espaciado. De pronto, escuché hablar a Zhay, estaba contestando al trovador. Con apatía, levanté la mirada, desde el fondo de la capucha, a ese patético uso de la magia más sencilla, sin ganas de hablar, pero si de escuchar: - Quizá haya llegado el momento de volver a la acción, y dejar atrás el luto...

Desde un rincón observa el mago al pequeño grupo de aventureros que parecían estar mas deprimidos que alegres, vaya a saber uno el porque.
Relajado bebiendo su cerveza, escucha y observa como la persona llamada Torren Abolean los invita a reunirse con su señor para encomendarles una misión. Él estaba esperando el momento para poder presentarse, pues por lo ocurrido recientemente los ánimos no estaban para ser descuidado y descortés. Al escuchar el tono de vos de la mujer, el elfo esperó un poco mas para ver como reaccionaban el resto, pero lo raro para Thömatör era el encapuchado, ya que le habían dicho que solo eran dos personas y no tres.
Siguió observando desde su posición sin llamar mucho la atención.

El bardo utiliza evasivas cuando le intentais preguntar hasta el punto de poneros pesados, y es cuando utiliza la fina lengua de un bardo para dar el tema por zanjado hasta que llegeis al destino

Aunque no sabeis muy bien si es verdad lo que dice de que sus directices son no revelaros nada hasta que os acompañe a vuestro destino , o que al igual que vosotros le caeis mal el os cae mal a vosotros 

Lo unico que le sonsacais es que sus 2 señores son magos muy poderosos

El hombre con aspecto de ninja mira con todavía más desprecio al cantamañanas

"Sólo existe un tipo de vendedor que se niega en redondo a hablar de su producto. Y a esos se les llama ESTAFADORES" dice Oroku, quien ha combinado sus estudios ninja con meditación, filosofía zen y la búsqueda de la sabiduría "Nos has llamado "Mercenarios" asi que hablaré como un mercenario, Estafafor: Antes de que me plantee siquiera el acompañarte, explicanos ¿Que puedo ganar yendo contigo?"

Cuando al menos suelte algo, una mínima prenda, aceptará ir. Al fin y al cabo, el acero se pudre si no le das uso (Aunque su espada no es de acero, sino de SilverSheen)

Me disponía a soltar alguna de mis "perlas " al bardo, quien, como maestro del arte de la retórica, al igual que el de la música u otros similares, se negaba a soltar prenda de la posible misión sobre la que pregonaba, cuando de pronto Oroku hizo lo propio. Había empezado a incorporarme, pero de pronto, con la capucha aun calada, me volví a recostar, con una media sonrisa, mientras daba otro ligero sorbo al vino especiado, que ya estaba empezando a enfriarse demasiado para mi gusto:

- Me cae bien este tipo!!, pensé, mirando de reojo al oriental, Supongo que una discusión entre él y yo será horrible, pero me cae bien...

Desde las sombras de mi posición, esperé con interés la respuesta del bardo: - Estos tienen siempre salida para todo. A ver con que te encuentras, Oroku...

Cansado de esperar a que el bardo se marche el elfo se levanta y se dirige al grupo, mas concretamente a Valanthîr. Una vez a su lado hablando se presenta. Disculpen mi intromisión. Mi nombre es Thömatör. a la vez que hace una reverencia Ya hace un par de días, en una posada me cruce a una persona muy particular, como era su nombre piensa unos segundos Aldern, Aldern Truestrike. Le propuse que me acompañara en busca de aventuras, pero desanimado y con pena rechazo mi propuesta. Entonces le pregunte si conocía algún grupo el que necesitara de mis servicios y me recomendó a sus compañeros, diciendome donde podían llegar a estar. hace una pequeña pausa. Pero me dijo que eran solo dos y yo acá veo tres. Si no les molesta, me gustaría poder conversar con ustedes y si todo marcha bien, poder unirme a su grupo. 
Que dicen?

- Aldern, dices...??, dije, evaluando al recién llegado, elfo, igual que yo, al parecer. Supongo que le habrá comentado el nivel de peligrosidad de estar a nuestro alrededor, verdad...??, ... por no decir que, hagamos lo que hagamos, no somos capaces de proteger a nuestros compañeros..., pensé, con acritud y tristeza, recordando al Maestro Karasu, y su pupilo, Barakas..., para acabar volviendo, irremediablemente a un pasado más lejano, donde las pesadillas me impedían recordar caras...

Chasqueando la lengua, sacudí la cabeza, irritado, a la vez que vaciaba el resto del contenido de mi copa, ya fría, en mi garganta, lo cual me supo amargo como la hiel:

- Es tu decisión, Thömatör, pero si Zhay esta de acuerdo, y Oroku no se opone, dije, dejando claras las prioridades, toda vez que la clérigo había salvado mi vida múltiples veces, y el rudo embozado acababa de llegar, eres bienvenido..., siempre y cuando nos convenzas de tus aptitudes..., sentencié, cortante: Que sabes hacer, Tömathör??, acabé, clavando mi dura mirada sobre él.

El que el elfo presentado como Thomator mencionará a Aldern, hizo que Zhay se olvidara del bardo y se centrara en él.

- ¿Conocistes a Aldern? ¿Que tal está? - preguntó, más interesada en la salud y el ánimo de su amigo que de las peroratas o evasivas del "cantamañanas".

Cuando Valanthir comenzó a interrogarle sobre sus aptitudes, la clérigo suspiró. Val haciendo de las suyas, pensó con una sonrisa en sus labios. Lo siento Thomator, pero es la tradición, se dijo mientras ahogó una risita, recordando el primer día que ella tuvo que pasar por lo mismo.

Finalmente se volvió hacia el barbaro y suspirando pesadamente asintió.

- Estamos con algo importante, Arborean. ¿Arbolean? ¡Oh, Abolean! Disculpe. En breve volvemos con usted y la propuesta de sus señores.- le dijo, rogando un poco de paciencia.

El elfo escucha atento lo que dicen ambas personas respondiendo primero a la clériga. Si conocí a Aldern. Que te puedo decir, se encontraba bien, pero se notaba que algo lo deprimía al igual que ustedes hace un instante antes de que él señalando al bardo los abordara. Luego se giró hacía Valanthîr Estoy instruido en las artes arcanas, mas precisamente en la conjuración y en cuanto a mi desempeño, eso lo podré demostrar en el campo y ahí ustedes podrán emitir su propio juicio y sí, me comento el nivel de peligrosidad. Es por eso que me quiero unir a ustedes para poder mejorar mi desempeño y probar hasta donde puedo llegar. Luego hace una pausa para observar los gestos de todos y escuchar sus respuestas.

Hasta ahora, mi magia había sido la única fuente arcana en el grupo, así que, cuando el elfo comentó sus cualidades, no pude menos que enarcar una ceja. Tras sopesar sus palabras unos segundos, escéptico, me pude dar cuenta, no sin cierta ironía, de que mis reticencias surgían más de mi miedo a perder más compañeros, que a temas más técnicos: - Esta es la vida que hemos elegido vivir..., así que dije:

- Si Aldern te ha guiado hasta nosotros, no veo problema en que nos acompañes... Que decís...??, pregunté, mirando a mis compañeros, mientras hacía un gesto al bardo para que esperara.

LLegados a una gran torre, estáis en una gran sala rodeado de una veintena de guardias. Un hombre grande con túnicas negras y verdesse sienta en un trono elegante; una mujer envuelta en rojo y negro se coloca a su lado. Ella os mira por encima del escepticismo.El hombre grande se levanta y habla,

"Yo soy el Señor Kayne y esta es Kylira. No importa cómo habeis llegado a estar en mi servicio, pero tengo una necesidad de sus habilidades. Requiero la mecha de la lámpara zafiro que arde eternamente de Myul Tohlan. Sólo es necesario extinguir su llamas y devolverla a mí. Si lo hacen, voy a recompensar a sus esfuerzos.y Cuanto más rápida sea hecho, más grande sera la recompensa ".

La señora saca dos anillos de la mano izquierda. Con palabras incomprensibles, los anillos crecen hasta ocho pies. en
diámetro. Los círculos comienzan a girar y se tambalean en el mismo eje. Un destello brillante proviene del centro y
revela un gran templo más allá. Ella sonríe con timidez cuando aparece frente a vosotros y os sorprende tal poder: "Den un paso a más allá y mi magia le enviará justo fuera de su objetivo. Yo no aconsejaria alejarse demasiado donde aparecezcais ".

Zhay parpadeó. No sabía cuando ni como había llegado ante esas personas ni como es que estaba rodeada por guardias. Aquello le dio muy mala espina.

¿Drogada o tal vez hipnotizada?, fue lo primero que pensó. Lo último que recordaba era que estaba en la taberna, hablando con un elfo mago... ¡Y de pronto estaba ante unos "señores" en un salón y custodiada por guerreros!

Escuchó lo que tenían que decir aquellos individuos antes de exigirles respuestas.

¿Un templo? ¿Una mecha sagrada? ¿Unas prisas exageradas? ¿Unos anillos que habrían un portal? Y sin embargo faltaban las preguntas más importantes: como, donde y por qué.

No. Había demasiadas lagunas y una deficiente información. ¿Arrojarse a un pozo desconocido solo por que unos desconocidos te piden que les traigas un objeto desconocido? Ni hablar.

- No... - comenzó a decir. Un leve pestañeo después se hallaba al otro lado del portal, frente a un templo ignoto e un lugar nada familiar.

- ¿Como demonios lo hacen? - se preguntó atónita no comprendiendo la capacidad de eso seres suprapoderosos para teleportar y recolocar a la gente cuando y donde más les convenía.

Suspiró y echó un vistazo al templo, a su forma, a sus símbolos e intentó adivinar a que deidad pertenecía y en tal caso, sus adoradores y dogma.

Oroku mira al sonriente bardo y le maldice entre dientes.
"Esta me la paga. De verdad que le arranco los dientes" piensa.

No hace ni una hora, cuando le estaba cuestionando, el bardo le propuso jugar a los dados. Si el cantamañanas ganaba, deberíamos de ir con él y esperar a las respuestas. Si ganábamos nosotros, nos respondería a todo cuanto preguntásemos, incluyendo secretos de familia.

La debilidad de mi familia siempre ha sido el juego, y nos cuesta horrores resistir una apuesta. Así pues tomó los dados y los lanzó. Perdiendo.
Más tarde se daría cuenta de que el repugnante bardo habia hecho trampas, y sus dados tienen contrapesos.

¡Si hasta la camarera miró mal al bardo!

Como sea, aqui nos encontramos. Nos mandan a una misión apresurada a buscar objetos practicamente legendarios. 

Y con tan poca información que este trabajo suena a estafa en toda regla.

"Necesitaríamos saber varias cosas. La primera es cómo reconoceremos la lámpara zafiro.
La segunda es cómo esperan que la traigamos, si arde eternamente
Y la tercera es si estos anillos servirán para volver" pregunta Erstam, no sin lógica.

Magia milenaria, magia poderosa, hace que, una vez accedemos a ver a esos dos grandes señores, aparezcamos en su presencia. Su aura, poderosa nos encandila, mientras el archimago desgrana su petición:

Bien, señori... me disponía a decir, desgranando mis preguntas, cuando de pronto, la magia de su poderosa consorte nos envía a saben los dioses donde, a través del portal abierto gracias a dos poderosos anillos que, con una mirada para atrás, se disolvía en el aire, como una ilusión desatendida.

- Condenados magos..., mascullo, con otra de mis sonrisas retorcidas, cargadas de sarcasmo, puesto que soy uno de ellos. Soy solo yo el que se considera como una condenada marioneta?? No siquiera sabemos quien guarda esa lámpara, ni si es su legítimo dueño, ni cual será la recompensa..., pero bueno, supongo que ya es tarde para eso, no??, pregunte, con un extraño brillo en la mirada, el brillo del desafío. - Que sabemos de esa lámpara, de su dueño, o de nuestros..., ejem..., empleadores??, acabe preguntando, mientras una arruga asomaba a mi frente, gesto claro de concentración...

El elfo estaba empezando a entenderse con los que van a ser sus nuevos compañeros, que no se dio cuenta cuando fue transportado él con el resto ante la presencia de estos magos, que por lo visto tienen un poder al que todavía no tengo acceso. Antes de que pudiera hacer alguna pregunta, ya se encontraba en una nueva locación totalmente distinta e inexplorada. Bueno, ya estamos aquí. Menos mal que tengo todo mi equipo conmigo y no en la posada donde los conocí. comenta al grupo. bueno, será mejor que nos organicemos para no acabar bajo tierra dice con un tono de humor

Ninguno de ellos responde a más preguntas. Si se le pregunta, han de tomarse la respuesta básica  "dirigios directamente al objeto de su misión ". Consideran que eso, es trabajo de los mercenarios, y esperan que los heroes hagan su trabajo como se les requirio, sin pedir molestas respuestas a sus preguntas. El ser magos tremendamente poderosos, mucho mas que los PJs y el poder ser presionados por sus 20 guardias hacia el circulo en mal caso , puede hacer parecer a los empleadores que no es necesaria una explicacion. Cuando caminen hacia el centro de la esfera de los anillos son transportados a la base del templo

Bueno, parece que estamos hasta la cabeza con este encargo. comenta de forma irónica el mago. Sera mejor prepararnos para poder hacer esto rápido. Alguna idea de por donde empezar?