Yo te lo aseguro.
Comenta el zorrito con felicidad mientras se acerca a ella.
Soy pequeño, pero a lo mejor si estamos juntos no nos atacan.
-¿Peluche?-Paso de la perrita para clavar su lasciva mirada* al ornitorrinco.-¿Es una insinuación o un piropo, ya se que soy tierno, ¿Quieres que lo demuestre?-Se quedo a mitad de camino recordando una cosa.
-Cinco meses o cinco años, no se cuanto es una temporada, soy un animal maldita sea. Y si conozco a los humanos, como supongo que muchos de los de aquí los conocen, a no tendríais el chip de identificación y amos que esperan a recogeros como insinúa mas de uno.-Aclarado el tema volvió a lo suyo, ser un conejito.
-¿Donde estaba yo? a si. EI!! ¿Sabes que tu raza es muy caliente? Tiene un Horno al comienzo.-Abrió la boca y espero las risas en lata.
* -
Todo lo que sus inanimados ojos le dejen xD
Al escuchar el veredicto de los humanos, Viento del Norte miró a Nala.
Lo siento, no voy a poder ayudarte.
Una ligera mueca animal, similar a una sornisa, aparece en su rostro antes de girarse hacia aquellos humanos que iban a ejecutarlo, y con un saltito feliz.
¡Kyú! ¡Nos vemos!
Y sin más, se marcha con aquellos humanos que lo conducirián hasta su final.
Veis como conducen a Viento del Norte a la habitación de la cámara de gas, poco después sale el encargado, pero en vez de la habitual bolsa negra para el crematorio se lleva la piel de Viento del Norte para su mujer.
Muchos pensáis que realmente su fin iba a ser ese de todos modos, así que a pesar de todo os alegráis de que haya muerto el y tengáis un día de vida más. Mañana puede que vosotros seáis los siguientes.