La voz parecía cada vez más clara
¡Vamos!
¡Despertad!
De repente se escuchó el rechinar de una espada. Sentíais una gran presión en vuestro interior. Teníais estrés, mucho estrés ¿pero por qué?
Poco tiempo tardó en ser la imagen más reveladora. Abristeis los ojos de una manera mágica, ahora veíais claramente lo que estaba sucediendo...
¡Estabais luchando contra vuestra propia hija!
Vuestros cuerpos se manejaban guiados por la ira, pero no era vuestra ira ¡era la del Rey Oscuro Ganon!
Los músculos de vuestro cuerpo se manejaban de nuevo bajo su dictamen, y no había nada más horrible que comprobar que vuestra hija, alguien que no estaba tan versada como ustedes en la lucha, tenía que combatir sola.
- Por favor no me hagáis esto - dijo la joven aventurera con las lágrimas en sus ojos. Su cuerpo tenía varios cortes, con lo cual implicaba que había sido herida ¿por ustedes?
- Sé que podéis oírme... yo quería ser una heroína pero no a este precio... por favor... despertad... necesito que me ayudéis - casi de milagro, Tetra esquivó una flecha lanzada por Zelda.
Debes narrar como en contra de vuestra voluntad, debéis atacar a vuestra hija. Ganon mueve vuestro cuerpo, pero no vuestros sentidos con lo cual el sufrimiento es aún mayor.
Sin embargo, vuestra lucha interna provocará que vuestras tiradas de ataque se lancen con el dado más bajo desde ahora, cualquier resultado igual o superior a 6 implica que herís a Tetra.
No estoy viviendo esto… es imposible, absolutamente imposible que lo estoy viviendo… La vida no puede ser tan horrible…
Es una pesadilla lucida… mi cuerpo no obedece… pero mi mente se percata de todo… pero no puede intervenir…
Tetra… hija de mi alma… tu padre te ama tanto, tanto… ¡¡tienes que creerme que te amo!! …
Pero sus labios no supieron pronunciar lo que gritaba en su espíritu, y sus manos estaban a la merced de un demonio cuando en un movimiento rápido Link avanzó hacia su hija para abatir la espada sobre ella.
Link se concentró con todas sus fuerzas, pero se vio incapaz de parar los actos de su cuerpo obedeciendo como una marioneta a una voluntad exterior, y más poderosa.
Ganón…, pensó a la par con odio y un escalofrío.
Motivo: Ataque
Dificultad: 6
Habilidad: 4
Tirada: 1 1 6
Total: 1 +4 = 5 Fracaso
Link ha fallado por los pelos XD
Era estar en una especie de sueño demasiado real. Sentía su cuerpo moverse con la agilidad que siempre había mostrado, atacando incluso con su arco roto, atacando a quien su cuerpo registraba como enemigo con saña. Pero su mente sabía mejor.
¡Tetra! Quiso gritar, pero ni siquiera las cuerdas vocales le obedecían. Sus manos se movían demasiado rápido, y podía ver que a pesar de la defensa de la joven princesa seguían siendo ellos dos contra ella.
Intentó frenarse, de algún modo u otro debía detenerse... Sus brazos se tensaron para atacar una vez más, y el grito silencioso en su mente no llegó a sus labios.
Motivo: Ataque
Dificultad: 6
Habilidad: 0+1
Tirada: 1 1 10
Total: 1 +1 = 2 Fracaso
Gracias a que una parte de ustedes todavía parecía influir en la jugada maestra de Ganon, vuestros movimientos fueron entorpecidos por la voluntad férrea de no dañar a vuestra hija.
Tetra evitó golpes que podrían haber sido fatales, mientras vuestros cuerpos "controlados" seguían moviéndose de manera arrítmica y caótica. ¿Estaba Ganon perdiendo el control?
- ¡Decidme qué hacer! ¡Habladme! - gritaba desesperada Tetra.
- Debe haber algo que me permita liberaros... por favor... - mientras sollozaba seguía moviéndose por la sala evitando vuestros ataques ¿pero cuánto tiempo duraría algo así?
Ahora debes elegir una opción:
Usar el dado más bajo en combate pero sin poder hablarle a Tetra
Hablarle a Tetra pero usarás el dado normal de ataque
Al igual que antes la dificultad es 6
¡Decisiones, decisiones!
La reina intentaba refrenar sus movimientos, que seguían siendo rápidos, demostración de sus años de experiencia y entrenamiento, pero también de la lucha interna que estaba enfrentando. Intentó ser consciente del lugar en el que estaban, y por un momento dejó de concentrarse en detener su cuerpo, intentando ser capaz de percibir de donde provenía la magia oscura. Tenía que estar allí, en algún lugar.
-¡Tetra!- Gritó, sorprendiéndose de que esta vez su voz saliera de sus labios. Se sobrepuso a la sorpresa, intentando explicar rápido su idea. -¡Hija, está controlándonos! Debe haber algo en esta sala, ¡busca! Intentaré...- No pudo decir más, viendo como su ataque era más rápido y tratando de refrenarlo antes que hiriera gravemente a la princesa, pero vio con horror como su ataque acertaba terriblemente.
Motivo: Ataque
Dificultad: 0
Habilidad: 0+1
Tirada: 2 8 10
Total: 8 +1 = 9 Éxito
Hablar usando el dado normal. (Zelda)
Link, al caer en la cuenta que habían herido a su hija, sintió el mundo desplomarse, su corazón derretirse, su cerebro explotar…
¿Y no podía hacer nada?
El pensamiento atravesó la mente de Link, apenas se sorprendió al darse cuenta que la respuesta le llegó tan clara, tan nítida, sin dudas, como si no fuera rey de todo, como si sólo fuera padre.
De pronto halló en su espíritu subyugado por Ganon, algo como un hueco, un pasaje por el cual desfilarse con su voluntad propia; aún no para controlar sus movimientos, pero sí para poder hablar. Y mientras, horrorizado, vio y sintió como en su cuerpo se preparó para un nuevo ataque con su espada contra su propia sangre, gritó en una voz por fin liberada, no se sabía por cuanto:
- ¡Tetra, Ganon controla nuestros cuerpos! Te amamos, te amamos con locura, ¡pero no podemos hacer nada! Por favor, créenos, ¡somos como marionetas! Tetra, ¡aléjate y toma la Trifuerza para defenderte contra nosotros! Tienes que hacerlo, confía!! -
Y poco después embistió a su hija con la espada, gritando por el dolor que le causó su acto despreciable.
Motivo: Atacar
Dificultad: 6
Habilidad: 3
Tirada: 3 5 8
Total: 5 +3 = 8 Éxito
Tanto Zelda como Link han herido a Tetra.
Tetra no desistía. Escuchar la voz de sus padres la impulsó a seguir luchando. Ahora tenía un objetivo: conseguir la Trifuerza, sin embargo el artefacto estaba lejos de su alcance, el fragor de la batalla lo había arrojado a otro lado de la habitación.
Poco a poco, las heridas en el cuerpo de la descendiente de los héroes más aclamados de Hyrule hacían mella. Tetra estaba cubierta en sangre y lágrimas, pero no dejaba de intentarlo.
Estaba moviéndose de manera torpe, casi ebria, mientras vuestros cuerpos dominados seguían atacándola. La jovencita no podría aguantar mucho más tiempo ese ritmo.
- Puedo lograrlo... sé que puedo hacerlo... - se repetía para ella misma en voz alta mientras esquivaba solo unos pocos de vuestros ataques.
- Padre... madre... no os sintáis culpables... yo... yo... no me he rendido aún - llegó un momento en el que Tetra se encontraba avanzando a gatas, sus fuerzas flaqueaban como para mantenerse en pie ¿había aún esperanza?
Tetra está malherida, está intentando alcanzar la Trifuerza tal y como se le ha indicado pero... ¿lo logrará?
Si Tetra recibe dos golpes más caerá, y cae en tus manos la misma decisión de antes...
Usar el dado más bajo en combate pero sin poder hablarle a Tetra
Hablarle a Tetra pero usarás el dado normal de ataque
Zelda vio con terror que Tetra no soportaría mucho más, si volvía a acertarle, o si su esposo lo hacía, sería el final de la princesa. Y con ella morirían también los esposos, de pura tristeza. Ganon triunfaría.
No podía hablar de nuevo o no podría retener su propio cuerpo. Ahora todo quedaba en manos de su hija. Esta vez, no sólo intentaría que su ataque no acertara a Tetra, sino que trataría de ponerse en el camino de Link. Esperaba asi evitar que él dañará a su hija, y al mismo tiempo, darle valiosos segundos a Tetra para que intentara acercarse a la trifuerza.
Motivo: Ataque
Dificultad: 6
Habilidad: 1
Tirada: 1 2 4
Total: 1 +1 = 2 Fracaso
Link ya había recomendado a Tetra coger la Trifuerza, pero a la vez observaba a su mujer sufriendo lo mismo que él, la misma impotencia. El héroe desde luego no necesitaba decir nada más a su hija, aún más porque tenía la impresión inquietante que hablando con ella perdió parte de su concentración para intentar recuperar el domino de su cuerpo y, por consiguiente, su arma luchó aún con más fuerza contra su hija.
Intentó con todas sus fuerzas dominarse a sí mismo y sabotear los movimientos mortíferos que Ganón imponía a su cuerpo, pero el espíritu malévolo no dejó de torturarle a él haciéndole también torturar a su hija...
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!
Por fortuna Zelda se interpuso en su camino, evitando así un golpe mortal.
Motivo: Atacar Tetra
Dificultad: 6
Habilidad: 3
Tirada: 2 2 8
Total: 2 +3 = 5 Fracaso
Tanto Link como Zelda han fallado sus ataques ¡por poco!
Tetra siguió gateando tan rápido como pudo mientras observaba incrédula como su "madre" había bloquedo a su progenitor, aquello le dio un respiro de alivio y más aún cuando comprobó que la Trifuerza estaba al alcance de su mano.
Con un alarido de impotencia y adrenalina, la hija de los reyes alzó la mano para alcanzar con todas sus fuerzas la Trifuerza, el contacto de la yema de sus dedos con la reliquia fue acompañado de un ruido seco provocado por el tajo de la espada de Link, la cual había chocado contra el suelo.
- ¡AAAAAAAAAAAAH! - gritó Tetra mientras se refugiaba y adoptaba una postura casi fetal. Entre sollozos y lamentaciones, la niña empezó a murmurar algo, algo que su cuerpo hecho un ovillo apenas dejaba escuchar.
- No os defraudaré -
- No os defraudaré -
- NO OS DEFRAUDARÉ -
- ¡¡¡NO OS DEFRAUDARÉ!!! -
Junto aquel grito, un haz de luz dorado resurgió de los brazos de Tetra, que cobijaban nerviosamente la Trifuerza.
Dicho haz de luz cubrió toda la habitación, cegando a los allí presentes. El resplandor ardía, podíais sentirlo. Era como si os expiase, como si quisiera arrancaros desde dentro.
Finalmente la luz se disipó, todo volvía a un lugar oscuro, pero la oscuridad era cálida, acogedora, vibrante ¿el motivo? el poder abrir los ojos por voluntad propia y mover vuestro cuerpo sin influjo de ningún poder oscuro. Lo sabíais porque mirasteis a vuestro alrededor y permanecíais juntos, ambos reyes con los cuerpos agotados frente a su malherida hija la cual aún sostenía la Trifuerza parpadeante.
Pero todo no había acabado, habíais recuperado el control de vuestro cuerpo y vuestra mente gracias a la Trifuerza pero ¿qué era aquello que había al fondo de la habitación? Apareció una criatura que parecía débil y escuálida ¿era... Ganon?
El rey demonio no era más que una sombra de lo que antaño fue, estaba casi pegado a la pared, sin fuerzas, claramente afectado por el poder de la reliquia ¿qué deberíais hacer ahora? Ganon no era rival ¿era el momento de darle el golpe final de una vez por todas? Los reyes tienen la última palabra.
¡Habéis roto el influjo recuperando vuestros cuerpos y voluntad!
¡Ahora hay que acabar con Ganon para siempre! (No hace falta tirar)
Había logrado interponerse entre Link y Tetra, desviando el ataque de su esposo contra su hija. Sus ojos se cruzaron, sabiendo que detrás de su expresión neutra se encontraba el verdadero héroe de Hyrule, el hombre que amaba. Una luz lo envolvió todo, y la reina pudo sentir como se liberaba de aquellas ataduras invisivles. Cuando la luz desapareció, se vio una vez más frente a Link, pero esta vez podía controlar su cuerpo. Apoyó su frente a la de su rey, feliz de poder volver a tocarlo. -Link...-
Se separó de él, con lágrimas de alivio, antes de arrodillarse junto a Tetra, abrazándola con fuerza. -Mi pequeña valiente...- Se percató del movimiento al otro lado de la habitación. Allí estaba el culpable del terror que habían vivido hasta ese momento, que la había llevado a casi asesinar a las personas más importante de su vida. -No más.- Murmuró, apuntando su arco roto hacia la figura, y liberó una flecha, imbuida en la luz de la trifuerza que brillaba en las manos de su hija...
Tal vez hubo un tiempo cuando Link, con su magnanimidad natural, habría perdonado a Ganon sus crímenes y en lugar de acabar con lo que quedaba de su existencia miserable, lo habría metido en un calabozo asegurándose que nunca podría salir de su prisión... pero ahora estuvo en juego no solo su reino, sino también su hija.
Con frialdad observó como su mujer clavó una flecha en el cuerpo debilitado del monstruo. Supo que a él quedaría darle el golpe de gracia, y no pensaba en demorarlo ni un sólo instante.
También se acercó a Tetra, la besó calurosamente y acarició su rostro.
- Te amo, te amo con locura. Y soy el padre más orgulloso de Hyrule. Eres una heroína, hija mía. -
También tocó con la llama de su espada la Trifuerza, cargándola con la energía de la mejor protección del reino contra sus enemigos que tenían.
Se fue al lado de Ganon y, sin un atisbo de emoción, le clavó con violencia la espada en el cuerpo ya casi destrozado por la flecha de su esposa.
¿Había acabado todo? La sensación era tan extraña que pensar que la paz volvería a Hyrule parecía una utopía.
El cuerpo inerte del enemigo no dio respuesta, no se deshizo en una sombra maléfica ni se teletransportó, simplemente estaba ahí, cadente de vida, indefenso, marcando el final de una etapa para el reino.
Había llegado la hora de volver a casa.
- ¡Mamá! ¡Papá! - gritó de nuevo entre lágrimas mientras intentaba a gatas, acercarse a ustedes para abrazaros. La Trifuerza estaba en el suelo junto a Tetra, ahora con menos brillo debido a que su poder había sido utilizado de manera intensa.
- Yo... confié en vosotros hasta el final... sabía que no me ibais a dejar sola... - gimoteó.
Debes hacer un último post en esta escena de la mazmorra antes de pasar al epílogo.
El final para Ganon llegó. No hubo explosiones, humo, ni efectos mágicos, sólo recibió el golpe final de Link, y quedó allí, inerte.
Zelda oyó la voz de su hija, y la vio luchar contra el dolor de las heridas infligidas; acortó la distancia entre ellas y la abrazó con todas sus fuerzas. -Te amamos, Tetra. Siento si alguna vez sentiste que no era así. Estoy muy orgullosa de ti.- Besó la coronilla de su frente y siguió sosteniendola contra su pecho. Ahora que todo estaba bien, no había prisas en volver...
Cuando Tetra pronunció las palabras ¡Mamá! ¡Papá! el corazón de Link dio un brinco.
El rey de Hyrule, altamente conmovido, se puso al lado de su mujer y de su hija, poniendo las manos sobre sus cuerpos abrazados.
- Vámonos de aquí - dijo finalmente.