Partida Rol por web

—Compite lo que quieras, corre lo que quieras —Kanuth se creció y se notó en la sonrisa en sus labios. Como el chico del tatuaje quería desviar la atención, el chiss lo consideró una victoria—. Cuando llegues a tu meta y veas que estás solo, acuérdate de este día.

-Dejalo Kanuth, no tienes nada que demostrar ante este...ser inferior.- añade con cierto desprecio, mirándole con desdén- No vas a provocar a nadie con tus tonterías, será mejor que te vayas y dejes de hacer el ridículo. 

Mark Targon enfureció. Nadie, nadie le había llamado ser inferior antes y el color de su cara rivalizaba con el de su tatuaje. Levantó una mano en dirección a Sena y....

Al principio no ocurría nada. La cara de rabia contenida de Targon se esforzaba cada vez más y más... hasta que de repente una oleada de algo chungo recorrió vuestro ser a la vez que una fuerza invisible empujaba la silla de Sena con ella encima varios metros hacia atrás.

Todos os quedasteis con la boca abierta, sin saber que decir o hacer. Su nivel de conocimiento en eso que llamaban la Fuerza era muy superior al vuestro y al de cualquier aprendiz de la academia. 

Miedo. Eso era lo que sentisteis antes, y ahora.

La alegría que sintió cuando Aohozal acudió en su ayuda, se esfumó inmediatamente en cuanto Mark empujaba a su compañera de equipo varios metros sin tocarla. ¿Qué había sido eso? Inmediatamente, empujado por el más básico sentimiento de supervivencia, Kanuth retrocedió varios pasos. En algún momento, se tropezó y cayó de culo, y siguió retrocediendo de espaldas mientras alternaba la mirada entre Mark y los alrededores. ¡Alguien! ¡Que alguien nos ayude! No entendía qué estaba sucediendo y ni siquiera se atrevía a gritar pidiendo ayuda porque no le salían las palabras.

Su mueca de desprecio se ve truncada prontamente por aquel poder que escapaba a su control y del que tan solo había leído en los libros. Sabía que los Jedis hacían eso...pero...¿un niño?

Su silla retrocede varios metros y ella se queda muy quieta, agarrándose a ella mientras se mueve, con los ojos muy fuertemente cerrados y suelta un chillido agudo, asustado y rabioso.

-¡Aaaaaaaaaah!

De pronto, Wistie ve como Sena sale expulsada de la mesa con silla y todo soltando un gritillo. Wistie mira a todos lados y ve a ese de la cara pintada con la mano extendida hacia Sena. Una furia invade a Wistie, ¡Estaban atacando a uno de los suyos!... pero... un miedo primitivo y profundo lo invadió, paralizandolo donde estaba. Si alguien en aquel lugar tuviera un olfato tan agudo como el que Wistie tenía habría podido percibir como el olor normal de Wistie se mezclaba con una nueva esencia diferente... el olor a miedo.

— !Azar! — Exclamó Wistie, pero ya no con el tono de entusiasmo de antes sino con mucho enojo, contenido por el miedo pero enojo al fin. Y se quedó con el ceño fruncido mirando muy fijamente a aquel de la cara pintada, con los puños apretados y el estómago encogido. — Azar...

-¡Oh cielos!.- Dijo el droide de protocolo mientras presenciaba como Sena era arrastrada lejos. -¡Magia!- Tradujo a Wistie alzando sus brazos metálicos para darle más énfasis a las palabras. -Magia.

Antes de poder hacer nada más, o tener tiempo para pensar en responder, aquél alumno que os acompañó durante el viaje apareció al lado de Mark Targon como por arte de magia.

-Ya está bien. No deberías haber hecho eso.- Todo el comedor estaba en silencio mirando hacia vuestra mesa, incluidos los profesores, que comenzaban a levantarse. 

Mark se relajó aunque en su rostro podía leerse todavía el enojo y el esfuerzo. Seguramente le castigarían y puede que luego lo pagara con vosotros por ser los artífices de haberle castigado. Aunque una cosa era segura, Mrk era sin duda alguna el aprendiz más fuerte. 

-Disculpe Amo Yenden, pero realmente el uso de poderes de la fuerza dentro del recinto no está prohibdo como tal, a menos que una persona sufra daño o incapacite las acciones y/o pensamientos de otro jedi o alumno. Pero la alumna Sena´ohoza´luthi está perfectamente y sin signos de incapacitación.-

-Eres muy amable, unidad de protocolo- dijo remarcando esto último -al recordarnos las normas. Ahora cállate o apágate.-

-Oh, cielos. Yo solo intentaba ser de ayuda. Mi programacióooonnnnn.....- Una mano apagó el interruptor de la nuca del C3PO.

El maestro de Mark se lo llevó de allí junto a otros maestros mientras se pedía que se volviera a la normalidad y la calma. Poco a poco el comedor volvió a servir desayunos, pero ya no era como antes. Una pesada capa de incertidumbre pesaba sobre vosotros y muchas de las miradas y cuchicheos se centraban en vuestra mesa.

-Una lección interesante. E inesperada.- Añadió vuestro maestro aparecido de repente al lado vuestro. -Cuando acabéis de desayunar quiero que salgáis al patio, es por esa puerta de ahí, todo recto no tiene pérdida. Os estaré esperando.- 

Lo primero que hizo, cuando se hubo quitado de encima la capa de miedo y vergüenza que sentía, fue correr hacia Aohozal y extender sus manos hacia ella, por si necesitaba levantarse, pero sin llegar a tocarla por si tenía algo roto. Un torrente de palabras en su cheunh natal salieron de su boca, incapaz de pensar en otro idioma. 

—¿Estás bien? ¿Te duele algo? —dijo, finalmente, en el idioma común. Se le veía angustiado y, aunque la marcha de Mark fue un alivio, no quitaba la sensación de sentirse en peligro.

La chica chiss abre los ojos que tenía fuertemente cerrados cuando Kanuth se acercó a ella y mira a su alrededor con un mezcla de pánico por lo sucedido per también de furia por la humillación sufrida.

-Estoy bien.- dice en común, logrando contener su rabia y su temblor en la voz quedando una expresión algo fría, aunque sus ojos vuelven a clavarse en Kanuth una vez que ha terminado su valoración de la situación. Ahora le habla en cheunh.

-¿Tú estás bien? Ese niño es peligroso, no debería estar aquí. Haré que lo expulsen. No importa cómo. No es como nosotros, él es malo.

De un plumazo, Aohozal había desviado toda la preocupación y atención sobre él, y Kanuth se sintió terriblemente incómodo. Se incorporó, se alisó las arrugadas ropas y puso su ensayada cara de Chiss de alta alcurnia.

—¡Sí! —demasiado alto— Sí, estoy bien. ¿Y tú, Wistie?

El ewok era más pequeño, por lo tanto, más propenso a salir volando por cosas como esas. Afortunadamente, el grueso del ataque se lo había llevado su compañera.

—Los Maestros se encargarán de él —respondió, convencido de que la autoridad funcionaba de igual modo en aquel lugar que en su hogar—. Ahora, desayunemos. Hoy empieza nuestro entrenamiento.

Wistie se relaja un poco cuando ve llegar a guerreros jedi, pero no deja de observar con una expresión de enojo a aquel que ahora sin dudas ha identificado mentalmente como amenaza y posible enemigo. Se suponía que todos ahora formaban parte de una misma tribu, la tribu de los jedi, pero aquel se estaba mostrando como un macho dominante y agresivo... uno que si no era corregido cuanto antes o era expulsado acabaría por desafiar al mismo líder de la tribu.

Entonces la expresión de Wistie cambia de pronto cuando su maestro guerrero apareció y... e hizo algo en la parte posterior de la cabeza de esa otra criatura amarilla brillante, y esta pareció quedarse dormida de pie al instante. Aquello le intrigó tanto como para casi distraerle de la situación que había acontecido. 

Cuando finalmente se llevaron de allí al de la cara pintada, Wistie volvió a acomodarse en su asiento junto a Jesper. Aun tenía algo de la inercia de la adrenalina, y ahora pesaba en el un sentimiento de intranquilidad o preocupación. Poco después escuchó a Kanuth dirigirse a él.

— Chak. — Le responde devolviendole la mirada y asintiendo. — Meechoo toto acha.

 -¿Vosotros estáis bien?.- Preguntó Yenden. -Ah, se me olvidaba.- dijo mirando a wistie. Volvió a conectar al droide de protocolo que continuó como si no le hubieran apagado.

 -... está versada en diferentes áreas de ayuda para las personas...

 -Cállate o te apago otra vez.

 -....

Una vez todo volvía a ser normal, mas o menos, Yenden se sentó a vuestro lado.

-Y sin embargo tiene razón.- Dijo señalando con la cabeza al droide de protocolo. -Le amonestarán y le enseñarán a controlar su rabia para no caer en el lado oscuro. No os preocupéis, hay muchos jedi que comenzaron así y ahora son maestros.- Yenden se incorporó con una sonrisa afable en su rostro.- Si no le diéramos una segunda oportunidad a la gente, ¿Qué clase de salvadores seríamos?.

Los caballeros jedi habían protegido a la gente de toda la galaxia durante miles de años, incluso durante la oscura época del imperio galáctico donde estaba prohibido hablar de los jedi, o tener algún objeto relacionado con ellos. Fue Luke Skywalker quien luchó contra el imperio, y de no ser por él, dos veces, lo que ahora es la nueva república nunca hubiera existido, junto a esta academia jedi.

Apenas desayunó. Aunque tenía hambre, después de lo sucedido con Mark tenía el estómago cerrado y pensar en comer le daba náuseas. Así que aprovechó que el Maestro Yenden se sentó con ellos para hablarles de sus políticas de reinserción para retirar delicadamente el plato a un lado.

—Pero, ¿qué pasará si vuelve a atacarnos cuando no haya nadie? Tiene esos... poderes y nosotros apenas acabamos de llegar —realmente tenía otra pregunta en la punta de la lengua, pero no se atrevía a lanzarla—. ¿Qué pasa si nos defendemos y hay... un accidente? ¿Nos expulsarán?

Había tenido miedo, pero no pensaba darle la oportunidad a Mark de volver a pillarle con la guardia baja. Era un chiss de la casa Kesk: nunca dejaría que le derrotaran.

-Creo que no mostrar debilidad también es el camino Jedi. -dice Sena con convicción tras las palabras de Kanuth- Por supuesto que Mark debe ser corregido y dársele una segunda oportunidad. Pero, Yenden, hay mucha ira en su interior, ira que no se aplacará con una amonestación. El código jedi nos obliga a mantener la paz, pero a veces hay que luchar para mantenerla ¿no es cierto?