Partida Rol por web

Lucen, nunca he entendido el porque es tan callado, ni siquiera Sayumi lo ha comprendido supongo, intentar ser amable puede ser una opcion normalmente pero con el no funciona, casi nunca he hablado con el sinceramente y es extraño ya que siempre procuro llevarme bien con todos, aunque me extraña la actitud de la chica de ojos amarillos, quizas sea su naturaleza ser callada pero aun asi esa mirada de tristeza no deja de pasar por mi mente, ¿Que le pasara para que tenga una mirada de ese tipo?

-Yo estare en la barra limpiando los vasos, por si me llegan a necesitar para algo Sayumi-sama. -Dije con una sonrisa tranquila observando a todos, especialmente a Shirei-san, quizas intente hablar con ella mas tarde.

 Tal y como había dicho por última vez, se dispuso a ir a por esas máscaras acercándose un poco a su guía, el tal Lucen, pero no mucho. Ese chico no le daba buena espina, su aspecto le parecía siniestro, así que no intentaría ser especialmente amigable con él, si no simplemente cordial, hacer caso en lo que tengamos que hacer y volver con esas máscaras cuanto antes.

 - Yo estoy lista para salir cuando queráis. - Hace saber a los presentes.

Momo sonrió al oír la broma de Sasuke y pasó su brazo alrededor de su cuello al igual que con Yoko.

-bueno chicos, ¿vamos a buscar la cena? Miró a sus dos acompañantes y después a Yorumi aún sonriendo, aunque era una sonrisa más traviesa que de diversión.

Acto seguido, Lucen le dedicó otra de sus casi imperceptibles inclinaciones de cabeza y miró a los demás unos instantes antes de girarse y abrir la puerta por dónde había entrado.

Os aviso que no os va a esperar. Seguidle el ritmo o lo perderéis, y elegid buenas máscaras. Coged máscaras para todos, prefería que nadie trajese sus conflictos pasados en anteiku. Dijo Sayumi volviendo a limpiar los vasos que había dejado antes Y TODOS tenéis que ir. Miró a Takahasi quitándole el vaso que se había puesto a limpiar sin su consentimiento.

Shirei se quedó algo confusa, sin saber a donde ir. Por un momento iba a acompañar al chico, pero la mirada de la peliverde le hizo quedarse en el sitio, y, finalmente, acudir hasta ella, asintiendo con algo de respeto, aunque todavia permanecio en completo silencio. Permanecio al lado de Momo, observando por la ventana la ciudad transcurrir con normalidad. Coches, gente... Pronto caeria la noche y seria la hora de que las bestias salieran. La ciudad se habia convertido en una selva de luces, hormigon y hierro, pero seguia dominando la ley del mas fuerte. Por la mirada del resto, sabia que de enterarse todos de la forma de pensar de Shirei, no seria bien recibida. Pero sus ojos tristes solamente revelaban melancolia, no ira ni venganza. Era una niña aparentemente indefensa y debil, solo perdida en una vida vacia. 

Quedaba ver si ellos sabian ver mas atrás de las apariencias y si de verdad, habria algo mas que ver fuera de su imagen. 

Al sentir el brazo de Momo alrededor de su cuello no pudo evitar mirarlo durante unos instantes mientras sus ojos se abrían ligeramente. -C-Contacto físico... -Aquello ne era algo a lo que estuviese acostumbrada puesto que la mayor parte del tiempo la pasaba sola por propia elección, no obstante no era algo que le resultase ser un problema demasiado grande como para no poder lidiar con ello.

Asintió ante su pregunta, cuanto antes fuesen a buscar la cena antes podrían volver y relajarse. Por su parte, Yoko, optó por una máscara bastante simple de color negro con algún que otro detalle rojo por la zona de los ojos, la cual tapaba por completo su cara como a ella le gustaba cuando tenía que ir a por comida. -Por mi parte estoy lista. -Como de costumbre sus respuestas eran cortas pero tampoco necesitaba más cuando así se la podía entender perfectamente.

Momo pareció ser más divertida de lo que había creído en un momento, y eso me gustó. En cuanto nos pasó a mi y a Yoko el brazo por el cuello sonreí guiñando un ojo y le saqué el pulgar.
-Vaya, ya estaba empezando a pensar que todos aquí necesitaban una buena ración de cereales integrales para ir mejor al baño... Pero veo que no. -murmuré por lo bajo hacia Momo y Yoko, intentando que mis palabras no llegasen a oídos de Sayumi.
Cuando la pelivioleta sacó una máscara y se la puso no pude evitar sorprenderme. ¿Nosotros necesitábamos máscaras...? Porque yo no tenía.
-Uhm... Momo. ¿Tenemos que ponernos esas cosas para ir a buscar la comida ahora? La verdad es que yo nunca he usado una, siempre iba cubierto por una capucha y au. -dice rascándome la mejilla pensativo-. ...Y por cierto, aún no sé si lo que vamos a hacer es cazar o qué. Lo digo para ir mentalizado y eso...

-Oh, lo lamento Momo, no habia comprendido. -Dije con una leve risilla mientras me rascaba el cabello, creo que estaba demasiado absorto en mis pensamientos como para darme cuenta de lo que decian, no me percate de que debian de ir todos... Debo de estar mas atento definitivamente.

Fui rapidamente a buscar mi mascara a la habitacion en unos segundos, sinceramente prefiero no utilizarla mucho... Tantos recuerdos con esta mascara de lo que hacia cuando era apenas un niño que no sabia lo que hacia, y ahora solo con verla recordar tantas cosas, tanta gente, mis padres y...

-Tsk. -Dije con un tono de molestia total al tener mi mascara, evito recordar aquello que me trae tanta ira y enojo, aquel unico recuerdo de mi vida que me puede arruinar todo facilmente... Que seria de mi si no fuera por Anteiku y Sayumi-sama me pregunto yo.

Regrese con el grupo con mi mascara en mano, los observo a todos algunos ya listos y otros aun con duda, cosa que es normal los primeros dias.

-Por mi parte estoy listo. -Dije con un tono serio en mi voz, es mejor mantener el paso de Lucen si no quiero perderlo, solo esperaba a mis compañeros para que estuvieran listos y avanzar rapidamente.

-Seran...dos...entonces... Balbuceo débilmente Lucen mientras asentía hacia la pareja que iría con el. -Debemos...apresurarnos...Mientras aun quede algo de sol... Informo mientras se iba marchando esperando que le siguieran.

Nada mas salir de la cafetería, las luces del atardecer bañaron vuestros rostros y cuerpos, dejando que disfrutarais de la agradable brisa que a esa hora se levantaba, al contrario que para Lucen que nada mas salir, se puso la capucha para que no le diera el sol en la cara. Os hizo un leve gesto y os fue guiando por los caminos hacia donde se suponía que debíais ir.

La calle estaba como cabria esperar, abarrotada, los alumnos de algunos institutos se reunían en las tiendas y en los restaurantes para poder hacer uso de su tiempo libre. Los oficinistas, cansados, volvían a casa solo para volver a hacer las tareas que aun les tocaban y algunas mujeres acababan de hacer sus compras para la cena. Todo estaba vivo, en movimiento y armonía. Quitando el hecho de que todo lo que ahora se estaba moviendo a vuestro alrededor no era mas que comida a vuestros ojos. El mundo seguía siendo el mismo, pero había cambiado significativamente, ahora era mas hostil, como si unos granjeros miraran su huerto y dijeran que aun faltaba un poco para recoger la cosecha. Por suerte en Anteiku no deberíais ser cazadores, podríais volver a vivir entre todas esas personas.

Lucen os llevo hacia un rincón de la ciudad, cerca de cuando al luz del sol ya apenas iluminaba nada, las farolas se empezaban a encender dando una atmósfera mas lúgubre a donde estabais. Estaban todas las paredes llenas de grafitis, algunos contenedores llenos de residuos y si os parabais a mirar bien, envoltorios de diferentes medicinas y tabaco. La gente os miraba con desconfianza pero no se acercaba, parecía que el mas oscuro de todo el lugar, era el propio Lucen. Llegasteis a una puerta, con unos letreros extraños que no podíais identificar, parecía un sitio que hacían tatuajes, pero parecía abandonado o mas bien cerrado. Lucen dio tres golpes a la puerta esperando una respuesta.

Sinceramente esto es agradable, el caminar por las calles como si fuera un simple humano normal, como si a nadie le importara el saber que hay Ghouls camuflajeados entre ellos, a nadie le interesa... Solo son ellos y su mundo, nada mas. Pero claro aun vivo con eso, yo se que no soy un humano, se que nunca lo sere, pero al menos intentare vivir mi vida sin problemas, como un humano normal...

Intentaba mantener el paso de Lucen pero sin descuidarme de Saori-san, no desconfio en ella pero claro, por las dudas siempre me gusta ver que todos vamos juntos, aunque no he tenido la oportunidad de charlar al menos un momento con ella, quizas... En mi rostro se nota el deseo de que debo de iniciar una charla pero no puedo, no encuentro un tema para la situacion y ademas que es algo penoso... No se si lo sea sinceramente, es dificil.

Finalmente parecia que habiamos llegado a nuestro destino sin problema alguno, cosa que me alegra, me pregunto que deseara Lucen de aqui, o que estaran haciendo los demas...

Shirei observó como el chico que parecia haber sido amable con ella, se alejaba en el otro grupo. Le causaba cierta curiosidad e incluso se habia sonrojado un poco, muy levemente. Desvio la mirada tan pronto como pudo, hasta el punto de darle la espalda y enfrentó a Momo, todavia con las manos cruzadas delante de la falda del vestido, esperando a que su propio grupo decidiera que hacer, si partir ya o esperar a que trajeran las máscaras. Se alisó un poco la ropa con las manos, observando a Momo. 
- Es un placer, lamento si no me he presentado, soy Shirei.- lo dijo en un pequeño susurro, tan sutil como todo lo que decia, volviendose con una leve reverencia a la que les iba a llevar de caza. Luego contempló a los que iban a ser sus acompañantes, buscando algun dato de ellos, de como pudieran ser, tanto en su actitud como en su mirada, guardando cada detalle de ellos en su mente. 

Miré a la joven introvertida que se acercaba a nosotros... No había caído que también ella nos iba a acompañar. ¿Qué le pasaba a esa chica? Parecía como si estuviese en un funeral, o es que quizá era demasiado tímida. De hecho casi no había reparado en su presencia hasta ahora.
-Oooh. Shirei... ¿Entonces vienes con nosotros? -me señalo a mí mismo con el pulgar-. Pues estás de suerte, porque estoy seguro que hagamos lo que hagamos, que en realidad no tengo idea exactamente, nos lo vamos a pasar genial. -le guiñé un ojo, intentando ser abierto para que se sienta cómoda. Al menos eso es lo que yo esperaba. Alcé el dedo índice y le toqué de repente la nariz mientras pronunciaba un "Meeeek", simulando el sonido de un timbre y reí ante ello-.

El tiempo había pasado muy rápido, por lo que cuando salisteis el sol ya se había ido, dejando la oscuridad iluminada solamente por las farolas. Aún así, las calles seguían llenas tanto de parejas como de amigas caminando en todas direcciones y entrando en las tiendas. Nadie sospechaba que lo que hacías en esa calle no era pasear o hacer una noche de amigos. Momo iba guiándoos hacia vuestro destino como si fuese a hacer sus compras rutinarias. Pasaba por en medio dela gente sin importarle nada, e incluso se había parado alguna vez a acariciar a algún que otro perrito.Teníais la extraña sensación que no estaba pasando por el camino más corto.

Como os dijeron, pasasteis por delante de la biblioteca. No era muy grande, pero tampoco era pequeña. Al mirarla por fuera, se veían algunos libros de historia del arte, científicos y plantas.

Después de esa parada, no tardasteis mucho en llegar al destino. Tuvisteis que pasar por lugares que cualquier humano tendría que evitar, pero, por supuesto, vosotros no erais humanos. Momo iba buscando algo en esos callejones, y cada vez que llegabais al final suspiraba resignada. Al cuarto callejón, pero encontró lo que buscaba. De detrás de un contenedor salían dos pies con tacones, inmóviles.

-Que bien! Ya pensaba que nos tendríamos que ir al acantilado! Se acercó corriendo hacia el cadáver, pero al acercarse su sonrisa se deshizo un poco. Vaya, no me gusta mucho éste tipo de carne. Al acercaros pudisteis ver a una chica de no más de veinte años con unos moratones en los cuellos. Además de que no se si está en la restricción...

Yoko inclinó ligeramente su cabeza cuando Shirei se presentó como si con ello quisiese decir "encantada" o "un placer", no obstante de su boca no salieron muchas palabras y mucho menos ante la broma de Sasuke puesto que pensaba que ella sería la siguiente en recibir una. Después de ponerse en marcha siguió a Momo en silencio mientras observaba, con gran atención, todos los lugares por donde pasaba para comenzar a hacer así su mapa mental de la ciudad, algo que le gustaba hacer puesto que así evitaría perderse si algún día tenía que ir a hacer un recado o simplemente a caminar por placer.

Como le habían dicho pasaron por la biblioteca, lugar en el que se detuvo un segundo como si aquel edificio la absorbiese hasta tal punto que su mirada parecía perderse por completo. Por suerte se despejó la mente con rapidez antes de acelerar el paso para volver a alcanzar al resto antes de que terminase perdiéndose o que la regañasen en su primer día de trabajo, si es que se podía llamar así a lo que estaban haciendo en ese momento.

Poco a poco se iban adentrando en zonas que no parecían ser las más comunes para encontrar humanos, aun así podía observar como Momo investigaba los callejones de vez en cuando hasta que en el cuarto encontró lo que estaban buscando. En cuanto Yoko se acercó observó al cadáver de una joven que parecía haber muerto estrangulada debido a los moretones del cuello, aun así para la pelimorada seguía siendo suficiente para comer aunque parecía que a Momo no le gustaba esa idea. -Yo creo que deberíamos aprovecharlo, al fin y al cabo ya está muerta y si no nos la llevamos podría comérsela otro ghoul que rondase la zona. De todas formas supongo que tendréis vuestras normas. -Por su parte la mejor opción era llevarse aquel cadáver y finalizar su trabajo, así podría dedicarse a otras cosas en cuanto volviesen, no obstante no se quejaría si finalmente Momo optaba por buscar otro cadáver.

Shirei... Bueno. Demostró al pobre muchacho que se habia equivocado al suponer que con esa actitud se abriria mas, ya que lo que logró, fue lo contrario. Retrocedió abruptamente en cuanto trató de tocarle la nariz, mirandole casi con un brillo de locura en los ojos, como si estuviera a punto de saltarle encima, pero luego todo quedó vacio de nuevo, como si toda esa energia se hubiera esfumado. Se limitó a seguir al grupo por las calles.

Su gesto no cambio en ningun momento. Unicamente observaba las calles, la gente... La esquivaba para evitar que la tocaran. Nunca miró con deseo ningun escaparate, ni a ninguna persona, nisiquiera animal. Era simplemente una muñeca con capacidad de andar detrás de ellos, sin siquiera intervenir en ninguna conversacion. Parecia simplemente una sombra, siguiendoles, hasta que llegaron al callejón. Torcio un poco el gesto al ver que se alimentaban de cadaveres ya muertos. La carne de los ya muertos no sabia demasiado bien y en algunos casos, hasta olia mal. Pero no se iba a quejar. Le prometio a su amiga que iba a intentar no matar mas. Desvio la mirada a la entrada del callejón, vigilando en silencio. 

Pedí calma con los brazos, algo desconcertado, cuando la chica albina reaccionó de esa forma ante una broma mía. No volví a insistir más en sacarle una sonrisa... Aunque tampoco me lo tomé a mal. No era la primera vez que me pasaba algo así.
Caminé tras de Momo observando con tranquilidad y pasotismo lo que ocurría a mi alrededor... El mundo pasar con normalidad. Tampoco abrí la boca en todo el trayecto, a excepción de para silbar alguna cancioncilla que se me iba ocurriendo. ¿Es que nadie más iba a romper la tensión hablando de alguna cosa? El silencio del grupo se estaba haciendo pesado e incómodo...
Agradecí llegar al destino por fin.
-Ugh... Ese cadáver tiene bastante mala pinta. -olfateé y la verdad es que no olía demasiado bien... No resultaba apetecible, pero mejor eso que nada-. ¡Bueno, venga! Si tenemos que hacerlo mejor hacerlo rápido... Puede que venga otro grupito y nos meteremos en problemas... -comenté mientras me rascaba el mentón. Después me crují los dedos de las dos manos a la vez-. ¿Lo preparamos para llevar o cómo quieres que lo hagamos?

 Empezamos a caminar por calles agradables, llenas de personas haciendo sus vidas normales, o no tanto, pero más que la de un ghoul, desde luego. Hasta hace relativamente poco me sentía prácticamente como uno de ellos, pero desde que se me acabó la comida 'gratis' no se imaginan la envidia que puedo llegar a tenerles si me paro a pensar en ello. Afortunadamente, gracias a Anteiku debería poder volver a sentirme una más, tal vez más agobiada, si quiero combinar trabajo y estudios, pero es mejor llevar esas dos cosas adelante que aguantar el hambre o tener que cazar. 

 Miro a Yudai de reojo alguna que otra vez. Es uno de los pocos chicos agradables que había en la cafetería, pero no sé muy bien de qué hablarle, y el siniestro y tenso ambiente que crea Lucen encabezando nuestro rumbo no ayuda mucho, así que tras sonreír tímida a Yudai durante un instante que cruzamos miradas, me limito a seguirlo en silencio mientras vamos introduciéndonos en barrios cada vez más marginales. ¿No es como muy llamativo para las autoridades que un ghoul se mueva por aquí? Ya lo es que lo haga una persona normal... Supongo que no todos se encuentran cómodos entre los humanos corrientes y, en cualquier caso, un local privado y cerrado parece un lugar bastante seguro como para que nadie moleste. Sólo espero que acabemos rápido con esto, no me gusta andar por aquí.