Partida Rol por web

Por puntos...

Habrás enviado espíritus a vigilar a miss Wishwick. Tirada de areté a 6 para convencer a los espíritus.

Los petaos... Entiendo que habrás ordenado en Palacio que distribuyan panfletos con un rollo "Se buscan ayudantes para su Eminencia el Exorcista Mayor Real". Eso te costará 5 guineas del fondo anual (o bien de tu sueldo en forma de adelanto). Asumo esto pues pocos contactos tienes tú como para ir corriendo la voz. Los pocos amigos que habías hecho están muertos, presos o lelos.

Poco después de distribuir los panfletos llega el primer recluta.

Estás paseando por los jardines que hay enfrente de tus dependencias, maquinando tus maléficos planes, cuando oyes algunos gritos. Ves a varios criados que persiguen a un hombre que va montado a caballito sobre otro. El hombre que hace de montura es bastante rápido, pues consigue mantener la ventaja sobre sus perseguidores, mientras corren todos de forma algo errática por los jardines, hasta dirigirse hacia ti.

Finalmente se detienen a poca distancia de ti, el hombre que hace de jinete se baja de un salto y hace ademán de detener a los criados que llegan corriendo hacia ellos.

Ahahah... Venimos a someternos a la voluntad de Monseñor...

Los criados se detienen, confusos, y te miran.

El jinete, le da una colleja al que le hacía de montura y ambos se postran ante ti. Estan sucios y tienen el pelo grasiento.

Perimitid que me presente, monseñor... Soy... Willcock... Y te besa las mangas y las manos, con la rodilla en tierra, sonriéndote ampulosamente a la vez que te enseña sus dientes estropeados. Monseñor, Monseñor... No hay nada que deseemos más que servir a su Ilustrísima... Tanto este humildísimo servidor como mi montura.

Da una patada al otro hombre, que estaba postrado en el suelo besándote las botas condevoción.

Oh, sí, sí, Monseñor. Dice el otro hombre, que carga un fusil y una espada en su tahalí. No hay nada que deseemos más, Monseñor.

De momento elegiré como consejeros directos a Willcock, Phantomas, Sybill. Pediré pruebas a los siguientes:

- A Dellaware Como osas venir ante mi y pedirme 10 libras semanales por ser solamente un maldito soplón durmiente. Pero siempre doy una oportunidad a quien quiere servirme. Si tienes tantos contactos en los bajos fondos como dices tener, consigueme un buen soplo, donde se esconden suficientes guineas para pagarte el sueldo a ti y a todos mis consejeros y serás uno de ellos. Busca entre los clubs, las bandas, seguro que tienen alijos, dime cuando y donde y si resultas ser útil haré de ti un despertado. Yo me encargo del asalto, no te preocupes por eso.

- A Smiles Parece que encajas en el puesto pero no eres un despertado y eso juega en tu contra. Veo que te gusta el dolor. Te ofrezco otro puesto, serás mi torturador personal, a cambio te pagaré con nuevas formas de dolor que ni si quiera sabes que existen. ¿Has probado alguna vez de mutilar el espíritu de los demás... o el tuyo? jajajaja

- Sonrío a ojitos Creo que eres justo lo que buscaba pero tengo mucha curiosidad por saber que es lo que puedes hacer por mi. Hay un hombre, Allan Tracker, es un despertado versado en el espíritu y la mente. Traemelo con vida y serás mi consejero. Tú elijes como quieres que te pague, con guineas o sanándote esas feas heridas.

- Al teniente Necesito alguien como vos, pero debe usted tener algo muy claro. Aquí se viene a servir al exorcista real antes que a nadie más. Luego a la reina. El exorcista real debe tener su propio ejército así como su mano derecha para que ejecute sus órdenes. Vos podríais ser esa persona. Podéis disponerme de hombres para la policía del exorcista real? Gente de confianza por supuesto, antiguos soldados que hayan servido con usted, dispuestos a todo. Para empezar me conformaré con que dispongáis de una unidad de 15 soldados. 

Para llamar a toda la gente gastaré las 5 guineas del fondo real. En cuanto a la vigilancia de miss wiswick no uso areté. Hablo directamente con los espíritus gracias a mi habilidad sobrenatural.Si se ponen tontos amenazaré con ir hasta su mundo y capturarlos, sabrán que soy capaz de ello. Por las demás cosas que te puse ya me contarás como queda el asunto.

Se muestra ofendido por lo de soplón, pero te pone cara de saber, con una sonrisa torcida.

Pido lo que valgo, ni un puto penique menos. Volveré con eso que desea. Ya lo creo. Mr. Dellaware consigue todo lo que quiere. Sí, sí, todo lo que quiere. Preguntad, preguntad a cualquier dama de New Docks... Todas le darán buenas referencias de Mr. Dellaware.

Dice haciendo un gesto obsceno.

Volverá unos días más tarde, contento, con aires de suficiencia.

Ya se lo dije... tengo eso que quería. Una carnicería, en el Bazar de las Maravillas... En la trastienda venden mercancía robada. Joyas y cosas así. Guita de la buena.

Se excita mucho con tu propuesta.

Oh, claro, claro Eminencia. Será un placer...

Al decir placer alarga la palabra...

No sé nada de espíritus, lo he de confesar, pero deseo aprender.

Ojitos mueve sus ojos desorbitados en todas direcciones al darle las instrucciones. hace una desagradable mueca con su boca sin labios, y se va.

Aparece Ojitos, con su cara inexpresiva. Le acompaña Allan, que viene muy serio. Ojitos está detrás de él, y sus ojos se mueven frenéticos de ti a él.

¿Qué ocurre? Me habéis hecho llamar. Ya veo que las cosas no os van mal... habéis prosperado mucho desde nuestro último encuentro.

Sonrío y asiento a ojitos. Has hecho un gran trabajo. Será un honor que me sirvas como consejero. Le hago una señal para que se vaya. Espera fuera. Cuando acabe de hablar con el sr. Tracker podrás ir a hablar con el mayordomo. Él te dará el atuendo oficial de consejero exorcista. 

Cuando me quedo a solas con Allan le dejo sentarse. Siéntate. Digo con tono autoritario. No me gusta que hayas ido olisqueando mi trabajo, mi obra. Eres peligroso, Allan Tracker, pero me gustas. Tienes dos opciones, ser mi consejero primero, necesitaría alguien como tú. Alguien que me entienda. O irte por esa puerta. Si decides irte, debes saber que la próxima vez que nos veamos a lo mejor no soy tan amable. Las cosas van a cambiar en Novanglia, la Reina bajo mi consejo ha decidido tomarse enserio el mundo espiritual. Y yo voy a ser quien lo controle a partir de ahora. No va a haber la misma libertad para aquellos que tienen nuestras habilidades. Los magos que dominamos a los espíritus somos pocos. Y va a haber menos a partir de ahora. La elección es suya.

Si decide aceptar el puesto de ser mi segundo genial. Si decide irse, a la que salga por la puerta le hago una señal a ojitos para que lo meta en la cárcel.

Cuando esté en la cárcel le absorberé su espíritu.

Te mira, evaluándote, en silencio. Saca una pipa, que limpia de tabaco viejo golpeándola contra el tacón de sus botas, coloca tabaco nuevo, pero no la llega a encender.

No sé si entiendo todo esto muy bien. Tengo una licencia real para lo que hago, por lo que tengo el mismo derecho que tú a hacer lo que hago... Ya te dije en una ocasión que me gusta trabajar solo... Y mucho menos con gente como Beckett...

Dice señalando hacia el exterior.

Me preguntaba quien habría sido el loco que contratara a Beckett... Ese tipo de allí fuera era un mago muy capaz... Todo ambición... Un maestro de vida que conseguía lo que quería deformando a los demás, extrayendo la quintaesencia de la sangre, la carne y los huesos de los demás... Era un carnicero sin sentido... Hasta que la paradoja lo convirtió en el despojo que es. Ya te perdoné una vez con el caso de aquel comerciante y los ataques a su esposa... Ahora esto... Sólo te estoy avisando.

Te mira a los ojos y ves su mirada fría y exenta de emoción, se le ve cansado.

Yo trabajo por dinero, y está claro que la Reina, con esto que ha hecho, me ha dejado sin empleo, así que si temes por mi competencia, no sufras. Me voy. No quiero estar por aquí cuando empiece la fiesta.

Ves que ha venido armado. Cuelga un gran puñal bowie de su cinturón, y es evidente que lleva armas bajo su chaqueta.

A la advertencia de Allan sobre ojitos le contestaré Entonces he elegido bien. 

Para finalizar ante este arrogante pueblerino...

Tu licencia la puedo revocar si me place. No eres ninguna competencia, ni si quiera podrías entender mi obra. Deberías saber que no es buena idea amenazarme, Allan, no me has perdonado nada. Fue más bien al contrario, decidí perdonarte la vida por enterarte de algunos secretos. Tu eres el afortunado. Te recomiendo que cojas un zepelín y te vayas de Novanglia, ya se me ha acabado la paciencia contigo.

Si acepta irse en un zepelín vive. Si no, ojitos recibirá un mensaje con mi objeto mátalo.

Te mira y puedes percibir sus ganas de pirarse pero ya. Se guarda su pipa en un bolsillo y se le ve claramente tenso.

Vas a empezar una guerra que nada me va a aportar. Este sitio se va a poner muy malo para el negocio. Claro que me voy. No soy ningún héroe, muchacho. Por eso sigo con vida.

Tras lo cual se levanta, tenso, en guardia. Tus palabras amenazantes y tu aspecto inquietante hace que no las tenga todas, ni mucho menos. Mira de reojo hacia la puerta, donde sabe que espera Ojitos, y se va hacia allí.

Allan vive.