Partida Rol por web

Llegas a la alcaldía y buscas al clérigo que te encomendó la misión. En la alcaldía no parecen conocerlo y decides salir al exterior. Cuando decides ir a preguntar al alcalde una figura sale de las sombras de debajo de las escaleras..

psss!.. aquí!

dice abriéndote una puerta de debajo de las escaleras..

...por qué esto me da mala espina...

Donovan se dirige hacia allá, cauteloso y atento

tras bajar por una escalera de caracol llegáis a lo que parecen unos aposentos privados de los criados..

es por seguridad.. tu grupo está siendo observado desde que llegásteis a la ciudad. Los funcionarios tienen órden de despedir a los curiosos..

-hace una pausa como intentando escuchar algún tipo de sonido y a continuación se acerca y te cuchichea-

..y bien, has averigüado qué es lo que le ha pasado al vigía?..

- Entiendo...

Donovan de queda unos segundos pensativo... lo que pasa en esta ciudad empieza a alarmar su buen juicio...

¡Peligro! ¡Ojos vigilando! ... ese cargamento... ese ataque... ese invocador... que narices está pasando...

- Perdone mi ingenuidad, o mi desconfianza... Empiezo a sentirme vigilado... desde demasiados sitios, y no me gusta... ¿Hasta que punto puedo confiar en vosotros? ¿Quienes sois en realidad?

el extraño clérigo te observa durante unos segundos, luego mira detrás de él y sigue cuchicheando..

tranquilo.. estás entre amigos, digamos que somos una hermandad muy particular.. preocupada por los acontecimientos en Corvis. Estamos interesados en contratar los servicios de investigadores.. digamos.. independientes. Ayudamos a nuestros colaboradores.. sólamente compramos información, no la vendemos.

y bien.. ¿has resuelto lo del vigía?..

...me estoy metiendo en la boca del lobo...

Donovan baja la mirada. Suspira. Coge aire. Saca repentinamente el brazalete de la guardia de Corvis y lo pone sobre la mesa.

- Muerto. Pero no del todo. Seguí su rastro hasta una extraña cripta en en bosque. Cerca de allí unos gobos estaban atacando la caravana con la que vine. Entré allí y había... como decirlo? muertos que andaban... casi me dejo el maldito pellejo...

¡Huesos que se animaban! ¡Cadáveres andantes! Aquello era una pesadilla... ¡Un hombre abierto en canal! Una mujer que gritaba, con la cabeza repleta de serpientes, cual si fuera una macabra melena... y gritaba... sollozaba... ¿era rabía? ¿era odio? y los oídos estallaban con solo oir su voz... frío sobrenatural... y un hombre que animaba los cadáveres...

No creo que me crea... pero no son desvaríos de un loco enfermo... es... la verdad... El cadáver que llevaba el brazalete combatió contra nosotros...

¡Ah! y encontré esto... quizá vos lo entendaís

Donovan deposita el pergamino junto al brazalete... A continuación mira fijamente al clérgo, cual si quisiera con la mirada asegurarle que lo que dice es cierto.

- ¿Podríais explicarme algo de esta locura en la que me veo envuelto? No en vano estoy en ella por vosotros, y puesto que aprecio mi vida, me gustaría saber al menos algo de lo que está ocurriendo

el causante de esta locura aún no se ha quitado la máscara y tras de ella se producen numerosos acontecimientos que escapan de la comprensión de los mortales..

-dice recogiendo el pergamino y el brazalete, que enseguida desaparecen entre los pliegues de la túnica del religioso-

pronto tendrás noticias nuestras -dice, y te entrega el oro acordado

mientras tanto, estate atento a cualquier acontecimiento fuera de lo común y regresa aquí para contármelo. Serás recompensado.

y ten cuidado, hay fuerzas ocultas que saben que habéis visto demasiado. Vigilad vuestras espaldas..

-dicho esto desaparece rápidamente, sin esperar respuesta. Cuando vas a buscarlo ves que no hay rastro del hombre..

Donovan regresa a dondequiera que estén estos, o por donde puedan estar. Siempre atento a sus espaldas, y a su frente

Llegas a la Posada el arbol verde.