Nadie recuerda como o por qué. Solo los más viejos recuerdan algo: montones de ceniza, polvo, epidemias, fuego, sangre.
Nadie recuerda como, o por qué. Pero la vida se aferra de alguna manera a este mundo. A este apocalipsis diminuto. A esta tierra que se reclama de alguna manera contra toda esperanza. A estos hombres despojados de cordura.
Al grito. A la llama. A la rabia.
A la única vida que habéis conocido.
Partida para la quedada, que se preparará un poco antes de empezar y que, probablemente, (¿aunque quien sabe?) no tendrá continuación en la página de internet. Como es costumbre, para mayores de 18 años, con sexo, muerte, lenguaje inadecuado (y para colmo no inclusivo), con personajes a veces malvados, y sin tarjetas X.
Los interesados, por favor, que sepan a lo que se arriegan.
El lugar para charlas fuera de partida en la partida.
Escena para las reglas.
Creación de personajes.
Escena narrativa del preludio.
Escena personal de nuestro iluminado.
Escena personal de nuestra zorra peligrosa.
Escena personal de nuestro conductor.
Escena personal de nuestra psíquica.
Escena personal de nuestro artista.